x carolina
Publicado por Centro de Medios Libres
18 de abril de 2016
A partir de 1974, el 17 de
abril ha sido un día de Solidaridad Internacional con los presos palestinos y
se ha vuelto un día global de acción en apoyo a todos los presos políticos del
mundo.
Después de más de un siglo del colonialismo europeo, 69 años de la
imposición de un estado judío en territorio palestino y 49 años de la ocupación
israelí de Cisjordania y Gaza, el pueblo palestino sigue en resistencia, y hay
quienes se cansan de la realidad que han
vivido durante 23 años bajo un gobierno “autónomo”
palestino –controlado por Israel.
Día con día, los palestinos resisten la confiscación de sus tierras, la
reubicación forzada, la demolición de sus casas, las ejecuciones sumarias, la violencia de los
colonos israelíes, las detenciones en masa, el despojo de su agua, la
destrucción de sus olivares, la restricción de sus movimientos, y las
violaciones de los derechos civiles de todo tipo.
También resisten el encarcelamiento masivo del pueblo palestino. Desde
el inicio de la ocupación de Gaza y Cisjordania en 1967, Israel ha mantenido
una política de detención masiva que ha resultado en el encarcelamiento de
800,000 palestinos, incluyendo a 10,000 mujeres. Esta política no sólo está
dirigida a los guerrilleros, activistas, defensores de derechos humanos y
políticos elegidos, sino a la población entera, especialmente la juventud. Para
el poder colonial, cada hombre, mujer, joven, niña, niño o bebé palestino es un
terrorista activo o en potencia. Cada
joven con una piedra en la mano es visto como un peligro.
Después de las sublevaciones del 1987 y 2000 –la Primera y Segunda
Intifada–, el pueblo palestino ahora está en su Tercera Intifada, según opina
mucha gente. Desde octubre de 2015, cuando algunos colonos fascistas y fuerzas
armadas israelíes hicieron incursiones en la mezquita de Al-Aqsa, una serie de
manifestaciones turbulentas se ha extendido desde Jerusalén a varias partes de
los territorios. La resistencia también se ha manifestado en constantes
expresiones culturales en toda Palestina.
Ahora no hemos visto los ataques suicidas en los cuales una persona se
convierte en una bomba humana para atacar al enemigo. Pero ha habido decenas de
ataques individuales contra soldados, guardias y colonos israelíes. ¿Los
atacantes están bien armados? Pues una niña de 12 años llevaba un cuchillo cuando caminaba cerca de un
retén. Y un chavo es acusado de apuñalar a un soldado israelí con un
desarmador. Un señor ya grande intentó
atropellar a unos colonos con su coche. ¿Quién está al mando? Nadie. ¿Cuál
grupo reivindica estos actos? Ninguno.
¿Cuál ha sido la respuesta de Israel? Entre octubre de 2015 y marzo de
2016, unos 200 palestinos, entre ellos 41 niños y niñas, han sido asesinados
extrajudicialmente por las fuerzas armadas de Israel. A veces las casas de los
padres palestinos han sido demolidas y les han obligado a pagar multas
inalcanzables o pasar tiempo en prisión ellos mismos. En una muestra de
desprecio al derecho internacional y la
decencia humana, el ejército israelí se ha negado a liberar los cuerpos de sus
hijos, que mantienen congelados durante
más de 6 meses. Además, en las manifestaciones, incluyendo funerales, han sido
atacados con gases lacrimógenos, balas de goma, balas vivas, armas paralizantes
y detenciones masivas –las cuales han aumentado la población carcelaria.
Hoy en día, más de 7,000 palestinos están encarcelados en las prisiones
israelíes. 60 son mujeres y los demás hombres. Más de 400 son niños y jóvenes,
desde los 12 a los 18 años de edad, y 13 son niñas. En 2015, las Fuerzas
Armadas detuvieron al menos a 106 mujeres y niñas, un 70% más respecto al año
2013.
La mayoría de los presos palestinos en las cárceles israelíes tienen
infracciones de “seguridad” y son
procesados en tribunales militares, sin jurado, con un índice de condena de
99.7%
Más de 700 presos están en detención administrativa, sin cargos y sin
juicio –una forma de detención que puede ser renovada indefinidamente.
Con frecuencia los niños y niñas
son secuestrados de sus familias en la madrugada. Están esposados y sus
ojos son vendados durante el transporte a los lugares de tortura, donde no
tienen representación legal o acceso a sus padres durante meses. Israel es el
único país del mundo que enjuicia a los niños en los tribunales militares. ¿Su acusación
más común? Lanzar piedras. Y por esto reciben largas condenas en prisiones para
adultos.
Todos los presos palestinos en las cárceles israelíes –hombres, mujeres,
niñas y niños– sufren torturas desde el
momento de su detención, incluyendo largas sesiones de interrogaciones, maltratos, golpizas, colocación en posiciones
de estrés, privación de sueño, negación al servicio de baño, carencia de alimento y agua, incomunicación, uso excesivo de vendas y grilletes,
negligencia médica, y abuso psicológico, incluyendo gritos, insultos,
humillaciones y amenazas de hacerle daño a sus familiares. Muchos presos han
sufrido abusos sexuales, especialmente las mujeres, niñas y niños. A las
mujeres se les obliga a quitarse la ropa y con frecuencia son sometidas a registros
corporales intrusivos. Cada año, decenas de palestinos viven el confinamiento
en solitario o el prolongado aislamiento en una celda, ahora reconocido como
una forma de tortura por expertos en derechos humanos. Entre 2012 y 2014, el
número de presos en solitario se duplicó, según un reciente informe de los
Médico para los Derechos Humanos– Israel.
A partir de los años 70, los presos políticos del Frente Popular por la
Liberación de Palestina y otras organizaciones empezaron a organizar
resistencia en las prisiones de Israel. Una de las primeras cosas que hicieron
fue convocar a protestas para exigir la recepción de periódicos, revistas y
libros. Organizaron grupos de estudio y empezaron a politizar a otros presos.
Con una serie de huelgas, su fuerza creció.
Lograron algunos cambios de condiciones y hasta intercambios de presos.
En los últimos años, miles de presos palestinos han participado en
huelgas de hambre y otras acciones en contra de la tortura, la detención
administrativa, el confinamiento en solitario, el trato denigrante a las
visitas, los ataques paramilitares contra los presos y la alimentación a fuerza
de presos en huelga de hambre.
Para mencionar unos pocos casos específicos, desde marzo de este año,
cinco presos políticos palestinos han estado en huelga de hambre para protestar
la detención administrativa y el confinamiento en solitario. Son Sami Janazrah,
Imad al-Batran, Abd-al-Rahim, Zayid al-Basisi y
Nahar al-Sadi.
Los presos afiliados con Jihad Islámico y el PFLP en las prisiones israelíes
de Rimon, Nafha, Eshel, Ofer, y Ktziot también anunciaron que ellos organizarán
protestas hasta que se cumplan sus demandas para lograr visitas familiares y
poner fin al hacinamiento y el confinamiento en solitario.
El mes pasado el periodista Muhammad al-Qiq terminó una agotadora huelga
de hambre de 94 días en la cual casi murió. Él empezó la huelga para protestar
la tortura y mal trato que recibía para luego llamar la atención pública al uso
israelí de la detención administrativa. Logró una promesa de sus captores de no
renovar su sentencia de esta práctica considerada ilegal en el derecho
internacional.
Dima al-Wawi, de 12 años de edad, es la niña más joven que ha sido
detenida y enjuiciada por los tribunales militares. Fue acusada de tener en su
posesión un cuchillo con la intención de apuñalar a un colono israelí. Dilma fue interrogada sin que sus
abogados o sus papas estuvieran presentes y fue obligada a firmar una confesión
en hebreo, un idioma que ella no entiende. Se reporta que debido a una campaña
pública en su apoyo, la niña será liberada el 24 de abril.
Los jóvenes conocidos como “los
chicos de Hares” —Ali Shamlawi, Mohammed Kleib, Mohammed Suleiman, Ammar
Souf y Tamer Souf- recibieron una sentencia de 15 años en diciembre pasado, más
una multa equivalente a US$ 8,000 cada uno.
Los chicos que vivían en la aldea de Hares en Cisjordania fueron secuestrados de sus hogares por el
ejército israelí en marzo de 2013, cuando tenían 16 y 17 años de edad. Fueron
acusados sin pruebas de arrojar piedras a vehículos de colonos ilegales, uno de
los cuales chocó contra un camión que estaba estacionado cerca de Hares. Las
hijas de la conductora del coche resultaron heridas en el accidente, y una de
ellas murió dos años más tarde a causa de complicaciones derivadas de una
neumonía. Los chicos negaron haber tirado piedras, pero fueron obligados a
firmar “confesiones” después de largos interrogatorios y torturas a manos de los
servicios secretos israelíes.
Según un abogado israelí que defiende a presos palestinos: en la justicia militar israelí, la verdad de
los hechos es irrelevante; lo único que importa es la confesión, y ésta se
obtiene mediante torturas, amedrantamiento y amenazas. Sobre todo con los niños.
Y lo peor de todo: el chantaje. No se trata de buscar la verdad, hacer
justicia y castigar al culpable, dice el abogado. En este caso, si sus padres
pagan la multa antes del 28 de enero, sus hijos serán condenados a 15 años de
cárcel; si no lo hacen, la sentencia puede ser de hasta 25 años. Esa es la ‘justicia’ de “la única democracia de Medio Oriente”.
Desgraciadamente, los israelíes no son los únicos que mantienen presos
palestinos por motivos políticos. Desde hace tiempo Hamas, igual que el FPLP y
el FDLP han criticado al gobierno palestino de Mahmoud Abbas por colaborar con
Israel en la detención de presos y adoptar métodos de tortura usados por
Israel. Esta semana Abbas cortó los fondos asignados para el FPLP y el DFLP
aunque no tenía el derecho de hacerlo, dicen las dos organizaciones.
Samidoun reporta que cinco activistas muy respetados en sus
comunidades –Basil al-Araj, 33; Mohammed
Harb, 23; Haitham Siyaj, 19; Mohammed al-Salamen, 19; y Ali Dar al-Sheikh, 22,–
se encuentran encarcelados por la Autoridad Palestina. Fueron detenidos el 10
de abril y acusados en la prensa israelí de “planear
un ataque terrorista en Israel”. Su abogado ha confirmado que desde su
detención, ellos han sido sometidos a torturas, incluyendo la privación de
sueño, colocación en posiciones de estrés, largas interrogaciones, golpizas,
insultos, y negación de servicios de baño. Para firmar una petición en su apoyo
en change.org., consulten:
samidoun.net
La petición destaca que “el
contexto de estas detenciones es el de la continua coordinación de seguridad de
la Autoridad Palestina con la ocupación Israeli. Estos jóvenes no representan
una amenaza para la seguridad palestina; por el contrario son integrantes bien
conocidos y queridos de sus comunidades y luchadores de confianza por la
libertad del pueblo palestino. No han sido detenidos y torturados para proteger
al pueblo palestino, sino porque la Autoridad Palestina, bajo los Acuerdos de
Oslo, es un subcontratista de detenciones, vigilancia y encarcelamiento para la
ocupación Israeli que diariamente asesina a los Palestinos, encarcela a miles y
se lleva a cabo las demoliciones de hogares, la confiscación de tierras, la
construcción de asentamientos, la represión racista, y el bloqueo del regreso a
casa de millones de refugiados palestinos.”
Este año el Día de los Presos Palesginos se celebra unos días después de
que los presos palestinos en la prisión Nafha fueron atacados violentamente con
gases lacrimógenos y golpizas por guardias y fuerzas especiales el miércoles 13
de abril. Las autoridades prohibieron las oraciones del viernes, algo que nunca
jamás ha pasado en esta prisión. Como respuesta, se convoca una huelga de
hambre de un día en todas las prisiones de Israel el día 17.
También este día habrá manifestaciones en diferentes ciudades para
seguir exigiendo la desinversión de empresas mayores en Israel y en particular
de la corporación de seguridad G4S, que suministra sistemas de seguridad,
cuartos de control y equipo para las prisiones, retenes y centros de
capacitación policial en Israel. Se exige justicia para Omar Nayef Zayed, asesinado en Bulgaria el febrero
pasado después de haber escapado de la prisión política en Palestina en 1990. Y
se exige libertad para la integrante del Consejo Legislativo Palestina Khalida
Jarrar, y todos los presos políticos palestinos.
Comentarios