Jueves, 24 de octubre de 2013
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/71971-un-huracán-llamado-méxico-el-caso-guerrero.html
Hemos sido testigos de la
incapacidad de las autoridades federales, estatales y municipales para atender
a la población en tiempos de contingencias tanto naturales como sociales.
Dados los últimos acontecimientos telenovelescos protagonizado por la
Secretaría de la Defensa Nacional en el remoto pero conocido municipio de
Tixtla de Guerrero, enquistado también en el remoto estado sureño de México,
Guerrero; nos trae la pregunta a la mente y sobre todo nos lleva a acudir a la
memoria del papel histórico que han jugado los ejércitos regulares de gobiernos
subordinados al gran capital, defendiendo el caciquismos y guardas de los intereses
de la clase política y sus patrones los burgueses a lo largo de la historia del
México independiente.
El día en que se empezó a vislumbrar los estragos de la tormenta
tropical “Manuel” en el estado de
Guerrero -hace ya más de un mes- el fenómeno natural dejó un rastro de
desolación y un drama social sin precedentes, en este contexto, los programas
del gobierno federal así como el plan DN-III empezaron a hacer alarde de su
eficacia vía la caja idiota que es la televisión controlada por las empresas
Televisa y Tv Azteca que ahí anunciaron grandes apoyos y se enmarcaba una
rapidez sin precedentes del accionar de todas las instituciones implicadas del
Estado mexicano, con el detalle que lo hicieron dos días después de haber
pasado el fenómeno natural, lo que si fue evidente pero no en las televisoras
comerciales y su tentáculos radiales, fue el accionar inmediata de la población
tratando de localizar a sus familiares, abriendo caminos de manera desesperada
y riesgosa ante la contemplación de los operadores del Plan DN-III, rescatistas
gubernamentales e instituciones “altruistas”
quienes justificaron su neutralidad ante el desastre porque aún no había
recibido órdenes para actuar de parte de sus superiores.
Del actuar del ejército mexicano solo enmascara acontecimientos
inmediatos a lo que respecta a este año, eso no quiere decir que el actuar de
autoridades castrenses -que han dejado mucho que desear- no implique otros
tiempos en torno a su impacto con la población.
En el marco de la asunción de la justicia comunitaria que llegó hasta la
fecha a establecerse en zonas semiurbanas, dada la necesidad de extirpar de la
sociedad al brazo operador de la economía ilícita y todos sus derivados, los militares
haciendo labor de ministerio público han realizado detenciones de policías y
autoridades comunitarias (que hoy mantienen en la cárcel a los coordinadores
Bernardino García Francisco y Néstora Salgado García así como a seis policías
comunitarios mas) así como han llegado a intimidar a poblaciones enteras que
sufren los estragos del crimen organizado y ante el hartazgo de la población
han sido retenidos (el caso de la región conocida como “la sierra”)
En el caso de Tixtla (que a la fecha sigue inundada) ante la catástrofe
causada por la tormenta tropical “Manuel”
la milicia solo estuvo de espectador, lo corroboran fotos y videos en las redes
sociales, mientras en las televisoras comerciales proyectaban un trabajo
titánico de estos y ha sido evidente que esas imágenes han sido parte de una
estrategia propagandística al puro estilo “hollywodense”
con el fin de maquillar la realidad. El pasado viernes (18 de octubre 2013) el ejército
dramatiza junto con una productora televisiva un supuesto rescate y entrega de
apoyos a damnificados en la ciudad de Tixtla, acción que indignó a la población
y mantuvo retenidos a militares y civiles de la productora en mención (eso
mismo lo están haciendo en puntos específicos de escuela del distrito federal
capital del país en torno a las virtudes de la reforma educativa con actores y
todo lo que implica la farsa mediática, en donde se les paga $200.00 pesos
mexicanos (15.4 US) a padres de familia que presten a sus hijos para esa
telenovela)
México vive momentos de agudeza de lucha de clases, la disidencia
magisterial ha empujado a un accionar sin precedentes en cuanto a movimiento de
masas y gremial se refiere en la historia contemporánea del país, motivado por
una reforma laboral que afecta a sus derechos como trabajadores de la
educación, que ninguna central obrera ha logrado hacer hasta ahora, aún
teniendo este sector encima una ley laboral aniquiladora de los derechos del
trabajador, así también, la clase campesina pobre ha dado duros golpes a la
economía ilícita que está en contubernio con el Estado mexicano el cual vía sus
programas sociales, autorización de siembra con abono químico, el uso de
semillas transgénicas y actos de represión hace ya unos años a acelerado su
aniquilación como sector productivo, en respuesta, la clase campesina de
estados del sur de México han forjado luchas de resistencia titánicas contra
proyectos aniquiladores que comprenden construcción de presas, parque eólicos y
la explotación de minas que ponen en jaque el habitad y la naturaleza y ante la
economía ilícita, también se han organizado en milicias de autodefensa y de
veladores de un nuevo aparato de justicia ejerciendo sus propias leyes para
reeducar más que castigar a o los infractores (as).
Los desatinos de la clase política y su obligación diosera de aportar a
la consolidación de la burguesía internacional en estas tierras del norte de
América Latina, abre la necesidad de acelerar un cambio radical en la sociedad
y sus estructuras antes de que el fascismo (el poder de la intolerancia, el
autoritarismo, totalitarismo) se consolide en un accionar drástico de las
fuerzas armadas en contra de la población en lucha. Los grandes operativos
policiacos, paramilitares y vandálicos de parte del Estado mexicano contra la
población en rebeldía son ya latentes ante esto cada vez toma más fuerza el
marxismo como vía para lograr una sociedad sin clases, la revolución socialista
en México golpea más fuerte a la puerta, y es donde un sector de la sociedad
que empuja a estos avatares de la realidad nacional está siendo atacada con
toda la fuerza del Estado mexicano.
El llamado a los obreros por apoderarse de los medios de producción
sigue manteniendo su vigencia para menguar realmente las fuerzas que sostienen
a un Estado que legitima en sus leyes la explotación de la mayoría de los seres
humanos por otros pero reducidos seres humanos que se legitiman vía la fuerza
bruta y por ende la intimidación. Mientras un grueso de la población continua
su vida cotidiana sin –aparentemente- contratiempos en sus productividad
social, otro sector de la población su cotidianeidad es la resistencia o la
lucha frontal con un enemigo común, el sistema de la propiedad privada que no
tiene llenadero. Un huracán llamado México aún no pasa a etapa 5, apenas viene
en la 3 y afecta sus chubascos y vientos fuertes apenas la puerta del opresor,
los fenómenos sociales pueden ser predecibles más no el sujeto en acción de
desobediencia.
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