Por La Redacción.
sábado, 26 julio 2014
México. A través de una
carta escrita desde un centro federal de readaptación social, el ex vocero de
grupos de autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles, afirmó que el
Comisionado Federal para la Seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo llegó a
esa entidad “a reprimir al pueblo, a
encerrarlo y a humillarlo, mientras los delincuentes siembran horror y miedo a
su paso; pisotea nuestra soberanía, humilla al Congreso, menosprecia a los
michoacanos”.
En la misiva, la cual fue dada a conocer por
su abogada Talía Vázquez, José Manuel Mireles pide a los habitantes de
Michoacán: “niéguense a cualquier
comunicación con quien nos ha traicionado; no se enfrenten, la lucha es
dispareja, no peleamos contra valientes, peleamos contra los Templarios y
contra Castillo que los uniforma y
los protege; no hablemos ya con él, es un verdugo del pueblo.
“Miente y
traiciona, que se vaya de Michoacán, pues provocan gran daño. No pueden
encerrarlos a ustedes por no hablar con él; les pido que en memoria de nuestros
hijos muertos, de nuestras mujeres violadas, de nuestras tierras perdidas, de
nuestros hermanos secuestrados, que no hablen con él, que no acuerden con él,
ni con los aliados de él que traicionan a Michoacán”.
José Manuel Mireles se encuentra sujeto a
proceso penal por los delitos de portación ilegal de armas de fuego de uso
exclusivo de las fuerzas armadas y posesión de drogas, y sus abogados han
señalado que armas y droga le fueron sembrados, y por ello han solicitado a la
Procuraduría General de la República (PGR) que se desista de las acusaciones.
En su carta, Mireles señala que “México es una República con una
Constitución que ha perdido su vigencia por la rebelión del crimen organizado y
el gobierno corrupto que lo apoya violando la Constitución en Michoacán nos
gobernaban Los Templarios, hoy violando la Constitución nos gobierna un virrey
bajo una figura jurídica inexistente, la Constitución ha perdido su vigencia,
la Constitución no está siendo aplicada necesitamos devolverle su fuerza y
vigor como lo señala el Artículo 136 constitucional y cuando recobremos nuestra
libertad juzgaremos a los traidores conforme a nuestra Carta Magna.
“Es una pena
que el gobierno se haga sordo y mudo ante la muerte y la destrucción de nuestro
pueblo y que pretenda fingir una realidad alterándola solamente en los medios
de comunicación. No lograrán su propósito la realidad les gana, se sabrá la
verdad. El destino los alcanzará y la historia los juzgará”.
Dr Mireles: Comunicado a la Nación Mexicana y a la
Opinión Pública Internacional
Desde la prisión el Dr. José Manuel Mireles Valverde, envía este mensaje,
leído aquí por su abogada Talía Vázquez Alatorre.
AUTODEFENSAS
ANTE LA COMPLICIDAD NARCO-GOBIERNO
Por La Voz del Anáhuac
Ante la omisión, por decir lo menos, del gobierno federal
y estatal, ante el control territorial impuesto en Michoacán por grupos
criminales (“La Familia Michoacana”, “Los Caballeros Templarios”) y hartos de
tantas extorsiones, amenazas, secuestros, violaciones, despojos, desplazamientos
forzosos, desapariciones, asesinatos, pueblos de varios municipios del estado
se levantaron en armas para autodefenderse, para enfrentar a los grupos
criminales que durante largo tiempo actuaron con total impunidad, pues se
encontraban ya infiltrados en las esferas del poder a todos los niveles,
financiaban campañas electorales, cooptaron a funcionarios con el viejo dilema
de “plata o plomo”.
Parecía no
haber poder humano que acabara con esa lacra, hasta que el pueblo se armó y
surgieron las autodefensas en febrero de 2013. Movilizados, pueblos enteros
contagiaron la confianza a otros pueblos. Si el gobierno no hace nada para
combatir a los criminales, tenemos que hacerlo nosotros mismos, decían.
Ante esto, el gobierno se
vio obligado a intervenir, envió policías federales y ejército, pero no para
combatir a los grupos criminales, sino para controlar a las autodefensas, con
la vieja cantaleta de que “nadie puede
hacerse justicia por propia mano”. Primero intentó desprestigiarlos con la
mentira de que eran otros cárteles que
disputaban el control del territorio. Pero la legitimidad de las autodefensas
lo obligó a ‘reconocerlas’, un tiempo
las fuerzas federales las acompañaron fingiendo estar del mismo lado, hasta que
puso un ultimátum: las autodefensas debían registrar sus armas y enlistarse en
las llamadas ‘fuerzas rurales’. El
plazo fue el 10 de mayo. Quienes no se sometieran al control gubernamental
serían perseguidos.
Una mínima parte de las autodefensas
optó por disciplinarse al gobierno. Para someterlos a todos había que aplicar
castigos ejemplares contra quienes jugaron un papel emblemático y conservaron
liderazgo.
Primero encarceló a
Hipólito Mora, le inventó delitos que, en cuanto éste se doblegó,
desaparecieron.
Después se fue contra el
más incómodo, el más sincero, el más desconfiado, sin duda el más honesto: el
Dr. José Manuel Mireles Valverde, quien ya había sufrido un atentado fallido
cuando se ‘desplomó’ una avioneta en
que viajaba, pero sobrevivió. Ahora está en prisión, pero como él mismo afirma:
“las rejas que nos encierran nos
fortalecen”. Sabe que su
encarcelamiento es producto de una traición y es la confirmación de la
complicidad entre el narco y el gobierno.
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