Fuente:
Red Latina sin fronteras
Publicado: 22 de julio de
2016
Llena de admiración y también con una mirada analítica, Janet
Biehl, comparte algunas de sus reflexiones sobre la revolución de Rojava,
después de sus recientes visitas a la región.
En esta entrevista, el
cineasta independiente y periodista Zanyar Omrani, habla con Janet Biehl sobre
su difunto compañero Murray Bookchin, sus viajes a Rojava y sobre la importante
cuestión de cómo construir estructuras de poder popular de abajo-arriba
teniendo en cuenta los riesgos de que el proceso sea revertido con el paso del
tiempo.
Janet Biehl ha viajado a
Rojava dos veces en el último año y ha escrito extensamente sobre sus
experiencias y observaciones durante sus visitas a los cantones autónomos del
norte de siria. Ella es la autora del libro Ecology or Catastrophe: The Life of
Murray Bookchin.
Zanyar Omrani ha visitado
Rojava varias veces, documentó la vida detrás de las líneas del frente en la
lucha contra el ISIS. Su documental Inside Kobane: Keeping Islamic State at
Bay, fue emitido por la BBC.
Zanyar Omrani: ¿Puedes contarnos como fue tu primer encuentro con la
cuestión kurda, y explicar porque te llamó la atención?
Janet Biehl: Después de que Bookchin
murió en 2006, varias personas me hicieron llegar un impresionante homenaje que
el PKK le había dedicado, en el que se decía que el PKK “asume la tarea de mantener a Bookchin vivo en la lucha” y de crear
“la primera sociedad que establezca un
confederalismo democrático tangible”.
Luego en 2011, el
ecologista kurdo Ercan Ayboga, me invitó a participar en el Foro Social de Mesopotamia
(FSM) que se celebró en Diyarbakir, que él mismo estaba organizando. Pensó que
yo y el movimiento teníamos cosas de las que hablar. Y tenía razón.
En el FSM encontré un
movimiento político y social completo y en marcha, rebosante de activismo e ideas
sobre ecología, igualdad de género y más. Vi a otros hombres más viejos con
pinta patriarcal sentados y escuchando a mujeres de 20 años hablando en un
seminario sobre los asesinatos de honor. Pensé… aquí pasa algo.
Desde entonces he ayudado
a traducir dos libros sobre el tema del alemán al inglés: Democratic Autonomy
in North Kurdistan, escrito por un grupo de activistas alemanes solidarios con
Kurdistán que habían viajado por Bakur (Kurdistán del norte) para investigar
las instituciones de Autonomía Democrática que se estaban creando; y Revolution
in Rojava, co-escrito por Ercan Ayboga, la persona que me había invitado a la
conferencia. Este libro fue publicado por Pluto Press en el 2016.
En diciembre de 2014 tuve
la oportunidad de viajar a Rojava yo misma como parte de una delegación
académica. Estuvimos ahí diez días.
Dinos más sobre tu primer viaje a Rojava. ¿Cumplió tus
expectativas?
Había estado traduciendo informes alemanes, por lo que estaba
bastante bien informada. Pero nada te puede preparar para ver a mujeres jóvenes
de 1,65m en uniformes y sujetando kalashnikovs como si nada – eran nuestras
acompañantes. Y nada me podía haber preparado para ser testigo de una
revolución de verdad. Era la primera vez que he visto como el poder de la
voluntad colectiva humana concentrado puede transformar un orden social en poco
tiempo. Y aquí las imágenes de Ocalan estaban a la vista, al contrario que en
la tienda de campaña de Diyarbakir – están en las paredes de todas las
habitaciones.
Me encontré con gente que
había estado en prisión y torturada por el régimen y aún así continúan con el
trabajo hasta conseguir llevar su proyecto a donde está ahora. Mis delegaciones
hablaron con miembros de Tev-Dem y Yekîtiya Star; los revolucionarios habían
hecho tanto para construir consejos y otras instituciones. Cuando Murray vivía,
yo estudiaba la historia revolucionaria y le ayudé a escribir libros sobre
ello. Pero llegar a verlo con mis propios ojos… fue algo extraordinario.
Comunas, Tev-Dem, 22 ministerios de cantones, municipios,
tribunales –todas estas instituciones están poniendo en práctica las ideas que
anteriormente solo habían existido sobre el papel. ¿Hasta qué punto está en
concordancia lo que has visto con el pensamiento de Bookchin?
Durante las visitas de las dos delegaciones (la segunda fue en
octubre de 2015) el tiempo total que he pasado en Rojava es de 13 días, y la
gente que habló con nosotros eran miembros de la clase política. Por lo que
todo lo que tengo que decir, debéis saberlo, está basado en lo que me contó
gente que al hablar con nosotros sabían que hablaban con todo el mundo.
Casi todo el mundo
mencionó que el proyecto de Rojava no tiene estado y está en contra del estado.
El régimen de Assad ha mantenido el territorio económicamente sin desarrollar,
por lo que mientras que el capitalismo estaba presente, no era la fuerza
fundamental que daba forma a la sociedad y la clase política está comprometida
con la creación de una economía cooperativa. Las tierras de cultivo abandonadas
por el régimen se han convertido en cooperativas agrícolas. Más aún, la
sociedad de los tres cantones es comunalista, me explicaban, tanto en la
práctica como ideológicamente, antes que individualista como los EEUU.
Específicamente en cuanto
a Bookchin, las instituciones de auto-gobierno democrático que describían
coincidían ampliamente con lo que él había pensado (bajo el nombre de
municipalismo libertario). En la base del Confederalismo Democrático está la
Asamblea de ciudadanos (en los escritos de Bookchin) o las comunas (en Rojava).
La comuna manda sus delegados al consejo confederal a nivel de barrio, y el
consejo de barrios manda delegados al distrito y éste al cantón. En esta
estructura por niveles, como Bookchin la describió, el poder tiene que fluir de
abajo hacia arriba.
¿Se ha hecho realidad esta visión?
En diciembre de 2014, fui testigo de una reunión comunal en
Qamislo. En octubre de 2015, mi delegación fue a Amude, sede del nivel cantonal
del autogobierno democrático, donde conocimos a Hakam Khello, líder del consejo
legislativo. Le pregunté cuántas comunas había. Él me dijo que existían unas
4.000 zonas liberadas, incluyendo aldeas árabes y de todas las etnias.
Algunas cosas no eran como
Bookchin las había pensado. Sobresale una diferencia: la importancia que Ocalan
había dado a las mujeres al contrario de Bookchin. Bookchin estaba opuesto a
toda jerarquía, pero Ocalan le da una importancia singular a la opresión de las
mujeres, y les asigna un papel prominente incluso de vanguardia a las mujeres.
Bookchin no les dio este papel a las mujeres ni reclamaba cuotas de un 40% para
los géneros ni el liderazgo dual.
Para saber con seguridad
si el poder fluye de abajo-arriba, necesitaría ver una decisión tomada en una
asamblea comunal, luego seguirla por su curso en el consejo de barrio y luego
por el consejo de distrito y el cantonal. Desafortunadamente, careciendo de las
habilidades lingüísticas necesarias no tengo acceso a esta información, por lo
que tengo que depender de otros investigadores para tener saberlo.
En tu opinión, ¿pueden las
instituciones legislativas y ejecutivas en Rojava actuar más allá de la
hegemonía del Partido de la Unión Democrática (PYD)?
Mi delegación de octubre
de 2015 también se reunió con el Primer Ministro del Cantón de Cizire, el
abogado Akram Hesso. Le pregunté si el poder fluía de abajo hacia arriba o al
revés. “Tomamos las ideas y necesidades
que la gente en la base nos da”, dijo a través de un intérprete, “y estudiamos estas opiniones para ver si es
posible pasarlas a una ley, traducir las ideas de la gente a leyes prácticas y
decisiones”. No pude por más que darme cuenta de que eso no quiere decir lo
mismo que ejecutar las decisiones de la base.
Por lo que pregunté: ¿cómo obtenéis las ideas de la gente?
“Tenemos pequeñas comunas dentro de los barrios”, me contestó. “Instituciones locales, parlamento, consejo
ejecutivo. La gente expresa sus necesidades paso a paso, hacia arriba como una
pirámide”.
¿Se celebrarán pronto las
elecciones? continúe. “Hemos tenido
elecciones en los municipios este año”, dijo, “pero las elecciones para el parlamento se han pospuesto debido a los
ataques del ISIS en Kobane y por todo el territorio”.
¿Se celebrarán las
elecciones de acuerdo con el Tratado de Duhok a finales de 2014? pregunté
refiriéndome al acuerdo alcanzado por los partidos alineados con el PYD y
aquellos alineados con el ENKS para compartir los escaños del parlamento. “El Acuerdo de Duhok está relacionado solo
con los partidos kurdos. Apoyamos el acuerdo, no tenemos ningún problema con
él”.
¿Existen partidos no
alineados con el PYD en el consejo ejecutivo del cual eres líder? pregunté.
“El pueblo kurdo tiene
doce partidos en el autogobierno. El autogobierno democrático está abierto a
todos los partidos. Yo soy miembro del ENKS”.
No era consciente de ese
hecho así que hice una pausa un momento para mostrar mi sorpresa. Más tarde
encontré esta descripción de como Hesso llegó a ser primer ministro: hace 8
meses, le explicó a un periodista del IPS, “Tuvimos
varias reuniones hasta que un comité de 98 miembros representando a las distintas
comunidades se formó. Eran responsables de elegir a los 25 de nosotros que
formaríamos el gobierno hoy”. Como se escogió a esa comunidad de 98 no está
claro. Pero volvamos a Amude.
Para continuar pregunté:
“la gente dice que el PYD es dominante, opresivo. ¿Cúal es tu opinión?”. “El
PYD es un partido kurdo como cualquier otro partido aquí. Tiene asientos en el
parlamento, es muy popular, pero no es dominante”.
“¿Por qué no hay imágenes
de Ocalan en las paredes aquí? Preguntó uno de mis compañeros de la delegación
refiriéndose a los edificios del gobierno cantonal.
“En el autogobierno democrático representamos a todo el
pueblo”,
dijo Hesso, “a todas las corrientes y líderes,
muchas corrientes, no a las imágenes. El autogobierno democrático respeta las
ideas de todo el mundo, incluyendo las del ENKS. La gente puede tener fotos de
Ocalan en sus casas pero no en el gobierno”.
Al día siguiente, cuando
Hesso intervino en la Cumbre del Nuevo Mundo en Derik, habló de forma
totalmente comprometida con la revolución: “Nuestra
revolución es una revolución de sacrificio y resistencia. Aquí tenemos la
igualdad de las mujeres, tanto en el autogobierno democrático como en las
comisiones de mujeres. Nuestra revolución es para toda la humanidad. Tenemos
comisiones sobre derechos humanos y religión. Una nueva sociedad está siendo
construida sobre la sangre de nuestros mártires. El autogobierno democrático
depende de las YPG, YPJ, Sotoro, Asayis… todos protegen Rojava”.
¿Qué estrategias tienen para reducir este tipo de poder? En
otras palabras ¿qué garantías democráticas pueden prevenir la inyección de
decisiones tomadas desde arriba?
La gente en Rojava parece bastante consciente del peligro de
que un sistema de abajo-arriba pueda acabar en un sistema vertical. Eso es lo
que pasó, después de todo, en Rusia. En 1917, el sistema de soviets o consejos
por niveles, por toda Rusia, estaba originalmente diseñado para llevar el poder
desde la base hasta la cima. Pero una vez que los bolcheviques llegaron al
poder, pudieron usar esas mismas instituciones como correas de transmisión de
su propio poder desde arriba, sin duda para conseguir la dominación
totalitaria.
Pides garantías, amigo
mío, estamos hablando de sociedades humanas, no de leyes de la física. No hay
garantías. No hay fórmula matemática que diga, si determinadas condiciones se
dan, entonces está garantizado que la democracia continuara en toda su pureza.
Bookchin le dio muchas
vueltas a este problema, y uno de sus puntos de vista más insistentes era que
la sociedad debía asegurar la separación entre administrar y legislar. Solo los
ciudadanos en las asambleas pueden tomar decisiones en cuestiones de política.
El papel de los consejos confederales es sencillamente administrar para
ejecutar dichas políticas. Tan pronto como los consejos se pongan a hacer
políticas, ya no tienes un flujo de poder desde abajo.
En segundo lugar, los
delegados a los consejos confederales deben tener mandato imperativo y ser
revocables. Su único papel es el de transmitir las decisiones políticas tomadas
por las asambleas ciudadanas a los niveles más altos. Si no lo hiciesen,
entonces la gente los podría revocar. Si los delegados se les permita ir más
allá de lo que su mandato requiere, entonces se pierde el flujo del poder desde
abajo.
En Amude, al tiempo que mi
delegación hablaba con Hakam Khello, el líder del PYD en el consejo legislativo
del cantón, lo pensamos desde el punto de vista práctico. Supón que varias
comunas en un barrio no se ponen de acuerdo en determinado asunto, alguien del
grupo preguntó, y sus distintos delegados al consejo barrial reflejan dicho
desacuerdo y se produce un conflicto. ¿Cómo se resolvería la cuestión?
El consejo del barrio
tendría que decidir, explicó Khello, pero la decisión final también podría ser
tomada en el nivel del cantón.
¿Qué factores se tienen en cuenta para tomar la decisión?
preguntamos nosotros.
“La decisión tiene que
estar en consonancia con el contrato social”, dijo, refiriéndose a la constitución
escrita por la que la sociedad se rige. Por ejemplo, “la libertad de las mujeres es un principio básico aquí”, dijo, al
igual que la ecología. “También nos
remitimos a los acuerdos internacionales en relación a derechos humanos,
derechos de los niños. Este tipo de marcos organizan nuestra vida”.
Me pareció reconfortante;
tener los principios básicos de una sociedad al alcance, como referencia en la
toma de decisiones. ¿Qué otras maneras tenéis para salvaguardar la toma de
decisiones de abajo-arriba? Le pregunté a Khello.
“Las comunas locales se
ocupan de los asuntos locales”, replicó. “El
Consejo Legislativo discute las cuestiones relacionadas con toda la población
del cantón”.
Sí, ya había escuchado a
otros hablar de estos principios en Rojava antes: las decisiones sobre
determinado asunto se toman al nivel más bajo competente para ello. Si una
comuna tiene la competencia de manejar el asunto, como por ejemplo donde situar
un colegio o cuánto tiempo tener en marcha la electricidad y a qué horas,
entonces lo hará, y los niveles más altos no deberían interferir. Mantiene las
instituciones cerca de la gente, los mantiene en control de los asuntos más
inmediatamente relevantes para ellos, e impide que la burocracia crezca. Es una
forma en la que la democracia se mantiene a las órdenes de la gente. (Me
recuerda un poco al principio de “subsidiaridad”
del pensamiento social Católico).
Pero ¿puede ese énfasis en
lo local realmente mantener que el poder siga fluyendo de abajo hacia arriba?
me preguntaba. Después de todo, la población reuniéndose en comunas debería de
tener voz también en los asuntos a nivel de cantón. Asuntos como la guerra y la
paz afectan a todo el mundo, por ejemplo: ¿Por qué no deberían tener voz las
asambleas de calle y barrio? Me preocupaba que delegar todos los asuntos que
impliquen a todo un cantón podría acabar concentrando el poder en los consejos
cantonales.
El día después la
delegación se reunió con Khello, yo di un discurso en la Cumbre del Nuevo Mundo
sobre municipalismo libertario o confederalismo democrático. Y cuando terminé,
se alzó una mano en la primera fila, y era el propio Khello, y él me devolvió a
mí y a mi compañero de mesa, el excelente vice ministro de exteriores Amone
Osse, la pregunta que había hecho antes: ¿Cómo impedir que las estructuras de
abajo-arriba se vuelvan de arriba-abajo?
Osse habló de la
importancia del compromiso con los principios de la democracia. Yo me mostré de
acuerdo, y mencioné que Bookchin solía decir: “No hay sustituto para la consciencia”. La gente debe estar
comprometida con las ideas y el proceso y de construirlo, y deben permanecer
vigilantes. Si la gente no estaba comprometida, si se muestra negligente,
entonces por defecto, en el devenir de los acontecimientos, el poder comenzará
a fluir desde la cúspide hacia abajo.
Me gustaría mencionar otra
cosa que me parece crucial para asegurar el flujo de poder desde la base, y es
la transparencia. Todos los registros y los resultados de las votaciones deben
ser públicas y estar disponibles, toda la información económica y demás, para
uso en la toma de decisiones. Todo debe ser transparente. Cuando las personas
comienzan a guardar secretos al pueblo, el pueblo no puede tomar las decisiones
correctas, y si otros hacen esas decisiones en la trastienda, basada en
información secreta, entonces ya no tenemos una democracia asamblearia.
Sobre esto mi amigo Zaher
Baher ofrece un punto de vista importante. “La
única esperanza para el Tev-Dem”, me dijo una vez, refiriéndose a la
organización que representa a varias asociaciones de base, “es que el Tev-Dem sea el vehículo para transmitir los deseos de los
grupos locales a los consejos confederales”. Creo que su noción está bien
fundamentada: Rojava tiene un montón de asociaciones civiles, y mucha de la
fuerza de la sociedad democrática vendrá de la fuerza de estas.
¿Pienso yo que este
sistema es exactamente el que pensó Bookchin? No enteramente, pero quizá eso
quede fuera del alcance de los seres humanos. Pero la gente está luchando con
problemas de implementación que Bookchin, un teórico, nunca predijo, y pienso
que incluso los errores que la gente en Rojava pueda cometer, son relevantes
para la importancia futura de estas ideas.
Aparentemente, las organizaciones legislativas y ejecutivas
tienen distintas tareas, y las elecciones libres tienen lugar en casi todas las
áreas. ¿No piensas que hay una fuerza extra-legal que puede bloquear cualquier
decisión que considere no sea compatible con su intereses?
Por fuerza extra-legal, supongo que te refieres al PKK. Claro,
muchos actores políticos en Rojava emplean tiempo en las montañas de Qandil y
tienen raíces en el PKK, pero tratan de negar cualquier vínculo en el presente.
Parece que me preguntes que sucede entre bastidores, y no tenga forma de
saberlo con certeza.
El profesor americano de
estudios kurdos, Michael Gunter, en su libro Out of Nowhere: The Kurds of Syria
in Peace and War, dice que él piensa que el sistema de abajo-arriba es inviable
y que el PKK son los que realmente manejan las cosas entre bastidores. “En realidad, el liderazgo del PKK en las
montañas de Qandil y Abdullah Ocalan en Imrali son los que gobiernan a través
de los comandantes del PKK/PYD responsables de esas áreas”. ¿Qué pruebas
tiene para afirmar eso? “En septiembre de
2013, Shahin Cello de Kobane es el comandante en jefe de todas las unidades del
PYD/YPG en Siria. Antiguamente era un miembro del comité central del PKK y lideraba
un operativo en Europa”.
Sí, la presencia de
antiguos miembros de la rama militar del PKK es indicativa. Pero las YPG y las
YPJ son parte del sistema de Rojava; rinden cuentas al autogobierno
democrático, y son gobernadas democráticamente – sus comandantes son elegidos
entres los milicianos.
Aún así, por debatir la
cuestión, supón que es cierto que el PKK dirige el cotarro. Eso supondría un
problema, porque la historia nos dice que la guerra puede hacer a una sociedad
más autoritaria, a través de una estructura de orden y mando, incluso una
sociedad comprometida con la democracia radical. Las decisiones militares se
toman todos los días. Y los niveles más altos de la administración de Cizire
tiene muchos recursos y gente con experiencia, como por ejemplo co-gobernadores
Hadiya Yousef y Sheikh Humeydi Denham, y el primer ministro Hesso y el presidente
del consejo Khello y más –la capa superior es bastante numerosa, sin duda
debido a la guerra. ¿Tenemos que imaginar que obedecerán los deseos de los
ciudadanos sin emplear su propio juicio? ¿Por qué entonces tener a gente con
talento y recursos en la cúspide?
Pero no hay nada de malo
con el liderazgo, por gente con experiencia, siempre y cuando esos líderes
tengan que rendir cuentas a la base. Si la base sigue eligiéndoles, eso es
democracia también.
La historia nos enseña
algo más sobre los tiempos de guerra: que pueden extender la democracia. Una
sociedad en guerra pide que la gente luche y quizá que muera por ella. Eso es
especialmente cierto en una sociedad sin tecnología militar sofisticada, como
es el caso de Rojava, una sociedad que depende de los soldados y no tanto de
drones o cazas. Piensa en la antigua Atenas – los hoplitas, los luchadores del
ejército, también eran ciudadanos de la asamblea, de la ekklesia. Y debido a
que se necesitaba a remadores militares para la armada, para los trirremes, la
participación democrática se hizo extensiva a las clases bajas de la sociedad.
Por lo que, las sociedades
en guerra, paradójicamente, limitan o amplían sus características democráticas.
Es una especie de contrato social. El hecho de que la sociedad de los tres
cantones deba movilizar a su pueblo para la guerra contra el ISIS es al mismo
tiempo una fuerza democrática. La gente debe aceptar ir a la guerra, participar
en ella, luchar, y estar dispuestos a sacrificar sus vidas y la de los miembros
de su familia.
Por lo que indistintamente
de sí el PKK está o no tomando las decisiones militares o de otra índole entre
bastidores, debe ser una guerra popular, y la gente debe luchar a través de su
autogobierno. Y “el pueblo”, claro
está, incluye a kurdos, árabes, sirios, turcomanos y todos los otros grupos.
Aunque solo sea por la movilización, la democracia es una realidad.
Cuando estaba leyendo tus reportajes sobre tu último viaje, me
di cuenta en tus escritos que expresabas algo de miedo o preocupación sobre
algunas de las cosas que viste en Rojava. Me gustaría que nos pudieses contar
que es lo que te preocupaba más explícitamente.
Debes de estar pensando en mi artículo “The Paradoxes of a Liberatory Ideology”. Escribí que la ideología
es una fuerza poderosa en Rojava, y creo que el compromiso con la ideología de
Ocalan fue una fuerza elemental en la creación de una sociedad y que continua
manteniéndola junta, y al mismo tiempo la sociedad refuerza a la ideología.
Rojava es una sociedad
pequeña, aislada del resto del mundo por el embargo, la hostilidad turca y
asediada por la guerra. El grado de solidaridad comunal es alto, y la gente
parece compartir las mismas aspiraciones. La gente apoya y lucha en la guerra,
y a medida que las YPJ y las YPG consigan victorias, el apoyo crecerá. Esas
victorias justifican la democracia y probablemente aseguren su futuro.
Pero en cualquier
sociedad, como ya he mencionado, la gente reacciona de formas diferentes a una
ideología hegemónica. Algunos son muy entusiastas sobre el sistema que impera
otros se dejan llevar pasivamente, mientras que otros no tienen una opinión, y
algunos se rebelarán solo porque está en su naturaleza rebelarse, y algunos
apuntarán a problemas reales con la situación actual.
Bookchin solía decir que
en cualquier grupo político o sistema, siempre habrá una derecha, un centro y
una izquierda – incluso la utopía tendrá este espectro. No tiene sentido tratar
de solventarlo negando a los otros grupos o partidos del espectro o tratando de
eliminarlos. Siempre habrá gente que no esté de acuerdo con el consenso
prevaleciente, o debería de haberlo, y la cuestión es que hace la sociedad con
ellos. Creo que cada sociedad debe permitir todo el espectro político, y que
aquellos que tengan puntos de vista tienen que tener la posibilidad de defender
sus posiciones.
Me resulta paradójico,
porque la ideología es necesaria para educar y motivar a la gente a que hagan
una revolución, pero al mismo tiempo no debe convertirse en opresiva y buscar
la conformidad. En el siglo XXI el mundo ha tenido mucha experiencia con
sociedades creadas sobre la ideología. Una cosa que aprendimos es que la
oposición es vital para garantizar un orden político sano. Rojava necesita ser
capaz de manejar las diferencias individuales, incluyendo las diferencias
políticas.
Aviones británicos y alemanes han volado los cielos sirios.
Esta guerra subsidiaria está empeorando día tras día. ¿Crees que los políticos
en Rojava pueden mantener su tercera vía tal y como defienden?
Originalmente la tercera vía que representan era: “ni Assad ni el Ejército Libre de Siria/Al
Nusra ISIS”. Ahora que Rusia ha entrado en la guerra, tenemos otra
definición de esta vía: “Ni los EEUU/Gran
Bretaña ni Rusia”. Creo que es inteligente, especialmente para los kurdos
haber demostrado repetidamente su enorme importancia militar como tropas sobre
el terreno. Eso les da influencia con ambos lados, tanto con EEUU como con
Rusia, y creo que deberían de usarla
En tu opinión si Bookchin estuviera vivo, ¿Qué pensaría sobre
la experiencia popular en Rojava?
Creo que estaría viajando a Rojava tanto como fuese posible y
participando y ofreciendo consejos, inspiración y ayuda. Estaría tratando de
ayudar a conseguir que la democracia funcione. Estaría viajando por Oriente
Medio, tratando de extender la revolución más allá de las regiones kurdas, por
toda la región. Y creo que hablaría con el mundo exterior, con quien le
quisiera escuchar. Eso es lo que todos los que hemos visitado Rojava tenemos la
obligación moral de hacer.
Janet Biehl
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