http://www.kaosenlared.net/america-latina-sp-1870577476/al2/mexico/98290-¡méxico%6043,-hora-de-lucha
“La libertad no se
conquista de rodillas, sino de pie, devolviendo golpe por golpe, infringiendo
herida por herida, muerte por muerte, humillación por humillación, castigo por
castigo. Que corra la sangre a torrentes, ya que ella es el precio de su
libertad”
Ricardo Flores Magón
México
es para el mundo lo que para un revolucionario la libertad
Tenía
preparado para publicar un homenaje a una mujer que vivió la revolución
mexicana, Leandra, l’abuelita que hizo la revolución. Recién cumplió 127 años.
Pero ante la masacre de estudiantes la noche del 26 de septiembre, me niego a
mirar para otro lado. Necesaria es la denuncia tanto como la amistad internacional
apremia. Urge para que ruja como León de Tarapacá, enarbolar la dignidad de
clase por encima de la deformidad humana. La indignación es denuncia, reacción,
confrontación, solidaridad. Que la luz de la verdad prenda sobre nuestras
conciencias, ensamble en lo más combativo, recorra los continentes del planeta
y enarbole a los pueblos en lucha alumbrando lo más consciente en el desafío de
la marcha internacional de los nadie “los que valen menos que nada”, su indignación es dignidad. Marcha
con todos los medios a favor, que no se haga de rogar. Que México hermano,
levante (amplíe) anclas, fije sus plantas en la tierra que le vio nacer para
que brote a tiempo la rabia contenida. Se acerca la hora del estallido
colectivo, hora de liberar la rabia amordazada, quebrantada, ira revolucionaria
en marcha, todo es camino; océano es el oleaje de fuerza que dio vida a sus
antepasados. Hay que liberar el Océano compadres, cuarta pared de la historia
(nuestra historia), sin ella, sí que no somos nadie; México está gobernado por
la mafia (la que más fomenta el crimen es la mafia gringa, junto con ellos todo
el poder es mafia), y no por la ira de la rabia contenida como nudo en la
garganta ¡Vamos compadritos! Qué esperas, hermano ¡Trinitaria de los campos de las
vegas de Morelos, si preguntan por Zapata, diles que no ha muerto!
El gringo apuntaló la degradación sobre México después de
robar parte del país, y, al mundo entero domina, en diferentes dosis de
putrefacción; nadie se salva del control de sus garras ideológicas y políticas,
su devastadora economía, su cloaca bélica, militar, sus espías y su CIA minando
hombres y mujeres “de ese otro lado del
mundo” aunque otro mundo siga siendo posible. La mafia mexicana en unión
con el gringo controla estados; sectores oscuros de la sociedad, gobiernos
enteros y a sus serviles, ejércitos, policías (pequeñas y grandes mafias de
éstos) economía, carreteras, aeropuertos. . . Porque el gigante, descomunal
agujero negro de la corrupción capitalista en el mundo, sabe que sólo
manteniendo en la miseria absoluta y cultural al pueblo, lo domina, doblega,
anula; con su deformidad y sumisión triunfa. Así es como se abren camino entre
valles y montañas, apuntando a la verdadera paloma de la paz, la gente de
conciencia. Así es como a los malos gobiernos, los grandes criminales, les
abren los portones de las embajadas y grandes palacios, fomentan mansiones y
privatizan los grandes monopolios de las drogas y las armas; sus despachos son alcobas
de corrupción de la patria por la que lucharan del lado de los diezmados los
grandes de la dignidad, héroes internacionales de la libertad.
Ahí, entre la CIA y el Pentágono es que se cobijan los
mengeles mandatarios mexicanos de la patria de Juárez, Villa y Zapata, entre
miles de héroes más de la revolución mexicana. Encuentran solución a sus
desmanes y lo que no consiguen doblegar lo eliminan. Es la ley del gringo
impuesta sobre el pueblo mexicano, esclavitud y miseria. Es la barbarie
institucionalizada en el poder. Vivimos la decadencia más degradante de la
historia del mundo capitalista del amo imperial. Pablo González le ordena a
Guajardo que le finja un rendimiento, y al ver a Zapata disparan sus armas al
llegar al campamento... El capitalismo es enemigo antagónico desangra y
humilla para alimentar su ego en el dominio; la avaricia es monstruo demoledor.
La izquierda (?) domesticada asume la llave de su confort (tarjetas bancarias y
sobres con grandes sumas incalculables de “paz
y democracia”), su palabra está llena de mensajes del capitalismo que
reflejan la negra montura del jinete de la putrefacción; desmovilizan
desangrando a los jóvenes de espíritu, su dignidad y combatividad. Otro mundo
sin ellos nos espera, paso básico e indiscutible, tónico de libertad. Otro
mundo en el que no te maten por ser intelectual competente y no marioneta
partícipe de su corrupción; por ser periodista y contar la verdad sin
tergiversar los hechos; por ser abogado y desnudar la Ley Damocles contra las
legiones esclavas, disponiendo y manipulando a golpe de bota blindada la
degradación sobre la tierra; matan, siempre matan.
LA DECADENCIA, su ruindad infinita. . .
(En México violan y secuestran a miles de mujeres)
Las
desaparecen. Más miles que cientos cierran año tras año, los ciclos del
escarnio de la injusticia, desesperación e impotencia. Las desaparecen en fosas
clandestinas. Todo esto y más con la plena participación del imperio de
Norteamérica y podridos malandros donde los haya además de asesinos,
beneficiarios de la droga y de un estado que criminaliza a su pueblo,
asesinando lo más consciente; cuanto más reafirma su independencia, cuando más
enarbola su derecho a la libertad, prohibido ser de izquierdas. A la
orilla de un camino corté una blanca azucena, sobre el árbol frondoso y fértil
de Villa, Zapata, y sus héroes, la llevo como una ofrenda: 43
estudiantes de magisterio, fueron perseguidos, acorralados por la mafia
institucional de la ciudad de Iguala (estado de Guerrero), finalmente los
docentes fueron detenidos por la policía con el beneplácito de militares y
sicarios. Ocurrió el pasado 26 de septiembre. En pleno siglo XXI sigue
dominando el gringo, “rubitos” nos
siguen llegando y les abrimos la puerta. Y, ver vemos!, al diezmado pidiendo y
a sus hijos llorando de hambre como extraños por su tierra.
...Los
torturaron hasta desangrarlos.
Les
arrancaron la piel de sus cuerpos, sus ojos.
Les
metieron en fosas y quemaron vivos.
43
muchachos de izquierdas tentando a la buena suerte.
43 jóvenes
rurales que estudiaban para llegar a ser maestros.
43
estrellas empeñadas en dignificar su existencia y la de la humanidad.
43 luces
alumbrando el camino de la dignidad frente a la opulencia.
43 fueron
los asesinados, banderas y soles contra el capitalismo carnívoro, sangriento.
México no
necesita maestros.
Ni médicos
ni periodistas necesita, ni mujeres libres.
Ni México ni ningún país mediocre donde la ignorancia
impera en los poderes que se sostienen a lo fáctico.
Segura, de que el valiente pueblo de Guerrero, campesinos
y estudiantes unidos, sabrán dar respuesta revolucionaria por justa a esta
nueva masacre.
Segura, de que tarde o más temprano no quedará impune el
derroche de crímenes de estado por todo México; vigente más que nunca el
manifiesto de liberación del precursor de la revolución, Ricardo Flores Magón:
“La
libertad no se conquista de rodillas, sino de pie, devolviendo golpe por golpe,
infringiendo herida por herida, muerte por muerte, humillación por humillación,
castigo por castigo. Que corra la sangre a torrentes, ya que ella es el precio
de su libertad”
43 seres
queridos entre 18 y 23 años fueron segados por el sable del criminal.
43
estrellas estrenaban juventud.
43
muchachos apiñados en una pira con parte de sus cuerpos mutilados entre gritos
de dolor, fruto del villano vil, la tortura.
Y, el
sicario prendió fuego, entre ramas y troncos vertió gasóleo sobre los 43
inmaculados cuerpos.
La orden de raptar a los 43 jóvenes partió del jefe de la
policía, Francisco Salgado Valladares, y la de matarlos, de El Chuky, cabecilla
de la mafia. Otros principales de la matanza fueron:
El Alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su jefe de
seguridad, que tras el crimen, se dieron la fuga con todas las puertas a su
favor; y el regidor, cuyo crimen mayor fue negar, “no había oído nada”. Se le vincula no sólo con el narcotráfico
sino con la eliminación física de los jóvenes asesinados.
El sueño de Leandrita
(Nota histórica. A, la abuelita más longeva del mundo, Leandra Becerra
Lumbreras)
Cuentan
que Leandrita vivía en un poblado casi desértico al norte de México, dónde sólo
la miseria era compañera de la parte más humana, pero oyó una voz popular que
decía ¡No te rindas carajo! Y el grito sirvió como autoestima a la
entonces niña Leandra. Tierra en la que apenitas encontraban sustento; pero
bellos pajaritos y mariposas sobrevolaban sus encantos y saludaban, espantando
el calor agotador sobre la frente del hambre. Afortunadamente haber había
lagartos, zopilotes, gavilanes y algunas cabras desnutridas, aunque famélicas!,
ayudaban el deambular de la dura existencia.
¡Resistir luchando es vivir!
(Dijo la voz de una cabra a su chivito)
Leandrita
tuvo que observar mucho y aprender de todo y de todos, la vida no es fácil.
Desde que las cercas favorecieron a la propiedad privada de los grandes
parásitos y hacinaron el mundo de hacendados, gracias a la esclavitud de los “bueyes”. ¿Y el agua?, ¡ay, ay, ay, el
agua!, ese bien tan escaso para los nadie... Leandrita tenía una vieja guitarra
que le habían regalado sus padres. Y, a la sombra de la higuera en torno a las
hojas del fruto preciado, al atardecer cuando el sol resecaba menos su garganta,
cantaba como esperando del horizonte donde el astro se esconde, la señal
definitiva; la luz palpable que la guiara hacia la libertad donde la justicia
no fuera un arma de guerra, si no sinónimo de esperanza y liberación.
Bajo el tintineo de los sueños de Leandra, el mar
descansaba y brotaba entre el suave vaivén de su oleaje la añoranza de una
vida, más allá del patente valle de lágrimas que arrastra al abismo ¡Cantar,
Leandrita, cantaba con ganas! Y, de esas ganas del deseo brotó una nueva luz
propia, cantaba hasta desfallecer. Era su voz grito de revolución que llegaba a
través de las cordilleras, a toditos los cachetes que daban cuerpo al México
añorado de norte a sur entre el este y oeste, penetrando entre colinas. Así
expandía su eco contra la tiranía de los hacendados, caciques, subordinados,
mediocres, militares, más militares y más policía que el imperio gringo
imponía, curtiendo a lazo de látigo al hambriento.
Robar más allá del hurto de una gallina, robar y violar,
patrimonio del hacendado. Escuela que patenta por encima de los seres
civilizados; los secuestros también los registró su patente. Muertes anunciadas
y muertes improvisadas. Los sicarios se envalentonan a base de opio y alcohol
como sus grandes jefes, arrasando los valles de los diezmados por la miseria.
Un día se despertó Leandrita agitada pero feliz, sus ojos y su sonrisa
anunciaban la estrella de una nueva mañana nunca vista. Un viento revoltoso
venía del norte. Miles de jinetes polvoreaban los caminos fusil al hombro y
cananas repleticas sobre sus pechos henchidos de tierra y aires de libertad.
No, aquél no era un ejército pertrecho de uniformes sádicos de los que te
fuerzan, despluman y arrastran al barranco de la miseria absoluta. No, para
nada, no eran sino campesinos; los muertos de hambre de “toda la vida” habían abrazado a conciencia un fusil de futuro, una
estrella de la mañana. Eran guajiritos revolcados en la sal de la tierra, polvo
y cicatrices del más que dios, astro que alumbra la tierra y junto con dios
lluvia alumbra cosechas colectivas de esperanza sin aguijón tenebroso (lluvia
seca), lluvia de muerte temprana.
Los ninguneados como Leandrita, eran personas forjadas a
fuerza de bala, falsas promesas y látigo. Miles de mujeres y niños morían de
desnutrición, enfermedades que los ricos imponían con mucha mala leche, toda la
maldad del mundo es que escupía su boca y sus leyes desleales al pueblo
trabajador. Entre los jinetes guerrilleros que como “fantasmas” a lo Cervantes, aparecían en pueblos y aldeas
repartiendo las tierras confiscadas a hacendados, y alimentos de primera
necesidad, se encontraba, Margarito Maldonado, el que luchara en la Revolución;
el que regaló a Leandrita un rifle para que formara parte del deambular de sus
días con sus noches. Margarito Maldonado, fue el primer gran amor de Leandra
Becerra Lumbreras. Con su fusil al hombro y Margarito, pasó inolvidables tardes
y hermosas noches compartiendo la llama de la dignidad, felicidad verdadera,
esa que irradia los huesos formando estrellas en la mirada del mar, y bajo los
ojos de la luna, los guerrilleros se besan.
¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?
¿A hacerte rico en loterías con un millón?
Mejor trabaja, ya levántate temprano;
con sueños verdes solo pierdes el camión.
¿A hacerte rico en loterías con un millón?
Mejor trabaja, ya levántate temprano;
con sueños verdes solo pierdes el camión.
¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?
Con sueños de opio no conviene ni soñar:
sueñas un hada. . . y ya no debes nada,
tu casa esta pagada, ya no hay que trabajar,
Ya’stá salvada la Copa en la Olimpiada,
¡soñar no cuesta nada... que ganas de soñar!
Con sueños de opio no conviene ni soñar:
sueñas un hada. . . y ya no debes nada,
tu casa esta pagada, ya no hay que trabajar,
Ya’stá salvada la Copa en la Olimpiada,
¡soñar no cuesta nada... que ganas de soñar!
¡Ah!... Pero eso sí. . . mañana sí que lo hago,
pero eso sí... mañana voy a ir,
pero eso sí... mañana voy a ir,
pero eso sí,...mañana sí. . .
Así fue como Leandrita se convirtió en Adelita, fusil en mano se envalentonó y
partió a hacer la Revolución con Margarito Maldonado, para luchar contra el
tirano Porfirio Díaz. Corría el año 1910, aún los Bolcheviques con Lenin, no
habían tomado el poder en la Rusia imperial y ya los famélicos guajiros
mexicanos, estaban haciendo su revolución social con los bravos, Villa y Zapata
al frente, luchando contra el tirano de su país y el gringo del mentado Norte,
crápula anglosajón y sajón por angostura.
El sueño de Leandrita era el mismo sueño de, Cuauhtémoc y
Moctezuma, el mismo de Benito Juárez y Cárdenas, Villa y Zapata; con los que
compartió maíz, tierra, agua y amor, muchas lunas de miel bajo los ojos y
futuro en la mirada. Pero los sueños, ay, ay, ay, los sueños, sueños son. Los
sueños duran sólo de la mano de conciencia cuesta arriba sin mirar atrás, y la
revolución como los sueños no se desvanecen entre intrigas y salones de cuna del
hacendado explotador, oligarca bancaria, rey del ladronicio, traiciones y
cansancio. Porque el enemigo que es muuuucho, más que malo, sabe esperar para
meterte en el pozo oscuro sin fondo, donde regenere el crimen entre asaltos y
estafas... ¡Fíate de la virgen y no corras!, dijo Margarito Maldonado a
Leandrita.
¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?
Deja el tesoro que Cuauhtémoc fue a enterrar
Cuántos centavos se te escapan de la mano
buscando un taxi que jamás te ha de llevar.
Deja el tesoro que Cuauhtémoc fue a enterrar
Cuántos centavos se te escapan de la mano
buscando un taxi que jamás te ha de llevar.
¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?
Que faltan niños pa’ poblar este lugar,
Sigue soñando que no hay contribuciones,
que ya no hay mordelones, que ya puedes ahorrar.
Sigue soñando que el PRI ya no anda en zancos,
que prestan en los bancos, que dejas de fumar.
Que faltan niños pa’ poblar este lugar,
Sigue soñando que no hay contribuciones,
que ya no hay mordelones, que ya puedes ahorrar.
Sigue soñando que el PRI ya no anda en zancos,
que prestan en los bancos, que dejas de fumar.
¡Ah!... Pero eso sí... pero eso sí... pero eso sí...
¿A que le tiras cuando sueñas, soñador?
¿A que le tiras cuando sueñas, soñador?
Doña Leandra Becerra Lumbreras, mujer revolucionaria |
Capítulo II: Los crímenes de Estado siguen haciendo
historia
(MÉXICO, PARTE METEOROLÓGICO DEL MAR DE FUEGUITOS)
Estudiantes
rurales normalistas asaltan el Palacio de Gobierno de Guerrero, pelotón de campanas
al son de Villa Ayala... ¿por qué tocan tan dolientes?, refuerza la indignación
en marcha haciéndose con el edificio que alberga el Poder Ejecutivo local. Las
consignas de las campanas de Villa Ayala marcaron el compás de lucha, como en
Chinameca con el insurrecto Zapata:
¡NO MÁS
MUERTES CARAJO!
Consiguiendo el “pelotón
de a ciento” reafirmar la indignación, logrando se replegara el personal de
vigilancia; tal fue la fuerza indignada contra el escarnio del crimen de
Estado, logrando entrar en las áreas administrativas encuadradas en los
edificios (palacetes) de Palacio. Un derroche de nombres alumbran los edificios
de la esfera del crimen, tan esféricos como sugerentes y hasta paradisíacos
pero nada representativos de la palabra escrita:
Costa Chica, Costa Grande, Acapulco, Región Centro, Norte
y Montaña, además de Tierra Caliente, dónde la indignación fue más cañera,
prendiendo fuego al edificio. Entre 'caña
y caña' los granos de arroz brotaban de la tierra a borbotones; para más
tarde hacerse con el transporte que mantuvieron estacionado durante seis horas,
guerreando las andadas entorno a la vialidad del río Huacapa. Forma de asentar
el perfil en lucha del Estado Guerrero mientras el fuego consumía a dentelladas
la sede del Gobierno estatal. Cinco unidades de bomberos intentaron en vano
sofocar el sofocón, pero el estallido del fuego no se detuvo, a contrapunto
marcó consignas. El hambre de fuego es hambre de libertad harta de ser
despellejada: Septiembre del 2014, en la memoria quedará del campesino y estudiante,
como una mancha de Estado más en la historia.
Retención de “personal”
en el Palacio de Gobierno
Como es
natural en los casos que apuntan entorno al octubre rojo “el grupo de retenidos”, se abrió paso a golpes contra los
estudiantes de Ayotzinapa; el ambiente en el perímetro sur de la ciudad echaba
chispas, por lo que la tensión entre estudiantes, artilleros del fuego y
funcionarios de la función burócrata, generó un afanoso intercambio de
intereses a pedrada limpia. Escuchen, oigan “el
corrido” que ahuyentó al burócrata (mientras los policías antimotines
asomaban por Callejón del Gato)
obligándole a saltar a cuatro patas, para caer sobre dicho callejón como sacos
de adecenas, eran muchos los retenidos del confort del Estado!, se encontraban
reforzando la caja fuerte del amo, guardando a lo blindado las balas del
Congreso Local.
Las vialidades del río Huacapa tomaron total
protagonismo, intentaron reprimir los antimotines amotinados nuevamente a
sangre, pero los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa convirtieron un camión en
lenguas de fuego. Los normalistas estaban encaprichados en hacer valer,
prevalecer, su derecho de existencia; se parapetaron a lo valiente como casta
de Villa y Zapata, y lanzando piedras reventaron los ventanales del pecado que
arropan el Palacio del crimen. De nuevo el fuego artillero purificó la llama y
permitió a mujeres, niños, personas mayores, con discapacidad... abandonaran
las instalaciones del Palacio del Fuego sobre Tierra Caliente del Guerrero.
*Nota histórica que vuela en el tiempo
Muchos
años han pasado desde el sueño de Leandra. Días enteros de sueño y lucha, mucha
lucha. Son los secretos de la longevidad de la mexicana Leandra Becerra
Lumbreras, nacida el 31 de agosto de 1887. La viejita Leandra, la guerrillera,
ha transitado por tres siglos. Lo que no le impide conversar sobre los malos
gobiernos. La novia de la revolución vive en una casita de Zapopan,
Guadalajara, capital del Estado de Jalisco... ¡No te rajes nunca Leandrita, que
los sueños no te abandonen para que puedas vencer las cataratas y ver con más claridad
las nuevas cosechas! L’abuelita Leandra busca siempre la mano de quienes se
acercan a saludarla y la sostiene fuertemente entre las suyas. En su silla de
ruedas y con un rebozo arropando su frágil cuerpo, esperó para soplar las velas
del sabroso pastel; pero Leandrita pedir pide y reivindica imponiendo su voz de
canto ¡Quiero frijoles con gordas!
23 años cuando estalló la Revolución.
82 cuando el hombre pisó la Luna.
113 cuando entró el nuevo milenio.
Sigue narrando mientras puede historias de la época
revolucionaria... Cuando, junto con sus hijos, corría a las cuevas cercanas a
Tula para esconderse de los “soldados”,
que reclutaban a la fuerza a los más jóvenes. Conoció al líder insurgente
Francisco Villa, y a Alberto Carrera, revolucionario que la concedió un terreno
expropiado a los hacendados tamaulipecos. Leandrita sigue fija en el pasado,
deja volar su mente y conversa con algunos de los 'fantasmitas' que marcaron su vida, sueña con aquellos jinetes
polvorientos de cara quemada (sol abrasador), que fusil al hombro cabalgan por
tierras mexicanas en busca de libertad, de pan y de justicia. Colegas
ya me despido, que no tengan novedad... Cual héroe murió Zapata por dar tierra
y libertad.
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