Cubahora, 28-06-2013
La
carta fue enviada en Julio del 2010, Castro pedía a Mandela que ejerciera su
fuerza moral para mantener a Sudáfrica lejos de las bases militares de Estados
Unidos y la Otan.
Viejo y prestigioso amigo, cuánto me place
verte convertido y reconocido por todas las instituciones políticas del mundo
como símbolo de la libertad, la justicia y la dignidad humana.
Te
convirtieron en trabajador forzado en las canteras, como hicieron con Martí
cuando tenía 17 años.
Sólo
estuve en la prisión política menos de dos años, pero fue tiempo suficiente
para comprender lo que significan 27 en las soledades de una prisión, separado
de familiares y amigos.
En los
años finales de tu martirio, tu Patria, bajo la tiranía del Apartheid, fue
convertida después de la Batalla de Cuito Cuanavale en instrumento de la guerra
contra los combatientes internacionalistas cubanos y angolanos que avanzaban
sobre la ocupada Namibia. Nadie podía ocultarte las noticias de la solidaridad
que el pueblo, bajo tu guía, despertaba entre todas las personas honestas de la
tierra.
Entonces,
como hoy, el enemigo estaba a punto de dar un zarpazo nuclear contra las tropas
que, en ese caso, avanzaban contra el sistema odioso del Apartheid.
Nunca
nadie fue capaz de explicarte de dónde salieron y cuándo se llevaron aquellos
instrumentos de muerte.
Visitaste
nuestra Patria y te solidarizaste con ella, cuando todavía no eras Presidente
de Sudáfrica elegido libremente por el pueblo.
Hoy la
humanidad está amenazada por el mayor riesgo en toda la historia de nuestra
especie.
Ejerce
toda tu inmensa fuerza moral para mantener a Sudáfrica lejos de las bases
militares de Estados Unidos y la OTAN.
Amigos
ayer del Apartheid, hoy compiten cínicamente por simular amistad.
Los
pueblos de África que sobrevivan a la catástrofe nuclear que se avecina,
necesitarán más que nunca los conocimientos científicos y los avances de la
tecnología sudafricana.
La
humanidad aún puede preservarse de los golpes demoledores de la tragedia
nuclear que se aproxima, y la ambiental que ya está presente.
Fraternalmente,
Fidel Castro Ruz
Fidel Castro Ruz
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