Por
Pedro Echeverría V.
19
de julio de 2015
1. El
gobierno de Enrique Peña Nieto, junto a sus empleados, los directores del Instituto
Mexicano delSeguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad Social al
Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) niegan y hasta juran que no se
privatizarán esas instituciones de salud porque
desde que se fundaron -1944 el IMSS y 1960 el ISSSTE- los trabajadores
entregan obligatoriamente sus cuotas de sostenimiento. Sin embargo, conocidas
las enormes deficiencias de médicos, consultas, medicinas, hospitalizaciones,
camas, enfermeras, prácticas de subrogaciones y trabajadores recontratados y,
ahora, retiro de medicamentos del “cuadro
básico”, la privatización de esos servicios es imparable. ¿Aumentaran enormemente
las cuotas y darán de baja a los sectores que no puedan pagarlas?
2. Hasta
finales de los años setenta el gobierno de la burguesía “nacionalista”
controlaba más de 1,500 empresas estatales y paraestatales (bancos,
ferrocarriles, teléfonos, electricidad, petróleo, tierras ejidales, Conasupo,
siderúrgica, aviación) que competían con el sector privado. Sus funcionarios
eran muy corruptos, la mayoría de las empresas funcionaban con “pérdidas”, pero en tiempos de crisis
los trabajadores mantenían sus empleos y los sectores sociales mantenían sus
subsidios. En 1982 el FMI y el gobierno de De la Madrid firmaron la “carta de Intención” obligando al
gobierno de México a vender todas sus
empresas, a acabar con los subsidios, a debilitar al Estado y a iniciar un
proceso acelerado de privatización en todos los sectores (salud, educación,
vivienda)
3. El
decreto de la privatización abierta y total no se da de la noche a la mañana,
se prepara durante meses y años. Primero
los medios de información hacen campañas demostrando las deficiencias de la
institución, calumnian culpando a los trabajadores, sean profesores, médicos,
enfermeras y luego demandan la privatización propagando beneficios al
pueblo. Sin embargo las privatizaciones
que se impulsaron desde 1982 han creado más desempleo, más pobreza, miseria y
hambre entre la mayoría de la población. La privatización del IMSS y del ISSSTE
marcha desde 1982 y todos los males (falta de medicinas, hospitales, médicos)
que hoy son claros y muy evidentes son fruto de la privatización; sólo falta
que se reconozca y se decrete.
4. A una
primera etapa del capitalismo se le llamó de libre competencia; pasadas unas
décadas al otro período se llamó capitalismo colonial y monopolista, pero ya
desde fines del XIX se le ha conocido como capitalismo imperialista. En su
primera etapa pudo ser revolucionario porque destruía a la sociedad anterior,
vieja, atrasada y buscaba la modernidad impulsando el progreso y nuevas formas
de vida para la humanidad; pero una vez triunfante el capitalismo se organizó
en monopolios, impulsó las guerras e invasiones sobre países débiles. El
capitalismo imperial (o como hoy se llama economía global o globalizadora)
domina sin limitaciones en todo el mundo. Hubo un tiempo de capitalismos
nacionales; hoy los EEUU de los siete dominan el universo.
5. Los
ferrocarriles fueron vendidos a empresas yanquis y la mayoría desapareció;
Pemex, después de ser privatizado en partes, está siendo entregado a
inversionistas extranjeros; la electricidad cuenta con muchas empresas privadas
a su alrededor y solo se espera su remate total; Teléfonos fue vendido a Carlos
Slim y sus tarifas son de las más caras del mundo; las tierras ejidales fueron
vendidas a grandes terratenientes comerciales; la Conasupo fue enterrada para
beneficiar al comercio privado; los bancos después del grito “nacionalizador” de López Portillo ahora
pertenecen al capital extranjero, la compañías de aviación entraron en quiebra
para ser sustituidas por nuevas de grandes capitalistas privados.
6. El viejo
programa fascistoide privatizador del PAN, nacido en 1939 con la influencia de
los asesores hitlerianos y yanquis que disputaban el apoyo de México en la II
Guerra, es el que ha triunfado hasta hoy en política y economía en el país. Si
bien el PAN estuvo arrinconado hasta 1985 porque el gobierno priísta “nacionalista” determinaba todo, a
partir de entonces entendió que todas las reformas: relaciones con el Vaticano,
reforma agraria, las privatizaciones, el debilitamiento del Estado y la venta
de empresas, iban exactamente por el rumbo de su viejo programa anticomunista y
privatizador. El PRI incluso se corrió totalmente a la derecha y buscó incluso
cambiar su nombre con el de Partido Solidaridad.
7. Por ello,
es demasiado iluso, muy tonto, pensar en que en el capitalismo algo se puede
salvar de no ser privatizado de manera directa o ser privatizado sin decirlo de
manera abierta. Sólo podrá salvarse aquel sector donde los trabajadores luchan
en contra de manera frontal y abiertamente. Por ahora sólo veo a maestros de la
CNTE, a electricistas del SME, a estudiantes de la UNAM, Poli, UAM, UCM, etcétera,
a mineros, zapatistas. Los trabajadores del IMSS lograron mantenerse en
manifestaciones algunos años, pero
después el charrismo y traición de sus líderes los sometió; en el ISSSTE no hay
tradición de lucha, aunque podría surgir. Los profesores de la CNTE son por
ahora cobertura contra la privatización del ISSSTE; por ello debemos apoyarlos.
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