La asamblea
Askatasunaren Bidean’, formada por expresos y exrefugiados de ETA. Europa
Press.
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Fuente: La Haine
Red Latina sin fronteras
23 mayo, 2016
“ser expresos y exrefugiados no
nos convierte en exmilitantes, al contrario, seguimos siendo militantes
abertzales y socialistas revolucionarios”
asamblea Askatasunaren Bidean
Bilbao.- Un grupo de medio centenar de expresos y exrefugiados
de ETA críticos con la estrategia seguida por Sortu han presentado este sábado
en Bilbao la asamblea ‘Askatasunaren
Bidean’ (En el camino de la libertad)
y han asegurado que en las reuniones que han mantenido hasta ahora desde
comienzo de año “no se ha planteado ni
una sola vez el retorno a la utilización de las armas”, porque la izquierda
abertzale “tiene masa crítica suficiente
para volver a organizarse desde otros parámetros”.
En la presentación de la
asamblea ‘Askatasunaren Bidean’ han
dado lectura a un comunicado, leído en euskera por Patxi Ezkizabel, en francés
por Joel Sistiage, y en castellano por Fernando Lizeaga, en el que han
presentado a quienes impulsan esta iniciativa como “militantes del Movimiento de Liberación Nacional Vasco, hombres y
mujeres abertzales y socialistas revolucionarios de diferentes generaciones
que, desde jóvenes hemos luchado a favor de la liberación nacional y social del
pueblo trabajador vasco y de los cuatro ejes del nacionalismo revolucionario:
independencia, socialismo, reunificación y reuskaldunización”.
Lizeaga ha querido dejar “definitivamente claro a todos” que en
sus asambleas “no se ha planteado, ni una
sola vez, el retorno a la utilización de las armas”. “Ni una sola vez. La alternativa que se está planteando por ahí: o eso
o tirarnos al monte, es mentira, la izquierda abertzale tiene masa crítica
suficiente para volver a organizarse desde otros parámetros”, ha
manifestado.
Ahora, ha precisado, los
integrantes de ‘Askatasunaren Bidean’
están “a cero, y según nos vamos
organizando, según nos vamos formando a nosotros mismos, iremos diciendo cuáles
son nuestros posicionamientos”, pero “la
lucha armada no la ha planteado nadie en nuestras asambleas”.
Lizeaga ha explicado que
no se sienten representados por la izquierda abertzale y están “pasando vergüenza”. “No nos sentimos identificados porque el
hecho de que haya una ausencia total de lucha armada por parte de nuestro
pueblo no entendemos que nos tenga que tirar a los brazos del enemigo”, ha
precisado, para afirmar que “somos
capaces de mantener una lucha mucho más digna sin armas”.
¿PARTIDO POLÍTICO?
Sobre la posibilidad de conformar un partido político, Lizeaga
ha señalado que “todos los que en que en
Euskal Herria, dentro de la izquierda, no se sientan, a día de hoy,
representados nos vamos a juntar, vamos a hablar, vamos a debatir, y vamos a
decidir, entre todos de forma asamblearia sin estructuras de partido, cómo nos
queremos organizar, cómo queremos llevar adelante nuestra lucha y cuáles van a
ser nuestros medios”.
Lizeaga ha asegurado que
no se van a organizar como partido, aunque ha dicho que “quién sabe lo que va a salir de esa organización, de esa
reestructuración, de esa agrupación de los que a día de hoy nos sentimos un
poco huérfanos políticamente”. “No lo
sabe nadie. ¿Sabemos si nos van a volver a torturar, si van a dar garantías de
que no nos van a volver a torturar?, ¿Va a haber un gobierno un día en España
que nos respete alguna vez? Esa es nuestra pregunta”, ha indicado.
En ese sentido, ha
destacado que “lo cierto es que, al día
de hoy, en Euskal Herria no hay lucha armada” y ha hecho un emplazamiento a
la sociedad y al Gobierno español a “aprovechar
esta ocasión”. “Hay que aprovecharla
para no estropearle a nadie la vida, ni a los españoles ni a los de Euskal
Herria, esto hay que solucionarlo, y vamos a intentar hacerlo por todos los
medios”, ha asegurado, para afirmar que no quieren “ni una gota más de sangre, ni un poquito más de sufrimiento”, sino
“recuperar lo que es nuestro, nuestra
patria”.
“Al servicio de la liberación nacional y social de Euskal Herria”
Por otro lado, en el manifiesto al que han dado lectura han
recordado que “hace cerca de 50 años fue
proclamado ya que nuestra lucha se sitúa en la línea del internacionalismo
proletariado contra todos los imperialismos y socialchovinismos” y han
añadido que “más tarde se enraizaron
entre nuestros objetivos el feminismo y el ecologismo”.
Según han indicado, “en la militancia a favor de estos ideales
liberadores hemos tenido que sufrir la clandestinidad, la persecución, la huida,
el exilio, la detención, la tortura, la cárcel, el sufrimiento tanto de
nuestros familiares como de nuestras personas cercanas y queridas, y la muerte
y asesinato de muchos de nuestros compañeros”.
Tras manifestar que “ser expresos y exrefugiados no nos
convierte en exmilitantes, al contrario, seguimos siendo militantes abertzales
y socialistas revolucionarios”, han explicado que su objetivo es “poner al servicio de la liberación nacional
y social de Euskal Herria nuestro trabajo, energía, reflexiones y experiencia”.
En ese sentido, han
indicado que comenzaron a reunirse a principio de año “como asamblea de represaliados políticos vascos” y han decidido
conformarse en colectivo bajo el nombre de “Askatasunaren
Bidea Asamblea de algunos expresos, exrefugiados y exiliados”.
Su forma de organizarse es
la asamblea y van a realizar su trabajo “en
torno a tres ejes: mantener la dignidad de la lucha y hacer frente a todos los
intentos de manipulación y reescritura de la historia del pueblo trabajador
vasco, no cerrar las puertas a un futuro libre y mejor a las nuevas
generaciones, y dar nuestra solidaridad a los presos políticos vascos y
hacerles saber que ni uno de ellos se va a quedar tirado por no aceptar el
chantaje del enemigo”.
En el documento al que han
dado lectura han reafirmado su “compromiso
e implicación con la lucha a favor de la liberación de nuestro pueblo y la
estrategia de reconstrucción del Movimiento de Liberación Nacional Vasco”.
Así, han asegurado que apoyarán “con
todas nuestras fuerzas todas las iniciativas a favor de estos objetivos”.
Por último, han anunciado
que, en las próximas semanas, van a empezar a “entrelazar los mimbres de todos los que a día de hoy no nos sentimos
representados” y han insistido en que la asamblea será su “instrumento” y que “entre todos decidiremos dónde, cómo y adónde ir”.
DECLARACIÓN ASKATASUNAREN
BIDEAN
Euskal preso eta iheslari
ohiren batzarra
Traducción del texto
original en Euskera
Somos militantes del Movimiento de Liberación Nacional Vasco,
hombres y mujeres abertzales y socialistas revolucionarias de diferentes
generaciones. Desde jóvenes hemos luchado a favor de la liberación nacional y
social del Pueblo Trabajador Vasco y de los cuatros ejes del nacionalismo
revolucionario: Independencia, Socialismo, Reunificación y Reeuskaldunización.
Hace cerca de 50 años fue proclamado que nuestra lucha se sitúa en la línea del
internacionalismo proletario, contra todos los imperialismos y socialchovinismos.
Más tarde se enraizaron entre nuestros objetivos el Feminismo y el Ecologismo.
En la militancia a favor de estos ideales liberadores hemos tenido que vivir la
clandestinidad, la persecución, la huida, el exilio, la detención, la tortura,
la cárcel, el sufrimiento tanto de nuestros familiares como de nuestras
personas cercanas y queridas, y la muerte y el asesinato de muchas de nuestras
compañeras y compañeros.
El nacionalismo
revolucionario siempre ha perseguido la liberación global e integral del Pueblo
Trabajador Vasco, es la negación radical de todas las formas de opresión. El
Pueblo Trabajador Vasco está formado por todos los grupos y sectores oprimidos,
de forma especial y principalmente por la Clase Obrera. Por eso, la lucha del
Pueblo Trabajador Vasco tiene un carácter socialista revolucionario, en toda la
extensión y profundidad que tiene este término. El motor subjetivo de la
Revolución Vasca es la conciencia nacional de clase.
Después de pasar largos
años fuera de Euskal Herria, cuando hemos vuelto del exilio y/o salido de la
cárcel esto es lo que hemos visto: en este comienzo del siglo XXI, las
opresiones que sufre el Pueblo Trabajador Vasco siguen fundamentalmente siendo
las mismas, tanto en el ámbito social como en el nacional, tanto en la
dominación patriarcal como en la cultural, en los avances en el proceso de
desaparición del Euskera y de la comunidad lingüística euskaldun, en la
destrucción constante de la Madre Tierra, y aún más violentamente en la
represión contra las y los que siguen en la lucha. Los estados opresores, que
son herramientas implacables de las oligarquías de Francia y España, siguen
constantemente dividiendo, oprimiendo, explotando, erdaldunizando, ocupando
militarmente y condenando a la miseria extrema al Pueblo Trabajador Vasco, con
la imprescindible colaboración de la burguesía autonomista vasco-española.
Estas opresiones crudas y sangrientas se volvieron aún más duras a partir del
estallido de la crisis global capitalista, durante los años 2006-2008. Y desde
entonces se han ido progresivamente intensificando.
Sufrimos todos los días
las opresiones cada vez más grandes que se llevan a cabo contra el Pueblo
Trabajador Vasco: el paro, la pobreza, los desahucios y la precariedad; los
terribles accidentes laborales; la explotación económica implacable; la
degradación progresiva de los salarios y de las condiciones de trabajo; los
recortes criminales en educación, sanidad y servicios sociales… Este es el
futuro que el sistema ofrece a todas y todos los trabajadores vascos -obreras,
empleados, operarias, agricultores, arrantzales y/o intelectuales- es decir, a
las esclavas y esclavos asalariados. Miseria y represión.
Eso, y además, la
constante violencia y terrorismo patriarcal contra las mujeres, la opresión
nacional y la ocupación militar de nuestra patria, la desaparición progresiva
del Euskera y el etnocidio contra los euskaldunes, la censura, la tortura, la
cárcel, la intoxicación y el consumismo neurótico. Los estados español y
francés han recuperado al fin el monopolio de la violencia, y lo utilizan
despiadadamente para oprimirnos.
Ser ex-presos y
ex-refugiados no nos convierte en ex-militantes. Al contrario, seguimos siendo
militantes abertzales y socialistas revolucionarios. Queremos poner al servicio
de la liberación nacional y social de Euskal Herria nuestro trabajo, energía,
reflexiones y experiencias.
Por eso mismo queremos
denunciar ante el Pueblo Trabajador Vasco, en voz alta y sin pelos en la
lengua, que el cambio de estrategia realizado por la Izquierda Abertzale en
estos últimos siete años no se ha limitado solamente al fin de la lucha armada,
sino que ha ido mucho más lejos. Aquel cambio que al principio unos pocos
vendieron como la “estrategia
independentista eficaz”, hoy en día, siete años después, ha llevado al
Movimiento de Liberación Nacional Vasco a una grave crisis.
Este cambio de estrategia
ha sido una jugada hecha por una fracción reformista de la Izquierda Abertzale,
para integrar nuestro movimiento en el sistema y liquidar el MLNV, la
Revolución Vasca y hasta el propio abertzalismo socialista revolucionario. Esta
maniobra, una vez disipadas las ilusiones, euforias y fascinaciones iniciales,
ha creado en el seno del Pueblo Trabajador Vasco frustración, tristeza,
desapego, desconfianza, confusión, despolitización y desmovilización, y ha
bloqueado nuestra lucha de liberación nacional y social. La ha desactivado y
debilitado profundamente. En la medida que somos militantes del Movimiento de
Liberación Nacional Vasco, no podemos de ninguna manera aceptar este cambio
oportunista radical. Paso a paso, la fracción reformista que ha tomado el
control de la Izquierda Abertzale está traicionando todos los principios del
Movimiento de Liberación Nacional Vasco. De forma vergonzosa en nuestra
opinión, pero sin ninguna vergüenza por su parte.
La lucha de clases en el
seno del MLNV siempre ha existido, entre los numerosos elementos reformistas y
oportunistas de la pequeña burguesía vasca y los/las militantes abertzales y
socialistas revolucionarias de la clase obrera vasca, para lograr la dirección
y la hegemonía en el movimiento. Ha habido una cruda lucha ideológica y
organizativa entre estas dos clases sociales. Este hecho ha producido muchas
crisis y escisiones a lo largo de la historia, que no mencionaremos
detalladamente aquí. En la amplia y larga historia del Pueblo Vasco también han
sucedido muchas veces situaciones extremas parecidas. Por citar solamente tres,
el abrazo de Bergara en el siglo XIX, la traición imperdonable cometida por el
PNV en 1937 en Santoña, y hace cerca de cuarenta años, el putrefacto proceso de
arrepentimiento de lo que en su día fue el bloque conformado por la
organización PM, EIA y Euskadiko Ezkerra. Esta operación que se inició hace
muchos años es de una orientación parecida a las anteriores. Por poner un hito
cualitativamente significativo, nosotras y nosotros lo situamos en el 14 de
noviembre de 2009. Aquel día, en la lamentable rueda de prensa realizada en
nombre de la Izquierda Abertzale en Altsasu, la fracción reformista aceptó los
principios Mitchell, tomando la representación de todo el MLNV aparentemente y
de forma falsa. Y eso era mentira entonces y lo es aún más hoy en día.
Los principios Mitchell no
son neutros. Se sitúan dentro de la estrategia contrainsurgente diseñada por el
imperialismo anglosajón, para provocar en todo el mundo la derrota de los
Movimientos Revolucionarios de Liberación Nacional de los Pueblos Trabajadores
a todos los niveles. Así ha sucedido en Irlanda y en muchos otros sitios. Con
esta astuta jugada, la fracción reformista y sus aliados y aliadas oportunistas
quisieron dar jaque mate a los sectores abertzales y socialistas
revolucionarios del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Y tenemos que
confesar, de manera autocrítica, que en gran medida lo han conseguido. Después
vino un chaparrón de iniciativas y comunicados: el documento Zutik Euskal
Herria!, las declaraciones de Bruselas e Iruñea, el pacto Lortu arte, el
acuerdo de Gernika, la legalización del partido Sortu, el nacimiento de las
coaliciones Bildu, Amaiur y EHBildu, la disolución de las organizaciones Segi,
Ekin y Askatasuna, la conferencia de Aiete, el fin definitivo de la lucha
armada de ETA, la tomadura de pelo en Noruega, la rueda de prensa que algunos y
algunas ex-presas dieron en Durango, la vía vasca hacia la paz de EHBildu, el
Foro Social, las maniobras para desviar al EPPK de la línea de la Amnistía (el
comunicado de 2013), la “vía Rufi” y “la línea Barrena”, aceptando la
legislación penitenciaria destructora de los y las presas políticas vascas, y
las mentiras de los y las jueces fascistas, etc… Fueron especialmente
significativas las declaraciones que el líder supremo del reformismo hizo en el
juicio en su contra en Madrid, en 2011.
Lo que al principio fue
una pequeña y secreta fracción se ha convertido en algo totalmente mayoritario
hoy en día en la Izquierda Abertzale, atrayendo hacia sus tesis y estrategia a
los y las liberadas, responsables y direcciones de todas las estructuras,
organizaciones y medios de comunicación de ésta.
Como consecuencia de esto,
se han acentuado en el seno del Pueblo Trabajador Vasco la decepción y la
desmovilización, poniendo en peligro hasta la misma liberación nacional y
social. Tenemos que desmontar y deconstruir la filosofía y la neolingua que
están detrás de esta operación política. Es una ideología tóxica y alienante.
No es verdad que queramos y necesitemos una paz sin vencedores y vencidos.
Queremos vencedores: el Pueblo Trabajador Vasco y el resto de los Pueblos
Trabajadores. Y queremos vencidos: las oligarquías de Francia y España y el
imperialismo internacional. Los opresores y los oprimidos.
No nos gusta la curiosa
lengua que se está haciendo mayoritaria, en la cual las clases sociales se
transforman en “ciudadanía”; la lucha
de clases, en “relaciones laborales”;
el Pueblo Trabajador Vasco, en “sociedad
vasca”; la autodeterminación, en “derecho
a decidir”; la negación de la existencia del Pueblo Vasco, en “déficit democrático”; el Socialismo, en
“justicia social” o en “modelo económico nuevo”; los y las
trabajadoras, en “ciudadanos y
ciudadanas”; la explotación de la burguesía, en “convivencia democrática”; la dictadura del Capital, en “democracia”; la censura y la
inquisición, en “tolerancia”; la
violencia sistemática de los estados, en “paz”;
el monopolio de la violencia que han recuperado las oligarquías, en “normalización”; el incesante terrorismo
patriarcal, en “violencia de género”;
las exigencias de oprimidas y oprimidos, en “derechos
humanos”; las destrucciones ecocidas de la Madre Tierra, en “desarrollo sostenible”; la Restauración
neofranquista de la Monarquía, “transición
democrática”; el imperialismo, en “comunidad
internacional”; las masacres de la OTAN, en “intervenciones humanitarias”; la tortura, en “excesos policiales”; las bandas de ladrones de la burguesía, en “partidos democráticos”; las agresiones
criminales de los capitalistas, en “austeridad”;
el etnocidio de la comunidad lingüística euskaldun, en “bilingüismo equilibrado” y “normalización
del Euskera”; la Amnistía, en “solución
a las consecuencias del conflicto”; los verdugos y torturadores fascistas,
en “víctimas del terrorismo”; las
fuerzas de ocupación, en “defensores de
la ley”; los cipayos de la burguesía vasco-española, en “ertzainas”, los patrones explotadores,
en “emprendedores”; rendirse ante el
enemigo nacional y de clase, en “proceso
de paz y resolución del conflicto”; ceder por la cara, en “unilateralidad”; la Revolución Vasca,
en “fase y estrategia del pasado”;
regalarle las armas al enemigo, en “dar
solución a los instrumentos y las estructuras que se derivan de la actividad
armada”; ponerse a las órdenes de los oportunistas, en “acumular fuerzas y lograr acuerdos”; el conflicto y la dialéctica
revolucionarias, en “transversalidad”,
la colonización, en “pluralismo y
diversidad”…
Estas dos filosofías,
formas de hablar y terminologías, por un lado la reformista y oportunista, y
por otro la abertzale socialista revolucionaria, chocan frontalmente todos los
días de forma clara e inevitable, tanto en la práctica como en la teoría. La
unidad es imposible cuando en el mismo movimiento existen estrategias
totalmente contrapuestas y líneas políticas absolutamente antagónicas. Algunos
y algunas se quieren integrar en el juego, normas e instituciones del sistema
capitalista español y francés, otros y otras, por el contrario, queremos
destruir y hacer añicos el sistema de raíz, para poder construir una Euskal
Herria euskaldun, independiente, reunificada y socialista. En crisis
estratégicas tan graves como ésta, los juegos de mayoría/minoría nunca han
funcionado. Jamás.
En la batalla teórica, ideológica
y sociopolítica en torno a la Amnistía se revela, de modo paradigmático, el
choque frontal entre las dos estrategias. Los y las reformistas dejaron de lado
la Amnistía al principio, porque consideraban, en sus esquemas pretendidamente
realistas, moderados e institucionalistas, que la ruptura realmente democrática
con el régimen neofranquista del 78 que suponía y acarreaba la Amnistía Total
era imposible. En consecuencia, comenzaron a transitar por vías posibilistas,
apoyando salidas individuales y obligando constantemente al EPPK a aceptar la
legalidad destructora de los estados opresores, pensando así que las dos
oligarquías ablandarían siquiera un poco su política asesina y criminal contra
los y las presas y refugiadas vascas. Miseria del posibilismo, porque por ese
camino hasta las más pequeñas mejoras se hacen imposibles, ya que los enemigos
se sienten fuertes y vencedores. El ejemplo, la dinámica de la sokatira: si
dejas de tirar…
Ante esta deriva,
militantes del MLNV decidieron organizar el Movimiento por la Amnistía y contra
la Represión. La reacción del reformismo fue dura y fulminante. Anatemas y
excomuniones. Pero el movimiento siguió adelante, extendiéndose a todo Euskal
Herria. También se fortaleció, enraizándose en sectores cada vez más amplios
del Pueblo Trabajador Vasco, especialmente entre los y las jóvenes. Y comenzó a
movilizarse.
Viendo todo esto, el
reformismo ha cambiado de táctica últimamente. La palabra Amnistía ya no es
tabú en su lenguaje, como ha sido hasta hace muy poco, y han comenzado a
utilizar el término, para mejor vaciarlo de su contenido liberador y
revolucionario. Hicieron lo mismo con la desobediencia y la resistencia civil
en la época de la ponencia Zutik Euskal Herria! La base de la Izquierda
Abertzale les creyó. ¿Por qué no ahora? Muchas y muchos militantes llenos de
buena voluntad han tragado ese anzuelo. Aparentemente los reformistas ahora se
sitúan “en la dirección de la Amnistía”,
pero en realidad, defienden la “vía
Rufi/Barrena” con uñas y dientes.
Hoy en día la gente
comienza a darse cuenta. La mentira tiene las patas cortas. La Izquierda
Abertzale reformista tiene muchos recursos, como los tuvo en su día Euskadiko
Ezkerra. Pero no tiene razón. Por eso se niegan a participar en cualquier
debate político estratégico cara a cara.
Teniendo en cuenta la
gravedad de la crisis del MLNV, en enero de este año empezamos a juntarnos
algunos y algunas ex-presas y ex-refugiadas, en torno a tres ejes:
1.-
Mantener la dignidad de la lucha, y hacer frente a todos los intentos de
manipulación y reescritura de la historia del Pueblo Trabajador Vasco.
2.-
No cerrar las puertas a un futuro libre y mejor a las nuevas generaciones.
3.-
Dar nuestra solidaridad a las y los represaliados políticos vascos, y hacerles
saber que ni uno solo se va a quedar tirado al borde del camino por no ceder al
chantaje del enemigo. Denok ala inor ez! Dena ala ezer ez!
Reafirmamos nuestro
compromiso e implicación con la lucha a favor de la liberación del Pueblo
Trabajador Vasco y la estrategia de reconstrucción del Movimiento de Liberación
Nacional, y ayudaremos y apoyaremos con todas nuestras fuerzas todas las
iniciativas a favor de estos objetivos.
Expresaríamos muchas más
opiniones y reflexiones, pero es algo sabido que en el Reino de España no hay
ningún tipo de libertad de expresión, y que los perros y siervos de la
oligarquía neofranquista reprimen duramente toda idea y planteamiento realmente
revolucionario. Y que lo mismo pasa en la V República totalitaria de la
burguesía francesa, etnocida e imperialista.
Queremos hacer un
llamamiento a todos y todas las militantes abertzales y socialistas
revolucionarias que se identifican con los objetivos históricos del Movimiento
de Liberación Nacional Vasco, para que se autoorganicen pueblo a pueblo y
barrio a barrio, en asambleas o de la manera que mejor les parezca, para llevar
adelante la lucha por la liberación nacional y social del Pueblo Trabajador
Vasco, en el camino del Estado Socialista Vasco. En la lucha para liberar a
Euskal Herria, que cada una y uno tome su puesto, según sus fuerzas y deseos.
Gora Euskal
Herria, askatuta eta sozialista!
Jotake,
irabazi arte!
EUSKAL HERRI
LANGILEAREN ASKATASUN OSOA HELBURU, BORROKA DA BIDE BAKARRA!
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