Desde
el 2012, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Caja de Ahorro de los
Telefonistas (SNTCAT) está en lucha contra la burocracia sindical -que al mismo
tiempo es la patronal- y el gobierno, en defensa de los derechos laborales y la
democracia sindical.
La Caja de Ahorro de los Telefonistas pertenece al sector de
ahorro y crédito popular, que funciona desde 1995 como una cooperativa de
servicios financieros. Asocia a las y los trabajadores sindicalizados en el
Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) y de varias empresas
del sector como Telmex, entre otros. Genera remanentes cercanos a los 289
millones de pesos por año.
Historia de una lucha
Desde
hace varios años, los trabajadores organizados en el SNTCAT han denunciado que
la Caja de Ahorro de los Telefonistas se ha convertido en un negocio familiar
del dirigente del STRM, Francisco Hernández Juárez, que opera sin transparencia
y redituando grandes ganancias.
En 2013 el sindicato decidió irse a huelga exigiendo la
creación de un fondo para el retiro subsidiado por los trabajadores y la
patronal y el aumento en los días de “prima
de antigüedad”.
La huelga de 9 días demostró el carácter democrático del
sindicato, su disposición a la lucha, unidad y combatividad. Producto del
fortalecimiento de la dirección independiente que hasta la fecha ostenta ese
cargo, Hernández Juárez promovió, para las elecciones internas, una planilla
afín a sus intereses (la Verde). En la contienda del 2014 se presentaron dicha
planilla y la Naranja, que agrupa al sector combativo, la cual ganó la
Secretaría General, entre otros puestos importantes a nivel Nacional,
demostrando el respaldo de la base trabajadora a la dirección actual y el
ejercicio democrático en el sindicato.
A la vieja usanza priísta, Hernández Juárez
crea un sindicato paralelo.
Hernández
Juárez anunció la creación de un nuevo sindicato y amenazó en un acto público
con que “quien no se afilie a este, se
deberá atener a las consecuencias”. El actual dirigente de la UNT realizó
una supuesta asamblea constitutiva con 72 trabajadores para crear un sindicato
paralelo. Éste ha hostigado a todo aquel trabajador que permanezca en el SNTCAT,
ha logrado que 106 trabajadores se afilien al sindicato charro. Dicha campaña
de hostigamiento ha incluido acoso sexual contra las compañeras y el despido de
23 trabajadores.
La Caja de Ahorro enfrenta a un dirigente sindical que dice
hablar en nombre de los trabajadores y mantiene una política anti obrera para
los empleados de Caja de Ahorro, mientras permite la precarización laboral de
los telefonistas, avalando la creación de empresas terciarizadas que promueven
la subcontratación. La “opositora”
UNT hoy sólo se opone a la base trabajadora que demanda el respeto a sus
derechos sindicales y laborales.
Apoyar la lucha del SNTCAT
La
derrota o la victoria del SNTCAT sientan un precedente para el conjunto del
sindicalismo independiente y democrático. Hacia la próxima toma de nota, es
esperable que la planilla verde intente arrebatar la titularidad del contrato a
la dirección combativa. Esto dificultaría seguir luchando por la reinstalación
de los despedidos, contra el acoso laboral y sexual y por mejorar las
condiciones de trabajo.
Es fundamental que la base de la planilla Verde y la
planilla Naranja discutan una política unitaria para preservar la independencia
del sindicato y que el mismo sea un instrumento de lucha contra la miseria y
las explotación de los trabajadores telefonistas y no un apéndice de la
política colaboracionista de Hernández Juárez.
Las organizaciones políticas, de derechos humanos,
sindicales, los intelectuales progresistas y en particular la Nueva Central de
Trabajadores –de la cual forma parte el SNTCAT– y el SME, debemos impulsar una
gran campaña por la reinstalación de los despedidos, contra el acoso sexual a
las mujeres trabajadoras, por la independencia y democratización de las
organizaciones obreras y porque ningún trabajador o trabajadora más esté en la
calle, imposibilitado de llevar sustento a su familia.
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