José Adriano Anaya
Diario ContraPoder
Centro de Comunicación
Alternativa (CENCOALT)
19 Mayo 2016
En la Reforma Educativa, la evaluación de los docentes nunca
debió de vincularse al aspecto de la permanencia. Sobre todo porque con ello se
pervirtió el papel de la evaluación, al convertirse en un instrumento de premio
y castigo, pero más aún, porque con ello se están violando los derechos
adquiridos de los docentes y se vulneran así sus derechos humanos, situación
que legitima la lucha de los maestros.
En Chiapas el fracaso de
la reforma educativa no puede ser más ilustrativa, que la instrumentación de un
operativo policíaco, con más de 9 mil elementos, que busca disuadir a través de
un mensaje simbólico de violencia el paro de los maestros y que constituye una
amenaza sobre la rebeldía manifiesta de los docentes, que proponen abrir una
mesa de diálogo con las autoridades federales en la secretaría de gobernación.
Frente a ello, existe un
pleno rechazo del gobierno federal de abrir la mesa de diálogo, pues consideran
que sobre esa ley no hay nada que negociar. Actitud verdaderamente
contradictoria, que desdice la corrompida práctica priista de que todo es
negociable, inclusive la ley y este gobierno de ninguna manera está exento de
esta práctica.
El escenario de disputa en
Chiapas entre el secretario de educación, Aurelio Nuño y la CNTE, significa el
último bastión de la resistencia organizada de los maestros a las reformas
impulsadas por el presidente Peña Nieto, sobre todo a la denominada Reforma
Educativa.
La batalla que el
secretario de educación pretende llevar a cabo en contra de la CNTE en Chiapas
no es por la educación. Esta es una lucha de poder, que se convirtió en una
cuestión de honor, en la que Aurelio Nuño pretende acabar con la disidencia
magisterial que representa la CNTE, sin darse cuenta que con esa actitud
generadora de violencia y represión institucional, termina fortaleciendo al
enemigo que pretende desaparecer: en la que la CNTE ya ganó.
Ganó en una lucha por la
dignidad. Ganó porque puso en evidencia las ausencias y deficiencias de la
Reforma Educativa. Ganó porque los académicos de mayor prestigio en el país
consideran la necesidad de impulsar una reforma de la reforma. Ganó porque a
pesar del despreció gubernamental el Estado reconoce que son un obstáculo para
la implementación de la reforma.
Aurelio Nuño, por sus
carencias de vida académica, no entiende que la mejora de la educación no se va
a resolver con gases lacrimógenos, palos y piedras. El camino no es la
represión ni la persecución como pretende el secretario. El camino de la mejora
de la calidad educativa, obviamente transita a través de una reforma de la
educación, pero no como la que fue aprobada en el Congreso de la Unión,
que reprodujo los mecanismos de exclusión
y desigualdad educativa, y lo convirtió en un asunto de unos cuantos, que
irresponsablemente se abrogaron la facultad de decidir por todos y lo hicieron
mal.
El éxito de cualquier
reforma educativa, presupone la adhesión,
el consenso y la participación entusiasta y decidida de los maestros,
quienes finalmente son los responsables del resultado de esa reforma en el
salón de clases. De allí que continuar con la imposición, las amenazas y la
violencia como se viene realizando hasta ahora, significa tirar a la coladera
el esfuerzo realizado y cancelar el papel que tiene la educación en la
transformación de la sociedad.
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