Rebelión, 25-04-2013
1.
La reforma educativa de Peña Nieto.
En diciembre del año pasado, 10
días después de haber tomado posesión como presidente, Peña Nieto envió a la
cámara de diputados una iniciativa para reformar el artículo 3° constitucional.
Esta
reforma tiene dos partes: la primera de ellas consiste en otorgar al Instituto
Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) la facultad de evaluar el
desempeño de todos los maestros de educación básica del país a través del
diseño y aplicación de mediciones de los componentes, los procesos y los
resultados del sistema educativo, así como emitir lineamientos acerca cómo
deben evaluar a los maestros las autoridades federales y locales, y difundir la
información que resulte de dichas evaluaciones. La segunda parte consiste en la
creación del Servicio profesional docente que está integrado por concursos de
oposición para el ingreso de los maestros y por criterios para la promoción,
para el otorgamiento de estímulos y para la permanencia de los docentes en su
trabajo, tomando en cuenta los méritos de los maestros y el perfil que el
gobierno considera que deben tener.
En
resumen, se crea un instituto descentralizado para hacer evaluaciones y un
sistema de reglas para utilizar esas evaluaciones en la promoción, los
reconocimientos económicos y la permanencia de los maestros en su trabajo.
En el
quinto artículo transitorio se establece, entre otras cosas, que deberá
adecuarse el marco jurídico para fortalecer la autonomía de las escuelas con el
objetivo de que alumnos, padres y maestros se involucren en el mejoramiento de
la infraestructura, la compra de materiales educativos y la resolución de los
retos que enfrente la escuela.
Tras
ser aprobada en la cámara de diputados, durante los dos primeros meses de este
año, la reforma de EPN fue aprobada por los congresos locales de más de la
mitad de los estados del país, con lo cual pasó a ser parte de la constitución.
Para que entre en vigor, falta elaborar la ley del INEE y hacer las
modificaciones que corresponden en la Ley general de educación. El titular de
la SEP anunció que estas leyes secundarias serán presentadas al congreso
durante el mes de abril.
2. La resistencia magisterial.
Desde que se conoció la
iniciativa de Peña Nieto, los maestros del país iniciaron un intenso debate
para comprender los peligros de esta reforma y se emprendieron diversas acciones
contra ella, como marchas, concentraciones, conferencias, asambleas estatales y
nacionales, tomas de casetas, bloqueos y la distribución de documentos y
volantes. Los puntales de esta resistencia magisterial han sido los maestros de
Guerrero y de Oaxaca, estados donde se realizó un paro de labores y otras
acciones, gracias a lo cual fue posible entablar pláticas con las autoridades
de los gobiernos locales.
Las
exigencias de los maestros en las mesas de negociación se centraron en dos
puntos: restablecer la gratuidad de la educación pública, amenazada por el
quinto transitorio de la reforma educativa, y acotar los alcances y los
contenidos de la evaluación con el objetivo de que dicha evaluación tome en
cuenta las condiciones particulares de las diversas regiones de los estados y
que no sea utilizada para despedir de su trabajo a los maestros. Para esto
último, en Guerrero se propuso la creación de un Instituto estatal de
evaluación. Adicionalmente, se agregaron demandas locales en cada estado.
Los maestros
en lucha han tenido que enfrentar una adversa correlación de fuerzas a nivel
nacional creada por la intensa campaña de desprestigio que el gobierno y sus
comentaristas a sueldo han desatado. En esa campaña se presenta a los maestros
como los responsables de la mala calidad de la educación del país, y como
personas que no quieren ser evaluadas para mantener supuestos privilegios en
prestaciones y condiciones laborales, privilegios que por supuesto no existen.
En
ambos estados, las exigencias del magisterio democrático sobre los puntos más
peligrosos de la reforma educativa, no fueron respetadas por los gobiernos
locales. En Oaxaca, los maestros están trabajando en la elaboración de una
propuesta de ley estatal mientras mantienen la movilización. En Guerrero, el
magisterio decidió subir la apuesta, uniendo sus fuerzas a las de los demás
sectores en lucha para conformar un gran Movimiento Popular estatal que le haga
frente a las políticas gubernamentales en todos los terrenos. Una de las
primeras acciones de este movimiento fue una inmensa marcha de aproximadamente
100 mil guerrerenses, movilización sin antecedentes en las últimas décadas.
Al
mismo tiempo, el magisterio democrático de otros estados está desarrollando
procesos organizativos que esperamos que muy pronto rindan frutos, para ir
ampliando esta lucha a más y más rincones del país.
Es
urgente que todo el movimiento social del país se haga eco de esta resistencia
para demostrarle a EPN que los maestros no están solos porque entendemos que
esta lucha nos involucra a todos.
3. La situación de la educación pública en el país.
Desde el inicio de este siglo,
el Banco Mundial (BM) y la OCDE decretaron que el objetivo central de la
educación debía ser la creación de capital humano, es decir, la formación de
los trabajadores que requieren los grandes empresarios en un modelo capitalista
en el que la producción de bienes y servicios se modifica constantemente por la
introducción de nuevas tecnologías.
Estas
exigencias incluyen que los egresados de la educación puedan desarrollar un
aprendizaje permanente por su cuenta, ya que las habilidades de los
trabajadores se deprecian a una gran velocidad y los empresarios no pueden
esperar hasta que lleguen al mercado laboral las nuevas generaciones, ni
tampoco quieren cargar con el costo de la capacitación permanente de sus
empleados. Por ello, los que realmente dictan las políticas educativas de
nuestro país, decidieron que la educación debía dejar de poner énfasis en
conocimientos y destrezas específicas en cada una de las materias y
sustituirlas por competencias generales como resolver problemas, aprender
haciendo, trabajar en equipo, y sobre todo, autocapacitarse.
El
modelo educativo impuesto por los organismos internacionales es un modelo en el
que la relación costo-beneficio es un criterio central en las decisiones sobre
política educativa, un modelo en el que se promueve fuertemente la presencia
del sector privado en las decisiones sobre la educación y en la vigilancia de
la aplicación de esas decisiones, un modelo en el que los maestros son vistos
como meros técnicos que deben llevar a cabo las acciones que les dicten los
gobiernos, sin cuestionar nada ni perder el tiempo en conocimientos que los de
arriba no consideran económicamente útiles.
Siguiendo
esos mandatos, en nuestro país se introdujeron una serie de cambios en los
programas y los métodos de enseñanza de la educación pública, por supuesto, sin
considerar a los maestros, su experiencia, sus necesidades y su formación,
creando un caos en el sistema educativo nacional. Por ejemplo, si antes un
maestro daba clases de Física y contaba con la preparación necesaria para
hacerlo muy bien, de pronto su materia desapareció del mapa y fue sustituida
por Ciencias que incluye física, química y biología, exigiendo de él otros
conocimientos con los que no contaba. Si un maestro tenía un buen dominio de la
matemática que se enseñaba en primaria, de pronto los contenidos cambiaron y
debía enseñar probabilidad desde tercero de primaria aunque a él nunca nadie le
enseñó probabilidad, porque no estaba contemplada en la formación de los
maestros. Cada nueva reforma, trae consigo nuevas exigencias para los maestros.
Y en lo que los docentes van aprendiendo y comprendiendo lo que de ellos se
exige, los padres ven que sus hijos no aprenden lo que antes se enseñaba en la
educación básica (lo que aprendió el padre) y tampoco aprenden los nuevos
contenidos que dicta la SEP. Pero cuando los maestros empiezan a adecuarse,
entonces la SEP hace una nueva reforma y otra vez inicia el ciclo anterior.
Por
eso, es un lugar común entre los padres de familia, que la educación pública en
México está muy mal. Pero sería un grave error culpar de ello a los maestros y
no al gobierno que ha ido convirtiendo lo que antes era educación, en simple
adiestramiento. No debemos perder de vista que es el gobierno quien decide el
contenido de la formación de los maestros (la inicial en las normales, y la de
actualización en los cursos de carrera magisterial), y es el mismo gobierno
quien decide el contenido de los programas de estudio. Si estos dos aspectos no
coinciden, la responsabilidad es del gobierno.
Los
planteamientos esbozados brevemente en los párrafos anteriores vienen
desarrollados detalladamente en el documento del BM titulado: Aprendizaje
permanente en la economía global del conocimiento. Desafíos para los países en
desarrollo (2003). Adicionalmente, hay varios documentos en los que los
organismos internacionales le indican al gobierno mexicano paso a paso las
medidas a tomar. En 2006, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entregó a
Felipe Calderón el documento titulado Un sexenio de oportunidad educativa:
México 2007-2012, en el que se insiste en que debe tomar medidas de alto riesgo
político en el terreno educativo para evitar el rebasamiento de otros países
que logran mayor competitividad por tener un capital humano mejor preparado. De
ahí salieron todas las medidas de la ACE.
Más
recientemente, la OCDE le hace una serie de recomendaciones a EPN en varios
terrenos de política social y económica, en particular en relación a la
política educativa, en los documentos México. Mejores políticas para un
desarrollo incluyente, de septiembre de 2012, y Una agenda estratégica para las
reforma en México, de principios de este año.
Es
importante resaltar que ha habido una fuerte resistencia de algunos sectores de
maestros, como el magisterio michoacano, que se negó durante años a aplicar el
enfoque oficial en la educación de los niños de ese estado.
4. El cuento de que todo se resuelve con evaluaciones.
El
complemento natural de este enfoque empresarial en la educación, es la
evaluación y la divulgación de los resultados de la misma. El argumento es que
se necesita tener una medida de los avances o retrocesos y que si los padres
saben qué escuelas y qué maestros salen bien en las evaluaciones, se generará
una competencia que contribuirá a mejorar la educación.
Hace 8
años que se empezó a aplicar la prueba Enlace en la educación primaria, misma
que se fue extendiendo a todos los grados y a todos los niveles de educación
básica. A partir de la Alianza por la calidad de la educación (ACE), a los
resultados de esta prueba se les dio un peso muy grande en la carrera
magisterial, es decir, en el otorgamiento de estímulos económicos para los
maestros (60%).
Hace
más de 10 años que México participa cada año en la prueba PISA, un examen que
aplica la OCDE en varias decenas de países del mundo, y se fue ampliando la
muestra en nuestro país para que esa prueba permitiera tener una evaluación de
la educación que tiene los jóvenes de 15 años en cada estado de la República.
Adicionalmente, hay gobiernos estatales que aplican otra evaluación local.
Así que
evaluaciones van y vienen desde hace años, y sin embargo, la educación no ha
mejorado. Lo que ahora quiere hacer Peña Nieto es usar la evaluación para
presionar aún más a los maestros amenazando con quitarles no sólo un
reconocimiento económico, sino incluso el trabajo, si no se ajustan a lo que se
les exige. ¡Sus alumnos deben demostrar que tienen las cualidades que los
grandes empresarios requieren para sus trabajadores, o ellos dejarán de ser
maestros!
5. Cómo mejorar la educación en México.
Al seno
del movimiento democrático se ha ido gestando desde hace muchos años, otra idea
de cómo debe ser la educación. Este otro modelo asume que la calidad educativa
no tiene que ver con mejorar la oferta comercial para triunfar en la
competencia, sino con contribuir a crear en los estudiantes un anhelo de
superación y un impulso por ser cada vez mejores personas, con un espíritu
crítico y reflexivo, capaces de entender su realidad y de proponerse
transformarla. Es un modelo que pone en el centro las necesidades de los niños
y jóvenes como personas, no como futuros trabajadores.
En
lugar de la competencia, los principios empresariales y la evaluación brutal
que determina quiénes son los buenos maestros, los mejores alumnos y las
escuelas de excelencia, el movimiento democrático siembra en los estudiantes
valores como la solidaridad, el respeto, la comprensión y el apoyo a los más
débiles.
En
lugar de evaluar al maestro por la prueba Enlace u otras parecidas, en esta
otra visión de la educación se propone relacionar su trabajo con la
satisfacción de los alumnos y los padres de familia. En lugar de evaluar al
sistema educativo por los resultados de la prueba Pisa, se propone evaluarlo
por el cumplimiento pleno del derecho a la educación para todos, que implica
generar las condiciones para que los que menos tienen, y por lo mismo tienen
más dificultades para aprender, logren iguales oportunidades de aprendizaje que
los demás, ofreciéndoles becas, alimentos en la escuela, asesorías, libros,
computadoras, etcétera.
Los
maestros que se comprometen con este otro modelo aceptan que sí es necesaria
una evaluación pero no como mecanismo de control y de presión, sino una
evaluación colectiva de los propios profesores, compartiendo experiencias y
discutiendo las dificultades encontradas, así como las formas de superarlas. Y
se acepta también la evaluación de la comunidad, en un ambiente impregnado de
solidaridad y compañerismo, con la idea de superar deficiencias a través del aprendizaje
en lugar de castigar.
Se
trata de un modelo que no teme al cambio, sino todo lo contrario, promueve el
cambio. Pero éste es resultado de la experiencia y de la socialización de esa
experiencia para lo cual es necesario tender puentes a todos los niveles: entre
alumnos y maestros, entre maestros y padres de familia, entre maestros y
universidades, entre maestros de distintos países, entre la educación y otros
campos del conocimiento.
Este
modelo busca crear espacios, mecanismos y condiciones de encuentro para ir
definiendo los cambios, con base fundamentalmente en las opiniones de los
maestros y en sus percepciones sobre la educación y sobre las necesidades de
sus alumnos., tomando en cuenta que los maestros, sobre todo los de preescolar
y primaria, desarrollan relaciones afectivas con los niños y sus familias y
tienen una visión mucho más integral de sus necesidades, de las condiciones en
las que llegan los niños al aula, de la nutrición con la que cuentan, de sus
posibilidades reales de estudiar en casa o de las dificultades que pasan para
llegar a la escuela.
El
maestro es promotor del desarrollo humano y consejero de sus alumnos. Y este
trabajo extracurricular se ha vuelto mucho más difícil y a la vez mucho más
importante con el enorme daño que le ha hecho el neoliberalismo a nuestro
pueblo. Nos he dejado una sociedad cada vez más desigual, con familias cada vez
más desamparadas, sin pensiones para los viejos, sin servicio médico gratuito,
sin prestaciones laborales ni contratos colectivos. Esta crisis de los
mecanismos de integración social, ha generado individualismo y falta de arraigo
en padres y niños.
Los que
ahora hablan del mejoramiento de la calidad educativa son los mismos que
apuntalan el modelo neoliberal y su globalización, son los responsables del
inmenso daño del que hablamos antes. ¡Y nos dicen que los responsables de la
mala calidad educativa son los maestros!
Rebelión ha publicado este
artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando
su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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