San Pedro Tlanixco: ¿QUIÉN DICE QUE TODO ESTÁ PERDIDO? Jornada por la libertad de los defensores del agua y vida
San Pedro Tlanixco.
Jornadas por la libertad
Agencia SubVersiones
Publicado el 6 oct. 2016
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San Pedro Tlanixco: ¿quién
dice que todo está perdido?
Agencia SubVersiones
Colaboración
Texto: Carolina S. Romero
Fotografías: José Luis
Santillán
Agencia SubVersiones
05 octubre, 2016
«¿Quién dice que todo está
perdido?»
cantó el Taller del sur en el festival cultural celebrado el pasado 25 de
septiembre como parte de una Jornada por la libertad de los defensores del agua
y vida de San Pedro Tlanixco.
Y cinco días después, al
cerrar la Jornada con un mitin y marcha alrededor del penal de Santiaguito en
Almoloya de Juárez, la respuesta queda clara. Nadie. A pesar de la saña
mostrada hacia el pueblo Nahua por el sistema de (in)justicia del Estado de
México, la lucha no se apaga para llevar
a casa a los ocho guardianes del territorio de San Pedro Tlanixco. Por lo
contrario, desde el 2014, el movimiento se va recuperando y agarrando fuerza.
¡No están solos!
¡Libertad, libertad, a los presos por luchar! Hace 10 años los mismos
gritos penetraron los muros de este penal cuando se levantó un plantón ahí para
apoyar a los 220 hombres y mujeres detenidos y torturados en San Salvador
Atenco, el 3 y 4 de mayo del 2006. Debido a una masiva lucha durante cuatro
años, el Estado no logró mantener a las y los presos de Atenco encarcelados.
De hecho, uno de los
motivos del acto del viernes pasado afuera de Santiaguito era animar a los
presos de Tlanixco y dejarles saber que no están solos. Y también, ante una
cerrazón casi total en los medios masivos comerciales, decirle al mundo ciertas
cosas: que la captura de estos presos involucró una verdadera guerra de cientos
de tropas policíacas contra un pueblo pacífico tachado de «terrorista», que el encarcelamiento de estos presos es una de las
grandes injusticias del México moderno, que su único delito fue defender el
agua y la vida de su pueblo, y que deben salir libres cuanto antes.
Afuera de la prisión, el
compañero Benito Álvarez Zetina leyó un pronunciamiento firmado por cientos de
personas, colectivos y organizaciones en México, América Latina y Europa, que dice:
Desde distintas geografías de México y del Mundo nos hemos
dado cuenta de las injusticias, represión y despojo de la que ha sido parte la
comunidad indígena nahua de San Pedro Tlanixco desde hace casi 30 años, primero
con la construcción de la autopista privada Tenango del Valle-Ixtapan de la
Sal, después con el despojo del agua de sus manantiales por parte de los
empresarios nacionales y transnacionales floricultores del municipio de Villa
Guerrero, que derivó en la muerte de uno de sus dirigentes y que desde el 2003
tiene en un secuestro por parte del estado a nuestros compañeros y compañera [fragmento].
Las demandas del pronunciamiento y del acto afuera del penal,
son:
.- Libertad inmediata para
Teófilo Pérez González, sentenciado a 50 años de prisión, Pedro Sánchez
Berriozábal a 52 años de prisión y Rómulo Arias Mireles a 54 años de prisión.
.- La cancelación de las
órdenes de aprehensión para Alejandro Álvarez Zetina y Rey Pérez Martínez,
quienes después de tantos años no han podido regresar a sus casas.
.- Sentencia absolutoria
para Lorenzo Sánchez Berriozábal, Marco Antonio Pérez González y Dominga
González Martínez.
Después de más de 10 años
de postergar el dictado de sentencia y así prolongar el injusto
encarcelamiento, el pasado 28 de mayo se cerró el proceso penal de los
compañeros Lorenzo, Marco Antonio, y Dominga, quienes quedan en manos del Juez
primero penal de primera instancia del distrito judicial de Toluca, México
Maximiliano Vázquez Castañeda, quien en sus palabras «verá el expediente cuando tenga tiempo».
Al entrar en el juzgado
durante el acto del viernes pasado para entregar el pronunciamiento al juez, la
compañera Yolanda, esposa de Lorenzo Sánchez Berriozábal, recibió un
tratamiento denigrante. Dijo, en entrevista:
Me dijeron que el juez no nos podía recibir porque la
sentencia está en proceso y él no puede ponerse de una u otra parte, ni de los
ofendidos ni de los que están esperando sentencia. Sólo nos recibió el
secretario, con actitud muy prepotente. No le interesaba escuchar nuestra explicación.
Sólo quería platicar por teléfono con otras personas. No queremos otra
sentencia de 50 años o más. El juez debe darles una sentencia absolutoria
porque nuestros compañeros son inocentes y no deben estar ni un día en la
cárcel. Les han violado todos sus derechos y garantías como personas indígenas,
pero ni siquiera nos reconocen como pueblo indígena Nahua.
Cada ocho días, Yolanda
visita a su esposo y dice que las restricciones son cada vez más severas y las
condiciones en la prisión cada vez peores.
Antes, nuestros presos pudieron recibir visitas de familiares
y amigos, pero ahora sólo aceptan a la pura esposa, los hijos y los padres.
Ellos necesitan recibir más visitas, pero los tratan como si fueran
delincuentes. Su vida diaria es muy difícil. Muchas veces no tienen agua ni
para bañarse, ni para tomar, ni usar en el baño, ni para lavar la ropa. Les
quitan la luz a la hora que quieren. Los alimentos son muy desagradables. Todo
es un infierno ahí adentro. Las celdas son muy estrechas con muchos reclusos en
una sola celda. Y últimamente se han enfermado mucho. Mi esposo seguido se
enferma del estómago pero el médico no le receta ningún medicamento y tampoco
me permite llevarle medicamentos o que un doctor de afuera entre para
revisarlo. También la compañera Dominga ha estado muy enferma. Ha tenido dos
operaciones y todavía no se siente bien. Seguramente su enfermedad se debe a
estar aquí en estas horribles condiciones. Ella también es inocente y debe
salir inmediatamente.
El 11 de agosto de 2014 se
había recurrido a un amparo indirecto ante el consejo de la judicatura federal
por el caso del compañero Lorenzo, pero un año después, el 25 de septiembre de
2015, el juez Victorino Hernández
Infante, juez primero de Distrito en materia de amparo y juicios federales en
el Estado de México, firmó la negación del amparo diciendo que: «la justicia de la nación no ampara ni
protege a Lorenzo Sánchez Berriozábal».
Sin embargo, los capos de
los carteles más grandes de México han recibido otro trato a manos de Victorino
Hernández Infante. El juez emitió medidas el 7 de marzo de 2015, garantizando derechos humanos al Joaquín «el Chapo» Guzmán, incluyendo los
servicios médicos y protección contra tratos crueles e inhumanos,
inmediatamente después de que el capo y varios de sus viejos enemigos
presentaron una queja a la Comisión Nacional de Derechos Humanos el 25 de
febrero de 2015, denunciando malos tratos, hacinamiento, condiciones de
insalubridad en celdas y en los alimentos que reciben.
El 12 de septiembre de
2015, el anterior líder del Cartel del Golfo, Mario Cárdenas Guillén también
presentó una demanda en contra de una serie de maltratos. Diez días después, el
juez Victorino Hernández Infante ordenó el cese de actos como «dar alimentos en charolas sucias y
antihigiénicas, en mal estado y en cantidad y calidad precaria, que pone en
riesgo su integridad personal y su vida; así como el hostigamiento; la tortura
psicológica; obligarlo a hacer sentadillas desnudo; tenerlo en celdas
insalubres con un foco encendido las 24 horas; golpes y malos tratos».
En el mitin, Francisca
Álvarez, quien tiene una larga trayectoria en la vida comunitaria de San Pedro
Tlanixco, habló de la negación del juez a recibir a la compañera Yolanda.
Compañeras y compañeros, estamos viendo que el señor juez no
se dignó a recibir a nuestra compañera Yolanda, esposa de uno de nuestros
presos. No la recibió ¿por qué motivo? Porque no quiso comprometerse ¿verdad?
¿Por qué? Porque antes, él ya platicó con otra persona. Por eso dijo: No voy a
recibirlos. Aparte, no los reconozco como pueblo indígena. Pero está equivocado
porque sí somos un pueblo indígena. Que se acuerde que nos gobernamos por usos
y costumbres y nuestro pueblo todavía usa el trueque. Y que recuerde que esto
es el principio. Que vamos a seguir luchando y no vamos a dejar de luchar.
Ahorita nos ve pocos, pero para la próxima vamos a ser más. Que el señor juez
tome consciencia. Está tratando mal a nuestros compañeros. ¿Por qué? De por
medio está el dinero…
Compañeros que están adentro, no se preocupen. Tal
vez las cosas van en contra de nosotros ahorita. Pero no están solos. Tenemos
todo nuestro pueblo de México, y varios países nos van a apoyar. Esto es el
principio. No los vamos a dejar solos. ¡Zapata vive! ¡La lucha sigue! ¡Zapata
vive y vive! ¡La lucha sigue y sigue! Queremos libertad para nuestros
compañeros. Que el juez lo piense. Que el juez platique con su almohada. Y a
ver para la próxima, qué nos va a contestar. A ver si se digna de recibir
nuestros compañeros. Gracias, compañeros.
En entrevista, Francisca
aclaró que la persona que visitó al juez era la hermana del señor que falleció
en aquel tiempo. «Probablemente no sólo
fue a platicar, sino tal vez le llevó dinero y por eso se escondió de Yolanda»,
dijo.
Con respecto a la jornada
que se está terminando, opina Francisca que ha estado bien porque «aunque hemos sido pocos, nos hemos apoyado
en nuestro caminar. Está bien, pero esperamos que para la próxima seamos más
personas». Dijo:
Cuando caminamos por las
calles del pueblo con la batucada el domingo pasado, estuvo bien que las
personas quisieron acercarse. Pero siempre han tenido miedo por las represiones
que ha habido. Se dicen «Si voy, me van a
meter en la cárcel». Por eso no se acercan porque le tienen miedo al
gobierno. No sigue exactamente como antes, tal vez un poco mejor, pero el miedo
todavía existe. Sólo espero que esta jornada traiga buenos resultados para
nuestros compañeros encarcelados y que el juez deje de pensar sólo en su dinero
y que trate a nuestros compañeros como seres humanos que son inocentes.
Al compañero Rosario
Peralta Sánchez le gustó mucho la acción final afuera del penal y también vio
muy favorable toda la jornada.
Para nosotros es un éxito porque nos ha acompañado más gente,
nos está apoyando más gente. Es como dar un pasito más, bien firme, concreto.
En la noche después del festival cultural, todos hicimos una valoración, y
comentábamos que cuando hacemos un recorrido del pueblo, la gente sí sale, nos
ve, y sabe lo que está pasando, pero volvimos a coincidir entre nosotros que es
el miedo que la tiene paralizada. Es un trabajo muy grande que nosotros tenemos
que hacer en la comunidad, ir rompiendo con ese miedo, sacando a la gente. Pero
con el apoyo de la gente que llega, con el ánimo, poco a poquito nos estamos
levantando. La actividad de hoy me pareció una actividad muy excelente, muy
satisfactoria. Esperamos que a los compañeros ahí adentro les levante el ánimo,
y también esperamos que el juez sepa, que el juez se dé cuenta que los
compañeros no están solos, que hay gente que los está apoyando. También
esperamos que haya más apoyo para todos los otros presos políticos del país y
del mundo.
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