Lunes 27
de mayo de 2013
El lunes 27 de mayo de 2013 se
realizó en Ciudad Universitaria de la UNAM, una conferencia de prensa en la que
estudiantes denunciaron las acciones represivas por parte de los gobiernos. Audio y comunicado
Contra
el espionaje político y la criminalización de la protesta social
Alto a
la campaña de difamación, amenaza y desprestigio contra activistas de la
comunidad universitaria
Alto a la campaña de
difamación, amenaza y desprestigio contra activistas de la comunidad
universitaria.- En días pasados circuló por las redes sociales y por correo
electrónico un mensaje difamatorio y amenazante en contra de algunos activistas
pertenecientes a la comunidad universitaria. En éste se señala con nombre y
apellido a varios estudiantes y académicos como participantes en diversas
acciones de protesta social, además se les incrimina como policías políticos
pagados por la Secretaría de Gobernación e infiltrados en el movimiento
estudiantil. Irónicamente, el autor del documento se jacta de haber obtenido la
información a partir de un “trabajo
policiaco” de “inteligencia”.
Este documento, que lleva por título “los dos baluartes de gobernación (sic)”, se inscribe claramente en el marco de
una masiva campaña mediática de criminalización de activistas sociales a nivel
nacional, propiciada por noticieros televisivos y radiofónicos, diarios de muy
amplia circulación como Milenio, La Razón y El Universal, y páginas de internet como Reporte Índigo. El encadenamiento de difamaciones y señalamientos
—que ha proliferado en las redes sociales— sólo busca sembrar discordias al
interior del movimiento estudiantil acostumbrado a utilizar los medios
electrónicos como espacio de propaganda y organización. El escarnio público y
la calumnia son los métodos de los que se sirve el estado y sus secuaces para
atacar a los movimientos sociales que lo denuncian y combaten.
El mensaje en
cuestión tiene la clara intención de provocar desencuentros y fisuras al
interior del movimiento estudiantil y de amedrentar a las organizaciones e
individuos que difama. Es necesario señalar que esas organizaciones pertenecen
a una larga tradición de organización al interior de la Universidad que abarca
a un sinnúmero de colectivos y agrupaciones históricas que realizan un
comprometido activismo político guiado, entre otras cosas, por la consigna de
la absoluta independencia respecto al estado y sus partidos. Por otro lado, en
las masivas asambleas estudiantiles que lograron frenar la inicial intención de
José Narro de meter a la policía a CU para solucionar el reciente conflicto
suscitado por la toma de la rectoría, los compañeros señalados en el mensaje
reivindicaron la legitimidad de los métodos y las posiciones políticas de
quienes habían efectuado esta acción. Aunque esta posición no genera consenso
al interior del movimiento estudiantil y fue duramente criticada, consideramos
que ello no justifica que se les espíe y calumnie tal como está ocurriendo.
Las diferencias que
claramente existen al interior del movimiento estudiantil, que son políticas y
estratégicas y están íntimamente ligadas a los métodos de las distintas
organizaciones, no serán la puerta de entrada para una política de desconfianza,
construida por un espionaje político posiblemente propiciado por la burocracia
universitaria. En ese sentido, el movimiento estudiantil cerrará filas y no
permitirá que ninguno de sus miembros sea calumniado ni amenazado.
La criminalización
pública y el desprestigio al interior de los movimientos sociales son pasos
previos al linchamiento físico: la cárcel, la violación, la desaparición y el
asesinato. Prueba de lo anterior es el caso de nuestro compañero Carlos Sinuhé
Cuevas, muerto a balazos en octubre de 2011 luego de ser víctima de una campaña
de difamación (similar a la que hoy se inicia contra quienes son señalados en
el texto) y de haber recibido varias amenazas de muerte. No permitiremos que la
brutalidad del estado vuelva a hacer presa en nosotros.
Las organizaciones e
individuos que suscribimos este documento condenamos rotundamente el espionaje
político al interior de la universidad y el método utilizado por el estado para
golpear a la disidencia social. El amedrentamiento y la amenaza son formas poco
dignas de gobiernos que se presumen democráticos y respetuosos del estado de
derecho. Nos preocupa profundamente la posibilidad de que la burocracia
universitaria haya coadyuvado a la recaudación de datos o haya participado de
alguna manera en esta campaña de persecución política y criminalización de sus
propios estudiantes y académicos. Exigimos el absoluto respeto de los derechos
fundamentales de los aludidos y hacemos responsables al gobierno federal de
Enrique Peña Nieto, al gobierno capitalino de Miguel Ángel Mancera y a la
Rectoría de la UNAM de lo que pueda pasarles en relación con sus actividades
políticas.
Contra el Espionaje
Político y la Criminalización de la Protesta Social (video)
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