x carolina
https://www.facebook.com/porti.tio
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Durante todo un año, las y los familiares, amigos y
compañeros de Teodulfo Torres Soriano “El
Tío”, no tienen noticias de él. El viernes 21 de marzo, realizaron un mitin
frente a la PGR para exigir que la institución haga su trabajo de investigar
los verdaderos hechos de esta larga ausencia que parece ser una
desaparición forzada.
Es demasiado
sospechosa la coincidencia de que tres meses antes de desaparecer, el Tío fue
el testigo principal en el asesinato de Juan Francisco Kuykendall por policías
federales el primero de diciembre de 2012. Cuando los dos activistas llegaron a
la escena de la inauguración de Enrique Peña Nieto en San Lázaro ese día, encontraron
a la gente en plena rebelión contra la tiranía. Y cuando Teodulfo empezó
a grabar la represión, nunca imaginó que su video mostraría la caída de
su compañero o el lugar preciso de donde salió el proyectil supuestamente
“no letal” que lo alcanzó,
ocasionando su muerte un año después. Durante diciembre, enero, febrero y marzo, el Tío hizo
varias declaraciones exigiendo justicia y responsabilizando al Estado del ataque
letal contra Kuykendall. Fue citado a dar testimonio en las fechas
cercanas a su desaparición.
El mitin del 21 de marzo
fue el primero acto en una campaña nacional para esclarecer el paradero
de Teodulfo Torres, “El Tío”. Al
denunciar la negación de la PGR a realizar una investigación seria, las y los
organizadores hacen un llamado a la sociedad civil a participar en la búsqueda,
llevando postales con la foto de Teodulfo y los datos del caso a centros de
reclusión, psiquiátricos, hospitales, albergues y otros lugares que posiblemente
sean fuentes de información. Las postales se repartieron en el mitin y se
pueden descargar en el facebook, "Por
Ti, Tío".
Durante el mitin, varias personas entrevistadas hablaron de
haber conocido al Tío y de algunos de los aportes que él ha dejado a las luchas
actuales.
El Tío siempre era él que...
MÓNICA
La hermana del Tío, Mónica, dice que: “Mi hermano Teodulfo, que ahora está desaparecido desde el año pasado,
siempre era él que nos apoyaba en la familia, muy incondicional, muy alegre y
cooperativo con nosotros y con otras personas también.
Lo que sí le molestaba era la injusticia hacia la gente y el
Estado que reprime y mete la gente en la cárcel. Él se unió a los movimientos
por lo que no le pareció justo. Estuvo en el plantón de Atenco hasta el final.
Siempre hemos dicho que él es el inteligente de la familia
porque sabe de muchas cosas desde kinder, primaria, secundaria, media superior.
Contesta las preguntas que le hagan, preguntas de las ciudades, preguntas de
cosas pasando en el mundo, preguntas de música.
Él es metalero y le gusta ir a las tocadas de rock. Pero si
le preguntas de artistas pasados, Rigo Tovar o quien sea, él sabe de todo. Así
es mi hermano Teo”.
EDUVIGES
Dice Eduviges Govea, organizadora de un proyecto de agricultura urbana en el Distrito Federal llamado “El Terreno”:
Dice Eduviges Govea, organizadora de un proyecto de agricultura urbana en el Distrito Federal llamado “El Terreno”:
“Yo conocí al Tío en
un viaje a Chiapas al Festival de la Digna Rabia a principios del 2009 y
platicamos mucho de cómo vemos el mundo y de la situación actual. Nos
volvimos a encontrar en una protesta contra el bombardeo de Israel al pueblo
palestino y después le contamos que teníamos un proyecto de agricultura urbana
que queríamos iniciar, que la intención del régimen salinista era desalentar la
siembra para importar alimentos. Entonces nosotros creemos que lo que hay que
hacer es sembrar, recuperar nuestra auto-suficiencia alimentaria.
Dijo el Tío que estaba convencido de esto, y que estaría con
nosotros el siguiente domingo. Desde ahí nunca se despidió. Nos ayudó a
limpiar un terreno que estaba lleno de cascajo e iniciar el proyecto.
El Tío ama la naturaleza, por eso está en un proyecto
de agricultura urbana, por eso apoyó la lucha contra la Supervía en Magdalena
Contreras, porque todo lo que es cemento, todo lo que es imposición de vías
rápidas que favorecen el automóvil, daña la vida, daña la naturaleza.
El Tío es un compañero libertario. Siempre era él que apoyó
a los presos políticos. Es anti-carcelario. Siempre estuvo en los movimientos
contra el encarcelamiento injusto. Es un compañero feminista que tiene mucho reconocimiento
al trabajo de las mujeres.
Es un compañero de la lucha de abajo que no necesita estar
hablando, que no necesita que lo conozcan. Simplemente lucha porque este mundo
es injusto. Por eso queremos que esté con nosotros y queremos el esclarecimiento
de su paradero.
El Tío siempre decía que antes de pedir disculpas por llegar
tarde o por cometer errores, que mejor reconsideráramos y primero hiciéramos
el intento de ser mejor, de cambiar”.
MARY
Mary, también del proyecto “El Terreno”, recuerda que: “el Tío siempre era él que habló de una lucha autogestiva que fuera inclusiva y de compartir conocimientos. Se refería a un proyecto entre todos. Obviamente no recibimos dinero del gobierno. Y los propios medios los vamos creando nosotros, ya sea aprendiendo, ya sea cagándola, ya sea haciendo fiestas para recaudar dinero, haciendo rifas. Y por lo mismo todo el conocimiento que él tenía sobre construcción, sobre carpintería, siempre lo colectivizó. Siempre fue un gran maestro. Siempre tuvo la paciencia para transmitir todo ese conocimiento que
él tenía, tanto a hombres como a mujeres. Hay hombres que te desestiman por ser mujer. Creen que no vas a poder. Y él a todos, hombres y mujeres, nos enseñaba por igual.
Mary, también del proyecto “El Terreno”, recuerda que: “el Tío siempre era él que habló de una lucha autogestiva que fuera inclusiva y de compartir conocimientos. Se refería a un proyecto entre todos. Obviamente no recibimos dinero del gobierno. Y los propios medios los vamos creando nosotros, ya sea aprendiendo, ya sea cagándola, ya sea haciendo fiestas para recaudar dinero, haciendo rifas. Y por lo mismo todo el conocimiento que él tenía sobre construcción, sobre carpintería, siempre lo colectivizó. Siempre fue un gran maestro. Siempre tuvo la paciencia para transmitir todo ese conocimiento que
él tenía, tanto a hombres como a mujeres. Hay hombres que te desestiman por ser mujer. Creen que no vas a poder. Y él a todos, hombres y mujeres, nos enseñaba por igual.
Él nos enseñó a construir y nosotros, muchas veces nos
aventamos muchas de las bardas de las que ahí se hicieron en el terreno, pues
están feítas y chuecas, ¿no? pero las hicimos nosotros, sin la ayuda de nadie,
solo con la cooperación mutua. Esta es la auto-gestión: generar tus propios
caminos, ser creativo.
En el terreno, sembramos milpas, hortalizas, hierbas
medicinales, árboles frutales. El Tío representó un gran impulso porque casi todos
somos citadinos.
Lo de la siembra era algo nuevo para nosotros y fue como
empezar de cero. A muchos de nosotros nos da un poco de desconfianza de no
saber cómo empezar, pero el Tío siempre decía que si no sabemos, hay que
empezar y sobre la marcha la vamos aprendiendo. El Tío fue él que dio el
empujón para hacer ese primer paso”.
ANA
Ana, quien también participa en el proyecto “El Terreno”, recuerda que cuando conoció al Tío en Chiapas en el Festival Digna Rabia, platicaban mucho y él le enseño a hacer flores de lata. Cuando le platicaron de su proyecto de agricultura urbana, dijo: “Hay que empezar este domingo. Yo los apoyo”.
"Con él, compartimos la siembra, la construcción. Nos
enseño a hacer tabiques de adobe. Nos enseñó la albañilería. Unas cosas de
tierra.
Algo que yo compartía mucho con el Tío era la música. Me
regaló discos de rock y le platiqué de la música que me gusta. Uno de nuestros
planes era de hacer un taller de música con los vecinos, un intercambio de
gustos musicales Fuimos a un toquín, a unos temazcales y nos gustaba ir a
la montaña, caminar largas horas y después ir a tomar pulques.
El Tío siempre sabía de las luchas pasando en el país e iba
a Oaxaca, a Guerrero, a Chiapas, a Atenco.
Fue con mi hermano Víctor a Ostula en el 2009. Estuvieron
ahí en Xayacalan apoyando a los comuneros nahuas que habían recuperado sus
tierras. El Tío nos platicó de muchas cosas.
Era él que siempre decía que iba a chambear y nunca te
fallaba.
Ahora sentimos una ausencia muy grande”.
EVA PALMA
La cantante y actriz, pareja de Kuykendall, cuenta que ella
participaba con Teodulfo, el Tío, en proyectos de teatro del grupo Mitote y también en actividades de La Otra Cultura, todo impulsado por el
maestro Kuy.
“El Tío siempre era él que no externaba mucho sus
sentimientos pero siempre estaba aportando, trabajando.
El Tío era ‘el diablo’ en las pastorelas que a veces
llevábamos a las prisiones. En una obra basada en un cuento del Subcomandante
Marcos, Es hora de hacernos agua, él era ‘la piedra’ y también ‘el guerrero’.
En nuestra obra para el Día de los Muertos, El fango de los muertos, él era Don
Juan Tenorio.
El Tío era muy talentoso y muy disciplinado, un compañero
sólido, humilde, sencillo, equitativo y algo muy importante: no misógino. Leía
mucho y era muy inquieto. Le gustaba hacer máscaras para las obras. El Tío era
el testigo más cercano al disparo en la cabeza que ocasionó la larga hospitalización
y muerte lenta de mi compañero Kuykendall. Hasta la fecha el gobierno no asume
ninguna responsabilidad por su muerte y tampoco asume responsabilidad por la
desaparición de Teodulfo. Nosotros no dejaremos de exigir justicia y la
presentación con vida del Tío”.
GABRIELA
Gaby, de la organización La’ak Hormiga, dice que conoció al Tío en el primer plantón en apoyo a los presos de Atenco en el 2006 y después en los otros plantones.
Gaby, de la organización La’ak Hormiga, dice que conoció al Tío en el primer plantón en apoyo a los presos de Atenco en el 2006 y después en los otros plantones.
“El Tío siempre era él que mostraba en los hechos que nunca
podíamos abandonar a los presos. No sólo ayudó a mantener los plantones, sino
que estaba en todas las marchas y manifestaciones.
Era una persona muy modesta y muy versátil.
Trabajé con él en la Región Céntrica de La Otra Campaña,
difundiendo el mensaje zapatista a través del teatro impulsado por el compañero
Kuykendall.
Teodulfo era uno de sus mejores alumnos. A decir verdad, fue
una grata sorpresa verlo representar distintos papeles.
Cuando abrimos el albergue para los migrantes, él trabajó
largas horas arreglando el espacio. Sin él, no hubiéramos podido
acondicionarlo. Él sabía de la importancia de tener un lugar para albergar a la
gente que venía huyendo de la violencia”.
ARMANDO
Dice Armando –músico, artesano y antropólogo– que ha conocido al Tío durante muchos años.
Dice Armando –músico, artesano y antropólogo– que ha conocido al Tío durante muchos años.
“Convivimos mucho en el Auditorio Che Guevara. Ahí asistimos
a las reuniones para apoyar a Víctor Govea cuando él cayó preso político en la
marcha del 2 de octubre del 2009. Hacíamos mantas y preparábamos las
actividades.
Ahí en el Che ocupado también juntamos platos, lonas y
varias cosas para ayudar a armar el segundo plantón cuando trasladaron a los
presos políticos de Atenco a Texcoco. Y los dos participamos en el plantón. A
veces íbamos a caminar y platicar en la zona arqueológica de los Baños de Nezahualcóyotl.
El Tío era él que siempre me llamaba por mi apodo con una
sonrisa. Aunque te decía una grosería te la decía con una sonrisa. Nunca
era una persona que impusiera su postura. No generaba problemas.
Cuando los compas de Atenco salieron de prisión, el Tío
andaba mucho con ellos. Fueron a todas partes del país para solidarizarse con
las varias luchas. Una vez fui a CU para ensayar con el grupo en que toco
y ahí encontré al Tío y a Nacho del Valle en el mural esperando a otros compas.
Les habían hablado desde Guerrero para decir que hubo problemas y que hacía
falta su apoyo.
La última vez que lo vi, él había conseguido una jarana y
quedamos de vernos para tocar un poco, cosa que nunca ocurrió”.
EDITH ROSALES
Dice la ex presa política de Atenco, Edith Rosales,
que: “cuando yo salí en 2008, estuve con
el Tío en la lucha por la libertad de los demás presos de Atenco. El Tío
siempre era él que entendía lo que es la tierra y la defensa de la tierra y
también la defensa de todos los derechos. Él siempre decía que los derechos se
arrancan en la calle.
Hubo cuatro años de plantones desde Santiaguito hasta Molino
de las Flores, y él era una de las personas que estuvo hasta el final, hasta
que salieron todos los compas de Atenco. No aguantaba la tremenda injusticia
que les estaban haciendo.
El último plantón era muy desgastante en la cuestión
económica. El Tío inclusive hacía un montón de actividades para que el
plantón fuera muy autogestivo. Se planteó cuestiones tan básicas como la
coordinación con los pueblos cercanos, entre la propia gente de ahí de
alrededor, y con los familiares de los presos comunes y de los presos de
Atenco.
El Tío era muy creativo. En el plantón hacía sus monos y en
las manifestaciones a fuera de la Suprema Corte, hacía cosas manuales para llamar la
atención de los paseantes a la situación de los presos.
Era una persona muy solidaria. Yo recuerdo que estando en el
plantón, cuando había una movilización, por decir en Oaxaca por las minas, o en
San Juan Copala por la autonomía, él era uno de los compañeros que asistía.
Siempre estuvo en las marchas del 2 de octubre todos los años y del 10 de junio
contra la represión.
Él siempre decía que era libertario y que él estaba por la
justicia, y también decía que hay que cambiar este mundo por el bien de la
mayoría de la gente que somos de abajo, y tenemos el derecho de existir libres
y con todos nuestros derechos.
Creo que fue consecuente hasta el último momento. Exigimos
que nos entreguen al Tío, con vida”.
IGNACIO DEL VALLE
Nacho del Valle, del Frente de Pueblos en Defensa de las
Tierras de San Salvador Atenco, recuerda que: “cuando
regreso de las mazmorras el primero de julio del 2010, me entero de tantas
acciones, que se estaban dando por la libertad de los presos de Atenco. Alguien
me comenta que en él estuvo gente de La Otra Campaña en la cual el compañero
Teodulfo participaba, él y muchos otros compañeros.
Posteriormente lo voy conociendo mejor, primero en Texcoco y
después en Atenco y me identifico con él porque era muy consecuente en la lucha
por la libertad y los derechos que estaban siendo violentados por el sistema.
Él ayudó con un proyecto de la cultivación de tierras en
Xochimilco y siempre estuvo dispuesto a ayudarnos a nosotros a preparar las
tierras para sembrar, ya sea maíz u otras semillas. Su tiempo era de tiempo
completo.
Por Teodulfo, como tantos hermanos que enfrentan esta
realidad y que son confinados a ese camino de represión, de sometimiento, pues
aquí estamos de pie. No terminaremos de expresar esa rabia, ese sentimiento de
enojo, de molestia, porque no es una casualidad que no aparece él que
tenía el conocimiento de lo que sucedió el primero de diciembre en la muerte
del compañero Kuykendall, algo que tiene que ver con esa forma de cómo se arreglan
las cosas aquí en nuestro país. De una manera violenta, de una manera que no
tiene que ver con el estado de derecho del cual nos hablan.
En nuestro país ese derecho se tiene que arrancar a fuerza
de organización y de conocimiento, de conocimiento de lo que quiere el pueblo,
de lo que necesita el pueblo, de esta realidad que no podemos seguir
soportando. Y si lo estamos soportando ha sido porque las fuerzas que
necesitan para enfrentar a este sistema todavía no llegan a esa vertiente en
donde tendremos que coincidir todos.
Pero nuestra posición es jamás bajar la guardia, a pesar de
esas formas de sometimiento y represión que el sistema hace en contra de la
gente que lucha por su pueblo, por justicia y libertad.
Para nosotros, el compañero vive y no dejaremos ni un
momento de luchar por su presentación con vida. Esperemos que de esa manera
sea”.
IGNACIO VELÁZQUEZ
Nacho Velázquez, de Santa Cruz Acalpixca en el municipio de
Xocimilco dice:
“Conocí al Tío en el proyecto ‘El Terreno’ y luego él nos
acompañó en Santa Cruz Acalpixca en un plantón contra la imposición de una
coordinadora corrupta. El pueblo no la quería.
También estuvo un mes en la parte del cerro donde nos ayudó
a algunos que tenemos chinampas a quitar la hierba para poder sembrar el maíz,
a acomodar las bardas.
El Tío era muy creativo, sabía hacer muchas cosas, pero no
se quedaba con esos conocimientos. Los compartía con la gente. Era una persona
muy solidaria. No ponía pretextos para el trabajo, pues. Era una persona no
egoísta, pues, muy trabajador, una persona muy entregada a la lucha social. Era
muy alegre, muy sonriente. Pocas veces lo vi muy molesto. No le tenía miedo al
gobierno. Tenía una actitud muy firme. Sabía lo que quería.
Ser así en este país es un delito. Ser activista, ser
luchador social. Aquí es un delito luchar, solidarizarse.
Entonces al Tío lo extraño mucho porque estuvo conmigo en
sus últimos días. Lo extrañamos ahí en el pueblo. Era fácil de darse a querer
con la gente por su forma de trabajar. No se quejaba de cansancio, de calor, de
sed, de hambre. Él estaba entregado. Pues mucha gente lo extraña y pregunta por
él. Es una persona muy valiosa y vamos a seguir exigiendo una respuesta. El estado tiene que
dar una respuesta”.
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