Por César Oróstegui,
militante de la Juventud Guevarista de Chile
Revista Nuestra América
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“Ellos
dicen que debes luchar fuego contra fuego. Nosotros decimos que se apaga mejor
el fuego con agua. No luchas contra el racismo con racismo, le luchas con
solidaridad. Decimos que no luchamos contra el capitalismo con capitalismo
negro, luchas contra el capitalismo con socialismo. Decimos que no vamos a
luchar contra los cerdos reaccionarios con reacción desde nuestra parte. Vamos
a luchar contra su reacción cuando todos nuestros pueblos se unan para hacer la
revolución proletaria internacional.”
Fred
Hampton
En Nuestra América, tanto Malcolm X como el
Partido de las Panteras Negras han sido poco estudiados por los
revolucionarios. Puede haber varios motivos para esto. Sin embargo, nuestro
principio internacionalista nos vuelve solidarios con las luchas del pueblo
Palestino, Mapuche, Saharaui, y los demás pueblos explotados y oprimidos del mundo.
La comunidad afroamericana estadounidense de los guetos no es ninguna
excepción.
El PPN
fue en su momento, sin lugar a dudas, la vanguardia en la lucha de dicho
pueblo. Su experiencia, registros, desafíos y ganadas nos pueden enseñar mucho.
Centrándome en el PPN, busco recordar dicho legado, haciendo no solo homenaje a
su lucha, sino que también recordando conceptos importantes para la lucha
revolucionaria venidera; principalmente dos: la autodefensa y el poder popular
armado.
Breve Contextualización
El surgir del PPN tiene, como todo proceso
histórico de la lucha de clases, una vertiente rica en momentos y fuentes. No
solo les acompañaba la guerra fría, la creciente oleada de movimientos anti
capitalistas y anti colonialistas a escala global, sino que también, a nivel
interno en EEUU, el movimiento por los derechos civiles estaba a flor de piel.
Liderado por Martin Luther King, éste buscaba sumar a la comunidad
afroamericana a la vida política civil de EEUU. Pregonaban la no violencia, la
protesta pasiva y depositaban su confianza en la legalidad de la cual buscaban
formar parte. La vereda revolucionaria y radical contaba con otro líder,
demonizado por unos y emulado por otros: Malcolm X. La autodefensa no era para
él solo un derecho, sino que un deber para cualquier persona o pueblo oprimido.
El tener armas para la autodefensa era una necesidad frente a una fuerza brutal
y asesina como la policía yanqui.
El
asesinato de Malcolm X el 21 de Febrero de 1965 llenó de rabia a gran parte del
pueblo negro mundial, sobre todo al ver que el FBI y la CIA estaban
involucrados. Así en Oakland California el 15 de octubre de 1966 Huey P. Newton
y Bobby Seale escriben el boceto fundacional del programa de 10 puntos del PPN.
Rápidamente se suman militantes al partido y sus fuerzas crecieron
exponencialmente. Siguiendo el principio de la autodefensa de Malcolm X y
manejando un conocimiento completo de las leyes estadounidenses con respecto al
porte de armas, hicieron uso de éstas de inmediato, patrullando y controlando a
la policía en los guetos, manteniéndola bajo constante vigilancia.
Las Tesis de Huey Newton para el Partido
Si bien Malcolm X reconocía la violencia
organizada como método necesario de lucha y resistencia, su pensamiento aún no
era socialista ni comunista (pero estaba cada vez más cerca de ello). Huey
Newton logró juntar la teoría revolucionaria de Marx con la praxis de Malcolm
X, Frantz Fanon, Mao Tse Tung y Che Guevara, generando una serie de tesis
dignas de estudio y debate, incluso para la actualidad. [1]
Newton
identifica al pueblo afroamericano como una colonia más dentro del
imperialismo. Si bien el proletariado es el antagonista estratégico para la
burguesía y el imperialismo según Marx, para las Panteras era el lumpen quien
debía llevar a cabo dicha tarea en EEUU al ser el pueblo colonizado. Así, se
propusieron aglutinar al lumpen afroamericano como fuerza social
revolucionaria, aliándose también con organizaciones de revolucionarios
asiáticos, latinos, hindúes, etc. Narcotraficantes, prostitutas y proxenetas
pronto fueron exiliados de sus barrios o, en la vasta mayoría de los casos, se
unieron a las filas revolucionarias del partido.
La
policía llega a formar así una fuerza ocupante ilegítima dentro del gueto
afroamericano. El deseo de emancipación de dicho pueblo hace que caiga sobre él
toda la fuerza de la represión, formándose un estado policial en las áreas
ocupadas por el imperialismo, el cual se expresaba de manera brutal dentro de
las propias fronteras de EEUU.
Los
disturbios en los guetos son el inicio de la rabia y del ánimo revolucionario
de emancipación, pero siguen siendo métodos artesanales de lucha. Mientras unos
ovacionaban los disturbios, Newton era crítico de éstos (sin desmerecerlos por
supuesto). El gueto debe ser organizado y armado, teniendo como objetivo llegar
al poder mediante la formación de un ejército popular. Sin embargo, los
representantes del movimiento afroamericano hasta aquél momento no representan
un poder real, sino uno abstracto, efímero. Esto ya que no basta con el ánimo,
el discurso, o incluso si tienes miles de seguidores, pues solo creando una
fuerza capaz de destruir el Estado racista y construir uno socialista se puede
ejercer el poder correctamente para el pueblo oprimido.
El PPN
debía, en consecuencia, llegar a ser la vanguardia del movimiento negro y
popular para conducirlo hacia dicha liberación. Este no debe ser clandestino en
un principio, y debe ganarse el respeto y la admiración del lumpen, de la clase
trabajadora y de los oprimidos tanto internos como externos de EEUU, fueran de
la raza que sea. Solo así se podía cumplir el objetivo de la revolución por la
liberación e inmediatamente por el socialismo.
Al
contrario de lo que muchos pueden creer, el PPN no era violento, o por lo menos
no de manera desenfrenada, desquiciada y racista como se les mostró en los
medios. Tampoco eran racistas, sino que superaron dichas fronteras y se dieron
cuenta que su enemigo no era el opresor blanco, sino que el burgués,
entendiendo que incluso éste podía ser negro, latino o de cualquier otra raza.
Así, se declaraban también internacionalistas y socialistas.
El Poder Popular Armado
Para ganarse la confianza y el apoyo del
gueto a lo largo del país, el PPN formó el programa de desayunos gratuitos para
niños y clínicas médicas gratuitas, contando con cientos de voluntarios,
alimentando y atendiendo también a miles de niños y pacientes respectivamente.
Así, cada intento de desmantelar dichos programas por COINTELPRO [2]
fue fuertemente resistido por la población local, la cual estaba armada y
preparada. Pronto el FBI y la CIA vieron que entre más represión aplicaban, más
resistencia obtenían.
Sumando
a esto el trabajo en sindicatos, escuelas de barrio, universidades (incluidas
algunas instituciones de la élite como Yale y Harvard con un estudiantado
blanco que no solo apoyaba, sino que también emulaba la praxis del PPN, pese a
su “condición de clase”) se generaron
conexiones de trabajo político revolucionario y auto-gestionado, obteniendo así
una experiencia de poder popular pocas veces conversado o recordado en la
historia de la izquierda revolucionaria. Lo relevante es que el PPN reconocía
que esta autogestión, este poder popular, sin la capacidad de autodefensa y
ofensiva mediante la posesión de armas y organización militar, no tenía valor
en lo absoluto, pues si existía sin las armas y sin la capacidad de su defensa
mediante la violencia orgánica, era solo porque el poder actual lo permitía.
La represión de COINTELPRO
Pese a haber logrado ser la vanguardia del
movimiento popular revolucionario dentro de su país [3], sus logros con el
poder popular armado, la exactitud de sus tesis y el apoyo internacional
recibido por varios países socialistas (entre ellos Cuba, China y Argelia), la
organización sufrió una represión logística con la cual jamás contaron.
La
destrucción del partido no podía ser mediante la fuerza bruta, por lo que
COINTELPRO aplicó el principio de dividir y conquistar. Sus puntos clave para
la división, supresión y aniquilamiento del partido también deben ser analizados,
pues nos brindan información clave con respecto al actuar mínimo que podemos
esperar de la represión contra cualquier organización revolucionaria seria. [4]
-La
unión de las organizaciones de poder negro debía ser evitada a toda costa, pues
podía iniciar una verdadera revolución negra en EEUU.
-Un “mesías” negro era intolerable. Malcolm
X podría haber sido dicho mesías, pero su muerte frustró dicha posibilidad. Si
Martin Luther King abandonaba sus tácticas pacifistas y se acercaba a las tácticas
violentas, podría pasar a ser un mesías como tal y una amenaza verdadera [5].
-Prevenir
violencia de cualquier organización negra nacional, pues esto, que servía de
propaganda, podía expandir dicho método, causando una verdadera amenaza a la
estructura de poder de EEUU.
-Evitar
que sus principales cuadros sean respetados, primero por la comunidad negra
moderada, segundo por la comunidad blanca de izquierda, y tercero y quizás más
importante, por los negros revolucionarios. Para esto la publicidad de los
medios no ayudará, pues dará credibilidad al PPN ante los tres grupos antes
mencionados.
Evitar
el crecimiento de las organizaciones de poder negro, sobre todo entre los
jóvenes.
El
crear desconfianza y sospechas internas en la población y por sobre todo entre
los mismos miembros del partido es una táctica necesaria para frustrar los
esfuerzos del PPN [6].
La
guerra contra Vietnam era cada vez más ilegítima y asesina a los ojos del
pueblo estadounidense, y el candidato demócrata Robert Kennedy fue asesinado
luego de ganar la elección por alcalde de California y declararse a favor del
repliegue y abandono de Vietnam. Todo esto potenció al PPN y con ello,
COINTELPRO se vio bajo la necesidad de quitar su atención de las demás
organización de liberación negra y así concentrarse de lleno en el partido que
Hoover declararía el 15 de Julio de 1969 como “la amenaza más grande a la seguridad interna del país”. Era
necesario desmantelar y destruir los colegios, iglesias y centros sociales que
albergaran los programas comunitarios de desayunos gratuitos para niños y las
clínicas gratuitas, ya no con violencia, sino que orgánicamente.
Los
militantes del PPN comenzaron a sufrir represión desde varios frentes. Unos
fueron acusados de porte ilegal de armas, de evadir impuestos, hostigados en
sus hogares, seguidos y torturados, sus familias amenazadas, organizaciones
aliadas amenazadas con ser asesinadas o encarceladas si no daban información
sobre las panteras, sus oficinas bombardeadas y sus principales cuadros
asesinados a sangre fría y sin piedad [7], como también la inserción de drogas duras
a los guetos donde trabajaban las panteras y la adicción que se pudo generar en
sus propios militantes [8].
Conclusiones
Dada la evidencia histórica y, dentro de lo
breve de este artículo, podemos sacar varios puntos a debatir desde la
experiencia revolucionaria del PPN, entre otras:
-Fue
una organización que comprendió la aplicación del método dialéctico a su
contexto.
-Lograron
ser los continuadores del legado de Malcolm X, como también identificar
correctamente el lugar y la importancia en la lucha de clases del lumpen
afroamericano.
-Comprendieron
la importancia del poder popular y la necesidad de que este fuese armado.
-Fueron
la vanguardia revolucionaria de su momento
-El
pacifismo no es una amenaza verdadera para el capital, el imperialismo, ni para
la burguesía.
Los
revolucionarios debemos estar constantemente actualizando tanto nuestros
métodos de autodefensa, como nuestros métodos ofensivos, ante una inevitable
reacción del imperialismo.
-Dan un
inicio a la teoría que sería posteriormente conocida como “colonialismo interno”. Ésta puede ser utilizada para comprender la
situación de varios pueblos en resistencia actualmente, como el Mapuche,
Palestino, Vasco y Saharaui, entre otros.
-Adicionalmente
el concepto de “estado policial”
tiene un correlato material e histórico en las luchas de los pueblos antes
mencionados. Tomemos también en cuenta que no solo el Wallmapu vive tal
represión, sino que también varias poblaciones de nuestro país están bajo un
estado policial, quizás menos evidente, como lo son La Pintana, la Villa
Francia, entre otras.
-Actualmente
la escalada de represión está en un alza que no se veía hace décadas. Vemos
esto en Perú, Chile, México, partes de Europa, Novorrusia, Kurdistán, etc. Sin
ir más lejos, en el propio EEUU la población negra está sufriendo una oleada de
represión y un estado policial racista nuevamente. La experiencia del PPN nos
sirve como faro para iluminar ciertos puntos quizás olvidados, entender
patrones de reacción posible del imperialismo, pero por sobre todo, comprender
a qué punto puede llegar el aniquilamiento de un proyecto revolucionario
potente y serio, si éste no está preparado para resistir y perdurar con
disciplina y entrega militante.
Por
esto y todo lo anterior, creo que los revolucionarios latinoamericanos debemos
no solo recordar u homenajear a las Panteras negras, sino que también estudiar
sus logros y defectos, como cualquier otra organización revolucionaria debiese
ser estudiada. Y quizás con un poco de romanticismo de nuestra parte, entender
al pueblo afroamericano estadounidense también como parte de Nuestra América,
de nuestra lucha, de nuestros compañeros y compañeros, como también de nuestro
ejemplo a emular.
NOTAS:
[1] Basado en las obras de Huey Newton, Fear
and Doubt – The Functional Definition of Politics – in Defense of Self-Defense
– The Correct Handling of a Revolution.
[2] COINTELPRO: Counter
Intelligence Program, o Programa de Contra Inteligencia. Plan ilegal orquestado
por la CIA y el FBI para desmantelar el movimiento social en EEUU, nombrando al
PPN como la principal amenaza a la seguridad interna.
[3] Varias organizaciones
políticas, de todas las razas y lugares, aceptaron orgullosamente al PPN como
la vanguardia revolucionaria de su época, desde el reformismo hasta las
organizaciones revolucionarias internas y externas de EEUU.
[4] Estos puntos son tomados de
un Memo que J. Edgar Hoover, Director del FBI de la época, escribió a las
oficinas de COINTELPRO, el 4 de Marzo de 1968, como también de G. C. Moore a W.
C. Sullivan, mentes maestras detrás del programa de contra inteligencia, el 29
de Febrero de 1968.
[5] Antes de morir, varias notas,
discursos y cartas de Martin Luther King Jr nos evidencian que comenzaba a
entender que el pacifismo no funcionaba como método de lucha y resistencia en
EEUU. Sin embargo, consolidar dicho pensamiento fue imposible, pues fue
asesinado previamente a la maduración de su pensar. Por lo tanto no podemos
asegurar ni hacer más que especular al respecto.
[6] Memo de G. C. Moore a W. C.
Sullivan, Septiembre 27, 1968.
[7] Debo mencionar en este punto
a quien fuera quizás el cuadro más influyente y peligroso del PPN de Chicago,
Fred Hampton. Su poder de convocatoria, oratoria y consecuencia era tan grande
que a sus prematuros 21 años, fue asesinado en silencio en su propio
departamento. Ahí también fue asesinado un compañero de él, Mark Clark. Su
novia, Deborah Johnson, estaba embarazada y dormía al lado de él cuando sucedió
todo. Fue sacada de la habitación, amordazada, torturada y posteriormente
liberada. Su bebé, Fred Hampton Jr, nació sano. El documental de 1971, “The Murder of Fred Hampton” entra en
detalle sobre este cobarde acto terrorista. Posteriormente se supo que fue el
propio guardaespaldas de Hampton el traidor quien dio información de su
paradero, pagado por COINTELPRO.
[8] Esto generó un quiebre
definitivo del partido en tres partes. El mismo Huey Newton, genio detrás del
partido, cayó ante la adicción a la pasta base y fue asesinado tras un negocio
fallido con un narcotraficante de su población el 22 de Agosto de 1989.
BIBLIOGRAFÍA:
Black Against Empire – The History and Politics of the
Black Panther Party: Bloom J, Martin W. 2013. University of California Press
The Autobiography of Malcolm X: X, Malcolm, Haley. A.
1965. Edición 2007. Penguin Books
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