25 / marzo / 2015
Por Luna Mashkirhay
“El agua nos une a todos y todas, y a la
humanidad con la naturaleza”.
El agua es vida. ¿Cuántas veces hemos
escuchado esta frase? En lo particular muchas, muchísimas, creo que desde toda
mi vida escolar y claro, en mi casa.
El agua es un elemento de
la naturaleza que necesitamos permanentemente para desarrollar nuestras actividades
(la necesitamos en las labores de la casa para lavar la ropa, cocinar y
bañarnos; en las actividades productivas como en la agricultura, la ganadería,
la pesca y la industria; la necesitamos para mantener la salud del cuerpo
humano, pues más del 70% de él, está conformado por agua; bueno y así,
podríamos enumerar muchas otras cosas en las que el agua tiene que intervenir
para que esto funcione bien).
REALIDAD UNO: el agua es VITAL (vital,
del latín vitalis, aquello
perteneciente o relativo a la vida o, en otras palabras, a la existencia o la
capacidad de nacer, crecer, reproducirse y morir de los seres orgánicos). Ojo: Esta realidad no aplica para el ser
vivo que no necesite el agua para vivir y/o funcionar.
REALIDAD DOS: la mayoría de las sociedades modernas están fundadas bajo un modelo de
desarrollo económico capitalista neoliberal, que sustenta su existencia
en que los grandes inversionistas son dueños del capital y tienen la capacidad
de disminuir el poder de los Estados; este sistema permanece por la explotación
hacia el hombre y a la mujer y, sigue acrecentándose por la explotación y
degradación de la naturaleza.
Y
así, sabiendo cómo se sustenta el sistema capitalista, podemos suponer que esos
grandes “inversionistas”, se han dado
cuenta de lo “vital” que es el agua
para el buen funcionamiento social, productivo, cultural y para la propia
existencia de los seres vivos.
Por
lo anterior, y en articulación con el gobierno federal, la CONAGUA ha
lanzado la propuesta de Ley de Aguas (Ley Korenfeld), que principalmente
se caracteriza por violar los derechos de los pueblos y la
normatividad vigente para favorecer a los grandes inversionistas en agua,
energéticos, minería y agroexportaciones, con los siguientes proyectos y
políticas:
Trasvases:
Canal Centenario (Nayarit), Acueducto Independencia (Sonora), Monterrey VI, 4ª
Etapa Cutzamala (Edo. Mex.), Túnel Emisor Oriente/PTAR Atotonilco, Cacahuatepec/Parota
(Guerrero), Zapotillo (Jalisco), Paso de la Reina (Oaxaca).
Presas
hidroeléctricas mal diseñadas y privatizantes: Las Cruces (Nayarit), La Parota
(Guerrero), Zapotillo (Jalisco), Jalcomulco y las 121 restantes propuestas para
Veracruz.
Complicidad
con empresas para no sancionarles por el envenenamiento (derrames tóxicos) de
los ríos Santiago, Sonora, Atoyac, Bravo, entre otros; Contaminación como en
los pueblos de Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Promoción
de la sobreexplotación y el acaparamiento de aguas subterráneas, resultando en:
el desecamiento de las aguas de los pueblos originarios; la desertificación de
las tierras agrícolas en Sinaloa, Sonora y Chihuahua; daños a la salud por el
consumo de aguas “fósiles” en Chihuahua y Aguascalientes; así como la
destrucción de viviendas y escuelas por grietas y hundimientos en los valles de
México y Toluca.
Privatización
y mercantilización del agua en centros urbanos, en donde se garantizará el agua
potable a industrias y embotelladoras, dejando a millones dependientes de pipas
y el tandeo.
La
facilitación del proyecto Aeropuerto Texcoco, el cual pone en riesgo la futura
viabilidad hídrica-urbana del centro político y económico del país.
Ante este contexto, en el país
cientos de organizaciones civiles, académicas y ciudadanía en general se han
pronunciado en contra de dicha propuesta de ley.
Sumándose a dicho
movimiento nacional a favor del agua, en Nayarit, el Consejo Indígena
Náyeri ayer lunes 23 de Marzo en rueda de prensa hizo público su
posicionamiento en rechazo a la Ley de Aguas promovida por CONAGUA.
Julián López Cánare, miembro y vocero del Consejo Indígena Náyeri fue el
encargado de hacer público dicho posicionamiento. Estos son algunos de los puntos
que externan:
“La Ley Korenfeld profundizaría la actual crisis del campo al sujetar las
aguas nacionales a dinámicas de compra-venta, eliminando los derechos de los
núcleos agrarios y los pueblos rurales e indígenas y exacerbando su
vulnerabilidad en materia alimentaria; priorizaría el agua para la minería
tóxica (la cual no requeriría de concesión) y el fracking; eliminaría los espacios de
participación; y permitiría
que la CONAGUA hiciera uso directo de la fuerza pública para imponer sus
decisiones”.
“Exigimos el reconocimiento a la Iniciativa Ciudadana de la Ley General de
Aguas, la cual propicia el control social de los recursos hídricos, y vela así
por el futuro de las y los mexicanos. Nos comprometemos con la lucha por lograr
la aprobación y puesta en marcha de la Propuesta Ciudadana de Ley General de
Aguas, elaborada a través de un amplio proceso colaborativo para garantizar el
acceso equitativo y sustentable al agua a través de la participación de la
ciudadanía, tal como exige la reforma constitucional reconociendo el derecho
humano al agua que exige el acceso equitativo y sustentable al agua, a través
de la participación ciudadana”.
Además, este espacio fue
utilizado para solidarizarse con los y las presas políticas por defender el
agua. Mencionan:
“Responsabilizamos a la CONAGUA por las condiciones que resultaron en el
asesinato de: Antonino Flores Bautista, J. Santos Flores de la Cruz, Manuelita
Solorio, Ismael Solís, Alberto Almeida. Asimismo exigimos la liberación de los
presos Mario Luna y Fernando Jiménez de la Tribu Yaqui, María de la Cruz y
Marco Antonio Suástegui de Guerrero, Eduardo Mejía Nava de San Bartolo
Ameyalco, Teresita Brito Piña y Alfredo Esquivel y Cab de Quintana Roo, así
como el levantamiento de los cargos fabricados en contra de Enedina Rosas Vélez
y Abraham Cordero de Puebla”.
De esta forma,
el Consejo Indígena Náyeri que actualmente se encuentra en defensa de su
territorio y del río San Pedro por la posible construcción de la presa
hidroeléctrica Las Cruces, alza voz para rechazar la Ley de Aguas. Además, se
dice en pie de lucha para desarrollar distintas acciones a favor de la vida.
La rueda de prensa
finaliza. Los medios locales se retiran a cubrir otra nota (creo tiene que ver
con los matrimonios del mismo sexo). Nos quedamos platicando solo algunos
compañeros y compañeras, Julián nos dice lo preocupado que está por todo lo que
viene haciendo el gobierno en sus tres niveles con la legislación, con la
utilización de la represión para generalizar el miedo, en fin, muchas otras cosas.
Veo su mirada, y más que de preocupación, a mí me transmite una mirada de
dignidad y rabia. Él es una semilla que hace que su mirada se expanda en otros
y otras, al menos en mí si lo logra.
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