El Acuerdo Transpacífico, la reconstitución capitalista (pretende cambiar las reglas del comercio global a favor de EU)
Mural de Walter Solón Romero: Resistir la dominación imperialista
Fundación Solón / CEPRID,
26-06-2013
Representantes de 11 países miembros del Foro de Cooperación
Económica Asia-Pacífico (APEC) se reunieron en Lima en la 17 Ronda de
negociación del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP), un tratado
comercial de “amplia envergadura” que
garantiza a las transnacionales mayores beneficios que el mismísimo Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y que es más irrespetuoso de los
derechos humanos y la justicia económica que las propias normas de la OMC.
La Alianza Transpacífico
(TPP), también conocida como Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación
Económica, es un tratado multilateral para reducir las barreras arancelarias y
no arancelarias e impulsar el comercio y la inversión en la región
Asia-Pacífico, suscrito inicialmente por Chile, Brunei, Nueva Zelanda y
Singapur en 2006.
En virtud de la
creciente importancia de la región Asia Pacífico, hoy motor clave del
crecimiento económico mundial al concentrar casi la mitad de los flujos de
comercio internacional, se han adherido al bloque seis nuevos miembros: Perú,
México, Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón y Malasia. También se han
integrado como observadores Panamá, Costa Rica, Colombia, Guatemala, Uruguay y
España, y recientemente Paraguay solicitó membresía como “observador”.
El TPP pertenece a la
nueva generación de tratados comerciales y corporativos de “amplia envergadura” que trascienden el comercio formal (asuntos
relativos al sector servicios, medidas fitosanitarias, barreras técnicas
comerciales), al instituir un régimen de protección de derechos del capital
privado anónimo y de las corporaciones transnacionales (propiedad intelectual e
inversiones) que menoscaba los derechos humanos y el medioambiente, y
compromete incluso la soberanía de los Estados.
Los representantes del
Departamento de Comercio de Estados Unidos valoraron que el acuerdo TPP “representa un logro histórico”, ya que
contiene todos los elementos deseables de los acuerdos comerciales modernos y
elimina todas las barreras arancelarias y no arancelarias; además aborda las
preocupaciones de las nuevas industrias y tecnologías de energía limpia y la
economía digital, y “es lo
suficientemente flexible para ser ajustado en el futuro”.
Al igual que el TLCAN,
el ALCA en su momento y los vigentes TLCs o TBIs, el TPP está diseñado
expresamente para anular al Estado, específicamente para atrofiar sus funciones
regulatorias en áreas ultra sensibles como las finanzas, la industria, el medio
ambiente y las compras estatales. Sin exagerar, lo que está en juego son los
asuntos más básicos de la gobernabilidad democrática para cualquier Estado que
se precie de “soberano” e “independiente”, advierten
investigadores y activistas de todo el mundo. (1)
El activista de Amigos
de la Tierra, Bill Warren, recuerda que el ex director de la OMC Renato
Ruggiero dijo hace varios años que los autores del nuevo sistema de comercio
mundial estaban escribiendo una constitución para la economía mundial. “Ahora que las negociaciones de la OMC se
han congelado, vemos a Estados Unidos intenta redactar una constitución para la
economía mundial que es incluso más favorable para las corporaciones, y menos
respetuosa de las instituciones democráticas, la justicia económica y los
derechos humanos que la OMC”.
El capítulo de
protección de inversiones del TPP permite a los inversionistas demandar a los
Estados ante tribunales internacionales como el Centro Internacional de
Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) y la Comisión de
Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (Uncitral), sin acudir
antes a la justicia nacional, instituyendo de esta manera una especie de súper
derechos reservados para el capital privado.
Un reciente informe de
la UNTACD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo)
revela que solo en 2012 se iniciaron 62 nuevas demandas de arbitraje de
inversionistas contra Estados. Hasta ahora, los capitalistas han ganado 3.000
millones de dólares, y las demandas pendientes de resolución suman más de 15
millones.
Warren remarca que el
TPP privilegia los intereses del capital internacional, sobreponiéndose a otros
valores, incluyendo los valores ambientales: “Tenemos un montón de historias terribles que contar, historias que
surgieron antes que los acuerdos de inversión de los Estados Unidos, como el
caso Chevron vs Ecuador, el Chernobyl de la Amazonía ecuatoriana, donde
Chevron-Texaco se está rehusando a limpiar un derrame de petróleo que contaminó
un área del tamaño del estado de Rhode Island”.
“Esto no sólo ha destruido el ecosistema, sino que ha
envenenado a la población local causando muertes, abortos y enfermedades
rampantes. Sin embargo, el gigante del petróleo se esconde detrás del tratado
de inversión bilateral Estados Unidos-Ecuador para resistir la justicia
ecuatoriana y la llamada de la decencia común para reparar su mal proceder”, deplora Warren.
“¿Realmente es el único camino para captar las inversiones
que el país necesita? Nosotros pensamos que no. Hay evidencia internacional que
consta que no es así. No son los países que han firmado el mayor número de
tratados de libre comercio, o bilaterales los mayores receptores de inversión
directa que provenga del extranjero”, sentencia José de Echave, ex viceministro de
Gestión Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente de Perú e investigador de
la ONG CooperAcción.
Informa Echave que Perú
tiene actualmente 32 tratados bilaterales de inversión y 9 TLC que contienen
también capítulos de inversión y “el
número de demandas en contra del Estado peruano utilizando TBIs y capítulos de
inversiones de los TLC se ha disparado en los últimos años. Ya el Perú está
siendo demandado por un valor de US$6 mil millones”.
Uno de los casos más
simbólicos, por ser el primero que utiliza el capítulo del TLC con EEUU, es el
de Doe Run y Renco Group, por el cual el Estado peruano está inmerso en un
proceso de arbitraje en el que se le exige una indemnización de US$800 millones
por el cierre de operaciones del Complejo Metalúrgico de La Oroya, ubicado en
la ciudad del mismo nombre que es considerada una de las más contaminadas del
mundo. Además, “cuando hablamos de casi US$6
mil millones no estamos contabilizando los costos que significa para todos los
peruanos, asumir y enfrentar estos procesos”, señala De Echave.
Por otro lado, la
Alianza LAC-Global de ONGs considera alarmante la rigurosidad de las normas de
protección de la propiedad intelectual en lo referente a las patentes de los
medicamentos. El proyecto en discusión menciona la posibilidad de prorrogar
indefinidamente la vigencia de las patentes de las medicinas por nuevas
aplicaciones o propiedades del fármaco, lo que supone una prohibición tácita de
producir o importar fármacos genéricos. El punto ha sido propuesto por Estados
Unidos en el Capítulo de Propiedad Intelectual y beneficia exclusivamente
a la gran industria farmacéutica en perjuicio de los ciudadanos, denuncia
la Alianza LAC-Global.
La coordinadora
ejecutiva de la Red Peruana por una Globalización con Equidad (RedGE),
Alejandra Alayza Moncloa, enfatiza que el TPP no es solamente un nuevo TLC con
EEUU sino que constituye “varios TLC
adicionales de un solo golpe” que están siendo negociados de forma
absolutamente antidemocrática.
La alianza mundial de
ONGs censura particularmente “el modelo
de negociación del TPP, abiertamente antidemocrático, y la pretensión de promover
una reforma de las reglas del comercio global a nivel internacional, una
posición en contra del multilateralismo y una gravísima erosión a las reglas
democráticas”.
Nota:
1. Entrevista al analista de política
comercial de Amigos de la Tierra Bill Warren por Thomas Mc Donagh y Aldo
Orellana, Red por la Justicia en la Inversión Global (RJSIG). Raul Burbano,
director de Common Frontiers (Canadá); Kristen Beifus, directora de Washington
Fair Trade Coalition, y Manuel Pérez-Rocha, miembro de la Red Mexicana de
Acción frente al Libre Comercio (RMALC) e investigador del Institute for Policy
Studies (IPS). (Fuente: http://nottp.webs.com/apps/blog/)
Más información:
La Fundación
Solón es de Bolivia. El nombre recoge el legado del muralista boliviano Walter
Solón Romero, que en sus obras denunciaba la injusticia, los atropellos y la
pasividad social frente ellos.
Comentarios