Por
Mario Marlo y Heriberto Paredes
Fotografías de Víctor Galindo, Lucero Mendizábal, Karla H. Mares y Mario Marlo
Fotografías de Víctor Galindo, Lucero Mendizábal, Karla H. Mares y Mario Marlo
VIACRUCIS DEL MIGRANTE
Video del Colectivo Sacbé
En la Semana Santa del año 2014, se realizó por tercer año el "Viacrucis del Migrante", este
año partió de El Naranjo en Guatemala, y pretendía llegar a Palenque en tren.
El día que se abordó el tren, los maquinistas desengancharon los vagones donde
viajaban los migrantes y los dejaron ahí. Entonces, tomaron la decisión de ir
caminando hasta el norte de México.
Al comienzo del periplo más de cuatrocientos migrantes centroamericanos
marcharon de la casa del migrante «La 72»
a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) de Tenosique.
Acompañados del fraile franciscano Tomás González y un grupo de activistas, los
migrantes recorrieron las vías del tren conocido como «La Bestia» gritando consignas a favor de sus derechos humanos.
Al frente de la manifestación, un grupo de niños que viajan con
sus familiares, sostenían una manta que decía: «Los niños también migramos». Mujeres hondureñas caminaban
con fotografías de familiares desaparecidos mientras que al sonido de los
tambores improvisados con botes de plástico acompañaban las consignas que los
centroamericanos gritaban, «¡Ya vamos
llegando, la migra está temblando!».
Fray Tomás González, en
una de las primeras paradas frente a centros migratorios de reclusión, exigió
el cambio de política migratoria: «Estos
son centros carcelarios, a los migrantes los tienen semidesnudos, sin comida.
La política migratoria para frenar, para controlar, dictada por la política
migratoria de los Estados Unidos, la que está diseñada para matar.» Criticó
la función de los más de 60 centros de detención del INM que se encuentran en
México, los tres más grandes ubicados en el sur del país.
Además pidió la
desaparición de las estaciones del INM, donde denunció que se humilla a la
gente: «Exigimos una organización que en
verdad solucione el fenómeno de la migración en México», expresó el fraile.
Por fin, como dice fray
Tomás, los migrantes se cansaron de tantas tragedias y la decisión de caminar
hasta la Ciudad de México es una muestra de que han decidido tomar en sus manos
su propia lucha para cambiar lo que ahora es olvido, desprecio y muerte. Es un
honor poder ser testigos de este proceso y que se pueda registrar junto a ellos
esta lucha.
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