por Emir Olivares Alonso
Sábado, 26 de octubre de 2013
Fuente:
La Jornada
A mi padre no le tienen
que perdonar nada porque no ha hecho nada. Por el contrario, es el Estado quien
le debe pedir perdón por esta injusticia que nos han hecho durante 13 años,
privándolo injustamente de su libertad, sentenció Héctor Patishtán, hijo
del profesor tzotzil Alberto Patishtán Gómez, sentenciado a 60 años de prisión
acusado del asesinato de varios policías en el municipio de El Bosque, Chiapas.
Durante el foro Alternativas de la justicia: el caso Patishtán, que se
realizó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), Héctor sostuvo que las modificaciones al Código Penal Federal aprobadas
el miércoles en el Senado –que asientan que
cuando existan indicios consistentes de violaciones graves a los derechos humanos de la persona sentenciadael Ejecutivo federal pueda otorgar el indulto–
dejan una puerta abiertapara la libertad de su progenitor.
Sin embargo, aclaró que la decisión de aceptar o no el indulto
corresponderá únicamente a su padre. Es de recordar que el educador tzotzil ha
insistido una y otra vez que él no pedirá un indulto debido a que no es
responsable de los delitos que se le imputan, y por los que ha pasado 13 años
en prisión.
“Seguimos firmes. Mi
papá no ha movido un dedo para pedir el indulto. Ninguna de las campañas del
Comité por la Libertad de Alberto Patishtán han sido por el perdón, sino por la
justicia porque sabemos que es inocente. Se trata de una iniciativa del Senado,
creo que el indulto lo están pidiendo ellos, no nosotros. Y la decisión será de
mi padre”.
Para el joven de 17 años de edad, quien ha sido el principal activista por
la libertad del profesor, la reforma aprobada en el Senado podría beneficiar a
muchas personas inocentes que están presas de manera irregular. Sin embargo,
sostuvo, no es sencillo que un caso tome la notoriedad como la que ha alcanzado
el de su padre.
Al respecto, Daniel Zapico, coordinador de movilización e impacto de
Amnistía Internacional sección México, consideró que con la decisión tomada en
septiembre por un tribunal colegiado de distrito con sede en Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, al declarar
infundadaslas pruebas con las que la defensa de Patishtán pretendía que se reconociera su inocencia –que representó la última opción por la vía judicial en México para obtener su libertad–
se cerró la posibilidad de justicia en el país.
El activista señaló que existen otras opciones para que el docente indígena
sea liberado: la atracción del caso por la Comisión Interamericana de los
Derechos Humanos, que el Congreso emita una ley de amnistía o que las
autoridades decidan por una liberación humanitaria; además del indulto.
Para AI lo fundamental es que el Estado mexicano, por las vías que sean y
obviamente aceptadas por el profesor, garantice su libertad. El indulto sería
un reconocimiento implícito de que el sistema no ha funcionado, pero lo tendrá
que evaluar Patishtán. Pero hay que decir que vemos una disposición del
Legislativo para avanzar.
Guillermo Silva Aguilar, quien acudió al acto en representación del abogado
general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, indicó que hay varias asignaturas
pendientes en el país; la seguridad y la justicia son dos de ellas. Destacó la
labor de quienes participan en el Comité por la Libertad de Patishtán:
Aquí tenemos en ejemplo claro de una sociedad civil que se levanta, que se organiza y que de manera legal e institucional busca las formas de revertir una injusticia, que se da en este caso y muchos otros.
Comentarios