México: La 72 hogar refugio en el camino del migrante (Reportaje, video documental y galería fotográfica).
La72 El camino del migrante
(Video Radio Zapote
2016)
Radiozapote
frecuencia libre
Publicado el
14 feb. 2016
La 72, hogar-refugio para
personas migrantes -nombrada así en memoria de los 72 migrantes asesinados en
Tamaulipas-, lleva un trabajo de más de cinco años; aunque ya desde los
noventas los frailes franciscanos acondicionaban su parroquia en el centro de
la ciudad para albergar a algunos migrantes. Cuando los conflictos armados en
Centroamérica fueron empeorando y el flujo de migrantes fue creciendo,
consiguieron el predio y ahí empezaron la construcción.
México: La 72
hogar refugio en el camino del migrante
Por Radio Zapote
Reportaje, video
documental y galería fotográfica.
Publicado en: 16 febrero,
2016
Miles de migrantes cruzan diariamente con la esperanza de
llegar a estados Unidos, huyendo de la espantosa violencia, tanto económica y
física. La primera, ejercida por gobiernos en su mayoría corruptos, además de
los desastres naturales y las empresas extra-activistas que los han despojado
de su territorio así como sus fuentes de empleo. La segunda, producto de la
riña entre pandillas y el legado de los conflictos armados. Ya en territorio
mexicano los migrantes sudamericanos son extorsionados, golpeados, perseguidos
y humillados por agentes de migración que, muchas veces en conjunto con el
crimen organizado, los secuestran en grandes grupos para pedir rescate a sus
familiares. Durante la negociación y la paga, son sometidos; las mujeres son
violadas grupalmente mientras los niños son testigos de tales acciones.
Durante el año pasado se
mostraron las terribles imágenes de lo que sucedía y sigue sucediendo en medio
Oriente y Europa. Un holocausto humanitario donde miles de personas huían de
las bombas y del conflicto armado. Entre cientos de imágenes resaltó la
horripilante foto del pequeño Aylan Kurdi, ahogado en las orillas de la playa
de Bodrum en Turquía, estos hechos serían solamente una pequeña muestra de la
grave situación de las y los refugiados en Europa. Derivado de esto, cientos de
personas se solidarizaron con la causa, la red se inundó de expresiones en
apoyo, miles de personas firmaron digitalmente solicitudes de ayuda a los
desplazados -entre otras muchas actividades-, sumándose física y virtualmente.
En México, cientos de miles de personas se mostraron indignados ante estos
hechos, muchos se sumaron a estas acciones.
Se desplaza lentamente, el
concreto luce agrietado por gruesas raíces, es imponente, sigilosa. Al escuchar
un ruido, la iguana se escurre ágilmente, como sólo los reptiles pueden, se
escapa entre la maleza selvática de Tenosique. Sobre la calle el calor es
soportable, a la derecha se encuentra una garita del Instituto Nacional de
Migración (INM), “la migra” un
instrumento del Plan Frontera Sur, presentado con estricto respeto a los
derechos humanos, pero que se desencadenó en una violenta caza de migrantes.
Frente a la garita, tres grandes y redondos hombres sentados se esconden del
sol; algunos de ellos probablemente vinculados con el crimen organizado que
secuestra, viola y agrede a los migrantes.
Tenosique se encuentra en
el estado de Tabasco es una pequeña ciudad tropical, bulliciosa, sus habitantes
han sido testigos de cómo el tren dejó de ser de pasajeros para convertirse en
tren de carga, han visto las cientos de miles de personas pasar por sus calles
pidiendo un poco de ayuda. La pequeña ciudad colinda con el municipio de
Balancán, al sur con el estado de Chiapas y la República de Guatemala, al oeste
con los municipios de Emiliano Zapata, Tabasco y Chilón. De acuerdo con la
Encuesta Intercensal de Población realizada en el 2010, el número total de la
población que habita en el municipio de Tenosique es de 58,960 (INEGI, 2010).
La 72, hogar-refugio para
personas migrantes -nombrada así en memoria de los 72 migrantes asesinados en
San Fernando, Tamaulipas-, lleva un trabajo de más de cinco años; aunque ya
desde los noventas los frailes franciscanos acondicionaban su parroquia en el
centro de la ciudad para albergar a algunos migrantes. Cuando los conflictos
armados en Centroamérica fueron empeorando y el flujo de migrantes fue
creciendo, consiguieron el predio y ahí empezaron la construcción.
Ahora cuentan con tres dormitorios,
una cocina, el consultorio médico y la oficina legal. El dormitorio de las y
los voluntarios se encuentra justo arriba de la oficina central y aún así es insuficiente
para atender la cantidad de personas refugiadas. Tan sólo el dormitorio de las
mujeres ahora se encuentra saturado, nos menciona Tomas González, fraile
franciscano y fundador de la Casa: “El
flujo migratorio es cada vez más diverso, ya no solamente migran los varones
después de los dieciocho años, migran las mujeres, migran los niños, niñas, los
adolescentes; migran los núcleos familiares enteros. Ahora estamos teniendo un
gran número de personas LGBTTI, y ancianos”.
Tan sólo del primer día
que empezó a funcionar la Casa, el 25 abril de 2012, al último día ese año,
fueron más de seis mil personas atendidas y, desde el 2012 al día de hoy, más
de doce mil personas al año han sido auxiliadas por la comunidad de la Casa.
Las niñas y los niños ríen
francamente, corren en medio de los demás refugiados, los rodean, los saltan,
se atraviesan por las mujeres y hombres que deambulan por la casa. Su presencia
arrebata risas, un migrante toma entre sus brazos a un bebé que llora sin
consuelo, inmediatamente lo lleva junto a su madre. La casa luce vacía, algunos
migrantes salen a ganarse alguna moneda mientras otros se pasean por el pueblo
o el malecón.
Dagoberto teje pulseras,
las vende a diez pesos en el crucero, con eso se ayuda. Ha viajado varias veces
desde joven; primero por vivir la aventura, después por necesidad. Huye de la
violencia de las pandillas. Su esposa ha regresado por sus hijos, tendrá que
volver a cruzar la frontera y el Naranjo -río que divide México y Guatemala-,
sesenta y cuatro kilómetros en total para llegar a la Casa del migrante y, en
ese camino recorrer el Ceibo, dónde el riesgo de asaltos, secuestros,
agresiones sexuales e incluso de la muerte, son reales.
Muestra una docena de
pulseras, las hay de muchos colores, están tejidas cuidadosamente con un nudo
sencillo, levanta la vista, mira al mismo bebé en pañales correr por la cocina
y continúa: “Aquí estamos sin empleo,
tratados como quien dice, como basura, más que todo, porque migración nos
corretea como si fuéramos unos animales, nos venadean en las calles, somos
tratados como cualquier ser terrestre que no siente, se supone que no siente
por que no habla ¡pero nosotros si hablamos! Tenemos derechos y los estamos
exigiendo”.
Fray Aurelio se encuentra
sentado frente la capilla, mira su reloj y se levanta lentamente, toma su
bastón. Respira hondo, se acerca la hora de la comida y hay que prepararse: ¡Hay que hacer aseo! ¡Hay que hacer aseo!
Grita con una voz tranquila mientras camina lentamente apoyando su bastón con
firmeza, voluntarias y voluntarios, migrantes, se apresuran a buscar una escoba
que al cabo de unos minutos resultan insuficientes. Mujeres y hombres caminan
apresurados. Barren, recogen la basura, trapean el piso de concreto, acomodan
las mesas para la comida y se forman para recibir los alimentos.
La Casa cuenta con tres
áreas de trabajo -de acuerdo a Ramón Márquez, Director de la Casa-, la primera
es la asistencia humanitaria, en la que la alimentación, la salud física y
mental, la higiene, el alojamiento y la comunicación son los ejes que la conforman.
La segunda área es de
derechos humanos y gestión migratoria, donde la Casa acompaña en la asesoría y
acompañamiento en la denuncia de delitos o violación de derechos humanos en
territorio mexicano así como la solicitud de asilo al igual que diversos
procesos en gestión migratoria. Por último el área de cambios estructurales que
busca vincular la Casa con otros refugios, centros de derechos humanos,
organizaciones de la sociedad civil, tanto nacional e internacionales, buscando
cambiar la situación de la migración actual, una migración que no sea forzada y
sobre todo, un tránsito digno.
¡Ahí viene el tren! ¡El tren! ¡El tren! Gritan las personas en la
Casa. A lo lejos el pitido de la Bestia
anuncia su paso, decenas de migrantes cogen sus cosas rápidamente, se apresuran
hacia la puerta. Conforme se acercan, el ruido de los vagones golpeando las
vías es estremecedor, apenas se escuchan las voces de los que se atreven a
subirse, algunos esperan el momento adecuado. Al final, la mayoría logra subir.
Conforme se aleja la enorme Bestia,
se atenúa el ruido que produce el choque de los rieles contra las vías. Pronto
es desplazado por el canto de las aves, los motores de los autos y el barullo
de la gente que sale a ver el espectáculo de los migrantes que se marchan,
aunque probablemente serán cazados por los elementos del INM o por la Policía
Federal. Tal vez corran con suerte y sólo los deporten, tal vez no y serán
secuestrados, torturados y esperarán su turno para pagar su liberación.
El equipo de la Casa ha
denunciado cientos de veces las agresiones a migrantes, desde mediados de
agosto del 2012, una oleada de ataques a migrantes fue la constante, es por la
ruta del Ceibo dónde la mayoría de estas agresiones se están produciendo,
numerosos asaltos, robos, agresiones sexuales, secuestros, se realizan de
manera casi automática: “Por poner
números, desde mediados de agosto hasta ahora llevamos más de veinte víctimas
de agresión sexual. En dos semanas entre finales de octubre y principios de
noviembre, tuvimos como catorce víctimas de secuestro y pues yo creo que vamos
por encima de la setenta u ochenta personas que han sido agredidas en estos
primeros sesenta kilómetros hasta llegar a Tenosique”, comenta Ramón
Márquez.
Durante el 2015 la Casa ha
salido a realizar un fuerte trabajo entre labores de monitoreo, documentación y
de denuncia; esto debido a que el Plan Frontera Sur ha aumentado los operativos
y las violaciones a los derechos humanos de las personas migrantes durante la
ruta del Tren. Dicho plan que fue presentado con bombo y platillo después del escándalo
de los niños migrantes, plan supuestamente apegado a los derechos humanos pero
que solamente ha venido a incrementar la violencia en los pasos de personas
migrantes. Fray tomas nos comenta al respecto: “El Plan Frontera Sur fue un programa que abarco hasta el norte del
país. Yo lo catalogaría como un programa integral pero para dañar a las
personas migrantes extranjeras pobres, originarias de Centroamérica, Cuba,
Sudamérica y África. Nunca como este año que está terminado México ha
deportado. Incluso ahora deporta a más personas centroamericanas que los
Estados Unidos, entonces es un plan sucio, inmoral, letal, porque incluso
nosotros hemos documentado algunos asesinatos de personas migrantes donde la
autoridad, sobre todo la migratoria ha estado involucrada, entonces es un
programa que ha dañado la imagen de México, ha dañado su esencia”.
Es noviembre, son
aproximadamente las tres de la mañana aproximadamente, tres migrantes desesperados
llegan al Refugio con signos de tortura y los pies destrozados. Después de ser
atendidos contaron la terrible historia, habían sido secuestrados junto con un
grupo de treinta personas migrantes, fueron bajados de un camión en la ruta de
Palenque a Cárdenas por personal del INM, policías federales y municipales.
Posteriormente entregados al crimen organizado, donde fueron llevados a una
casa de seguridad donde había más personas, las mujeres fueron violadas, los
niños asustados lloraban incansablemente, mientras, llegaban más personas, una
especie de fábrica de dinero.
Después de denunciar estos
casos se celebró una reunión con funcionarios de alto rango de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos y de la Procuraduría General de Justicia. Durante
la reunión para hablar sobre los sucesos recibieron una angustiante llamada por
parte del crimen organizado dirigida a fray Aurelio, en la cual se exigía un
fuerte pago por salvaguardar su integridad. Conocían sus pasos, incluso
conocían que acababa de regresar de un viaje. Les exigían que lo depositaran en
una parte poco accesible del pueblo, es decir, conocían de antemano los hábitos
de Fray Aurelio.
No es la primera amenaza
que reciben, debido a esto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el
2013 emitió medidas cautelares para la 72. En la Casa tomaron medidas después
de las últimas amenazas: “Tuvimos que
redoblar las medidas de seguridad, replegarnos con todo el equipo de la Casa,
el equipo de voluntarios e inclusive con las personas migrantes. Les pedimos que
no abandonaran la Casa por su propia seguridad, pero lamentablemente este es un
hecho que se repite frecuentemente cada ciertos meses. Nuestra posición está
muy vinculada con la labor de denuncia y de señalamiento de todos estos
crímenes, todos estos delitos que se están cometiendo contra las personas
migrantes, donde muchas veces hay autoridades vinculadas”, comenta Ramón.
En la Casa pasan muchas
cosas, esto da la impresión de que el tiempo corre despacio. En la enfermería
se reúne un grupo de voluntarios alrededor del ventilador, buscando un poco de
aire fresco. Decenas de migrantes se acercan a pedir algún producto de limpieza
personal. A pesar que la Cruz Roja visita la Casa todos los días para atender
las necesidades de los habitantes migrantes, las y los voluntarios curan las
yagas en los pies de las personas. En algunos casos se requiere llamar a la
ambulancia, a veces los refugiados entran en crisis después de viajar
kilómetros, otras ocasiones se requiere llevarlos al hospital, como por ejemplo
cuando hay un descalabrado producto de un asalto, un niño que se desmaya por la
falta de alimento, una mujer embarazada que puede que perder a su hijo.
La Casa es una gran
comunidad; multicultural, multiétnica, multidisciplinaria en la que
DSC02457convergen toda clase de pensamientos, todos sobre garantizar un
tránsito digno por territorio mexicano. Concluye Márquez: “Gracias a dios hay un equipo, un cuerpo humano acá muy grande que
implica no sólo al equipo de la 72, sino a diferentes organizaciones como
Médicos sin Fronteras, como las propias Naciones Unidas con el ACNUR, el Alto
Comisionado de las Naciones Unidas, o compañeros y compañeras del cuerpo de
abogados de Asylum Acces que están dando todo por el tema de refugio, la propia
Cruz Roja que viene todos los días a atender las necesidades médicas. Esta es
una gigante comunidad en sí, en donde se intenta minimizar esta tragedia, este
holocausto de la población migrante refugiada, minimizando su efecto y es
consolador”.
BIBLIOGRAFÍA
CONSULTADA:
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