Escrito por Ricardo Flores Magón
Publicado en Regeneración,
25 de febrero de 1911.
Proyecto Ambulante
Sábado, 21 Noviembre
2015
Siempre es pertinente denunciar a
los traidores
Doroteo Arango,
La Voz del Anáhuac.
21 de noviembre de 2019.
La Voz del Anáhuac.
21 de noviembre de 2019.
A continuación se transcribe
un artículo de Ricardo Flores Magón publicado el 25 de febrero de 2011, en el
periódico Regeneración (a poco más de tres meses de iniciado el alzamiento
maderista de 1910). En este escrito, de manera directa e implacable, Flores
Magón denuncia a Madero como traidor, como enemigo de clase de los trabajadores.
Lo hace desde una prisión en Estados Unidos y llama a sus compañeros liberales
y al pueblo todo a no dejarse engañar.
Siempre es importante publicar y releer los escritos
magonistas. Pero este en especial, ahora que recién se ha cumplido el 109 aniversario del inicio de la lucha armada que la historia oficial denomina “revolución mexicana” y que en el ámbito
nacional el “nuevo PRI” impone las
llamadas “reformas estructurales” y
lleva adelante una guerra contra los profesores, contra los normalistas, contra
los pueblos originarios y campesinos que resisten contra el despojo y contra
los megaproyectos neoliberales de destrucción y muerte, como en su momento lo
hizo el déspota y criminal dictador Porfirio Díaz.
Díaz
se apoyó en un grupo llamado los “científicos”
para validar su ofensiva contra los pueblos yaquis, rarámuris y mayas, contra
los obreros y los campesinos. El actual gobierno lo hace con la complicidad de
los partidos políticos, utilizando a sus fuerzas armadas (policías, ejército,
marina, paramilitares y sicarios).
Algunos
ex magonistas, como Lázaro Gutiérrez de Lara, fueron cómplices de Madero. Gutiérrez
de Lara era muy conocido y respetado entre los libertarios magonistas, por su
participación destacada en la Huelga de Cananea, porque fue preso político,
porque al iniciarse el levantamiento armado se reincorporó a filas magonistas,…
pero para convencerlos de ponerse bajo las órdenes de Madero, traicionando
pues.
Cómplices
del actual gobierno son algunos ex “guerrilleros”,
como Jesús Zambrano en el llamado “Pacto
por México”. Hace 21 años, otro ex “guerrillero”
(Gustavo Hirales) fue parte de la comisión gubernamental que acudió a
Chiapas para “dialogar” con el EZLN.
Zambrano e Hirales fueron parte de la Liga Comunista 23 de Septiembre, fueron
presos políticos, luego de ser amnistiados, se reinsertaron a la sociedad, pero para ponerse al servicio de los
que a muerte habían combatido.
Otros
ex “guerrilleros” se hicieron
cómplices de los paramilitares del MULT-PUP en los crímenes cometidos contra el
Municipio Autónomo de San Juan Copala de 2010 a la fecha. También fueron cómplices
en el intento de desalojo mediante un ataque de corte paramilitar en el
Auditorio Che Guevara de la UNAM, el 3 de marzo de 2014. Estos otros tienen un
pasado “glorioso”: fueron guerrilleros, presos políticos y ahora
se presentan como “defensores de los
derechos humanos”, pero evidentemente sirven al poder. Sí, nos referimos a
los Cerezo.
Y ahora, en plena "Cuarta Transformación" ¿qué decir de quienes ayer en la "izquierda" electoral y parlamentaria se "oponían" a los proyectos neoliberales del PRI y el PAN, y ahora, desde Morena los defienden: ¿no son el mal llamado "Tren Maya", el Corredor Transístmico, el Proyecto Integral Morelos, parte de los que en tiempos neoliberales llamaron "Plan Puebla-Panamá"?
En su tiempo, algunos excompañeros de Ricardo Flores Magón lo tildaron de "loco" por ser congruente con sus ideas anarquistas y negarse a aliarse con Madero, por decir claro que una verdadera revolución no es la que quita a un dictador para encumbrar a otro. A Villa nunca lo bajaron de "robavacas" y a Zapata lo presentaron como el "Atila del Sur". Así ahora han desatado campañas de odio contra el EZLN por no creerle ni un tantito al nuevo "mesías" y a su 4T, por sostener la lucha contra el despojo, la destrucción y la muerte que vienen implícitos en sus "proyectos prioritarios".
Y ahora, en plena "Cuarta Transformación" ¿qué decir de quienes ayer en la "izquierda" electoral y parlamentaria se "oponían" a los proyectos neoliberales del PRI y el PAN, y ahora, desde Morena los defienden: ¿no son el mal llamado "Tren Maya", el Corredor Transístmico, el Proyecto Integral Morelos, parte de los que en tiempos neoliberales llamaron "Plan Puebla-Panamá"?
En su tiempo, algunos excompañeros de Ricardo Flores Magón lo tildaron de "loco" por ser congruente con sus ideas anarquistas y negarse a aliarse con Madero, por decir claro que una verdadera revolución no es la que quita a un dictador para encumbrar a otro. A Villa nunca lo bajaron de "robavacas" y a Zapata lo presentaron como el "Atila del Sur". Así ahora han desatado campañas de odio contra el EZLN por no creerle ni un tantito al nuevo "mesías" y a su 4T, por sostener la lucha contra el despojo, la destrucción y la muerte que vienen implícitos en sus "proyectos prioritarios".
Este
comentario lo consideramos pertinente porque en nuestro actuar como adherentes
de la 6ª, no estamos de acuerdo en compartir nuestro andar con quienes utilizando
careta de izquierda trabajan para nuestros enemigos.
FRANCISCO
I. MADERO ES UN TRAIDOR A LA CAUSA DE LA LIBERTAD
Ricardo Flores Magón
Regeneración,
25 de febrero de 1911.
El lobo se ha despojado de la piel de oveja y ha mostrado
los colmillos y las garras. El histrión de la democracia no pudo representar
por más tiempo su papel. Francisco I. Madero, el menguado politicastro, el
vulgar ambicioso que quiere encaramarse sobre los hombros del pobre pueblo para
cobrar los supuestos servicios que le ha prestado, acaba de echarse en un charco:
el de la traición.
Ya es sabido, porque lo
publicamos en Regeneración, que el compañero Prisciliano G. Silva tomó
Guadalupe, Chih., el día ocho del corriente, apoderándose de valiosos elementos
de guerra, abundantes provisiones, vestidos y otras cosas necesarias para la campaña.
El compañero Silva me decía en una carta, refiriéndose al espléndido botín de
guerra que había capturado: Con estas
armas vengaremos las humillaciones de que ha sido víctima nuestra raza; con
estas armas redimiremos al proletariado de México.
¡Ah, noble compañero, te
equivocaste! Esas armas que iban a servir para emancipar a los trabajadores
mexicanos, sirven en estos momentos para apoyar las ambiciones de Francisco I.
Madero. Esas armas iban a servir para romper las cadenas del proletariado
mexicano; pero ahora, en manos de Madero, servirán para remacharlas.
LAS
ESPERANZAS DE SILVA
El compañero Prisciliano G. Silva esperaba en Guadalupe la
incorporación de cincuenta hombres que se había separado de la columna del
maderista Pascual Orozco por no simpatizar con los principios personalistas.
Esperaba Silva, además, la incorporación de la importante columna del jefe
Gabino Cano, quien, maderista al principio de la lucha, por creer
equivocadamente que el Partido Liberal trabajaba de acuerdo con el maderismo,
se convenció, al fin, de su error y había prometido a nuestro compañero
unírsele para continuar juntos la campaña por la redención del pueblo pobre de
México; Cano tuvo que traer al lado norteamericano a catorce heridos
insurgentes, y tenía el propósito de marchar a reunirse con el compañero Silva
en Guadalupe.
LA TRAICIÓN
Madero supo las intenciones del compañero Cano, y, para
evitar que las fuerzas del compañero Silva se robustecieran, delató a Cano ante
las autoridades federales de los Estados Unidos, dando por resultado el arresto
de Cano, quien se encuentra preso, acusado tal vez de violación a las leyes de
neutralidad. En seguida Madero envió un correo a Silva ordenándole que asumiera
el cargo de jefe maderista. Como era natural, el compañero Silva envió a paseo
al histrión Madero. Entonces recurrió éste a la infamia: fingió abrigar los
mejores deseos para el Partido Liberal, fingió no tener encono alguno contra
Silva y se presentó amigablemente en Guadalupe al frente de unos quinientos
hombres. Con zalamerías de prostituta y sonrisas de afeminado e insinuoso como
una víbora, Madero brindó su amistad al compañero Silva y le propuso que se
unieran por el momento para resistir el ataque de las fuerzas de Navarro, que
en número de 800 hombres se dirigían sobre Guadalupe. La honradez siempre es
confiada, y el pobre anciano Silva convino en luchar en combinación con los
maderistas para resistir el ataque del enemigo común.
EL ARDID
INFAME
Moría la tarde del 16 del corriente. La fuerza liberal se
disponía a descansar cuando Madero anunció que el enemigo se encontraba al
frente. Nuestros bravos compañeros se dispusieron, desde luego, a la lucha. Se dio
la orden de que los nuestros se dividieran en cuatro columnas, intercalándose
columnas maderistas. Honrados todos los nuestros, no desconfiaron de que se les
estaba preparando la infame trampa en que debían caer todos, todos sin
excepción. El entusiasmo de nuestros compañeros era indescriptible; por fin
iban a luchar, por fin se presentaba la ocasión de medir sus fuerzas con los
sicarios del despotismo. Avanzaron los nuestros, mientras el jefe Silva era
llamado por Francisco I. Madero, con el pretexto de estudiar el plan de resistencia...
Momentos después, un anciano, atado codo con codo y fuertemente escoltado por
los esbirros de Madero, dirigía sus viejos ojos hacia la nube de polvo que se
veía a lo lejos levantada por la marcha de sus hermanos. Ese anciano era el
leal y valeroso soldado de la revolución social, el amigo y defensor del
proletariado: Prisciliano G. Silva.
EL NUEVO
DICTADOR
Silva fue hecho prisionero por Francisco I. Madero porque no
quiso reconocerlo como Presidente provisional de la República Mexicana. Madero,
cuando tuvo a Silva entre sus garras, cuando ya la fuerza liberal estaba lejos,
lo intimó para que le hiciera los honores de un Primer Magistrado. Silva,
libertario, se rehusó a reconocer al mentecato. Ningún libertario debe
reconocer amos en la Tierra.
EL DESPOJO
Llevada a cabo la cobarde hazaña, Madero y sus compinches se
lanzaron a caballo hacia donde marchaban liberales y maderistas a encontrar al
supuesto enemigo. Mandó hacer alto el payaso del sufragio efectivo, y dijo a las tropas: Soldados de la libertad: creo que me habéis reconocido como vuestro
Presidente único, como vuestro jefe que se sacrifica por vosotros aceptando
ocupar un cargo tan difícil como es el de la Presidencia de la República. Sólo
porque vosotros lo ordenáis, os obedezco; seré Presidente y os ofrezco gobernar
con la ley. Todos vosotros tendréis derecho a votar, y eso os dará la felicidad.
LA PROTESTA
De las bocas de nuestros compañeros salió este grito: no
queremos amos; queremos tierra y libertad. La boleta electoral no nos dará de
comer.
Al oír esas palabras de
viril protesta, el Iscariote Madero ordenó a sus esbirros que nuestros
compañeros fueran hechos prisioneros y se les quitasen las armas, las
provisiones, los caballos, los carros de transporte, los vestidos, todo lo que
habían conseguido en Guadalupe, y quedaran arrestados también. Sólo ocho de
nuestros compañeros pudieron escapar de las garras del novel tiranuelo, del tan
aclamado Madero, cuya pérfida acción lo presenta como un ambicioso vulgar que
no quiere otra cosa que llegar a ser Presidente para sacar del pobre pueblo los
miles de pesos que ha gastado en la revuelta.
LA ACTITUD
DE LÁZARO GUTIÉRREZ DE LARA
Lázaro Gutiérrez de Lara ha representado en este asunto un
importante papel. Este individuo estuvo explotando en esta ciudad unas vistas (nombre
con que se nombraban en aquél entonces a las películas cinematográficas),
declarando que el producto lo invertiría en su marcha para México, adonde iba a
tomar parte en la Revolución. En efecto, con ese dinero marchó a El Paso, donde
estuvo dando conferencias de paga, haciendo entender que los productos iban a
ser destinados a la Revolución. Los liberales ayudaron a De Lara porque,
habiendo aparecido artículos suyos en Regeneración lo creían de alguna manera
ligado a los trabajos del Partido Liberal, como en efecto fue así en lo que
respecta a la propaganda de los principios del Partido. Nadie podía sospechar
que De Lara -que había recibido dinero de los liberales, que había obtenido
dinero del grupo Regeneración, de esta ciudad, para sus gastos de viaje, que
hablaba en El Paso a favor del Partido Liberal y que en todos sus actos se
mostraba como sostenedor de los principios de emancipación económica del
proletariado- se pasara, con armas y bagajes, al maderismo.
Después de que Silva
hubo tomado Guadalupe se le presentó Gutiérrez de Lara con 28 norteamericanos,
diciendo que iba a incorporarse a esa columna liberal. El compañero Silva no
tuvo ninguna desconfianza de quien tanto había hablado en favor del Partido
Liberal, y lo admitió, dándole la jefatura del grupo de norteamericanos
aventureros.
Cuando ocurrió el
arresto del compañero Silva, Gutiérrez de Lara mandó a sus norteamericanos que
obedecieran a Madero, y él mismo se puso a las órdenes del millonario, del
enemigo jurado de la clase trabajadora, del burgués que hace derramar la sangre
del pueblo para llegar a ser Presidente de la República.
Compañeros: a vosotros
toca juzgar la conducta de Gutiérrez de Lara; pero antes responded a esta
pregunta: ¿puede un hombre que lucha por la clase trabajadora ingresar a un
partido enemigo acérrimo del proletariado, como es el maderista?
De Lara, ahora, es uno
de los favoritos de Madero en la columna de este payaso.
¿QUÉ QUIERE
MADERO?
Quiere lo que ha querido siempre: ser Presidente de la
República, esto es, estar en condiciones de poder aumentar todavía más su
enorme capital, pues ese individuo es millonario. Para conseguir su propósito,
Madero ha recurrido a toda clase de malas artes; el engaño, la adulación a las
masas, la intriga, la hipocresía y, por fin, el crimen, porque crimen es tomar
la parte del tirano para desarmar y aprisionar a los defensores de la libertad.
Madero es un miserable
delator de los revolucionarios que luchan por principios: la prueba está en la
aprehensión de Gabino Cano, por la denuncia que hizo Madero a las autoridades
federales de los Estados Unidos para que cayese ese luchador tan sólo porque es
liberal.
Aprovechándose Madero de
la circunstancia de estar presos en los Estados Unidos algunos de los miembros
de la Junta Organizadora del Partido Liberal, y de andar los demás perseguidos
de cerca por la policía de México y de este país, mandó agentes a todos los
Estados de la República con instrucciones de conferenciar con los miembros del
Partido Liberal, a quienes se hizo creer que la Junta estaba de acuerdo con la
campaña política antirreeleccionista. La Junta no pudo protestar contra el vil
engaño, porque el dictador Porfirio Díaz había recomendado a su aliado Taft que
se nos tuviera incomunicados, como lo estuvimos en efecto los tres años que
duramos en la prisión en este país. El engaño, pues, creció, creció mucho, y
como no podíamos desbaratarlo con nuestra negación desde el fondo de nuestros
calabozos, adquirió los caracteres de una cosa cierta. Lo curioso era que,
mientras los agentes secretos de Madero decían por todas partes que el Partido
Liberal estaba de acuerdo con sus trabajillos políticos, la prensa pagada por
éste, no decía una sola palabra acerca de la penosa situación en que nos
encontrábamos, aplastados por la fuerza combinada de los dos Gobiernos: el
norteamericano y el mexicano. En los últimos cuatro años que duró la persecución
contra nosotros en este país, el público mexicano no supo nada de lo que aquí
acontecía, pues Madero había ordenado a sus periódicos que callasen, que no
hablasen nada sobre las infamias de que estábamos siendo víctimas en un país
extraño por defender la libertad del pueblo mexicano.
LA
AGITACIÓN LIBERAL
Y sin embargo, si algún éxito tuvo Madero en su agitación
política, se debió a dos cosas:
1°
A la vigorosa propaganda que el Partido Liberal había iniciado desde el año de
1900, cuando ni siquiera se sabía que existía Francisco I. Madero, y cuando se
trabajó en condiciones verdaderamente difíciles. Los liberales comenzamos
nuestros trabajos cuando todo el pueblo estaba profundamente dormido y no se
oía otra cosa que los cánticos entonados al Héroe
de la Paz. La tarea fue dura, sufrimos prisiones y castigos
inquisitoriales, muchos de los nuestros murieron en sus calabozos o en las
camas de los hospitales y a otros se les aplicó la ley fuga. A pesar de todo, la obra de propaganda continuó con creciente
energía, hasta que a la vuelta de los años, el pueblo comenzó a despertar; pero
no despertó porque la desabrida voz de Madero le hubiera conmovido, pues a
Madero no se le conocía, a no ser en sus haciendas, donde esquilmaba a sus
desventurados peones. El pueblo despertó ante la energía de los liberales que
le mostraban la verdadera situación de México. Búsquense las colecciones de
periódicos liberales de 1900 a 1908, y se verá que Madero era un desconocido
para la Nación, pues solamente se oía hablar de él en la región lagunera del
Estado de Coahuila.
2°
El éxito de Madero se debió, igualmente, al miedo que sentía el Gobierno por la
revolución con que lo tenía amagado el Partido Liberal. Porfirio Díaz se vio
precisado a dar facilidades y garantías a Madero para su campaña electoral en
vista de que el pueblo había despertado, sacudido por la propaganda liberal y
la acción de las armas de nuestro Partido desde el año de 1906. Por otra parte,
gracias a la agitación que iniciamos en todo el mundo para demostrar que Díaz
era un tirano, la opinión que de él se tenía en el extranjero fue cambiando. Al
principio se le consideraba en todas partes como estadista modelo que hacía la felicidad del pueblo; pero nuestra
constancia hizo que esta opinión se volviera en su contra. Díaz teme la opinión
extranjera, y tuvo que dejar libre a Madero para que hiciera la farsa de
elección.
TERRENO
ABONADO
Madero encontró todo listo para encumbrarse. Los sacrificios
de todos los luchadores iban a servirle a él con el simple gasto de unos
cuantos miles de pesos, que previamente había robado a sus desventurados
peones, teniéndolos, como lo hacen todos los hacendados, a ración de hambre.
Esa es la acción que los papanatas aplauden: el que Madero haya gastado dinero
para armar gente. Ese dinero no era de Madero, sino de los trabajadores a
quienes explotaba, y, por otra parte, ese dinero tendrá que sacarlo de los
bolsillos de los pobres si por desgracia llega a ocupar la Presidencia de la
República.
LIBRES AL
FIN
Cuando, gracias a la agitación del elemento radical de esta
Nación, se vio forzado Taft a dejarnos en libertad hace apenas un poco más de
seis meses, nos dimos cuenta de las engañifas de que se estaba valiendo Madero
para hacer que los liberales se adhirieran a él, e interpelamos a Madero por
medio de una comunicación oficial dirigida al mismo a San Luis Potosí, sobre su
actitud respecto del Partido Liberal. Madero contestó que no admitía nuestro
programa. A nuestro poder llegaban consultas y más consultas sobre si los
principios del maderismo eran los mismos que los del Partido Liberal y si
estábamos o no de acuerdo con Madero para trabajar en contra del despotismo.
Eso provenía de que los agentes de Madero continuaban, como continúan
actualmente haciéndolo, su obra de embaucamiento, diciendo a los liberales que
la Junta estaba de acuerdo con él. Tal engaño dio por resultado que muchos
liberales tomaran las armas a favor de Madero, pues no teniendo noticia de
nosotros porque Regeneración no puede entrar en México, creían de buena fe lo
que los agentes del Presidente provisionales decían.
EL ENGAÑO
CONTINÚA
Madero continúa embaucando a los liberales. En El Dictamen
Público de Veracruz aparece con grandes encabezados que Francisco I. Madero y
Ricardo Flores Magón han lanzado un manifiesto a la Nación mexicana declarando
que se han unido los dos partidos, y que Madero firma como Presidente
Provisional y yo como Vicepresidente, igualmente provisional. No sé si habrá
circulado o no ese menguado Manifiesto;
pero lo que sí es cierto, es que la noticia ha volado en los periódicos de
México por orden de Madero, para que el pueblo continúe engañado y le preste al
ambicioso político el apoyo que necesita para llegar a la Presidencia.
También ha hecho
circular la noticia de que José María Maytorena, un adinerado de Sonora, es el
gobernador provisional de ese Estado, cuando por maderistas he sabido que
Maytorena ha despachado a Madero con cajas destempladas.
YO NO
QUIERO SER TIRANO
Yo no peleo por puestos públicos. He recibido insinuaciones
de muchos maderistas de buena fe, pues que los hay, y bastantes, para que
acepte algún cargo en el llamado gobierno provisional, y el cargo que se me
dice acepte es el de Vicepresidente de la República. Ante todo debo decir que
me repugnan los gobiernos. Estoy firmemente convencido de que no hay ni podrá
haber un gobierno bueno. Todos son malos, llámense monarquías absolutas o
constitucionales Repúblicas. El gobierno es tiranía porque
coarta la libre iniciativa de los individuos y sólo sirve para sostener un
estado social impropio para el desarrollo integral del ser humano. Los Gobiernos
son los guardianes de los intereses de las clases ricas y educadas, y los
verdugos de los santos derechos del proletariado. No quiero, pues, ser un
tirano. Soy un revolucionario y lo seré hasta que exhale el último aliento.
Quiero estar siempre al lado de mis hermanos los pobres para luchar por ellos,
y no al lado de los ricos ni de los políticos, que son opresores de los pobres.
En las filas del pueblo trabajador soy más útil a la humanidad que sentado en
un trono, rodeado de lacayos y de politicastros. Si el pueblo tuviera algún dia
el pésimo gusto de aclamarme para ser su gobernante, le diría: Yo no nací para
verdugo. Busca a otro.
LA LIBERTAD
ECONÓMICA
Lucho por la libertad económica de los trabajadores. Mi
ideal es que el hombre llegue a poseer todo lo necesario para vivir sin tener
que depender de ningún amo; y creo, como todos los liberales de buena fe lo
creen, que ha llegado el momento de que los hombres de buena voluntad debemos
dar un paso hacia la verdadera libertad, arrebatando la tierra de las garras de
los ricos, inclusive Madero, para entregarla al legítimo dueño de ella: el
pueblo trabajador. Conseguido esto, el pueblo será libre. Pero no lo será si
eleva a Madero a la Presidencia de la República, porque ni Madero, ni ningún
gobernante, se atreverán a dar un paso de esa naturaleza, y, si lo hicieran,
los ricos se levantarían en armas y una nueva revolución seguiría a la
presente. En esta revolución, en la que estamos contemplando -y la que tratamos
de fomentar-, debemos quitar la tierra a los ricos.
MADERO
ESPANTADO
Madero comprende cuáles son los fines del Partido Liberal, y
por eso trata de aplastar el movimiento liberal con tanta rabia como lo hace
Díaz. El plan de Madero es destruir el movimiento liberal para quedar dueño del
campo, derribar a Díaz y sentarse en el Poder para continuar la obra de Díaz,
pues el sufragio efectivo es una de las más groseras mentiras con que se
adormece al pueblo. Con el hecho de firmar boletas electorales no come el
pueblo. Se necesita la conquista de la tierra; mas como Madero es dueño de
grandes propiedades territoriales, ve con disgusto la actitud revolucionaria
del Partido Liberal. Madero quiere seguir teniendo peones, quiere seguir
viviendo a expensas del sudor y del sufrimiento de los humildes. Cuando
interpelamos a Madero sobre su actitud acerca del Partido Liberal en septiembre
del año pasado, él nos contestó que no podía aceptar el programa porque se
retirarían de su partido muchos elementos
valiosos, los ricos. Tuvo la hipocresía de no decir que él era uno de los
que se perjudicarían con la implantación del programa en materia de tierras.
MADERO ES
MOCHO
Tal vez no todos están al corriente de que Madero le ha
ofrecido al clero no respetar las Leyes de Reforma y dejarlo mangonear como le
convenga. El clero de Puebla dedicó misas para que la Divinidad pusiera en
libertad al candidato cuando estaba preso en San Luis Potosí. El clero era otro
de los valiosos elementos que se retiraría de las filas de Madero si adoptase
el programa del Partido Liberal.
FIN
Como habéis visto, compañeros, Francisco I. Madero, el
fingido amigo del pueblo, lucha contra los intereses del pueblo, pues se une al
despotismo para aplastar las columnas liberales.
Este asunto es serio,
bastante serio. Madero se ha descubierto: mientras sus agentes dicen a los
liberales que las dos causas son iguales, que el Partido Liberal lucha unido al
maderismo, el Presidente Provisional aplasta las columnas liberales simplemente
porque los liberales luchamos por el beneficio de las clases trabajadoras y en
contra de los burgueses.
Los liberales estamos
luchando en condiciones verdaderamente excepcionales. No contamos en nuestras
filas con millonarios, ni contamos con el apoyo de los banqueros
norteamericanos, como sucede con Madero. Cada arma que consigue un liberal
representa muchos días de privaciones: representa el sacrificio de una familia
y el sacrificio de un hombre que tiene que transportarse, como puede, al lugar
de la lucha. Los proletarios contribuyen con sus modestos recursos, privándose
de muchas cosas útiles, por fomentar el movimiento liberal. Todos los humildes
tienen puesta su esperanza en cada fusil de un luchador liberal. De la bravura
del luchador y la eficacia del fusil depende la libertad de toda una raza; pero
los elementos conseguidos a costa de tantos sacrificios, los fusiles y los
cartuchos comprados con las monedas que se han sustraído al gasto diario de los
hogares pobres, son arrebatados por el millonario ambicioso que no quiere que
el pueblo se liberte de la cadena; del Capital ni del yugo autoritario.
Mexicanos: abrid bien
los ojos. ¿Por qué no quiere Madero que luche el Partido Liberal? Porque, el
Partido Liberal lucha por los pobres, cuyos intereses son opuestos a los de los
ricos. El interés del rico es tener al pobre sujeto a salario. El interés del
pobre es liberarse del salario y vivir sin depender de un amo. El rico necesita
que haya pobres, pues de lo contrario el rico mismo tendría que trabajar, y por
eso Madero no quiere que triunfe el Partido Liberal, porque se acabarían los
pobres, esto es, los esclavos de los ricos.
A pesar de Madero,
nuevas columnas liberales siguen entrando en acción y cada vez es más poderoso
el movimiento netamente liberal.
Ayudad todos para que el
movimiento liberal llegue a predominar. La salvación no está solamente en la
caída de Díaz, sino en la transformación del sistema político y social que
actualmente impera, y esa transformación no se opera por el mero derrocamiento
de un tirano para que suba otro, sino por la negación del pretendido derecho
del Capital a apropiarse de una parte de lo que producen los trabajadores.
Mexicanos: vuestro
Presidente Provisional, como él mismo se llama, ha comenzado a dar golpes a la
libertad. ¿Qué sucederá cuando el provisional llegue a ser efectivo? Recordad
que en estos momentos en el campamento de Francisco I. Madero se encuentra
prisionero un noble anciano que no ha cometido otro crimen que luchar por
vuestro bienestar.
Ricardo Flores Magón
(De Regeneración, 25 de febrero de 1911)
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