Fotografías de Regina López, R. Rahal,
Amaranta Marentes, Xilonen Pérez, Livia Radwanski, Juan Manuel García y Gisela
Delgadillo
Han
pasado cuatro meses desde que 43 estudiantes normalistas fueron desaparecidos
por policías, en contubernio con el ejército y elementos del cártel Guerreros
Unidos, y pareciese que no quedó rastro alguno. La manifestación realizada para
recordar a los estudiantes –junto con el cúmulo de agravios que no
cesa– incluyó varias rutas. Distintas marchas que desbordaban la capital
mexicana con descontento, representado por personas de barrios y colonias
diferentes; además de organizaciones, colectivos, familias, estudiantes,
pueblos indígenas, quienes lo expresaron con mantas, consignas, pintas,
mensajes, gritos, rebeldías. Esa es la diversidad que este 26 de
enero pudo observarse en las calles y avenidas de la Ciudad de México.
Desde las 10 de la mañana, varios contingentes comenzaron las
movilizaciones partiendo desde los cuatro puntos cardinales de la capital (desde el norte: Indios Verdes; sur: Taxqueña; oriente: Guelatao, y poniente: Auditorio Nacional) y de
esta forma se hizo presente en la cotidianidad el recordatorio de lo que ocurre
en el país: desaparición forzada, asesinato de estudiantes y periodistas,
imposición de reformas de todo tipo, corrupción, violencia. Una guerra.
A lo largo de las fotografías que presentamos en esta publicación es
posible observar que, sin importar el número de personas, la memoria y la rabia
salió a las calles para manifestarse. Aunque cada día las movilizaciones son
menos efectivas y más desgastantes, cómo no salir a las calles para gritar lo
evidente: el Estado mexicano es la reunión de una partida de asesinos. Cientos
de cartulinas y de mantas, mujeres y hombres pintados en el rostro, se
convirtieron en el lenguaje de esta jornada de conmemoración y de exigencia.
En algunas de las concentraciones también asistieron los familiares de los
43 estudiantes desaparecidos. Repartidos en diversas rutas, no hubo un sólo
momento de distracción. Pese al tráfico generado, la ciudad no se convirtió en
un caos total y sus habitantes pudieron realizar sus actividades cotidianas al
mismo tiempo que podían sumarse a la movilización. Pocos minutos después de las
cuatro de la tarde, la manifestación central partió del Auditorio Nacional y
con alrededor de unas 2000 personas fue incorporándose al resto de los
contingentes, los cuales estaban diseminados en la ruta que lleva hacia el
Zócalo capitalino.
Entre los contingentes más numerosos que salieron a las calles desde
muy temprano se encontraba el magisterio oaxaqueño, michoacano y
guerrerense, así como estudiantes de las universidades públicas capitalinas y
organizaciones barriales y laborales como el Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME), telefonistas, Stunam, Situam, Chapingo y otros.
Frente a una Plaza de la Constitución semi abarrotada, el contingente
principal arribó y luego de un rápido acomodo en el templete, la voz de padres
y madres comenzó a escucharse atentamente: «Enrique
Peña Nieto ya no es presidente de México, lo desconocemos basados en el
artículo 39 de la Constitución», sentenció Felipe de la Cruz, vocero de las
familias. Don Mario, originario de Tlaxcala, una de las voces más conocidas de
este movimiento sentenció enérgico: «Mi
hijo ahora tiene 42 hermanos más, mi hijo ahora tiene 43 familias más y yo
ahora tengo 42 hijos más. No nos vamos a rendir en esta búsqueda».
Si no fuera por la fuerza y claridad de los familiares de los estudiantes
desaparecidos, que con su firmeza han sostenido física y moralmente la búsqueda
de sus hijos, mucho de este repudio al Estado tal vez no existiría. En los
pasos y palabras de cada madre y padre se concentra la denuncia de las cabezas
del monstruo y sus horrores. Mentiras y corrupción son algunas de las
características y por ello uno de estos padres subrayó que «Queremos decirles que no creemos en tantas mentiras que nos han dicho,
que primero nos los mataron y estaban en las fosas y ya después en el basurero
de Cocula. El gobierno lo único que ha hecho es lastimarnos con tantas
mentiras, un día dice una cosa y otro día dice otra».
Más adelante, el padre de Alexander –un caso paradigmático luego de ser
considerado el único estudiante reconocido mediante unos presuntos restos
encontrados en el basurero de Cocula–, de manera sencilla dijo mantenerse firme
en la lucha por la presentación con vida de los 43 normalistas, «A 2 meses y 10 días de desaparecido me lo
dieron por muerto y a 1 mes y 45 días de esto, no he visto nada de lo que me
iban a entregar de sus restos […] Hoy
me pongo en pie de lucha y exijo con vida a mi hijo Alexander Mora Venancio».
Uno de los temas que resaltó en varias de las intervenciones fue el
desarrollo de las elecciones en Guerrero, su falta de legitimidad y el engaño
que esto significa para la sociedad estatal y para el resto del país, por lo
que se afirmó que no se permitiría el proceso electoral y en su lugar se
fortalecerá la construcción de poder popular. «Votar por gobernantes es votar por el crimen organizado», declaró
Felipe de la Cruz.
De esta manera y con la intervención de más familiares, así como de las
palabras de algunos estudiantes normalistas, concluyó la octava jornada
conocida como #AcciónGlobalPorAyotzinapa. En otras partes del país, como Puebla
y Michoacán, también se llevaron a cabo movilizaciones. De igual forma se
registraron actos de solidaridad en Catalunya y Alemania.
Concentración
en Barcelona. Octava movilización internacional por estudiantes
de Ayotzinapa
Nube Roja (Zapateando)
https://zapateando.wordpress.com/2015/01/27/concentracion-en-barcelona-octava-movilizacion-internacional-por-estudiantes-de-ayotzinapa/
https://zapateando.wordpress.com/2015/01/27/concentracion-en-barcelona-octava-movilizacion-internacional-por-estudiantes-de-ayotzinapa/
A cuatro meses de la desaparición de 43
estudiantes de la escuela Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en el Estado de
Guerrero, México, el pasado lunes 26 de enero se realizó la octava movilización
internacional para exigir justicia y el retorno con vida de los estudiantes.
Además de las multitudinarias manifestaciones en México, hubo protestas en
varias ciudades del extranjero, como París, Berlín, Austria, La Haya, Milán,
Nueva York, Vancouver, Manchester, Oslo, Montevideo, entre otros.
En Barcelona también se levantó la voz en solidaridad con los familiares,
amigos y compañeros de los 43 estudiantes desaparecidos.
A partir de las 19:00 horas, se realizó una concentración en Plaza
Universidad, en el centro de la ciudad. Participaron varias personas y colectivos;
entre ellos, se contó con la presencia de estudiantes catalanes (de la
Universitat de Barcelona), quienes expresaron su apoyo y reclamaron justicia
por los estudiantes de Ayotzinapa.
“Todos somos Ayotzinapa”, “Solidaridad, nuestra mejor arma”, “Contra la represión, organización”,
fueron algunas de las consignas que se escucharon en la Plaza Universidad.
Durante el acto se leyeron algunos comunicados para exigir la presentación con
vida de los 43 estudiantes, y para pedir el cese de la represión contra los
familiares y el movimiento nacional en México que se solidariza con la lucha de
Ayotzinapa.
Asimismo, se informó que en las próximas semanas una comisión de padres del
estudiantes irá a Ginebra para denunciar “el
crimen de Estado del gobierno mexicano, lo marcó de la evaluación de México ante
el Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas”.
Hay que señalar que por los familiares, el único responsable de la
desaparición del estudiantes es el Estado mexicano, y no aceptan la versión del
gobierno que los culpables fueron sólo sicarios del crimen organizado. De allí
su decisión de ir a Ginebra a denunciar un crimen de Estado, y cuentan con el
apoyo de varios centros de derechos humanos.
Como ya se ha hecho costumbre en estas protestas por Ayotzinapa, los
participantes leyeron en voz alta el nombre de los 43 estudiantes, “porque no los olvidamos, y porque
nombrándolos les damos vida”, expresaron al público presente en la
concentración.
Después de este acto simbólico de nombrar a los 43 estudiantes, uno de los
organizadores explicó que esta movilización internacional es muy importante
sobre todo para ejercer presión en el gobierno mexica, presidido por Enrique
Peña Nieto, “para deje de mentir, de
reprimir, y nos devuelva con vida a nuestros compañeros estudiantes”.
Por último, “porque la lucha también
se hace con música”, la cantante Rosa Sánchez clausuró la concentración con
algunas canciones dedicadas a los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Octava
Jornada Global por Ayotzinapa
Ciudad
de México, 26 de enero de 2015. En lo que fue la primera movilización masiva de
este año, miles volvieron a salir a las calles, en la octava Jornada Global por
Ayotzinapa.
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