CONGRESO NACIONAL INDÍGENA Y SOCIEDAD CIVIL: AJUSTAR
NUESTROS RELOJES
Agencia SubVersiones
Para ver todas las publicaciones relacionadas visita este
enlace. Los testimonios presentados en esta publicación fueron
recopilados en diversas reuniones regionales y locales relacionadas con la
propuesta y consulta del CNI y EZLN emanada del 5º Congreso.
CNI-EZLN-SOCIEDAD CIVIL:
AJUSTAR NUESTROS RELOJES
Agencia
SubVersiones
Publicado el 31 dic. 2016
Desde
que el Congreso Nacional Indígena (CNI) se declaró en Asamblea Permanente –el
14 de octubre de 2016–, el movimiento alrededor de la propuesta ha
sido constante. Además de los pueblos, naciones y tribus que conforman al CNI,
diversas colectividades, barrios e individuos han buscado escuchar y entender
la iniciativa. Para ello, un primer ejercicio esencial ha consistido en leer
detenidamente los comunicados «clave», pues son las y los delegados mismos
quienes pueden explicar los motivos y razones que dan origen y sostén a esta
iniciativa. El primero de ellos, «Que
retiemble en sus centros la tierra» —publicado el 14 de octubre
de 2016, al concluir la Primera Etapa del 5º CNI—, realiza un listado de 27
denuncias sobre despojo y represión, que dan cuenta de la guerra de exterminio
contra los pueblos originarios en el territorio mexicano. Y señala que, si bien
dicha guerra no ha cesado desde hace 524 años, se ha agudizado en los últimos
tiempos. Después de las denuncias, el comunicado enfatiza que la lucha es por
la vida digna y, el camino, por la resistencia y la rebeldía desde abajo y a la
izquierda.
Los participantes del 5º Congreso reiteraron la importancia de
las asambleas, juntas y concejos populares —locales, comunales, ejidales,
regionales o interterritoriales—, no sólo como parte esencial de la defensa
cultural e identitaria de los pueblos originarios, sino como materia prima de
la rebeldía: «Para defender lo que somos,
nuestro caminar y aprendizaje se han consolidado en el fortalecimiento en los
espacios colectivos para tomar decisiones…». Además, mencionaron la
importancia que ha tenido para sus luchas hacer uso de recursos jurídicos,
acciones de resistencia y alianzas con diversos sectores de la sociedad civil.
A la creación, recuperación, defensa y ejercicio de formas
organizativas propias de los pueblos se suman la necesidad de medios de
comunicación, instituciones de justicia y autodefensa, medicina, agricultura, rituales
y ceremonias tradicionales, así como la realización de foros, campañas y
otras actividades. Todo ello alejado de los partidos políticos, «que sólo han generado muerte, corrupción y
compra de dignidades», con el fin de defender la posibilidad de otros
futuros posibles «sobre las ruinas del
capitalismo». Una vez acotado esto, l@s compas continúan:
Ante todo lo anterior,
nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras
geografías, territorios y rumbos el acuerdo de este Quinto CNI para nombrar un Concejo
Indígena De Gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena,
delegada del CNI como candidata independiente que contienda a nombre del
Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el
proceso electoral del año 2018 para la presidencia de este país.
Ratificamos
que nuestra lucha no es por el poder,
no lo buscamos; sino que llamaremos a los pueblos originarios y a la sociedad civil
a organizarnos para detener esta destrucción, fortalecernos en nuestras
resistencias y rebeldías, es decir en la defensa de la vida de cada persona,
cada familia, colectivo, comunidad o barrio. De construir la paz y la justicia
rehilándonos desde abajo, desde donde somos lo que somos.
Posteriormente se publicaría «Una
historia para tratar de entender», el 17 de noviembre; un
extenso texto que narra el proceso y motivos detallados de la propuesta, donde
el Subcomandante Insurgente (SCI) Galeano, en un texto realizado en conjunto
con el SCI Moisés y consultado con comandantas y comandantes, señala:
«Nuestros sueños no caben
en sus urnas», se decía y se dice.
Nosotros,
nosotras, como zapatistas que somos la suscribimos entonces… y ahora. Tiene la
virtud de decir mucho con pocas palabras (un arte ahora olvidado). Pero, desde
este lado del pasamontaña, desde nuestro ser lo que somos, agregamos: «tampoco
nuestras pesadillas».
Cierto, pudimos haber puesto «y
tampoco nuestr@s muert@s», pero resulta que, en estos tiempos aciagos, el
dolor se ha extendido aún más allá.
Dice Salvador Campanur, comunero de Cherán y participante del
CNI:
Claro que esta propuesta
no es solamente para las comunidades que participamos en el Congreso Nacional
Indígena, es también para los pueblos, naciones y tribus que no participan en
el Congreso Nacional Indígena y también para la Sexta nacional, para que
reflexionen (…) que lo analicen desde
sus puntos de sus costumbres y de sus modos. Nosotros, los pueblos, naciones y
tribus, también lo estamos haciendo. Como el kiliwa, su costumbre y su uso no
es la mismo que el p’urhépecha o el del nahua. Tenemos que respetar los
pasos que vayan dando los pueblos, naciones y tribus (…) Nosotros sabemos que falta mucho, falta lo
que falta, y pues tenemos que ir reflexionando, caminando y reflexionando.
CNI: La sexta y la
sociedad civil
Video de Agencia SubVersiones
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Publicado el 31 dic. 2016
Diversas voces platican sobre la relación entre la propuesta
planteada por el CNI y el EZLN y la sociedad civil.
Como señaló Sergio
Rodríguez Lascano en la plática «La Sexta
y la propuesta del CNI y EZLN» (el 23 de noviembre), la dificultad para
entender la propuesta pasa por varios obstáculos. Algunos de ellos: la
tendencia a sobreinterpretar en lugar de escuchar, la obsesión por buscar las
intenciones ocultas, y finalmente, la confianza ciega en el zapatismo o en los
pueblos originarios. Estos tres obstáculos impiden situar nuestro propio cuerpo
en el escenario de los despojos, en el que también estamos.
La
invitación a responder dichas preguntas implica hacerlo desde las diversas
realidades que habitamos, las respuestas al por qué permiten
ser conscientes de la tormenta sobre nosotros y mirar/nos en el espejo de los
despojos y las represiones que vivimos diariamente. Algunos ejemplos relevantes
para las personas de abajo que habitan la Ciudad de México:
1.-
El despojo urbano: «Vivimos un
despojo permanente, un despojo de todo lo que es público (…) el ser más importante de esta ciudad se
llama automóvil. Entonces, el automóvil determina todo lo demás y por lo tanto
despojan a la gente de sus colonias (…) Casi
casi cada uno de nosotros tiene una historia de despojo porque, además, nosotros
somos nómadas».
2.-
No hay futuro posible en la explotación de nuestra fuerza de trabajo: el último
informe del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM dice que para
poder comprar la canasta básica alimentaria es necesario trabajar 23 horas 38
minutos diariamente, lo cuál nos dejaría 22 minutos para todas las demás
necesidades vitales. Además, al 25 de abril de 2016, «mientras los salarios mínimos habían aumentado en todo un proceso de
varios años un 73%, los precios habían aumentado 213%».
3.-
La contaminación: la destrucción del medio ambiente no es cosa menor y
amenaza la continuidad de la vida misma: «Vivimos
en una ciudad en la que casi un tercio de los días del año hay contingencia
ambiental, o sea, estamos respirando mierda».
4.-
El desprecio: las agresiones y represión a todo aquel que no entra en la
lógica de reproducción del sistema capitalista refleja la brutalidad del
proceso de descomposición social capitalista: «Los feminicidios hoy se extienden a todo el país (…) se persigue a la juventud y, sobre todo, a
la juventud pobre».
5.-
La represión: «Según los datos
oficiales, en México hay 28 mil desaparecidos. Dos mil menos que los 30 mil que
hubo bajo la dictadura militar de Argentina (…) Aquí van 28 mil desaparecidos —un buen de “ellos” son “ellas”,
desaparecidas– bajo la democracia representativa, desaparecidos y desaparecidas
hechos bajo el sistema de partidos».
¿Para qué puede servir la
propuesta? Diversos participantes y escuchas del 5º Congreso coinciden en que
es un paso de la denuncia a la propuesta ofensiva. En palabras de Mario Luna,
vocero de la Tribu Yaqui y participante del CNI:
Creo que tenemos que pararnos en la
realidad. Y la realidad es muy clara. Hay ataques sistemáticos no nada más a
los pueblos indígenas, a todos los desposeídos: a la clase obrera, a los
campesinos, a los maestros, a los sindicatos que antes se pensaban intocables…
Ahorita están siendo desmantelados totalmente. Los ataques son al por mayor y
generalizados. En ese sentido, yo creo que tenemos algo que nos une, que es la
agresión sistemática hacia la dignidad como personas y como pueblos, como
organizaciones. Eso nos une en esta cruzada que se está haciendo (…) La
sociedad civil no se siente representada por los partidos ni sus sindicatos,
prácticamente ellos están volteando a ver lo que ha funcionado porque ha dado
resultado la estructura de los pueblos. Estamos aquí después de miles y cientos
de ataques contra nuestra existencia misma, contra nuestra estructura.
Continúa
Sergio Rodríguez: «Eso es lo que nos
están proponiendo: ir directamente sobre el corazón del sistema de dominación.
Es decir, golpear la forma de hacer política que tiene el capitalismo. Es
decir, golpear el sistema político de dominación». El objetivo no es ni
conquistar ni administrar ni humanizar el capitalismo, sino movilizarnos, hacer jaque en
el propio terreno de las instituciones políticas del Estado mexicano y cambiar
toda la estructura política de este país para:
.-
rebasar los límites de las respuestas coyunturales;
.-
ver y escuchar a los pueblos indios y que ellos vuelvan a tener orgullo de su
lengua, historia, color, arte y cultura;
.-
visibilizar a lxs de abajo de las ciudades más allá de los pueblos indígenas y
también recuperar el orgullo de ser lo que somos como gente «de abajo»;
.-
que las mujeres indígenas se levanten con su propia voz tal como se han
levantado las mujeres zapatistas;
.-
ver la falsa separación entre el campo y la ciudad;
.-
dar a conocer la historia de la lucha zapatista y que más gente se anime;
.-
apoyarnos entre nosotrxs mismxs.
«Hace muchos años alguien dijo que
cada vez que desaparece un idioma indígena nos volvemos más pobres porque nos
volvemos más iguales, más homogéneos, y en la diversidad está la riqueza». Es
ampliamente conocido que los principales genocidas culturales son las
instituciones del Estado, que participan —en conjunto con los grandes medios de
comunicación y espectáculo— en el exterminio de las lenguas, vestimentas,
costumbres, arte e historia de los pueblos originarios.
Mary
Carmen Mendiola Ponce, asistente al 5º Congreso, señala que para ella ser
indígena era una conciencia histórica que le habían robado: «Estamos aculturizadas porque muchas
comunidades originarias crecimos sin saber que fuimos indígenas. Nosotras
comentábamos que la escuela nos había robado eso porque en la escuela jamás te
enseña que eres indígena». Además menciona que la herencia indígena no es
exclusiva de los pueblos que han logrado resistir, sino que es necesario
entenderla como propia:
Vamos a revalorizar nuestras raíces y
de ahí pues ir resurgiendo poco a poco. Pero esto en base al acompañamiento
obviamente de nuestras comunidades hermanas, que son quienes a viva voz tienen
los conocimientos de nuestras abuelas y abuelos, que a lo mejor nosotros,
nosotras ya no conocimos. Estamos en eso, intentando volver a ser unos seres
humanos mejores, pero desde el territorio, porque nosotros nos consideramos una
parte más del territorio.
CNI: La propuesta
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Publicado el 31 dic. 2016
Representantes de distintos pueblos hablan sobre la propuesta de
conformar un concejo indígena de gobierno, cuya palabra sea materializada por
una mujer indígena conocedora de su cultura.
Sobre cómo participar en
la propuesta, dice Mario Luna: «Lo que
nosotros esperamos como CNI [de la sociedad civil] es que lo hagan con respeto
y acatando los tiempos en que nosotros podemos organizarnos. Yo creo que no hay
duda del modo en que lo estamos haciendo: lo estamos proponiendo dentro del
CNI, no fuera. Y estamos proponiendo que los miembros del concejo de gobierno
sean del CNI».
Si bien el EZLN siempre ha mantenido interlocución con diversos
sectores de la sociedad organizada, y las brigadas –de observación, educación,
salud, etcétera– en los territorios zapatistas han sido constantes desde el
levantamiento, durante los últimos cuatro años** los llamados a ampliar el
entendimiento de cómo la Sexta puede participar han sido muy específicos. Por
mencionar algunos ejemplos, se ha llamado a la sociedad afin a la autonomía a: ser escuchas en diversos homenajes, eventos y
festivales de los pueblos; ejercer
la solidaridad frente a
coyunturas, llamados de emergencia y de denuncias; dialogar y aprender en conjunto en relación al pensamiento crítico,
las artes y las ciencias. Finalmente, la necesidad de recuperar nuestras
propias vidas en los diversos calendarios y geografías no depende del CNI ni
del EZLN, sino que es una necesidad y urgencia de todos los desposeídos del
territorio conocido como México. Queda como reto la posibilidad de organizarnos
en conjunto de manera rizomática y respetando la identidad de cada grupo o
colectivo.
Sergio Rodríguez comenta la importancia de la participación de
adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, como afines a la
construcción de autonomía del EZLN y del CNI:
[Es necesario] hablar con ellos para que nuestras pesadillas formen
parte de su agenda política. Trabajar con ellos para poder avanzar en nuestros
procesos moleculares de resistencia, rebeldía y organización. Es decir, rebasar
los límites de un simple activismo y tratar de construir procesos que, sin
importar su tamaño, representen saltos hacia adelante en la organización de una
respuesta social frente a la tormenta.
La invitación que se hace a los colectivos de la Sexta,
entonces, es discutir y compartir las visiones, definir consciente e
informadamente si sí se participa o no y bajo qué criterios: «Esta propuesta no es electoral, es
antisistémica (…) Esta es una lucha
contra el sistema capitalista y sus mecanismos de dominación (…) Lo fundamental es aterrizar acciones
concretas siendo sinceros con nosotros mismos y con los demás». Si la
respuesta es que sí se quiere participar, se llama a decirlo claramente y
definir la manera.
¿Dónde?
En el lugar mismo donde vivimos nuestra tormenta y, de formarse, donde el
Concejo lo requiera y nuestras posibilidades nos lo permitan.
¿Cuándo?
Desde ya.
Si ésta es la hora de los pueblos originarios, concluyó Sergio
Rodríguez, «lo que nosotros tenemos que
saber al responder a ésta u otras preguntas es si podemos poner nuestro reloj a
la misma hora».
La Sexta y la propuesta del CNI y del
EZLN
(audio y video, 23/11/16)
Transmitido
en vivo el 23 de noviembre de 2016
Conferencia «La Sexta y la propuesta del CNI y del EZLN»
Ponente: Sergio Rodríguez Lascano
*La Sexta Declaración de la Selva
Lacandona divide sus apartados en preguntas sencillas pero indispensables:
¿dónde estamos ahora?, ¿cómo vemos al mundo?, ¿cómo vemos a nuestro país que es
México?, ¿qué queremos hacer?, ¿cómo lo vamos a hacer?
**Quizá el comienzo de esta etapa de
articulación sucedió el 21 de diciembre de 2012 cuando, como parte del fin de
un ciclo maya de 5 mil años, alrededor de
50 mil zapatistas caminaron en silencio por cinco ciudades de Chiapas (Palenque,
Ocosingo, Altamirano, Las Margaritas y San Cristóbal de las Casas) para,
después, enviar un breve comunicado: ¿Escucharon? Es el sonido de su mundo
derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue día, era noche. Y
noche será el día que será día ¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!
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