15 familias desplazadas de colonia Puebla, se refugian en Acteal, consecuencia de guerra de contrainsurgencia
Señales de muerte en el cielo de Chenalhó
Se trasladan familias desplazadas de la colonia Puebla de la comunidad de
Yabteclum a Acteal
15 familias católicas y bautistas de colonia Puebla, se desplazan en
Acteal, consecuencia de guerra de contrainsurgencia
Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires
de Acteal
Acteal, Chenalhó’, Chiapas, México.
26 de agosto de 2013
A las Organizaciones Sociales y Políticas
A las y los Defensores de los Derechos Humanos
A los Medios de Comunicación Alternativos
A la Prensa Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A las y los Adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona
Hermanos y hermanas:
Después de
casi 4 meses de haber iniciado el problema del terreno de la iglesia católica
en la colonia Puebla, y después de que los hermanos y hermanas católicos de
dicha colonia, junto con el Consejo Parroquial de San Pedro Chenalho, y después
de varias denuncias públicas de nuestra organización Las Abejas; sucede un
desplazamiento forzado en Chenalhó, a casi 16 años de la masacre de Acteal.
Es entonces, hoy a las 12 y media de la tarde (hora normal), recibimos
en la Tierra Sagrada Acteal, a 95 personas de 13 familias católicas y 2 familias
de religión Bautista de la colonia Puebla, víctimas de un desplazamiento
forzado y de la impunidad, creada y abonada por el mal gobierno.
Antes de dicho desplazamiento forzado, nuestros hermanos y hermanas del
Consejo Parroquial de San Pedro Chenalhó, hicieron todo lo posible para buscar
una solución justa y pacífica al conflicto del terreno católico de la colonia
Puebla. Pero, las autoridades de dicha colonia, en complicidad con el
Ayuntamiento de Chenalhó y el gobierno de Chiapas, en vez de aplicar la
justicia, hicieron como su costumbre y como les guía el manual de guerra
irregular del Ejército mexicano; de generar y propiciar violencia, otorgar
impunidad a los agresores y no generarles proceso; tal como hicieron Ernesto
Zedillo, Julio César Ruiz Ferro y Jacinto Arias Cruz, gobiernos federal,
estatal y municipal, cuando ocurrió la masacre de Acteal.
Hoy, poco antes de que partiera la caravana del poblado Yabteclum a
Acteal, llegó una comisión del mal gobierno, conformado por: delegado de
gobierno, Comisión de Derechos Humanos gubernamental, Protección Civil y el
secretario municipal de Chenalhó y, acompañados de unas personas que los
tenemos bien identificados como espías u orejas del mal gobierno, tomándonos
fotos. Esta comisión gubernamental, según, venía, para “acompañar” y dar “protección”
a los desplazados, para trasladarse a Acteal. Lo que les dijimos a estos
mensajeros del mal gobierno, fue; que no aceptamos su presencia y
acompañamiento, porque ¿cómo es posible que quieren “acompañar” y dar “protección”
a los desplazados y desplazadas, si ellos son cómplices del desplazamiento
forzado?
¿Por qué decimos que el mal gobierno de Chiapas y de Chenalhó, son
cómplices de esta violencia y desplazamiento forzado de nuestros hermanos y
hermanas católicos y Bautistas?
Porque nuestros hermanos y hermanas, junto con el Consejo Parroquial de
San Pedro Chenalhó, acudieron ante el Ayuntamiento del muncipio de Chenalhó y
ante el gobierno de Chiapas, a través de una mesa de diálogo; realizados en la
cabecera municipal de dicho municipio y en la Ciudad de San Cristóbal de Las
Casas Chiapas. A pesar de los esfuerzos y disposición de nuestros hermanos y
hermanas en la búsqueda de una solución pacífica, a la disputa del predio
católico; el grupo del pastor Agustín Cruz, nunca aceptó su error; al
contrario, acusaron a nuestros hermanos y hermanas que ellos son los
provocadores.
Cuando el comisariado y pastor Agustín Cruz, se dieron cuenta que la
razón, la verdad y la justicia, no les favorecía; lo que hicieron fue inventar
un delito a nuestros hermanos católicos, de envenenar el agua de la comunidad.
Ante esta mentira, el grupo del pastor Agustín Cruz, golpeó y amenazó de
quemarlos con gasolina, a 3 de nuestros hermanos que los acusaron de envenenar
el agua y fueron trasladados y detenidos en la Fiscalía de Justicia Indígena,
sin ninguna prueba. Pensó el grupo agresor, que con inventar un delito, iban a
engañar a la opinión pública. Pero, las autoridades judiciales, demostraron a
través de un estudio del agua, que no estaba envenenada. Aunque se haya
aclarado lo del agua, la gente de Agustín Cruz, nunca aceptaron la verdad y
dijeron que si regresaban las 3 personas acusadas, los iban a matar. Fue
entonces que se vieron obligados a quedarse desplazados en la Ciudad de San
Cristóbal de Las Casas y, así se generó la primera etapa de desplazamiento
forzado de nuestros hermanos de la colonia Puebla.
Después de que nuestros hermanos permanecieron 30 días desplazados en
San Cristóbal, decidieron retornar el 20 de agosto del presente mes; a pesar de
las amenazas del grupo de Agustín Cruz. Pero, nunca se imaginaron que los
estaban esperando, un poco antes de llegar a la colonia Puebla, un grupo de
jóvenes, hijos de los evangélicos, con actitud muy violenta y agresiva. Estos,
empezaron a tirar piedras a la caravana que acompañaba el retorno de nuestros
hermanos. En esta caravana iba un delegado de gobierno de Chiapas y una
patrulla de la Policía Estatal Preventiva; ante tal agresión, no hicieron nada,
permitieron a estos jóvenes, actuaran con violencia, en sus propias narices.
Cuando nuestros hermanos y hermanas vieron que no había condiciones de
retornar, tuvieron que abandonar ese lugar y regresar de nuevo a San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas.
En la tarde noche de este mismo día del intento del retorno, los jóvenes
evangélicos de la colonia Puebla, para expresar su odio hacia los católicos;
quemaron 2 casas comunitarias de nuestros hermanos y hermanas. Las mujeres,
niños y niñas empezaron a llorar y a pedir ayuda, pero, el mal gobierno, nunca
hizo nada para detener esa violencia explícita.
Al día siguiente seguía las agresiones del grupo del pastor Agustín cruz
hacia nuestros hermanos y hermanas, fue entonces que el Párroco de San Pedro
Chenalhó Manuel Pérez Gómez, junto con un delegado del gobierno y el síndico municipal
de Chenalhó, Andrés Vázquez Gómez, fueron a ver cómo estaba la situación en
Puebla. Pero, los jóvenes evangélicos, cuando vieron al Párroco de Chenalhó,
hablar con los católicos; estos se molestaron y con violencia lo golpearon y
detuvieron por más de 5 horas. Ante tal agresión, el gobierno de Chiapas y el
Ayuntamiento de Chenalhó, no hicieron nada contra los agresores del párroco
Manuel.
Después de la quema de casas, de la detención del párroco; las amenazas
y agresiones se intensificaron. Fue así que el Centro de Derechos Humanos Fray
Bartolomé de Las Casas, por las graves violaciones a los derechos humanos de
nuestros hermanos y hermanas y la escala de violencia que se vive en la colonia
Puebla, emitió varias acciones urgentes, exigiendo al estado mexicano,
garantizar la integridad física de nuestros hermanos católicos; pero, el mal
gobierno, nunca actuó en consecuencia.
Ante la escala de violencia en la colonia Puebla, fue que nuestros
hermanos hermanas y niños y niñas, católicos y bautistas; ya no aguantaron la
violencia, porque vieron que en la colonia Puebla ya no había condiciones de
tranquilidad de paz y de justicia.
Hermanos y hermanas, como dijimos en nuestro comunicado este pasado 22
de agosto, queda constatada la reactivación de los paramilitares en Chenalhó,
en específico en la colonia Puebla, conocido muy bien, como, cuna de
paramilitares desde el año de 1997. Y que este desplazamiento forzado, es parte
de la guerra de contrainsurgencia, diseñado por el estado mexicano, encabezado
por el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, principal
autor intelectual de la masacre de Acteal.
De este desplazamiento forzado que han sufrido nuestros hermanos y
hermanas, el responsable directo es el gobierno mexicano; por no intervenir y
aplicar la justicia a los agresores de la colonia Puebla. A pesar de que varios
de nuestros hermanos fueron a declarar las agresiones ante la Fiscalía de
Justicia Indígena en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, de las
agresiones de parte de los paramilitares en Puebla; hasta la fecha, ha sido en
vano, porque no se ha visto la justicia. Denunciamos a las autoridades
judiciales del mal gobierno, porque, están actuando muy parecido como antes de
la masacre de Acteal.
Hermanos y hermanas en todo el mundo; sean testigos que aquí en Chiapas,
aquí en Chenalhó, aquí en Acteal, acecha la muerte, ahora a través de jóvenes
evangélicos y de las autoridades oficiales que alimentan la violencia y la
impunidad. Dejamos bien claro que las autoridades del ejido Puebla, el
Ayuntamiento de Chenalhó, el gobierno de Chiapas y de México, son los
principales perpetradores y violadores a los derechos humanos de nuestros
hermanos y hermanas del ejido Puebla.
Atentamente
La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Por la mesa directiva:
Rosendo Gómez Hernández, Juan Gómez Ruiz, Antonio Vázquez Gómez, Elías
Gómez Pérez, Lorenzo Pérez Ruiz
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