Palabra que labra el mañana, palabra
es escudo y espada, dispara y enciende la alarma,
que el sueño trabaja sin una lagaña, escuche a su pueblo esa es nuestra labia
–Diidxa’
que el sueño trabaja sin una lagaña, escuche a su pueblo esa es nuestra labia
–Diidxa’
Nuestra Labia
Publicado el 26/06/2014
La antología "Nuestra
labia" recopila los trabajos poéticos de 80 personas que expresan una
realidad no condicionada. Los temas que componen el trabajo van desde la
decolonialidad hasta la eliminación del patriarcado, pasando por la lucha de
clases y la lucha contra la represión y por la transformación del país. Gracias
a Bocafloja, Proyecto Algarabía y Gritalprogreso
es posible conocer esta suma y multiplicación de palabras. Con este video
tratamos de contribuir a la presentación y difusión de este proyecto.
La
poesía decolonial de la antología Nuestra Labia se presentó por primera
vez hace tres meses en el Foro Hilvana en el Distrito Federal.
Alrededor de 20 de los 80 autores –todos integrantes de la comunidad Hip Hop en México– recitaron su propia
obra en un animado evento que abrió con la proyección del documental Estilo
Hip Hop, filmado en Brasil, Cuba y Chile; y cerró con el rap insurgente de
Fuera de Servicio. Desde entonces, el libro publicado por Algarabía,
Gritalprogreso y Quilomboarte ha tenido una entusiasta recepción en la
Pachamama Café en Querétaro, la Universidad Autónoma de Hidalgo, dos facultades
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y un encuentro de medios
libres en Xochimilco.
Este proyecto de educación popular y pensamiento crítico busca impulsar una
red solidaria global entre jóvenes, que a su vez, contribuya a un movimiento de
empoderamiento, visibilidad, participación política y organización comunitaria
de seres históricamente marginados por la estructura del poder dominante.
Una meta será «descolonizar» el
conocimiento que durante siglos ha sido controlado por Europa/Occidente con el
argumento de que su conocimiento es «universal»
mientras los demás conocimientos del mundo no valen nada, lo que ha producido
un verdadero «epistemicidio», según
pensadores como el sociólogo portugués Boaventura Sousa Santos.
De ahí el subtítulo del libro: Apuntes de insurgencia epistemológica y
Poesía decolonial y también la frase que aparece solita en una de las
primeras páginas de libro: «Fin del epistemicidio».
La poderosa combinación de la teoría decolonial con el hip hop, nacido en los barrios bajos de Afroamérica como un canto
de rebeldía, señala un camino para romper con la invisibilidad y exclusión
reproducida por las estructuras históricas de la colonialidad, explica
Fabián Villegas en la introducción al libro:
Nuestra lucha es también la lucha de nuestro lenguaje, la lucha de nuestra
habla, la lucha por mantener nuestra voz, la lucha por mantener nuestra voz
alta. Dado que la condición de la subalternidad y la colonialidad es el
silencio, el habla es la subversión de la subalternidad y la colonialidad.
Quienes coordinan y participan en el proyecto señalan que el arte y la
música sirven como agentes de transformación social y pensamiento crítico. Para
ellos, Nuestra Labia refleja una postura crítica y contra-hegemónica
ante la coyuntura política nacional, ya que aborda ciertos temas que casi nunca
son cuestionados por la juventud y en cambio se vuelven parte de la «normalidad», dando como resultado
una «emergencia identitaria y
comunitaria».
De hecho, es poco común encontrar estos temas reunidos en un documento que
viene del mundo de hip hop: afecto y
sexualidad, mapas comunitarios de amor decolonial, racismo, identidad,
invisibilidad, opresión, violencia sistémica, migración, organización
comunitaria, participación política y otras rimas.
Así se titulan los capítulos del libro, los cuales son útiles para dar
estructura, pero no son estáticos, tampoco excluyentes. El tema de la
invisibilidad en medio de la violencia sistémica permea todo, igual la
redefinición de identidades con raíces profundas y futuros inventados por y
para los sin futuro en el modelo global dominante:
«Soy un cimarrón liberado en las
montañas. Soy un invisible pa’ los ojos del Estado. Soy nosotros sin nombres ni
rostros. Yo soy otro tú, tú eres otro yo», afirma Sonik Gritalprogreso, desde planeta
Tierra.
1. Afecto y sexualidad. Amor decolonial.
¿Cómo
se ve? ¿Cómo se siente? ¿Cómo se vive? En estos escritos encontramos
mucha pasión, muchos sueños.
BeRsame… Dame un beso, sí, ese beso, el que no sólo das
con los labios, mejor ése que emana de todo tu cuerpo… Dicen que volar no está
dentro de las posibilidades de los humanos, yo creo que están equivocados, pues
tus besos me enseñaron a volar, sí, dame ese beso, ése que me debilita pero al
mismo tiempo me vuelve más fuerte, ése que hace que la eternidad no sea
suficiente, sí, ése que vive en mis pensamientos porque sé que nunca será para
mí. [María de los Ángeles
Corchado Flores]
Aquí no hay letras misóginas, tampoco cadenas de oro que suelen
acompañarlas en el rap
comercializado. Pero cadenas, sí las hay.
Está la rabia, el enojo y el odio que ha sentido una chava continuamente
culpada por su madre de haber nacido de una violación y la escalofriante
solución de la hija, contada por Susana Ángeles.
Liliana Villegas relata la historia de una joven que vive un romance y luego se encuentra
sola con «un pequeño en la vientre…
viviendo de un sistema que prometió libertad para las mujeres…».
Y con tanta decepción y desamor, «¿Será
que del amor no conocemos nada?» pregunta Tania Alemán.
Aún así, hay poemas que buscan deconstruir relaciones dañinas para tener
relaciones más plenas:
Sexo opuesto, por quien todo apuesto, / pilar de la consciencia que en mí
sea puesto, / de esta sílaba eres el acento / Que se acentúa al ver tu cadera,
/ al son de la cadencia de tu inteligencia, / que esta noche no es una condena…
/ Hay una afirmación en la signatura de la acción, / donde eres el
sexo más fuerte.
[Luis Villanueva]
2. Racismo e identidad
Con
respecto a la clasificación racial reconstruida por el colonialismo/capitalismo,
Boaventura de Sousa Santos dice que con esa lógica.
La no existencia es producida bajo la forma de una inferioridad
insuperable, en tanto que natural. De acuerdo con esa lógica colonialista,
quien es inferior, lo es porque es insuperable y «naturalmente» inferior, y por consiguiente no puede constituir una
alternativa creíble para quien es su superior/opresor.
La necesidad de superar lo «insuperable»,
de redefinir y reconstruir una identidad que incorpora las tradiciones
afro-indígenas, implica el rechazo a la supremacía blanca de la que depende el
dominio colonial, la cual va más allá de actitudes racistas y se trata de una
relación de poder que se impone de mil maneras hoy en día.
María Ortiz/Ce hace tres pone en evidencia una visión de México como:
Nación que se vanagloria de su pasado, solo por encima, / Visión blanca,
histórica, que es hechiza, que subyuga y predomina, / Aberrante que a la piel
eriza y al moreno siempre lo incrimina
«Me dicen que no es racismo», acusa BERSERK* DandoLata,
hablar de una «raza superior» o decir
que la raíz africana en México es mito. La bloquean en la
historia y niegan «la afro descendencia
que impera», dice.
No soy más sucio por ser más prieto
/ ni más pendejo porque piensan que mi color de piel es mi defecto / por no
tragarme la mierda colonial del momento / por no ser pieza de su racismo
sistemático.
El repudio al racismo es fundamental para definir nuevas identidades, pero
él siguiente poeta va más lejos al identificarse con quienes el poder blanco
quiere enterrar en vida. Declara que somos «los
globalizadores de la resistencia».
La voz del pueblo es ese negro de sereno frenesí, el simbolismo de la
astuta arrogancia del White supremacy / Alma inquebrantable ante una prefabricada perpetua condena; Tras las
rejas del enemigo por su valentía. / Somos Mumia, somos los África, los 21, Oscar
López Rivera… Somos los hijos de esas ilusiones a consciencia, de
la urgencia de autodefensa. ¡Abajo los muros de las prisiones, somos los
globalizadores de la resistencia! ¡Urgencia!/ Abajo los muros de las prisiones,
somos los globalizadores de la resistencia! [Macandal]
3. Invisibilidad y opresión
«Lástima» es una historia sobre la ceguera
voluntaria ante la pobreza. Un día el pequeño Juan fue impactado cuando iba con
sus papás en su coche y vieron a un niño trabajando como malabarista en la calle.
Su mamá le dio una moneda de caridad para no sentirse tan incómoda —«una moneda pa’ que al menos tenga algo en
la panza»— y luego se puso a platicar de otra cosa. Juan, por otro lado,
sintió coraje y ganas de llorar, avergonzado por no haber ayudado al niño. Sin
embargo, con el paso del tiempo, él agarró el hábito de su familia y de la
sociedad. Ahora cuando alguien se lo pide, le «otorga una caritativa moneda» que lo exime en automático de
cualquier dolorosa responsabilidad. Pero «nuestra
obligación no nos permite sentir más lástima que odio», concluye Diego
Sosa.
Mavi Robles-Castillo dedica un poema a las muertas de Juárez, en el que el dolor que ella siente
por su sufrimiento invisible se multiplica por la impotencia.
Muertas ya las siento violadas, forzadas, destrozadas, abiertas y
entregadas a sus asesinos / muertas me corroe la voz de sus quejidos / me
hieren sus lágrimas silenciadas a golpes y penetraciones bestiales / muertas ya
siento sus desgarres en mi vientre / las siento, las escucho, las huelo,
las veo pero no puedo encontrarlas / no puedo encontrarlas
En este fragmento de «Condenas», la invisibilidad se impone con violencia contra cualquier acto
de «desobediencia étnica». Pero hay
que ir más allá, insiste Eduardo Hernández Salinas: desaprender,
humanizar, emprender y descolonizar para limpiar.
Arrastrando la vergüenza en las raíces, / anhelo de alcanzar otros matices,
/ pues, la «impureza» se nota en lo invisible. / La naturaleza no es estética /
en los rascacielos de su ética, / valores impuestos con violencia para la
desobediencia étnica… / Hay que desaprender de su violencia, / dejar de estar
satisfechos en la carencia, / ir más allá de sus cadenas, / humanizar el saber,
emprender para crecer, / descolonizar la mente para limpiar esas condenas. /
Ideologema
4. Violencia sistémica
Una de
las peores formas de la violencia sistémica es la pobreza. La novelista
portuguesa Grada Kilomba comenta lo siguiente:
La industria de la ayuda y la caridad tematiza la pobreza como un fenómeno
vacuo, vacío, descontextualizado de la historia y de las políticas globales. La
relación directa entre cinco siglos de colonización europea y la pobreza está
ausente. Esta negación de la historia y la realidad deja un espacio en blanco.
Hay un espacio en blanco entre el pasado y el presente, y un espacio en blanco
entre el «aquí» y «allí» o «Occidente» y el «resto».
La violencia sistémica da coraje y los poetas tienen mucho que decir al
respecto. Aquí incluimos unos fragmentos que dan testimonio de esta violencia
cotidiana cada vez más inaguantable. Los poetas espetan su repudio a las
opciones de ser víctima o tirano y en versos combativos optan por la
desobediencia, la rebeldía, la autodefensa.
Vagabundo. Soy como un vagabundo, sin país ni
rumbo, / ¡Bah! ¿qué dices? ¿Acaso eso es absurdo? / ¿Que mi país sea el
mundo, y mi único enemigo se llame Babilonia? / ¡Ja! pues créelo de una vez,
escoria. / Y es que hoy en día hay tanta corrupción, que no hace más que joder
a mi nación, / todo para enriquecer a unos cuantos, cuando en paradigma hoy de
hambre, mueren tantos… [Zuman Fallen]
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Mi nombre es crimen…reaccionario el asco de su política
/ arremete y encajona juega que agrieta y no resana / turbulencia a lo que
llama / abajo quienes sostienen su tamaño. [Spoken Man]
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Somos hombres y mujeres subdesarrollados y explotados / por un sistema
neoliberal, mediático, opresor y monstruoso / que se ríe a carcajadas mientras
nos convence de las estrategias de progreso. / Las instituciones cómplices nos
moldean para ser víctimas o tiranos / luchan por negarnos las posibilidades de
criticar y emanciparnos / el Estado adiestra para obedecer y educa seres
silenciados, / de pequeños nos obligaron a callar… [Michelle Susana Silveira
Ángeles]
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Despierto… Hombre blanco, su color lo distingue
en cualquier lado, corrompiendo culturas porque así lo ha mandado, vendiéndonos
el mismo cuento, diferentes personas el mismo pensamiento, aquel virus
inyectado para que seas igual que ellos, para que seas un placebo más de las
masas sin criterio, tú serás un pedazo de leño a su tiempo… entre más seco
mejor para que arda más su fuego, ¡el capital marca 1-0! [Razonhable]
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El ruido de mi sonrisa… En que lio nos metimos en esta vida;
entre más me encuentro mi madre me cobra sonrisas, mis sonrisas me pesan
siempre que pienso en ella, soy la que señala; soy la rebelde, la lesbiana, la
drogadicta, la puta, la violada, la que nunca fue señorita, la embarazada, la que
aborta, la tatuada, la perforada, la huevona, la loca , la grosera, la que no
escucha, la terca, la que le pegan, la que regresa soy la atea, la que no come
carne, la callejera, la mantenida… la mantenida, la mentirosa, la que se
enamora, la amante, la que grita…Que más puro que el amor que ella me tiene, me
ama sin querer saber quién soy. Con amor… el ruido de mi sonrisa. [Gamaika Jade Rashida]
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Contrarrestando el blanqueamiento. El Hip Hop ha sido el
«pretexto» con el que los participantes de esta antología nos hemos conocido,
hemos interactuado, compartido experiencias y ahora, compartimos estas páginas.
¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué pregonamos que un cambio es necesario? ¡Porque ya
nos cansamos de sobrevivir! ¡Porque nos hemos quitado la venda de los ojos!
¡Porque estamos hartos de la bio-lencia que se ejerce sobre nosotros! ¡Porque
ya nos cansamos de su “buena voluntad” de mierda! [Antar Tezcatlipoca]
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Memoria… Grábatelo en el cerebro Marcelo, Mancera: / El
pueblo practicando legítima autodefensa, porque piensa. / Amefricanos
Revolucionarios no se rindan que esto empieza. / Liberémonos en lo
espiritual, accionemos y así florezca. / La voz de los sin-voz será escuchada
aunque no quieran. / Como los Abuelos somos defendiendo a las calles y la
Tierra. [Daniel Congo]
5. Migración
Desde
San Luis Potosí, Mestizo cuestiona la necesidad de migrar.
Arizona ahora es declarada
legalmente y proclamada con orgullo zona libre de melanina y sangre latina,
como pie de página y en un apartado publicaron con cinismo: ‘SB1070 empodera al bruto y a los
simpatizantes de la doctrina del colono, léase y entiéndase también como, la
ley del odio aplasta y avergüenza al Mestizo por su tono’. Libertario y
redentor es mi sueño, contra hegemónica e implacable es la lucha, rechazo la
herencia y la necesidad de ser migrante en mi propio continente.
Y en el poema RO-DRI-GUEZ, el niño Ricardo pierde más que su nombre
y apellido allá en el Norte.
El hambre temprana migra al norte donde el color de las sombras vive en
silencio, / silencio posible por el ajeno entorno para el niño Ricardo…/ El
hambre continúa durante la tarde, / la lengua extraña permea el entorno;
/ Ricardo Rodríguez en tono extraño, / confusión en el espacio / público
y privado. / RICARDO RODRÍGUEZ, antithesis del progreso, /
RI-CHARD-RO-DRI-GUEZ, asimilación en proceso. [Arturo Alejandro Torres Luna]
Para Dalia Sánchez, la migración es un adiós.
Adiós a la tortilla hecha a mano recién salida del comal, esos pies
descalzos que sentían la tierra rocosa al pasar entre la milpa y ese rebozo, ya
no abrigara más. / Corazón lleno de esperanza, bellos ojos cubiertos de rimel y
polvo que fantasean una apariencia de bienestar y seguridad…/ Sueño difuminado…
/ Adiós vida… / Adiós cultura… / Adiós origen… / ANEH!!!
Y para Susana Silva, la migración, también es interna.
Allá y aquí se vuelve ambiguo,
cuando se es migrante, se es para siempre, se es donde sea. Ahora, allá también
soy migrante, porque acá me hice otra, pero allá soy a la vez, la misma.
6. Organización comunitaria
En
todo el libro se favorece la autogestión y la organización autónoma. Este
capítulo llama la atención al proceso colectivo que ocurre en las comunidades,
en los barrios, siempre desde abajo.
Julio César González Reyes (Hidalguía) escribe sobre qué hacer en un panorama de violencia
e impunidad.
Escribo inspirado en el paisaje urbano, que para muchos, este panorama es
poco alentador porque se encuentra teñido con violencia y descomposición
política, despiadados actos cotidianos… ¿Cuál es la ruta a seguir para abatir
esta impunidad, la crisis y la escasez de pan? Vivimos en mundos distintos;
gobierno y sociedad, ellos toman decisiones para enriquecer su vida misma,
mientras el pueblo es marginado hacia un próspero futuro. Es evidente el
interés político, es el poder realmente el principal objetivo, protestas e
inconformidades por todo el mundo. La paciencia se agota. ¡La poesía convoca y
sigue siendo la palabra nuestra mejor arma! ya no hay silencio el deber de la
memoria prevalece, así como el compromiso mismo, formando parte de una
conciencia colectiva y una activa REBELIÓN POPULAR.
José Eduardo Sandoval plantea un vínculo contextual menos que ideal.
En el proceso de desaprendizaje
colonial nos falta algo…/ Este es mi proyecto: Recuperación de los
vínculos sociales… / Eres tú el que me miras, soy yo el que te aborrece,
por no ver de tras de mí, y verás que bien, bien fuerte es lo que te platico /
Somos parte de un talento mutuo / Innato a la cognición / Y a tu
condición, a la mía / Somos, somos, porque la exclusión social, pasa por
debajo del reconocimiento del ser social, / Pero dime, en que contexto te
pongo si eres una mierda…
¿Y cuales son las
buenas nuevas?
… los gritos ya son bastantes, el silencio se expande con su pólvora
colectiva, el viento está conmigo al escuchar sus propuestas y acciones, cuando
me di cuenta que basta con abrir los ojos para empezar la lucha, pues ya no
queremos más luchas clasistas o racismo entre los mismos genes, mi pueblo se
levanta, mi pueblo recicla la sangre derramada en digna lucha y fuerza, pues mi
pueblo sabe aprovechar y recoger lo que una vez estuvo en el suelo, pues aquí
todos somos iguales, pues aquí no existe preferencia hacia las dinastías, pues
aquí no existen los reyes, aquí solo existe el que quiere existir… [Ángel Campos]
7. Participación política
Las y
los poetas reunidos en este libro, «hijos
del neoliberalismo» en su mayoría, hablan mucho de perder el miedo,
de la rebeldía, de la emancipación. Varios, como Rodrigo Castañeda
aprenden de lo que pasa en el sureste mexicano donde suelen inventar palabras
como «nosotrificación»:
De transgredir a transmitir… Desdogmatización del
conformismo impuesto a base de palos y engaños, no hay yugo que dure cientos de
años y la fanfarria es erosionada por la verdad histórica enunciada en un
canto. / Nos convencieron que el camino está tomado y es inútil
reinventarlo, nos han vendido la idea de que el peso de las acciones es liviano
e insuficiente para romper ese candado; más la palabra es aplastante y dime tu
¿cuál es el peso en gramos de un fonema articulado? / ¿Cuál es el precio que
hemos pagado por un silencio inocente y pseudo-obligado? / ¿Qué es lo que
tienes si el control ha penetrado hasta interrumpir la generación el acto emancipado?
Hugo Jara imagina
como las cosas podrían ser diferentes al preguntar:
¿Qué pasaría? ¿Tú te has puesto a pensar, qué
pasaría?… ¿Qué pasaría si tu realidad cambiara?, ¿Qué pasaría si antes de
juzgar, conocieras o, si en vez de juzgar, respetaras?, ¿Qué pasaría si lo más
valioso que poseyeras fuera tu dignidad?… ¿Qué pasaría si no le tuviéramos
miedo al futuro?, ¿Qué pasaría si en lugar de pelear, nos uniéramos en
contra de los que nos están manejando?, ¿Qué pasaría si nuestro futuro fuera
como nosotros soñamos y no como ellos quieren hacerlo?, ¿Crees que valdría la
pena luchar y saber?, ¿Qué pasaría?
Y desde Sin Mordaza-Colectivo Primer Acto:
Rebeldía… Dejemos a las palabras fluir, que
encuentren la libertad / Para gritar la verdad y dejar de huir… Rebeldía ya no
tardes, tanto en regresar, / Mi cuerpo se hace viejo y no sé si te pueda
esperar. / Pero te quiero asegurar que nunca dejó de luchar / Y junto con mi
pueblo jamás paro de soñar. / Porque un verdadero cambio está próximo a llegar
/ Y esta hegemonía pronto se va a terminar. / Rebeldía para algunos tú eres
nuestra forma de vivir. Aunque con millares de personas no podamos nunca
coincidir. / Y nos miren como raros cuando andamos por ahí. / Ofreciendo la
lucha a los que nos buscan destruir.
8. Otras rimas
¿Y
cuál será el destino de los miles, o millones, que se dejan reclutar por la
policía?
Vas a olvidar tu nombre, / negarás de dónde vienes, / serás cómplice
vestido de uniforme / «figurita de acción» / que al podrido sistema conviene. /
Comerás de la mano del «Estado» / en tu sonrisa no habrá compasión / en la
frente llevarás tatuado «esclavo» / y en tu espalda «resignación». [March La More Marley]
En su pieza «Experiencia nosótrica:
partícipe de la memoria», Luz María León Contreras pregunta:
¿Quién dijo que la rabia no
duele? A la memoria se le engaña cuando no se le hace justicia, cuando se
le calla, a la memoria también se le abraza, también se le ama… cuerpos
descolonizados que comparten transformando espacios, haciendo de la memoria un
habitar. Aquí donde el oyente se vuelve escucha y se asume como interlocutor,
se auto determina y participa, así hemos de apropiarnos de la necesidad de
cuestionar el marco conceptual que posibilita el hacer y nombrar, se
reconfiguran las condiciones para desmarcarse de los eventos occidentalizados,
pequeños espacios nosótricos
que des-centralizan el poder de un sujeto que cree que lo posee, hemos
resistido ante la voz monista del opresor; así como de los aparatos que tratan
de anularnos o de mantenernos en su dinámica a distancia como al homo sacer. De tal modo que,
irrumpimos en la continua participación politizada, que refuta la colonialidad del poder y el esfuerzo
homogeneizante de la democracia electoral, apostando por el tzomjel, aprendemos de la autonomía
política de los que se autogobiernan, rompemos el cerco de la normalidad del
saber…
Una hermosa tarde lluviosa, Resk se encuentra soñando:
Un sueño mojado… mirando la miseria de mi gente las
gotas de lluvia confundiéndose con lágrimas, gente desesperada por llegar a
cualquier lugar sin disfrutar ese pequeño momento de libertad, de imaginar
aquella infancia donde importaba sólo ser feliz, donde importaba sonreír. Ahora
sólo hay caos, no te detienes a mirar aquel que tiene hambre, aquel que lucha
por su gente, querer un cambio ya no es suficiente, me canse de ser decente,
pues llegar al fin de mes por un sueldo miserable, y mirar a aquel burgués que
nos jode sólo por su interés, ya no estamos a sus pies, nos damos cuenta y
somos más de diez, aún no sé qué esperar sé que es el momento de despertar…
En Nuestra Labia, las palabras fluyen, se rapean con sentido por poetas insumisos. Por ser parte de un
proyecto autogestionado y colectivo, desbordan las páginas de este
pequeño volumen para llegar a otras comunidades, otros barrios, otros espacios
nosótricos de trabajo y estudio y cultura, donde se hilen y se multipliquen
nuevos y viejos saberes decoloniales que empoderen a la gente.
Queda claro que el libro no es un simple espacio de expresión, sino
de producción de conocimiento, como destacan algunos de los coordinadores y
participantes. «En el fondo nosotros
vemos que estamos produciendo conocimiento fuera del espacio académico y su
discurso», dice Diidxa’ Guidxi.
Estamos produciendo un conocimiento
otro, uno cotidiano, uno del pueblo, del barrio, comunitario, y que las
instancias de educación que reproducen una estructura colonial se encarga de
invisibilizar. Lo producimos, lo escribimos y lo publicamos, así ayudando a
poner fin al epistemicidio.
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