por Machaka
Sábado, 31 de mayo de 2014
Fuente: http://www.cml.lunasexta.org/archivos/2014/05/31/combatiendo-la-contrainsurgencia-mediatica/
Los medios libres no
seremos los paramilitares de la palabra que se venden al mejor postor y
entregan su integridad por unos cuantos pesos. No estamos “cubriendo” esta guerra, estamos luchando del lado zapatista.
Por Machaka para los medios libres,
alternativos, autónomos o como se llamen…
Al compa David de Xochicuautla, con cariño y
solidaridad
Y al fin los medios libres llegamos a la Realidad.
Tras horas y horas y horas de caravana, un par de
autobuses abandonados en el camino y cientos de visitas al baño, por fin
arribamos a territorio zapatista, al Municipio Autónomo en Rebeldía de San
Pedro de Michoacán. Después de más de 30 horas de viaje desde la Ciudad Monstruo y más de 15 desde San
Cristóbal, los diversos colectivos, individuas, individuos y organizaciones que
nos agrupamos en torno a la bandera pirata de los medios libres, alternativos,
autónomos, independientes o como se les dé la gana llamarles, nos encontrábamos
a las puertas del Caracol 1 “Hacia la
esperanza” con sede en La Realidad.
Muchos traían cámaras, micrófonos, grabadoras, laptops,
discos duros, etc. Algunos traían un su equipo bien chingón y otros más pues traíamos instrumentos un poco más
sencillos, pero definitivamente todxs traíamos un chingo de ganas y queríamos romper el cerco mediático en torno a
las comunidades zapatistas en resistencia. Quienes pudimos entrar pronto al Caracol,
decidimos que teníamos que organizarnos para poder colocar las cámaras,
conectar las salidas de audio, colocar los micrófonos, encontrar el mejor
ángulo, en fin, intentar hacer las cosas para que la cobertura saliera profesionalmente… ja! El problema es que no sabíamos nada, no sabíamos cuándo
empezaría la cosa ni siquiera realmente qué sería lo que sucedería cuando
empezara lo que fuera a suceder.
Pero bueno, rápidamente notamos que había alguien que definitivamente
tenía la voz de mando en todo el asunto y obviamente esa persona era el del
pasamontañas y la gorra chistosa, como siempre… El Comandante Tacho andaba de
un lado para otro dando indicaciones, señalando para donde sí y para donde no,
como sí y como no, por donde tenían que ir los compañeros, en fin, claramente
estaba al mando de la organización del asunto este del homenaje. Así que nos
armamos de valor y decidimos acercarnos a él para solicitarle su ayuda y apoyo
en nuestras importantísimas labores de medios libres. Y después de perseguirlo
y corretearlo por un buen rato al fin logramos captar su atención y hacer que
hablara con nosotros.
·
Necesitamos esto, lo otro y eso también. Le
dijimos…
·
Esperen un momento, pero ¿quiénes son ustedes?
-Nos contestó.
·
Somos los medios, compas. Alguien atinó a responder rápidamente.
·
¿Medios compas?.. pero si nosotros lo que queremos son compas completos.
·
Los medios libres compas- intentó corregir otra voz.
Pero era demasiado tarde,
Tacho burlándose entre risas y sonrisas, nos pidió una lista de las cosas que
necesitábamos, la cual que poco tiempo después sería amablemente rechazada en
su casi totalidad.
·
Ustedes van a estar allá, lo demás lo resuelven
solos que ya de por si tenemos muchas cosas que hacer…
Porque al final del día, si existe alguien que sabe cómo manejar a los
medios, sean estos libres, de paga, mixtos o closeteros, ese es el EZLN. Y es que si en enero de 1994 el EZ se
levantó en armas en contra del mal gobierno, comenzando la insurgencia más
importante del siglo XXI, tendríamos que decir que esas armas no solo escupían
fuego y olían a pólvora, sino que también el zapatismo disparó en contra del
mal gobierno cargas de sueños, de ideas, de palabras. Comenzando no solo una
insurgencia militar, que definitivamente duró muy poco, sino también una
insurgencia idealista, una insurgencia mediática que continúa hasta la fecha y
que cada día da más pruebas de ser la estrategia más imaginativa y
esperanzadora de los pueblos que luchan abajo y a la izquierda…
Y es por esta razón que desde los primeros minutos del 1° de enero de
1994 el gobierno mexicano no solo desplegó miles de efectivos militares,
movilizó a la tropa, trasladando vehículos y armamentos hacia el sureño estado
de Chiapas, sino que también echó a andar su maquinaria de guerra más potente,
quizá su arma más poderosa, les medios masivos de desinformación. La
contrainsurgencia mediática, que no solamente se limita a las pantallas de
televisión, los programas de radio y las páginas de los periódicos sino que se
extiende a los salones de clase, los seminarios académicos, los congresos de
intelectuales y los libros de texto. Para así generar, sobre la base del
racismo y clasismo de la sociedad mexicana, sentidos comunes que buscan
convertirse en verdades irrefutables.
Y vemos que cuando se intenta hablar del conflicto en Chiapas se
utilizan términos y conceptos como contrainsurgencia, guerra de baja intensidad
o paramilitarismo que se vuelven lugares comunes, frases y palabras que por el
uso, desuso y reúso dejan de significar algo para nosotros, se vuelven
adjetivos como cualquier otro, significados vacíos de contenido y que
parecieran solo ser usados para elevar el ego y sentirse más inteligentes.
Porque a final de cuentas… ¿Qué es un paramilitar? ¿Quiénes son los
paramilitares?
Recientemente, a raíz del surgimiento de autodefensas en Michoacán el
término comenzó a aparecer mucho en los medios. La lógica de estos grupos,
claramente adiestrados en el uso de las armas y entrenados en la disciplina del
mando y la obediencia, llamó la atención de articulistas, columnistas,
comentaristas, reporteros, fotoperiodistas, videastas, etcétera. No pocos
recurrieron a la analogía Narco-colombiana de los grupos de autodefensas
financiados por los grandes terratenientes consolidados en las conocidas
Autodefensas Unidas de Colombia. Pero, aunque las dos sean de maíz no es lo
mismo la arepa que la tortilla.
Tomemos como ejemplo la historia de la CIOAC, digo, a la CIOAC -histórica.
La CIOAC (Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos)
surge en 1963 como una organización campesina que, como todas las
organizaciones campesinas de México
a mediados del siglo XX, tenía como objetivo primordial la lucha por la tierra.
Es decir, la favorable gestión del reparto agrario gubernamental para sus
agremiados. En Chiapas, la CIOAC se conforma como la gran mayoría de las
organizaciones comunistas que llegaran a la zona en la época sobre la base del
trabajo realizado por la diócesis de San Cristóbal en gran parte del territorio
chiapaneco. Es decir, que la integran fundamentalmente catequistas indígenas
que conocen a sus pueblos y sus demandas.
La CIOAC, ligada a las distintas versiones del Partido Comunista que
hubo durante los setentas y ochentas, se caracterizó por su proyecto de lucha
campesino-proletaria por la tierra. Organizando productores de café y creando
sindicatos de jornaleros agrícolas. No sorprende que muchas bases abandonaron
las filas cioaquistas para unirse al EZLN, porque para 1994 la CIOAC era ya una
organización suficientemente corrupta como para servir a los planes y
estrategias de contrainsurgencia desplegadas por el gobierno mexicano para
erradicar todo rastro de zapatismo en el estado de Chiapas. Así, de los
principios comunistas y proletarios de la CIOAC solo quedan los escritos
perdidos en la historia de una organización dividida una y otra vez por
disputas entre los distintos caciques que han desfilado por su dirigencia y
disputado su representación.
Ésta es pues la estrategia de contrainsurgencia, éste es
el paramilitarismo. Enfrentar a las comunidades, destruir los tejidos sociales,
fomentar una guerra fratricida de odio y resentimiento. Porque la guerra nunca
se detuvo, ya que aunque la verdad mediatizada sea que el ejército dejó de disparar,
la realidad es que los zapatistas nunca dejaron de caer muertos. Pero la
diferencia es que quienes jalan del gatillo ya no son militares sino que son
los mismos indígenas. Y la CIOAC es sólo un ejemplo, están la URPA, la ORUGA,
la ORCAO y un montón de alimañas que el mal gobierno alimenta con armas y
alcohol para que así borren todo rastro de su ser indígena y se conviertan en
las bestias egoístas individualistas que tanto bien le hacen al sistema
aterrorizando a las comunidades zapatistas.
Existe otra organización que también a pesar de sus orígenes
izquierdistas y comunistoides hoy en día se encuentra haciéndole el trabajo
sucio al mal gobierno, pero a diferencia de la CIOAC, ésta organización está
conformada por periodistas e intelectuales, académicos y artistas. Su nombre es
La
Jornada… Porque al final, si lo pensamos un poco, la idea y la
sustancia es la misma, venderle los ideales al mejor postor. Probablemente
habrá quien se sonroje un poco con esta afirmación, pero justamente es el
problema de la contrainsurgencia mediática, que nos hace olvidar que estamos en
una guerra. Una guerra que no sólo se combate en Chiapas, pero una guerra en la
que el EZLN representa el corazón de la resistencia.
Nota final a modo de consigna.
Los medios libres no seremos los paramilitares de la palabra que se
venden al mejor postor y entregan su integridad por unos cuantos pesos. No
estamos “cubriendo” esta guerra,
estamos luchando del lado zapatista.
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