Noticias anticarcelarias
El 26 de febrero de 2015 se llevó a cabo una manifestación (9ª
Acción Global por Ayotzinapa), exigiendo la aparición con vida de los 43
normalistas de Ayotzinapa, en dicha manifestación me encontraba solo y así fue
en el transcurso de la misma, durante la manifestación se efectuaron diferentes
acciones entre ellas pintas. Terminada la marcha, cuando me dirigía al metro
Sevilla, había un cerco de granaderos que nos esperaba a una multitud de
personas que nos habíamos manifestado, entonces nos encapsulan y reprimen. En
ese momento detienen a una veintena de personas y nos remiten al Juzgado
Público, como era el único mayor de edad, liberan al resto y yo soy al que
procesan por los delitos del Art. 52, sobre daños a monumentos artísticos,
históricos y arqueológicos. Adjudicándome concretamente daños al “Ángel de la Independencia”, que habría
sido pintado en esa movilización.
En ese tenor, es que con
amenaza de trasladarme a un Penal de Máxima Seguridad en Veracruz, se me obliga
a garantizar el pago correspondiente a $200,000 de daño y otros $200,000 de
multa, más $20,000 de trámites, un total de $420,000. Entonces mis familiares tuvieron que acudir a una
afianzadora y dejar en garantía una propiedad, misma que está en riesgo, puesto
que dicha propiedad y garantía, fue para poder llevar a cabo mi proceso en “libertad bajo caución”, es decir, mientras
dictaban la sentencia.
No fue sino hasta el día
29 de julio de 2016, (año y medio después), que dictaron la sentencia, cuando
durante todo el proceso, efectuaban trabas y retrasos según los tiempos
estipulados por su misma ley. En la sentencia me dictan culpable de los actos, con sentencia a 3 años de prisión,
ofreciéndome cualquiera de estos “beneficios”:
1.-
Apoyo Comunitario,
2.-
Semi-libertad,
3.-
Tratamiento de Libertad.
Para cualquiera de dichos “beneficios”, se me solicita pagar la
suma de $220,000, quitándome la multa que ascendía el total hasta $420,000.
Hasta ahora se ha
solicitado la Apelación por Irregularidades en el Proceso, así como el Amparo
contra la Sentencia Dictada, sin embargo, no se puede garantizar una
absolución, ya que el proceso pasará a ser revisado por el Tribunal Superior de
Justicia.
Estamos a la espera de
ganar esa apelación, pero no tenemos ninguna certeza de que nos favorezca, pues
tenemos claro que la justicia sólo se imparte para el que puede pagar por ella,
la justica es el medio por el cual a los pobres, los proletarios nos mantienen
a raya para evitar que nos organicemos y podamos vivir humanamente y en cambio
nos someten a conformarnos con este mundo de consumo y esclavitud, eso o nos
queda la cárcel, la tortura y/o el asesinato.
Dada la suma que se
requiere, nos sería prácticamente imposible juntar esa cantidad a mi familia y
a mí, por eso pedimos que se extienda la solidaridad para poder juntar los $220,000 pesos. Pues de no pagarlos, procedería
a cumplirse la sentencia de 3 años en prisión. Así que cualquier ayuda
monetaria, así como la difusión de mi situación serán importantes, y
agradecemos de antemano.
Estaremos realizando
diferentes actividades para poder recabar el recurso solicitado. Y si su
condición se los permite, pueden hacer un depósito al siguiente número de
cuenta:
Banco Santander
Cuenta: 5579 1001 4226
2169
Lilia Pérez Trejo (Mamá de
César)
Las cárceles están llenas de
personas cuyo único “delito” es ser
pobre, indígena, y en muchos casos, mujer.
Basta echar un vistazo a las prisiones de estados como Chiapas u Oaxaca
para asomarnos un poco a esta realidad carcelaria.
La
población de estos penales está constituida mayoritariamente por indígenas de
diferentes pueblos, los cuales muchas veces no entienden ni hablan español, lo
cual les imposibilita tener una defensa adecuada, eso sin mencionar que son
juzgados mediante un sistema judicial-penal totalmente ajeno y extraño a sus
costumbres, las cuales, si bien en muchos sentidos están basadas en relaciones
de poder-dominación, es innegable que también están ancladas en una fuerte
tradición comunalista en la que se considera que el daño que algún infractor
ocasiona con sus acciones no se soluciona mediante el encierro y el castigo, si
no que utilizan métodos propios para resolverlos.
Es
en estos mismos penales donde a lo largo de los años, con dedicación y
paciencia se han conformado colectivos de presos organizados, que luchan por su
libertad utilizando estrategias que tienen a su mano. Así, hemos sido testigos,
y en algunos casos cómplices, de plantones y actos políticos dentro de las
cárceles, huelgas de hambre, y denuncias constantes de las condiciones
carcelarias en las que se encuentran. Estas luchas han traído consigo muchos
logros, así como también represalias como el aislamiento.
Varios
ya han salido, gracias principalmente a su acción organizada, pero quedan
varios más.
Es
por esa razón que desde la CNA hemos venido apoyando sus luchas, difundiendo
sus cartas y movilizándonos junto con ellos y ellas, pues consideramos que más
allá de no tener mayores coincidencias ideológicas, nos enfrentamos a un
enemigo común: la bestia carcelaria.
A la pregunta “¿Qué hacer para mejorar el sistema penal?»,
sólo hay una respuesta: nada. Es imposible mejorar una cárcel. Con excepción de
unas cuantas mejoras insignificantes, no se puede hacer absolutamente nada más
que demolerla.
P. Kropotkin.
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