Las trabajadoras de intendencia del IEMS salen a las calles, luchan por reinstalación y basificación
Por Amaranta Marentes
Orozco
Agencia SubVersiones
29 enero, 2016
A partir del 14 de enero me enteré de la situación de las
trabajadoras de limpieza del Instituto de Educación Media Superior del Distrito
Federal (IEMS). Eran las cuatro de la tarde y afuera del Gobierno del Distrito
federal se encontraba un grupo grande de mujeres con pancartas, a todo pulmón
exigían: restitución.
Frente al Zócalo
capitalino, cerca de 30 mujeres de distintas edades, desde mujeres jóvenes
hasta señoras de cabello cano acompañadas de distintas organizaciones repartían
volantes. Ellas habían sido despedidas en grupos desde el 8 de enero. Para la
semana del 20 de enero han denunciado más de 59 despidos injustificados.
Las trabajadoras y
trabajadores de intendencia del IEMS se encontraban laborando a través de outsourcing (servicios externos), dicho
método de contratación ha producido que los despidos injustificados parezcan no
tener responsables; a pesar de que las preparatorias son instancias del
gobierno del Distrito Federal. Los trabajadores de limpieza son subcontratados
por la empresa Rocman, misma que en una nueva licitación cambio su nombre por
JOAD, siendo sólo un cambio de nombre que permanece con las mismas condiciones
laborales.
Al mencionar las
condiciones laborales, las trabajadoras de intendencia mencionan que nunca se
les otorgó seguro médico, no firmaban verdaderos contratos y los pactos por el
empleo eran por menos de 9 meses, los sueldos eran injustos y no les otorgaron
vacaciones pagadas en épocas decembrinas.
Los trabajadores y
trabajadoras mencionan haber trabajado para la institución más de diez años,
desde que los planteles se abrieron.
Los 59 despedidos
corresponden a trabajadores y trabajadoras, principalmente mujeres, ellas
mencionan que en su mayoría son personas de la tercera edad y madres solteras,
el sustento de sus familias y que por ello debían cubrir dos turnos y poder
llevar a casa un salario más rendidor.
Los trabajadores de
intendencia se encontraban ahí frente al GDF para exigirle a Miguel Ángel
Mancera en su calidad de jefe de gobierno interviniera en el asunto, ya que las
preparatorias son públicas; así también exigían a Ulises Lara director del IEMS
una mesa de dialogo; las mujeres no sólo piden su reinstalación sino su
basificación y que se les respete sus planteles de trabajo debido a que ellas
son parte de la misma comunidad donde se encuentran las escuelas.
Los cinco planteles que de
mayores despedidos injustificados son: Tlalpan 1, Coyoacán, Iztapalapa 2 y GAM
1 y 2; aunque Tláhuac también incrementa su número de despidos y de
organización por parte de las trabajadoras y trabajadores.
Desde el 11 de enero las
trabajadoras organizadas optaron por hacer un plantón afuera de cada una de las
escuelas que ha realizados los despidos, a partir de ello, sus acciones y
búsquedas de dialogo con la empresa o las autoridades ha sido una constante.
El 14 de enero, afuera de
las oficinas del GDF —tras ser ignoradas— las señoras cerraron la calle hasta
ser recibidas y escuchadas por un funcionario público. Así, una de las calles
que rodean la plancha (que estaba siendo desmantelada tras ponerse la máscara
festiva de pista de hielo) quedó bloqueada, como es costumbre en cualquier
manifestación y más aún en zona centro, más tardaron las señoras e cerrar la
calle que en llegar los suficientes granaderos para advertir con su presencia
que sólo podrían hacer lo que se les permitiera.
Así pasaron un par de
horas, el resultado fue que atenderían a los y las trabajadoras en la junta de
conciliación y arbitraje del DF el 19 de Enero.
El 18 y 19 de enero, en
las afueras del plantel Iztapalapa, dos de las mujeres y hombres que han
permanecido ahí y como plan de acción resolvieron no dejar pasar a nadie de
intendencia fueron agredidas por los mismos trabajadores de la empresa JOAD así
como por elementos de la policía que custodian la entrada a la escuela.
Para el 19 de enero se
realizó una manifestación de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
(UACM) a la Junta de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal donde una
comisión se encontró con gente de la empresa para dialogar.
Después de transcurrir
poco más de un par de horas, la comisión salió e informo al resto de compañeras
y a las organizaciones sociales que se han mostrado solidarias con el caso que
no pudieron resolver nada, la empresa calló durante la reunión y no pudieron
solucionar ningún punto.
Por ello, decidieron
nuevamente marchar hacia las oficinas de GDF, así las trabajadoras y
trabajadores de intendencia comenzaron una nueva manifestación. Un par de
cuadras adelante, justo antes de llegar a eje central, la manifestación fue
encapsulada, durante un lapso aproximado de veinte minutos, para luego avanzar hacia
el primer cuadro del distrito federal.
Al llegar, la misma
comisión entró a dialogar con Patricia Mercado y las señoras de tercera edad
—ya cansadas— tomaron asiento a esperar lo resolutivos mientras una fila de
granaderos permanecía a su lado para evitar otro bloqueo.
Cuando la comisión salió
de la reunión, le dieron la palabra a uno de los abogados que acompañan el
caso, este fue llevado por el sindicato del IEMS, quienes no han estado
presentes en este proceso de lucha y dignificación del trabajo.
El abogado dejo claro que
el GDF se presentó como una instancia no competente para resolver este asunto y
que envió a las trabajadoras a la secretaría del trabajo, además de que les
ofrecieron el seguro del desempleo.
Las trabajadoras dejaron
en claro que no cesarán su lucha hasta la reinstalación y basificación y que lo
planteles seguirán con ellas en las puertas impidiendo el paso al nuevo
personal de intendencia.
La lucha de las
trabajadoras que se dedican a la limpieza de instituciones, empresas y otras
instancias por un trabajo digno es un reflejo de las condiciones precarias que
ha traído la Reforma Laboral, contratos por meses sin generar antigüedad, sin
prestaciones médicas, sin vacaciones, son una realidad, hoy las trabajadoras
del IEMS salen a las calles a gritar por un derecho indispensable.
Los nunca convocados a las manifestaciones, los policías, están ahí para intimidar, listos para atacar, para reprimir a quienes protestan contra las injusticias, para acallar los reclamos de respeto a los derechos. No saben de qué se trata, no les interesa saber. "Sólo obedecemos órdenes", dicen. No importa si esas órdenes son injustas, absurdas. Podrían negarse, desobedecer, pero no lo hacen. Algún día estos policías, también asalariados, han necesitado protestar, entonces otros contingentes del "orden", la gendarmería quizá, o el ejército, vendrá a intimidarlos, a reprimirlos, a acallar sus reclamos...
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