Noam Chomsky
Fuente: La Jornada
(Traducción: Gabriela
Fonseca)
17-07-2014
A las tres de la madrugada del 9 de julio,
en medio del más reciente ejercicio de la barbarie israelí, recibí la llamada
telefónica de un joven periodista palestino en Gaza. Al fondo podía escuchar
los gritos de su hijo pequeño en medio de las explosiones y el rugir de los
jets que disparaban contra cualquier civil que se moviera, y también contra
hogares.
Este
joven acababa de ver estallar por los aires a un amigo suyo, quien circulaba en
un vehículo claramente marcado como de prensa. Alcanzaba a escuchar los gritos
que provenían de la casa vecina, tras la explosión, pero no pudo salir por
temor a convertirse en blanco.
Se
trata de un barrio tranquilo. No hay objetivos miliares... a excepción de los
palestinos, quienes son el blanco de la maquinaria de alta tecnología que
Israel posee gracias a que Estados Unidos se la proporciona.
Mi
amigo dijo que 70 % de las ambulancias fueron destruidas, y que de
todos los muertos y heridos cerca de dos tercios son mujeres y niños. Muy pocos
activistas de Hamas han sido víctimas de los bombardeos. Siempre son las
víctimas acostumbradas.
Es
importante entender lo que es la vida en Gaza cuando Israel se comporta de
manera «moderada» entre una crisis y
otra. Una buena representación de esto la reportó el representante de la
Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Mads Gilbert, el valiente
físico experto de nacionalidad noruega, quien ha trabajado mucho tiempo en Gaza
y vivió la cruel y asesina operación Plomo endurecido. En todos aspectos, la
situación es desastrosa.
Sólo en
lo que respecta a los niños, Gilbert reporta: “Los niños palestinos en Gaza sufren inmensamente. Gran cantidad padece
desnutrición por las condiciones impuestas por el gobierno israelí, debido al
bloqueo al territorio palestino de Gaza. La anemia es común en todos los
mayores de dos años, a los que afecta en 72.8 %. Desnutrición, baja talla y
bajo peso afecta, respectivamente, a 34.3, 31.4 y 31.45 % de todos los niños
del territorio. Estos índices empeoran, según cada nueva medición.
Cuando
Israel se «porta bien» al menos dos
niños palestinos son asesinados cada semana, y este patrón se ha mantenido
durante los últimos 14 años.
La
causa de fondo es la ocupación criminal de los territorios palestinos y todas
las medidas que se adoptan en Gaza para que su población sobreviva apenas,
mientras los palestinos de Cisjordania son obligados a mantenerse dentro de
cantones inaccesibles, todo lo cual pone a Israel en una violación flagrante
del derecho internacional y resoluciones explícitas del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas, por no hablar de una mínima decencia humana.
Y así
continuará mientras Israel sea apoyado por Washington y tolerado por Europa,
para nuestra vergüenza eterna.
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