Hoy 29
de enero, las y los integrantes de la Asamblea General del Pueblo de San
Dionisio del Mar cumplen 3 años de haber empezado su resistencia en contra del
proyecto eólico que amenaza a su comunidad, condenando al olvido su relación
histórica con el mar para sustituirle un régimen de explotación industrial y
comercial. A lo largo de los últimos 3 años, la lucha de San Dionisio del Mar
ha estado evolucionando, para pasar de una resistencia en contra de un
megaproyecto a una lucha por la autonomía: en un sistema en el que las
transnacionales y los gobiernos trabajan de la mano para imponer su dominio y
favorecer sus propios intereses, la autodeterminación aparece como la única
solución.
Sin embargo, luchar por la autonomía no es nada fácil. Desde que empezó su
resistencia, el pueblo de San Dionisio tuvo que enfrentarse a un sinfín de
actos de violencia y hostigamiento orquestados por el Estado, mediante
herramientas legales e ilegales, y el uso de la fuerza tanto de la policía como
de grupos de choque. El golpe más reciente que sufrieron tuvo lugar hace unas
semanas: en diciembre de 2014, el gobierno del Estado y el Organismo Público
Local Electoral del Estado de Oaxaca (OPLE) intentaron imponer una
elección extraordinaria en San Dionisio del Mar, con el apoyo de representantes
del PRD, del PRI, del PAN y del PSD.
Al oponerse a esa elección –que no es nada sino un maquillaje para intentar
apoderarse de la autoridad municipal y así garantizar el desarrollo del
megaproyecto– , varixs pobladores fueron agredidxs. El viernes 5 de diciembre1, un grupo de priista armados con
piedras, palos y armas de fuego atacó a miembrxs de la asamblea, dejando un
saldo de diez y seis personas heridas, entre ellas una mujer embarazada, un
compañero herido de bala y muchos descalabrados por piedras. El 14 de diciembre2,
57 camionetas de la Policía Estatal irrumpieron en la comunidad, derribando la
barricada colocada a la entrada del pueblo por la Asamblea General y agrediendo
a quienes se encontraban en ella con gases lacrimógenos y balas de goma.
A pesar de todo, la comunidad logró resistir y sigue resistiendo. «Estar en
contra del gobierno no es una lucha de una semana, a lo mejor puede ser una
lucha de toda la vida, porque los intereses son grandes», comenta un miembro de
la comunidad, «por esos decimos que la asamblea está viva, y ahora más que
nunca».
A continuación les compartimos un video en el que un habitante de la
comunidad huave habla más en detalle del proceso de resistencia de su pueblo:
Lucha por la
autonomía en San Dionisio del Mar, Oaxaca
Publicado el 28/01/2015
El 29 de
enero, las y los integrantes de la Asamblea General del Pueblo de San Dionisio
del Mar cumplirán 3 años de haber empezado su resistencia en contra del
proyecto eólico que amenaza a su comunidad, condenando al olvido su relación
histórica con el mar para sustituirle un régimen de explotación industrial y
comercial. A lo largo de los últimos 3 años, la lucha de San Dionisio del Mar
ha estado evolucionando, para pasar de una resistencia en contra de un
megaproyecto a una lucha por la autonomía: en un sistema en el que las
transnacionales y los gobiernos trabajan de la mano para imponer su dominio y
favorecer sus propios intereses, la autodeterminación aparece como la única
solución.
“Estar en
contra del gobierno no es una lucha de una semana, a lo mejor puede ser una
lucha de toda la vida, porque los intereses son grandes”, comenta un miembro de la comunidad, por esos decimos que “la asamblea está viva, y ahora más que
nunca”.
Un programa mucho más amplio
de desarrollo capitalista
El conflicto y proceso de resistencia que vive la comunidad de San
Dionisio del Mar no es nada aislado. En el Istmo de Tehuantepec – que abarca
los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz – se encuentra la mayor
concentración de proyectos de parques eólicos de América Latina: en la zona,
fue prevista la construcción de 28 parques, de los cuales 15 ya fueron
finalizados, despojando miles de hectáreas de tierras comunales.
Además, estos proyectos son parte de un programa
mucho más amplio de desarrollo capitalista: el Plan Puebla-Panamá, rebautizado en 2008 Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, más conocido
como Proyecto Mesoamérica, el cual
implica a 10 países: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras,
Nicaragua, Panamá, Colombia, República Dominicana y los estados del Sur-Sureste
de México (Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco,
Veracruz y Yucatán).
Entre los proyectos que se priorizan en la agenda
se encuentran las interconexiones eléctricas, la interconexión de la
infraestructura de transporte y telecomunicaciones, la facilitación comercial y
competitividad, y una supuesta atención a proyectos en áreas sociales como salud,
medio ambiente, gestión del riesgo y vivienda. Pero bajo este disfraz del “desarrollo” y mejoramiento de la
calidad de vida de los habitantes de Mesoamérica, el proyecto lleva como
objetivo central – además de aprovechar la mano de obra barata– controlar el
mercado y los recursos naturales de la región con el fin de garantizar el
suministro energético de los países ricos del norte y servir los intereses de
las grandes transnacionales. Cabe subrayar que este proyecto no es el único de
este tipo, sino una manifestación concreta de una estrategia de reordenamiento económico-político
continental global3.
Cuando
megaproyectos y expansión de la presencia militar y paramilitar van de la mano
También cabe destacar que para que las transnacionales puedan
desarrollar sus megaproyectos, es necesario lograr el control territorial de
las zonas consideradas estratégicas. Eso implica una lucha en contra de las
poblaciones indígenas y campesinas en resistencia, mediante el uso de
herramientas tanto legales como militares. Así, el Proyecto Mesoamérica integra
otro ingrediente importante: el de la «Seguridad
Regional». En la Declaración de Guanacaste, producto de la XI cumbre del
proyecto que tuvo lugar en Costa Rica en julio de 2009, se encuentran 10 puntos
dedicados solamente a la «cooperación
internacional en el combate a la delincuencia organizada transnacional».
En esa parte de la estrategia, los Estados Unidos
toman un papel central. Así, en la misma declaración, se planteó también
«reiterar la solicitud al Gobierno de los Estados Unidos de América para
incrementar los recursos de cooperación que destina a esta materia.» En el caso
de México, la colaboración se llama Iniciativa Mérida: «un programa histórico de cooperación (…) que proporciona habilidades técnicas y asistencia a México para la
profesionalización de la policía, la reforma judicial y penitenciaria, el
reforzamiento de las tecnologías de información, el desarrollo de
infraestructura, la seguridad fronteriza y el fomento de una cultura de la
legalidad.»4
Mientras los megaproyectos se esconden detrás de
argumentos que promueven el bienestar y desarrollo de los pueblos, la creciente
(para)militarización viene encubierta del discurso de las guerras contra
el terrorismo y el crimen organizado. Pero esas dos dinámicas son parte de una
misma estrategia: la de asegurar –en un contexto de crisis económica-financiera–
el predominio de los intereses de las grandes potencias mediante el impulso de
su complejo industrial-militar. La dominación a través de proyectos de
«integración y desarrollo» no es más que una guerra, menos visible y evidente
que otras, pero que al fin y al cabo trae consigo los mismos beneficios para
los de arriba, y las mismas consecuencias destructivas para el pueblo.
Los ataques que está sufriendo la comunidad de San
Dionisio del Mar –así como sus comunidades vecinas y hermanas tales como San Francisco
del Mar, Álvaro Obregón, Santa María Xadani o Juchitán de Zaragoza, y muchos
otros pueblos de México y del mundo– se encuentran en este escenario. Estar al
tanto, entender, acompañar, solidarizarse y aprender de sus luchas parece ser
necesario ahora más que nunca.
1 https://tierrayterritorio.wordpress.com/2014/12/05/priistas-agreden-a-balazos-a-la-asamblea-general-del-pueblo-de-san-dionisio-del-mar-intentan-imponer-la-realizacion-de-elecciones/
2 https://tierrayterritorio.wordpress.com/2014/12/15/141214-comunicado-irrumpen-elementos-de-la-policia-estatal-y-ministerial-en-san-dionisio-del-mar/
3 Para
citar otro ejemplo, podemos hablar de la Iniciativa para la Integración de la
Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que comprende más de 500
proyectos organizados bajo diez ejes de “Integración
y Desarrollo” en América del Sur.
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