Afectaciones a la
comunidad migrante esbozadas en entrevista por Laura Carlsen
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Gloria
Muñoz Ramírez
Desinformémonos
20
enero, 2017
Ciudad de México/Desinformémonos. El gélido y triste ambiente que se respira
hoy en Washington durante la jornada de actividades entorno a la toma de
posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, las implicaciones
inmediatas internas e internacionales, en especial el futuro de las relaciones
con México y las afectaciones a la comunidad migrante, son esbozados en esta
entrevista por Laura Carlsen, experta en relaciones México-Estados Unidos,
quien se encuentra en Washington analizando el arribo del republicano y
viviendo de cerca las manifestaciones de rechazo a su administración.
-¿Cuál
es el ambiente que se respira en Washington?
.- Hay que tomar en cuenta que la ciudad de
Washington se conoce porque desde aquí se ejerce el poder, y que un porcentaje
muy bajo de la población de aquí votó por Trump. Entonces, en este momento se
ve, se siente un ambiente de mucha tensión, mucha tristeza, angustia e
incertidumbre, porque además de lo que se sabe desde la campaña, las políticas
explícitas de cómo va a ser el nuevo gobierno generan muchas preguntas.
Frente a la Casa Blanca desde ayer hay
manifestaciones de agradecimiento a Obama y muchas lágrimas. La gente estuvo
llorando tanto por la salida de Obama, que representó esperanza para muchos
sectores, como el de los afroamericanos; como por la llegada de Trump. La
gente, literalmente, está llorando.
Todo el mundo está esperando que llueva porque
el clima refleja el estado de la gente.
–
¿Cuáles serán las implicaciones de la llegada de Trump en cuanto a los derechos
humanos? ¿Qué se espera?
.- El sector latino, los sindicatos,
dirigentes y todos están esperando una ofensiva muy fuerte en contra de sus
derechos. Del sector sindical se sabe desde la campaña que el presidente Trump
tiene una visión muy personal en contra a todo lo que tiene que ver con ellos.
Es un empresario que ha peleado contra ellos para acabar con el derecho de
organización de los trabajadores. No están en pánico, pero están viendo que su
agenda es sobrevivir en estos días, en estos años. No tienen todavía
estrategias específicas, pero sí tienen frente a ellos un panorama en el que
solamente defender los logros de las últimas décadas será un gran desafío.
Por parte del sector latino, está muy
presente el mensaje claro de exclusión, porque en todo el nuevo gabinete no hay
un sólo latino, y no se han abierto canales ni de negociación ni de diálogo con
ellos. Están viendo una situación en la que este sector, que es una gran parte
de la población de Estados Unidos, no tiene ninguna representación en el
gobierno, y por el otro lado, también esperan una ofensiva contra sus derechos,
simplemente contra su derecho de existir.
–
¿Cuál es la tu opinión sobre el gabinete?
.- El gabinete es terrible. Todas las
personas que habían dicho que Trump en el poder sería diferente al de la
campaña, que sería moderado, estuvieron completamente equivocadas. En los
nombramientos y las políticas que ha hecho Trump es todo lo contrario: será más
extremo que en la campaña. Vemos un gabinete compuesto por hombres blancos
multimillonarios. No hay latinos, hay un sólo afroamericano que ha confesado
que no tiene ninguna capacitación para el puesto en el que está, y hay muy
pocas mujeres.
El vicepresidente es una persona que sí sabe
de gobierno, pero es muy conservador. Está comprometido con las políticas de
Trump, y otra preocupación del pueblo es que si quitan a Trump, entre Pence a
la presidencia. Por un lado, se quita a una persona cuyas políticas y capacidad
de gobernar son nefastas, pero por el otro se pone a una persona igual de
pensamiento, sólo que sí sabe de gobierno, es más capaz, más efectivo y con
mayor ideología y contactos.
El problema de la incertidumbre en Washington
es que Trump ya nombró a su gabinete, pero no ha nombrado a las personas que
trabajarán en los puestos de segundo nivel y todo lo que implica una transición
en donde se pueden tomar las riendas del gobierno de una manera que garantice,
por lo menos, un seguimiento. Es un gobierno que está entrando de una forma muy
improvisada, lo cual aumenta la angustia que se siente en la sociedad.
El gabinete está desplazando un gobierno que
por lo menos debería tener una fachada de gobernar para el bien común, y ya no
tiene ni siquiera eso. El sector empresarial estará gobernando sin
intermediarios, directamente para sus propios intereses. De esta forma se puede
explicar el acercamiento a Rusia y la manera que están cambiando todo el mapa
geopolítico para favorecer a los intereses de las grandes trasnacionales, a
costa de los intereses del pueblo.
El gobierno estadounidense nunca ha dado voz
dominante al pueblo en estos asuntos, pero ahora están desnudando la forma en
que funcionan a favor del sector empresarial.
¿Cómo
está reaccionando la sociedad de abajo ante esta desnudez del Estado
norteamericano?
.- Lo que está ocurriendo sirve para
demostrar las grandes fallas del concepto de democracia de Estados Unidos, y
esto sí está movilizando a la gente. La gente está diciendo “ahora sí, está
mal”. Desde el nivel local se están formando espontáneamente comités
anti-Trump, y en el nivel nacional se prepara una mega marcha para este sábado
21 de enero.
La gente se siente comprometida para, por lo
menos, defender lo que cada sector ha logrado. La idea es dejar claro que
Donald Trump es totalmente inaceptable, por lo que se tienen que buscar las
ideas de resistencia y de cambio que hagan falta. Hay mucho compromiso con
esto.
Es
el primer día de su gobierno y ya se habla de que probablemente no dure mucho
en las Casa Blanca. ¿Qué se dice en Washington?
.- Hay mucha gente que piensa que no hay
forma de que Trump dure los 4 años y hay muchas razones para pensarlo. Primero
porque es una persona que puede tronarse por los severos problemas psicológicos
que tiene, y también están buscando la manera de quitarlo por ser una persona
que no tiene ni las mínimas características de un presidente. Si eso pasa y
queda Pence, se puede mejorar un poco el panorama, porque por lo menos es una
persona más razonable y menos impredecible, aunque igualmente peligrosa.
¿Cuáles
son las iniciativas concretas de resistencia desde abajo?
.- Es muy posible que los estados y las
localidades tomen la iniciativa, como ha estado pasando. Se proclaman como
santuarios y se pronuncian para asegurar que no entrará el gobierno federal a
su comunidad. Ya son 19 universidades declaradas santuarios, que defenderán a
los migrantes y lucharán contra la deportación. En respuesta, se anunció el
retiro de los fondos federales para las ciudades e instituciones que se
proclamen contra la “cacería de
migrantes”.
California, por ejemplo, se ha mostrado a
favor de los migrantes, y como forma parte importante de la economía
estadounidense, tiene con qué defenderse ante las amenazas del gobierno federal
y de Trump. Es irónico, porque siempre la bandera de los derechos de los
estados ha sido de derecha, pero ahora vemos una situación inversa. Los estados
exigen sus derechos para oponerse al Partido Republicano.
Este 20 de enero se proclamó como el Día Sin Migrantes, con el que están
pidiendo a todos los migrantes que no trabajen y no consuman para mostrar la
fuerza e importancia que tiene el sector en Estados Unidos. También se esperan
manifestaciones en varias ciudades, por lo menos 170 registradas. En Washington
se hará una manifestación convocada por mujeres, que se amplió a todos los
sectores que formaron contingentes para participar.
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