Hospital de Al-Nayar, en Rafah, 9 julio 2014 (Foto AFP- Said Khatib) |
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[Reuters, Al-Akhbar, AFP]
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
11-07-2014
Israel ha seguido adelante con su intensa ofensiva
aérea sobre Gaza por tercer día consecutivo, asesinando a ocho miembros de una
misma familia, entre ellos cinco niños, en un ataque lanzado antes del alba,
según manifestaron las autoridades palestinas. El ejército israelí no ha hecho
comentarios inmediatos sobre ese ataque, el más mortífero desde que en la
madrugada del martes se inició la ofensiva. El ataque destruyó al menos dos
hogares en Jan Yunis, al sur de Gaza, cuando los vecinos dormían, matando a ocho
personas, según declaraciones del ministerio palestino de sanidad.
Desde el comienzo
de la operación militar israelí, han muerto ya asesinados 75 palestinos, de
ellos más de 50 son civiles, según fuentes del ministerio de sanidad.
Israel dice que
su ofensiva trata de detener los lanzamientos de mortero contra sus ciudades
desde la Franja de Gaza, desde donde alegan se han disparado más de 200 cohetes
durante la actual campaña.
Los cohetes no
han causado ninguna víctima de gravedad en Israel. El sistema de misiles Cúpula
de Hierro interceptó algunos de los mismos, mientras que otros se estrellaron
sobre el terreno sin causar daños ni víctimas, según informaciones de los medios
de comunicación israelíes.
El ala armada de
Hamas dijo que había lanzado seis cohetes hacia la Palestina ocupada a primera
hora del jueves. También se ha informado de enfrentamientos en el mar;
militantes palestinos de Gaza dijeron que habían lanzado morteros y cohetes
contra las cañoneras israelíes que disparaban contra el territorio costero.
Los palestinos
dijeron que Israel había alcanzado en su ofensiva a más de 120 hogares. También
resultaron dañados durante la última madrugada varios edificios del gobierno de
Gaza. El ejército israelí afirmó el miércoles que había bombardeado 750 lugares
en Gaza –sólo el miércoles 326-, incluyendo 60 lanzadores de cohetes y once
hogares de altos miembros de Hamas. Describió esas viviendas como centros de
mando.
El Secretario
General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon va a dirigirse en el día de hoy al
Consejo de Seguridad de la ONU para tratar de abordar la peor oleada de
violencia entre Israel y Palestina desde la guerra de ocho días de 2012.
Describió la situación de “preocupante y
volátil”. Y añadió: “Gaza se halla al filo de la navaja. El deterioro de la
situación está dando lugar a una espiral que podría rápidamente escapar de todo
control. El riesgo de que la violencia se extienda es muy real. Gaza, y toda la
región en su conjunto, no pueden permitirse otra guerra a gran escala”.
Washington y
Berlín han apoyado la actuación israelí contra Gaza, mientras la Unión Europea
y la ONU instaban a la moderación a ambas partes.
La Canciller
alemana Ángela Merkel condenó el miércoles los ataques de cohetes provenientes
de Gaza en una llamada telefónica al primer ministro israelí Benjamín
Netanyahu, según informó una portavoz del gobierno.
“La Canciller ha telefoneado hoy al Sr. Netanyahu y condenado sin
reservas el ataque de cohetes sobre Israel”, dijo.
Según esa
portavoz, la Sra. Merkel le dijo a Netanyahu “que no había justificación para esos ataques”.
Mientras tanto,
en una operación llevada a cabo al anochecer, Israel atacó un coche marcado
como vehículo de un medio de comunicación de Gaza con las letras “TV” escritas en el mismo, matando al
conductor, según declararon las autoridades sanitarias. La violencia entre
israelíes y palestinos empezó a recrudecerse hace tres semanas cuando Israel
lanzó una brutal represión militar contra Cisjordania tras la desaparición de
tres adolescentes israelíes. La pasada semana fueron hallados muertos y poco
después el adolescente palestino Mohammed Abu Judair fue secuestrado y quemado
vivo en Jerusalén en un aparente ataque nacionalista israelí.
El Cairo auspició
una tregua hace dos años tras la guerra de ocho días de Israel contra Gaza,
pero la hostilidad del actual gobierno militar hacia los islamistas en general
y Hamas en particular, al que acusan de ayudar a sus compañeros militantes de
la Península del Sinaí, podría dificultar ahora cualquier intento de mediación
egipcio. Hamas ha negado esas acusaciones.
Los dirigentes
israelíes han advertido que la campaña puede ser larga y ampliarse a la
invasión terrestre de uno de los territorios más densamente poblados de la
tierra.
“Estamos aumentando la presión cada día”, dijo el portavoz militar israelí Peter Lerner. “¿Va esto a llevarnos a
una incursión por tierra? No puedo confirmar que eso vaya a ocurrir realmente.
Sí puedo confirmar que vamos a hacer todos los preparativos necesarios para
estar listos para esa eventualidad”.
El ejército
israelí ha convocado a 20.000 reservistas para que apoyen a las fuerzas
regulares movilizadas hacia Gaza, añadió Lerner. El Presidente de la Autoridad
Nacional Palestina, Mahmud Abbas, que tiene su sede en Cisjordania, denunció el
miércoles la ofensiva.
“Esta guerra no es contra Hamas ni contra cualquier otra facción sino
que contra el pueblo palestino”, dijo Abbas, que
contó siempre con el apoyo de Occidente y que en abril firmó un acuerdo con
Hamas para compartir el poder tras años de enfrentamientos.
El Cairo, bajo la
égida del Presidente Abdel Fattah Al-Sisi, ha reforzado el cierre de fronteras
con Gaza, sumándose a las presiones económicas del ya agobiante bloqueo
israelí.
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