Sáb, 29/06/2013
x carolina
¿Una condena a 2 años, 8 meses en prisión por robar comida? ¿En
qué cabeza cabe la injusticia de esta sentencia tan dura? Pero esto es lo que
pasa en el caso del Mario González García, estudiante y activista en el CCH
Naucalpan. Según su abogado Guillermo Naranjo de la Liga de Abogados, una
sentencia normal sería a lo mucho de un año pero que alcanza la pena
alternativa que es trabajo a favor de la comunidad y libertad a lo largo de su
procedimiento. Pero sin los elementos jurídicos necesarios, Mario ha sido
injustamente acusado de ‘robo calificado’
y queda ilegalmente privado de su libertad.
¿Pero no se supone que el ‘robo calificado’ se refiere al robo a mano armada? A poco esto es
lo que pasó en el Wal-Mart el pasado 11 de abril. Nada que ver. Pero un
empleado de la tienda afirma que Mario lo empujó en el momento de aprehensión y
según el Ministerio Público, esto constituye el agravante de ‘violencia’. Curiosamente, sin embargo,
Wal-Mart no está dispuesto a presentar su video de seguridad para comprobar la
supuesta agresión. Y para el colmo, el Ministerio Público, no satisfecho con
esta sentencia tan desproporcionada, está apelándola para conseguir una condena
aún más drástica.
El 27 de junio, casi tres meses después del
encarcelamiento ilegal de Mario, unos 30 compañeros y compañeras exigieron su
libertad en un mitin afuera del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal durante una audiencia que se llevaba a cabo ahí. Después de la
audiencia se reportó que los magistrados se van de vacaciones y por eso el caso
no se puede resolver hasta después del 22 de agosto.
En el mitin se denunció la sentencia pronunciada
el pasado 10 de mayo en el Juzgado 14 Penal y se leyó un comunicado que empieza
con las siguientes palabras de Mario, un compañero que siempre se preocupa por
los problemas sociales: “Las cárceles no
sirven para ‘readaptarnos a la sociedad’, sino que son el castigo más inhumano
y cruel que hay; a l@s pres@s, nos hacen vivir la crudeza de una realidad
absurda e injusta, promovida por un sistema podrido de raíz”.
El comunicado dice que la detención ocurrió
justamente después de un foro contra la reforma a los planes de estudios en CCH
y que Mario fue llevado inmediatamente al Reclusorio Norte: “Al ser identificado como miembro activo del
movimiento estudiantil de CCH que se ha opuesto a la autoritaria reforma a los
planes de estudio, Mario se convirtió en rehén político de las autoridades
universitarias y en blanco de difamación por parte de varios medios de difusión
masiva; desde su detención hasta ahora ha sido objeto de discriminación,
hostigamiento y estigmatización. Tanto a él como a sus familiares se les ha
dicho, dentro del reclusorio y del juzgado, que su proceso se está complicando
por su participación en ese movimiento, y que debido a ello (y no al delito por
el que se le acusa) se alargará su proceso penal (el cual está lleno de
irregularidades). La intención es mantenerlo encerrado el mayor tiempo posible
como parte de la represión hacia el movimiento estudiantil de los CCH que
demanda educación pública, gratuita, científica y humanista”.
Un compañero dijo: “Estamos aquí para exigir la libertad inmediata de Mario González
García. Su proceso ha sido muy irregular, muy debajo del agua… Es criminalizado
por las autoridades de la UNAM que están aliadas con las autoridades federales
y estatales. No es posible que estos centros comerciales, estos centros de
esclavitud moderna criminalicen a personas que salen a las calles a rechazar el
capitalismo, a demostrar que no estamos conformes con este mundo de miseria,
con este mundo de esclavitud, con este mundo de consumismo… Pero no son capaces
de callar nuestro grito de solidaridad. Nosotros venimos a decir que vamos a
sacar de ahí a nuestro compañero Mario González García”.
La profesora Isabel Varela habló de la detención
de Mario precisamente después del foro y de algunas de la irregularidades en el
caso: “Porque es activista, lo detienen,
acusado por una tienda Wal-Mart que está ahí a una cuadra y Mario González
García es llevado casi inmediatamente al Reclusorio Norte. No le dan su derecho
a hacer una llamada, la llamada de rigor… Su expediente estaba casualmente
extraviado… Esta es una falta de responsabilidad. ¿Dónde está la equidad?
¿Dónde está la justicia? Que les quede bien claro. Mario González García tiene
que salir porque tiene como único crimen saber pensar”. La profesora señaló
que en la prensa Mario ha sido criminalizado como un delincuente y que ha sido
acusado de actos que no pudo haber realizado, como la toma de la Rectoría el 19
de abril cuando él ya estuvo en el reclusorio.
Al expresar solidaridad con Mario, un compañero
del Frente Oriente dijo: “Para nosotros
existe una guerra abierta en contra del pueblo. Todos los días de manera
violenta de manera abierta y también encubierta, violentan la vida de la
mayoría de los mexicanos… Pero Mario está dando un ejemplo de lucha y dignidad.
Es un preso político por luchar… Tiene que salir libre”.
Otro compañero explicó que además de ser rehén
político de las autoridades judiciales y universitarias, Mario es “víctima de la difusión de información en
medios masivos como el periódico La Razón”. Afirmó que: “él merece un juicio justo. Pero en México el
acceso a la justicia tiene precio. Por otro lado, ¿saben que es Wal-Mart? Es un
monopolio reconocido por los escándalos de corrupción, fraudes y por sacar
ganancias multimillonarios, por siempre estar expandiendo, como en el caso de
Teotihuacán. Es una empresa que ejerce continuamente la violación a los
derechos laborales de sus empleados y explota a menores de edad, lo cual
implica bajos salarios, la discriminación a sus empleadas mujeres, y políticas
anti-sindicales… ¿Robar es un delito? No
en todos los casos. No para transnacionales como Wal-Mart. ¡Basta ya de
criminalizar la protesta social! ¡Libertad a Mario González García!”.
Al salir de la audiencia, la mamá de Mario
reportó que acaba de estar presente en la audiencia. “El magistrado nos atendió pero nos informa que indistintamente durante
el proceso de mi hijo han existido irregularidades, que desaparecieron su
expediente un mes, eso no le interesa. Simplemente va a llevar el proceso como
es. No van a dar solución hasta el 22 de agosto porque salen de vacaciones. Es
una injusticia. Mi hijo no debe de estar ahí. Hay que luchar. Hay que luchar
para que mi hijo salga antes. No es justo que lo retengan tanto tiempo. Un mes
más, señores. El Ministerio Público aseguró desde el 11 de abril que mi hijo va
a estar ahí el mayor tiempo posible y lo está cumpliendo. Y no es justo que por
leche y queso mi hijo esté ahí. Hay otros dentro del reclusorio que ya salieron
por cuestiones más graves, por delitos más violentos. Y ellos ya están afuera y
mi hijo sigue ahí”.
Al recibir la noticia, los manifestantes
inmediatamente hicieron breves bloqueos de calles, incluyendo de la Avenida
Reforma, y luego marcharon al Gobierno del Distrito Federal para exigir
justicia bajo fuerte hostigamiento de granaderos. Gritaron:
¡Abajo los muros de las prisiones!
¡Que caigan los muros de las prisiones!
¡Tiremos los muros de las prisiones!
¡Que nadie se calle, Mario a la calle!
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