Silvia Arana
Servicio Informativo "Alai-amlatina"
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28 de noviembre, 2016
ALAI AMLATINA, 28/11/2016.-
Standing Rock, en el estado de Dakota del Norte, forma parte de la
Reservación Sioux, como se llama comúnmente a los pueblos originarios dakota,
lakota y otras tribus de las praderas. El Río Missouri, fuente de agua potable
de unos 17 millones de personas, atraviesa el territorio, que está bajo
jurisdicción de las autoridades indígenas de la Reservación Sioux de Standing
Rock según los tratados firmados con el gobierno de EE.UU.
En violación de los
tratados y en contra de la voluntad de los sioux, la corporación petrolera
Energy Transfer Partners está construyendo un oleoducto que destruiría el sitio
sagrado y cementerio indígena de Standing Rock y cuyo tramo subterráneo pasaría
por debajo del lecho del río Missouri. El proyecto es una inversión de 3.800
millones de dólares, financiado por Goldman Sachs, Bank of America, HSBC, UBS,
Wells Fargo y otros grandes bancos. Tiene una extensión de 1880 km, va desde
los yacimientos de petróleo de Bakken en Dakota del Norte, pasando por Dakota
del Sur, Iowa hasta llegar a Illinois.
Desde la primavera de
2016, se han congregado en Standing Rock miles de personas, muchas de ellas de
diversas naciones indígenas, para protestar por la construcción del oleoducto
que destruiría sitios sagrados y contaminaría el agua. Se autodenominan “protectores del agua”.
Se estima que se producen
unos 300 derrames de petróleo por año en los oleoductos del país[1],
y por tanto los defensores del agua no creen en las promesas de la empresa, del
Cuerpo de Ingenieros del Ejército y de las autoridades de que "este oleoducto es seguro".
La mayor movilización indígena en más de cien años
“Standing Rock es la mayor
congregación indígena que ha ocurrido en el transcurso de mi vida; día a día se
fueron agregando nuevas banderas de las diferentes tribus... A partir de la
sexta semana, dejó de ser un campamento para transformarse en una comunidad…
Tomamos una postura contra el oleoducto, no sabíamos que tendríamos este
inmenso apoyo... Esta tierra es un sitio sagrado del pueblo lakota; además el
oleoducto contaminará el agua del río Missouri... El Cuerpo de Ingenieros del
Ejército no hizo una consulta apropiada con las tribus. El oleoducto Dakota
Access Pipeline tiene trechos subterráneos en el lecho del río Missouri. Los
oleoductos tienen un historial de derrames, han contaminado el suelo, el aire,
y las napas subterráneas... Si se construye destruirá no solo el río en esta
área, sino río abajo también. Las tribus asumen su responsabilidad como
protectores. Hay que cuidar de la tierra, el agua, el aire… Un día en nuestra
caminata diaria hacia el sitio sagrado, las abuelas y madres les dijeron a los
excavadores que no iban a permitir que destruyeran un sitio sagrado. En
respuesta, los custodios de seguridad privada lanzaron los perros contra la
gente. Varios protectores del agua fueron al hospital por las heridas… Después
de los perros, traerán las armas…".
Esto decía en octubre
pasado Dennis Banks (79 años), histórico líder indígena y co-fundador de
American Indian Movement (Movimiento Indígena de América del Norte).[2]
Tal como lo predijo Dennis
Banks la represión contra la comunidad de protectores del agua fue creciendo en
las semanas siguientes hasta alcanzar su pico el domingo 20 de noviembre. En
temperaturas gélidas de cinco grados bajo cero la policía reprimió a los
manifestantes lanzando chorros de agua y provocando cientos de casos de
hipotermia. También usaron gases lacrimógenos, gas pimienta y balas de goma que
lesionaron a unos trescientos manifestantes. El caso más grave fue el de Sophia
Wilansky (21 años) que fue herida por una granada que le impactó en el brazo y
le destrozó el hueso y los tejidos. En estos momentos se prepara para la
tercera cirugía, y deberá sobrellevar otras adicionales en el esfuerzo por
salvarle el brazo que fue prácticamente separado del cuerpo por la granada.
Esta joven de Nueva York, que como numerosas otras personas acudieron a
Standing Rock para solidarizarse con los pueblos originarios fue víctima de
abuso de fuerza cuando ejercía el derecho a la protesta, garantizado por la
primera enmienda a la Constitución. Un derecho que está siendo sistemáticamente
violado por la policía de Morton (Dakota del Norte) y la Guardia Nacional.
Linda Black Elk,
integrante del cuerpo médico de Standing Rock, que presenció la represión del
domingo pasado, afirmó: "La policía
ha incrementado el nivel de violencia contra los protectores del agua. Yo he
visto las diferentes armas usadas en contra nuestro: gas lacrimógeno, balas de
goma, granadas. Parece que están poniendo a prueba sus armas contra nosotros en
una creciente militarización de la represión". Agregó: "Sentimos una gran decepción con el
presidente Obama. Estuvo aquí, hizo promesas y no cumplió ninguna de ellas".
Esta conducta
gubernamental contra los derechos de los pueblos originarios no es sorprendente,
sino coherente con la conducta histórica del gobierno de EE.UU., que ha
cometido y/o permitido abusos en tierras indígenas desde el inicio de la
colonización. Ejemplos de los abusos contra los pueblos lakota y dakota son la
apropiación de terrenos en Black Hills (Montañas Negras) de Dakota del Sur
después del descubrimiento de oro en la década de 1870, y la construcción de
embalses en el río Missouri que causó inundaciones en poblados, en zonas
forestales y en granjas en Dakota del Norte y del Sur durante la década de
1950.
Mni Wiconi: El agua es vida
El jueves 24 de noviembre medios alternativos como Unicorn
Riot e Indigenous Rising Media transmitieron en vivo desde Standing Rock. Es el
día en que en EE.UU. se celebra Thanksgiving
(Acción de gracias). Según la
historia oficial los indígenas salvaron a los peregrinos de la muerte
ofrendándoles comida (versión tildada de falsa por historiadores como Roxanne
Dunbar-Ortiz, quien dice que los indígenas jamás recibieron con los brazos
abiertos a sus opresores).
Como un recordatorio
irónico de la fecha, los protectores del agua pusieron mesas con comida. A
pocos metros de ellos, varias decenas de policías cortaban la ruta, de uno y
otro lado, a modo de cerco. Hay carteles con la frase: “No alimenten a los peregrinos” (Don’t Feed the Pilgrims). La consigna del día es: “No peregrinos, no oleoductos, no prisiones,
no problemas”.
Cae una nieve ligera en la
pradera desértica, la gente con sus abrigos gruesos, la cabeza cubierta con
gorros o capuchas se mantiene en movimiento, algunos empiezan a entonar los
poderosos cantos tradicionales lakota, y el grito “Mni Wiconi” (¡El agua es
vida!)
Finalizó otra jornada en
la larga batalla por Standing Rock, la mayor congregación de pueblos indígenas
en más de un siglo, desde la Batalla de Little Bighorn -o Greasy Grass - que
tuvo lugar en 1876. Fue una gran victoria de la alianza de tribus de las
praderas -lakotas, cheyenes y arapahos- que derrotó al Séptimo Regimiento al
mando del general Custer. Se dice que una visión del jefe lakota Sitting Bull
fue la inspiración de los guerreros; un sueño en el que los soldados del
ejército de EE.UU. caían del cielo. Fue la última victoria de los indígenas de
las praderas. Hoy la comunidad de Standing Rock protagoniza una movilización
histórica que por su capacidad de convocatoria, diversidad, continuidad y
espíritu de lucha está plasmando una nueva y gran victoria.
Nota: Hace algunas horas, el
Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU envió una orden de desalojo -a cumplirse
el 5 de diciembre- a las autoridades de la Reservación Sioux. El jefe sioux
Dave Archambault, al igual que otros representantes de la comunidad,
respondieron que no se moverán.
NOTAS:
[1] More Than 300 A Year... Common Dreams:
[2] Entrevista realizada por Abby Martin,
Empire Files, TeleSur. Traducida del inglés por Silvia Arana: http://youtu.be/KqanmctAoLs
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