Poema que sangra
Poema de Martín
Martínez R.
15 de enero de 2011
No es verdad tantas sombras persiguiéndote
no es verdad tantas golondrinas muertas
tanta región oscura con lamentos.
Pablo Neruda.
Tu
muerte llegó a mí con aleteos pavorosos
un vacío gigantesco se apoderó de mi esencia
y todos los relojes, todas las manecillas,
todos los tiempos lloraron conmigo
Susana, poeta amada, conocimos a tus asesinos
pero aún así pregunto aterrado quién te mató
quién ordenó tu agonía de mujer dulce
quién ordenó tal afrenta contra el arco iris, quién.
Mi espíritu se convulsiona, estallan en mí tantas lágrimas incrédulas
Susana, amada poeta, me duele saberte atrapada, delicada colibrí
entre las manos obscenas y vejatorias de los que ordenaron tu muerte
para callarte, para detener tu sangre latiendo por las ausentes
Mi equilibrio humano se parte, es envuelto por sombras
golpeado por duras piedras que manchan mis letras, hieren mi ternura
cortan mis labios y me hacen sentir tan desamparado
en este mundo dominado por la corrupción y la lujuria.
Todo es tan horrendo, rasga tan despiadadamente mi carne
¿Por qué te mataron? Por defender a tu pueblo ¿Por qué se ensañaron contigo que eras dignidad poética? por gritar ¡Ni una muerta más!
Monstruos lúgubres cortaron tus alas, compañera
mi corazón está desnudo
entonces arrastro mis manos contra mis ojos
para llorar tembloroso por ti poeta hermana
¡Malditos, mil veces malditos, quiero arrojarme contra ellos y arrancarles los ojos!
quiero mutilarlos como ellos han mutilado
quiero hacerlos sufrir tan horrenda muerte porque sus manos impuras
profanaron tu cuerpo de niña cristalina
Susana, siento espeluznante vértigo, no quiero odiar así, no quiero asesinar así
Tengo miedo y lloro y grito y tiemblo solo, solo
¿Qué dios se compadecerá ante la muerte de una poeta?
¿Qué dios llorará con nosotros y vengará tu sangre?
Silencio, silencio, déjenme llorar como poeta, silencio
Déjenme odiar como poeta
blasfemar como poeta
déjenme lanzar mi mensaje de malos presagios contra los funestos
¡han atentado contra los poetas!
Mi corazón está astillado
soy pájaro atrapado por la penumbra
soy pájaro que busca luz
soy poeta que tiembla ante tu muerte
El aire me falta
la catástrofe muestra los sarcófagos
en los que quieren arrojar a los poetas
¡Caminemos hacia la Patria!
Susana, arrodillado y en llanto te envío mi estrella
mi amor, mis días luminosos
mi paz y mi guerra
mis letras que odian a los asesinos
Que el viento te guarde en nuestros corazones
que el crepúsculo te nombre todas las mañanas
que nadie olvide tu cabello alzado por el viento de la fe
que todos sepan que tú, poeta, moriste para que otras vivieran.
Susana Chávez, amada hermana
poeta cristalina y colibrí
te quiero siempre en mi memoria,
te quiero.
un vacío gigantesco se apoderó de mi esencia
y todos los relojes, todas las manecillas,
todos los tiempos lloraron conmigo
Susana, poeta amada, conocimos a tus asesinos
pero aún así pregunto aterrado quién te mató
quién ordenó tu agonía de mujer dulce
quién ordenó tal afrenta contra el arco iris, quién.
Mi espíritu se convulsiona, estallan en mí tantas lágrimas incrédulas
Susana, amada poeta, me duele saberte atrapada, delicada colibrí
entre las manos obscenas y vejatorias de los que ordenaron tu muerte
para callarte, para detener tu sangre latiendo por las ausentes
Mi equilibrio humano se parte, es envuelto por sombras
golpeado por duras piedras que manchan mis letras, hieren mi ternura
cortan mis labios y me hacen sentir tan desamparado
en este mundo dominado por la corrupción y la lujuria.
Todo es tan horrendo, rasga tan despiadadamente mi carne
¿Por qué te mataron? Por defender a tu pueblo ¿Por qué se ensañaron contigo que eras dignidad poética? por gritar ¡Ni una muerta más!
Monstruos lúgubres cortaron tus alas, compañera
mi corazón está desnudo
entonces arrastro mis manos contra mis ojos
para llorar tembloroso por ti poeta hermana
¡Malditos, mil veces malditos, quiero arrojarme contra ellos y arrancarles los ojos!
quiero mutilarlos como ellos han mutilado
quiero hacerlos sufrir tan horrenda muerte porque sus manos impuras
profanaron tu cuerpo de niña cristalina
Susana, siento espeluznante vértigo, no quiero odiar así, no quiero asesinar así
Tengo miedo y lloro y grito y tiemblo solo, solo
¿Qué dios se compadecerá ante la muerte de una poeta?
¿Qué dios llorará con nosotros y vengará tu sangre?
Silencio, silencio, déjenme llorar como poeta, silencio
Déjenme odiar como poeta
blasfemar como poeta
déjenme lanzar mi mensaje de malos presagios contra los funestos
¡han atentado contra los poetas!
Mi corazón está astillado
soy pájaro atrapado por la penumbra
soy pájaro que busca luz
soy poeta que tiembla ante tu muerte
El aire me falta
la catástrofe muestra los sarcófagos
en los que quieren arrojar a los poetas
¡Caminemos hacia la Patria!
Susana, arrodillado y en llanto te envío mi estrella
mi amor, mis días luminosos
mi paz y mi guerra
mis letras que odian a los asesinos
Que el viento te guarde en nuestros corazones
que el crepúsculo te nombre todas las mañanas
que nadie olvide tu cabello alzado por el viento de la fe
que todos sepan que tú, poeta, moriste para que otras vivieran.
Susana Chávez, amada hermana
poeta cristalina y colibrí
te quiero siempre en mi memoria,
te quiero.
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