x Norelys Morales Aguilera
24/06/2013
Vienen por más de un millón de celulares cubanos
y con la anuencia y el financiamiento del Congreso de los Estados Unidos. La
Oficina de Transmisiones hacia Cuba (OCB) operada por la Broadcasting Board of
Governors (BBG) ha presentado en el Congreso de Estados Unidos sus nuevas
estrategias de comunicación para Cuba.
Según los sitios web empleados por Washington para la subversión contra
la Isla, numerosos mensajes de texto se están enviando al ciberespacio cubano a
través de un sistema computarizado, desarrollado por especialistas de marketing
en masa, para llegar a grandes cantidades de personas desde diferentes números
de teléfono, tanto en Estados Unidos como en España.
Se dice que entre las iniciativas mostradas está el uso de memorias
flash de papel para mandar noticias y reportajes de radio, la distribución de
programas de TV Martí a través de DVD y memorias flash convencionales. Pero la
joya de la corona del nuevo proyecto agresivo es un sistema recién creado de
redes sociales llamado Piramideo, el cual permite a los participantes crear
grupos y subgrupos y enviar mensajes de texto por teléfono celular a grandes
números de personas a la vez.
Bajo el eslogan en apariencia inocente “Conéctate Anúnciate Diviértete”, el website del sistema se
describe a sí mismo como “una red social
que te permite conectarte con tu gente. Desde tu celular o desde nuestra página
web… Piramideo te ayuda a compartir lo que sucede a cada instante con todos tus
amigos, familiares, clientes, empleados, etc.”
Pero, de lo que se trata es de que Martínoticias.com, Radio Martí y Televisión Martí, medios desacreditados en la Isla,
diseñados para la guerra ideológica y de muy dudosa influencia en el accionar
político cubano desde 1985, intentan reciclarse por medio de una agresión extensa
para continuar empleando fondos gubernamentales de Estados Unidos provenientes
del contribuyente norteamericano.
Se sabe que el International Broadcasting Bureau (IBB) es una agencia
federal del gobierno de los EE.UU. con el fin de producir programas de radio y
televisión de carácter político dirigidos a audiencias de países extranjeros,
creada en 1994, fecha en la cual también se creó la Broadcasting Board of
Governors (BBG), encargada de vigilar todas las transmisiones de radio y
televisión no militares del gobierno federal.
Con financiamiento federal, la IBB está compuesta por los servicios:
Voice of America (VOA, 1942), WORLDNET Television and Film Service and Radio y
la OCB a cargo de Radio Martí (1985) y TV Martí (1990) con su respectivos
sitios Web.
Por su parte, la BBG ha impulsado los esfuerzos para “promover la libertad en Internet” y
llegar a los cubanos a través de los teléfonos móviles y las redes sociales. El
gobierno de Barack Obama comenzó a trasladar millones de dólares públicamente
en programas para la libertad en Internet del Departamento de Estado a la BBG
desde 2011.
En el momento de aprobar la licitación de un contrato del Gobierno de
EE.UU. para crear un sistema capaz de enviar decenas de miles de mensajes de
texto a usuarios de teléfonos celulares en Cuba con información y noticias de
Radio y TV Martí, en 2011, obtenido por la compañía estadounidense Washington
Software, de Maryland, un posible contratista preguntó si una campaña de
mensajes de texto era legal y manifestó su preocupación, pero el IBB, máximo
encargado de Radio y TV Martí, solo explicó la necesidad de saltarse la “censura cubana”.
“El programa contra la censura tiene como
finalidad garantizar a los usuarios de Internet en los países beneficiarios
acceso a las noticias y otros programas de las emisoras del Gobierno de EEUU, a
través de una variedad de herramientas para contrarrestar los controles de la
censura en Internet patrocinados por gobiernos extranjeros”. No hablemos de la censura que ejerce el gobierno norteamericano sobre
sus nacionales.
La Oficina de Transmisiones a Cuba que opera Radio y TV Martí recibió un
presupuesto de $23,5 millones en el año fiscal 2013, y ya ha comenzado una
verdadera operación de guerra en red (netwar) con sus nuevas estrategias de
comunicación para agredir a Cuba.
La ilegalidad y provocación que suponen estos proyectos y planes no
dejan espacio a la duda. Lo que se da a conocer como una estrategia
comunicativa de la OCB es otra agresión. La pretensión es inundar el
ciberespacio cubano precisamente con información y productos audiovisuales de
marcado contenido político injerencista y subversivo, lo que se puede
interpretar como una nueva operación a gran escala contra Cuba desde el Congreso
de los Estados Unidos.
Con ello, y los fondos declarados para agredir a la isla, las supuestas
estrategias de comunicación son proyectos en los cuales Estados Unidos hace
todo lo posible para que el espacio virtual cubano sea una verdadera extensión
de la geografía estadounidense, algo intolerable para una nación independiente.
Y los cubanos lo saben. Esa es la mala noticia para los que hoy se encaraman en
las tecnologías para conseguir lo que no han podido con el bloqueo y la guerra
ideológica ininterrumpida durante décadas, entre otras tropelías.
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