SIN LUGAR DÓNDE
ESCONDERSE
por Jorge Zabalza(*)
Red Latina sin Fronteras
19 marzo, 2017
Así se titula el libro sobre la vida de Edward
Snowden, escrito por Glenn Greenwald en los EEUU y citado por Noam Chomsky. El
título indica la sensación que crea la capacidad de la NSA y la CIA para
infiltrar la vida íntima de todas y todos. Pueden hacer con todos y cada uno lo
que más les plazca. El poder de los todopoderosos abruma y convierte al
individuo en un barquito de papel a merced de huracanes y tsunamis.
Cualquier modo de vincularse
a la sociedad digital vincula a la vez a ese Estado invisible y opaco,
gobernado por ‘agencias’ y personajes
invisibles y opacos. Si se quiere disfrutar de Net Flix y Google, se están
aceptando las consecuencias. Usar aparatos electrónicos significa permitirles
que penetren la privacidad del usuario. Es la letra chica del contrato de adhesión.
Más que el cúmulo de
información que pueda recabar el espionaje electrónico, su capacidad más
valorada es la de atemorizar espíritus insurgentes y disuadir rebeldías.
Obviamente mantener los sometidos en la pasividad es una de las mayores
preocupaciones de la clase dominante. La sola omnipresencia del sistema de
espionaje es fuente de temor. Disuadir, disuadir y disuadir es su consigna.
¿Será como dice Julian
Assange que la CIA perdió el control de sus archivos o será que se los dejó ‘robar’ con un propósito planificado? A los brujos de la catedral tal vez les
interese que todos y todas sean conscientes de que viven bajo su derecho de pernada
y que es inútil pensar en revoluciones que afecten el poder de los dueños del
panóptico.
Sin embargo, no todo es
diabólico en la digitalización de las relaciones sociales pues, por otra parte,
ha multiplicado las posibilidades de divulgar ideas e información y se ha
convertido en muy efectiva rueda de auxilio de la movilización popular. No
sustituye el contacto cara a cara pero lo apoya. Es un instrumento cuyo uso
todavía está lejos del techo de lo posible.
Para no ser víctima de ese
Estado maquiavélico que funciona por dentro y por fuera del Estado burgués, se
puede renunciar a la electrónica y regresar a los tiempos del chasque y las
cartas en papel, de las Remington de teclas redondas y la paloma mensajera. Sin
embargo, al desvincularse del mundo digital también se están cortando varias
amarras con la lucha y la movilización en la sociedad y, lo fundamental,
renunciar al espacio cibernético equivale a reproducir el desánimo y la
disuasión.
En el mundo hay bastante más
que la CIA, la NSA y los brujos.
Están, por ejemplo, las ‘agencias’ de
Rusia y China, dominadas por sus propios brujos
y centros de control de otros Estados tan maquiavélicos como el estadounidense.
Desde el punto de vista del tercermundista de un país dependiente, lo
interesante es que rusos, chinos y yanquis están en guerra por el dominio del
espacio cibernético. En esas aguas revueltas algo se puede pescar.
Si todos los casilleros
están bajo control del gran hermano,
cabe preguntarse, ¿cómo hacen los palestinos en Gaza para eludir los medios
electrónicos que emplean los israelíes? ¿cómo logran luchar contra el lobo
desde adentro mismo de la boca del lobo?
(* Jorge Zabalza: Dirigente histórico del MLN-Tupamaros y uno de
los nueve rehenes de la dictadura militar uruguaya, junto a Raúl Sendic.
Zabalza es un militante revolucionario que atravesó con dignidad y sin
abandonar las banderas los 11 años infernales de tortura, aislamiento y
encierro en una jaula (con luz eléctrica 24 horas), sin poder hablar con nadie
ni hacer gimnasia, los castigos y el hostigamiento permanente de los verdugos
de la dictadura militar en Uruguay junto al resto de la dirección político
militar de los Tupamaros. En su libro “La
experiencia tupamara. Pensando en futuras insurgencias”
reconstruye esa historia de lucha pero también aporta un pensamiento político y
un balance ideológico pensando en futuras insurgencias, cuestionando la
conversión de algunos antiguos tupamaros en gestores del neoliberalismo en
Uruguay y artífices del perdón para los militares genocidas.
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