La Constitución ha muerto: la democracia mexicana es sinónimo de imposición, corrupción, fraude, mentira…
por Erwin Flores Contreras (Historiador Marxista)
Sábado, 14 de diciembre de 2013
Al llegar Peña Nieto a la
presidencia de México, asumió
con esmero “la transformación del país”
de manera inusitada y bajo todo un esquema de seguridad para evitar incidentes
alrededor de la cámara de diputados así como de senadores al momento de “transformar el país” aprobó sin
miramientos todo un racimo de reformas que nos lleva a recordar la historia
unos cien años atrás, desde los intentos juaristas de mercantilizar todos los
recursos naturales del país hasta la consolidación de este proyecto en el
régimen porfirista.
En total indefensión, el pueblo de México solo le queda contemplar como los únicos “autorizados por la ley” en hacer y
aprobar leyes lo hagan bajo un esquema de intereses capitalistas, aun a
sabiendas que dichas reformas que dan más cobertura al régimen de la “propiedad privada” han traído en muchas
naciones y pueblos más desgracias tanto a la humanidad como al medio ambiente
del planeta. Es así como afirmamos que los títeres de las grandes empresas en
el mundo son la clase política y el ejército y sus cuerpos “del orden” su columna vertebral; es decir, las leyes hoy en México representan los intereses de la
grandes corporaciones del mundo y quienes se salgan del margen de dichas leyes
el ejército y las policías hacen su aparición como guardianes de la
constitución, el problema se intensifica con reformas a las reglas del acceso
del poder de la democracia capitalista.
La reelección ya es tema en México,
de nueva cuenta la dictadura de una democracia al mero estilo gansteril saca
sus garras, y es que nunca hemos vivido en México una democracia plena en el sentido de que se tome en cuenta
la decisión de los votantes, el estilo gansteril de la democracia electoral en México permanece desde el porfiriato.
Veamos; es evidente que el modo actual de acceder al poder en México dícese de los cargos obtenidos
vía elecciones, votos, vive una tremenda crisis, al igual que el modelo de
alternancia porfiriana vivió sus momentos de gloria y sus momentos de crisis
hasta culminar en una guerra civil. El maderismo hizo después del fraude
electoral a la presidencia de la República orquestado por las autoridades
electorales a favor de Porfirio Díaz su bandera la consigna de “sufragio efectivo no reelección”
posteriormente a la consolidación del eje priista como partido unificado de la
revolución en México, la sombra
de la reelección impedía que los generales en el poder asumieran otro periodo
en el poder y surgió el fenómeno del “Maximato”
que era la forma de una reelección disfrazada, así, subsecuentemente el PRI fue
cediendo espacios como a la vez reprimiendo y asesinando a líderes populares;
así se crea posteriormente a finales del siglo XX un nuevo maximato
representado por Carlos Salinas de Gortari; en aras de la “alternancia” como consigna de Washington para sus democracias
latinoamericanas el PRI “se fue”
después de setenta años de estar al frente como partido corporativo; llega el
Partido Acción Nacional que accede al poder en base a fraudes perpetrados
contra el candidato de la izquierda domesticada, y tras doce años de fracasos
panistas en torno a imponer el modelo de propiedad privada en el sector servicios
en específico el educativo y energía eléctrica, así como respecto a la
privatización de los recursos naturales y su explotación el PAN se fue del
poder rector de la república con más pena que gloria y regresa el PRI
consolidado en un maximato salinista.
Es así como la virtud de la democracia electoral mexicana a lo largo del
tiempo ha sido la corrupción y la imposición. El paso del poder entre padres eh
hijos es una práctica que por obvias razones carece de legitimidad social por
lo regular dada la imposición con la cual se ejerce, así también, el síndrome
porfirismo-gonzalismo y el espectro del maximato se establecen como formas
políticas del poder en este país. Debemos asumir que la democracia mexicana es
sinónimo de imposición, corrupción, desfalco, fraude, enajenación, mentira,
ilusión, opresión, amenaza, totalitarismo, engaño.
¿Por qué mejor reelección y no plebiscito? ¿Consulta popular? Hay un
problema que orilla a la clase política mexicana retroceder a un pasado
siniestro que desembocó en una guerra civil, la reelección. ¿Cómo pensar en una
reelección de manera positiva? Tenemos en puerta la desaparición del Instituto
Federal Electoral y la creación del Instituto Nacional Electoral controlado por
Bucareli como en los viejos tiempos no solo priistas y pos revolucionarios sino
del mismo sistema electoral porfirista (recordemos que antes que existiera el
IFE las elecciones eran aplicadas por la secretaría de gobernación) la
democracia mexicana existente es una falacia desde hace muchos años ¿Cuál será
el origen de esto? ¿Quizá a la cercanía y sometimiento a los intereses del
vecino del norte?
El panorama expuesto y a lo que estamos expuestos los críticos del
sistema nos lleva a asumir un papel beligerante ante la entrega indiscriminada
de cada pedazo del país a la burguesía internacional.
La clase política mexicana se encuentra envalentonada ante el tibio
accionar y enorme subordinación de la clase obrera y sus liderazgos sindicales
del país que ante una reforma a la ley laboral no representaron peligro alguno
a la estabilidad del régimen, vino posteriormente la reforma al sector
educativo con el fin único de aniquilar el sindicalismo antagónico al sistema y
cuya respuesta de los trabajadores de la educación aglutinados en el sector
disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)
reconocidos como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE) a diferencia de otros sindicatos del país han sacudido el oropel a la
clase política mexicana a casi ya un año de hostilidades contra dicha reforma
no han logrado erogarla, aun así tampoco la clase política ha logrado aplicarla
aun ya aprobada, dicha lucha magisterial ha representado una tremenda ola de
represión y satanización del gremio en lucha en el país por parte de los medios
de difusión al servicio del Estado y ante esto una tremenda resistencia social
y una alianza que aún no cuaja entre sectores no magisteriales pero en pie de
lucha contra el régimen; otro de los efectos de esta lucha nacional del
magisterio ha sido el recrudecimiento del fascismo en la ciudad de México (aprobando leyes contra la
libertad de expresión y la critica la régimen) y otros estados donde se creía
que se contaba con una población adormecida por la tiranía televisiva y radial
del duopolio de las comunicaciones.
La actual aprobación de la venta de Petróleos Mexicanos PEMEX bajo un
gigantesco operativo militar policiaco refleja que la clase política vive
confiada en la lealtad de sus pretorianos. ¿Qué sigue en México? ¿El regreso del Carlos Salinas
de Gortari al poder? ¿La Reelección de Enrique Peña Nieto? La democracia
mexicana ha sido y seguirá siendo bajo estos esquemas una cuestión de pifia
política. La constitución ha muerto.
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