Texto: Mumia Abu-Jamal
Foto: hivesociety.com
Durante
mucha de la historia moderna de Estados Unidos, las temporadas de las
manifestaciones masivas han sido la primavera y el verano.
Vean las viejas fotos en blanco y negro de las manifestaciones anti guerra,
de derechos civiles y del poder negro en los años 60 y 70, y verán gente
vestida sencillamente en playeras o camisas y pantalón de mezclilla.
La manera de vestir reflejaba un clima templado. Como en la vieja teoría
militar, el terreno y condiciones eran importantes al planear las batallas.
Ahora vean la escena hoy. Cientos y cientos de miles de personas se reúnen
en temperaturas bajo cero, en vientos, lluvias, hasta nieve.
Esto es algo nuevo en los movimientos sociales, tal vez acentuado por los
medios sociales, pero aumentado también por un profundo sentido de que un
cambio tiene que venir en esta situación intolerable: la violencia policiaca
contra hombres y niños negros sin armas.
En todo movimiento de importancia en el siglo veinte, los latidos de
corazón de la gente negra han marcado el paso, y seamos realistas, a la gente
negra no le agrada mucho el clima frío.
Esto nos debe dar un sentido de la profundidad con la que estos asuntos
resuenan en la consciencia de los negros.
Ahora, después de los asesinatos de dos policías en Nueva York, algunos
políticos llaman a «suspender» las
marchas por respeto.
La pregunta surge: ¿Quién respeta a quién?
Cuando los policías asesinaron a Mike Brown, Eric Garner y Tamir Rice,
¿quién mostró respeto a estos jóvenes?
Brown fue literalmente demonizado por su asesino.
Garner, nos dijeron, era demasiado gordo para sobrevivir a su ahorcamiento
y debería haberse sometido humildemente frente al ataque contra su vida.
Tamir, un niño, era «grande para su
edad», y «espantó» a los
policías, dijeron.
Increíble.
Según el jefe de la unidad policial de negociaciones, Patrick Lynch, el
asesino de Garner era un «oficial modelo»,
un Eagle Scout que «sólo hacía su
trabajo».
Sí, cómo no, asesinar a un hombre estrangulándolo por sospechar que vendía
un cigarrillo. Muy respetuoso, ¿no?
Una reportera muy dedicada a exponer y poner fin al linchamiento, Ida B.
Wells estaría asombrada al ver en el siglo 21 la facilidad con la que la gente
negra puede ser asesinada por la policía, sin debido proceso.
Al escudriñar Nueva York, Cleveland, Ferguson y otras ciudades, sus ojos
penetrantes tal vez reconocerían «la ley
de linchadores» que sigue vigente hoy en día.
(Por cierto, la periodista y activista Ida B. Wells, del condado de Pittsylvania en el estado de Virginia, nos dice que el verbo «linchar» viene de alrededor de 1790, cuando el Coronel William Lynch ahorcó a la gente que robaba caballos, sin juicio o debido proceso. De ahí, el término «linchar» y «la ley de linchadores»).
Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.
–© 14 maj
23 de diciembre de 2014
Audio grabado por Noelle Hanrahan: http://www.prisonradio.org/
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
23 de diciembre de 2014
Audio grabado por Noelle Hanrahan: http://www.prisonradio.org/
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
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