Fuente: Shinda Akram/Hawar News Agency
Red Latina sin fronteras
Publicado: 05 de Agosto de
2016
Como un niño de seis años, empezó a dibujar en las paredes de
su casa, y dio de beber a su talento a través de los años con el trabajo duro,
mientras que ahora está a punto de celebrar una exposición sobre el incendio
del Cine Amuda.
Samir Kalo es un pintor de
27 años de edad, de la ciudad kurda de Qamishlo y vive en el barrio de
Hilaliya, en la región de Rojava (norte de Siria), que no pudo continuar sus
estudios debido a sus problemas financieros. Desde niño le gustaba dibujar,
sean los muros de su casa o sus cuadernos.
Kalo recuerda que su madre
lo reprendía por desobedecerla y lo amenazaba con quemar sus dibujos, pero
entonces empezaba a llorar, suplicar y pedir disculpas.
Kalo participó en muchos
concursos en el cantón Jazeera y siempre fue el ganador entre sus amigos.
También viajó a Damasco para buscar trabajo como cocinero y después de un
tiempo estaba trabajando en un hotel de cinco estrellas.
En el 2008-2009 participó
en una exposición para apoyar a Gaza tras el ataque israelí con armas químicas.
Después de eso, se le permitió entrar a la Facultad de Bellas Artes con un
permiso del Ministerio de Educación de Siria, debido a la calidad de sus dibujos,
en especial los realizados en carbón.
Después de terminar el
servicio militar en el ejército sirio, y debido a algunas dificultades
financieras, viajó a Kurdistán del Sur para trabajar como cocinero, pero volvió
luego de un tiempo volvió a su tierra.
Alentado por sus amigos,
Kalo comenzó su trabajo con mayor decisión e inició los preparativos para una
nueva exposición que retrata la realidad de Kurdistán.
Además de 35 pinturas,
trabajó como decorador y se basó en las paredes y los jardines de las calles de
su infancia.
Después de su primera
exposición en Qamishlo, preparó otras dos que expresan la resistencia de las
personas de Rojava durante la revolución, y sus dibujos se muestran en el Centro
Mártir Hoker, de Rojava.
La tercera exposición se
trata del Cine Amuda, mientras que el cuarto es sobre la lucha de las
mujeres que participaron en la resistencia de Kobane.
Kalo también empezó a dar
cursos para animar a los estudiantes en el dibujo, en tanto se prepara para una
exposición más grande sobre el incendio del Cine Amuda, que dejó 283 niños como
víctimas.
Samir Kalo dijo que está
extremadamente encantado con las visitas de los residentes de la ciudad para
ver su arte hecho en carbón. A su vez, desea enseñar a las siguientes
generaciones el dibujo para expresar el significado de la revolución de Rojava
en las paredes de sus casas. Como conclusión dijo que "el arte es un talento y una pasión sin fin".
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