Plática acerca de la prisión política del profesor tzotzil Alberto Patishtán (Colectivo Azcapotzalco)
El sábado 28 de septiembre, a
las 5:30 de la tarde, en el Plantón de la Digna Resistencia Magisterial (monumento
a la “revolución”), compartiremos con
los maestros y las maestras que luchan en defensa de la educación pública,
laica y gratuita y en contra de la mal llamada “reforma educativa”, y con el pueblo solidario que l@s acompaña,
una plática sobre la prisión política que padece desde hace 13 años, 3 meses y
9 días, el profesor tzotzil Alberto Patishtán Gómez, luchador social del pueblo
de El Bosque y adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
Colectivo
Azcapotzalco (adherente a la Sexta)
Aquí les compartimos el “apunte” que preparamos para esta plática:
Alberto Patishtán: profesor, indígena tzotzil, luchador
social, preso político
Antecedentes:
Es
importante tener en cuenta los antecedentes y el contexto. El Bosque es un
municipio de la Zona Altos de Chiapas. Se ubica al norte de San Andrés Sakamchén
de los Pobres (Larráinzar), donde en febrero de 1996 se firmaron los célebres -y
traicionados por el gobierno-Acuerdos de San Andrés. El Bosque está más al
norte del Caracol de Oventic (donde la Junta de Buen Gobierno de la región
tzotzil coordina a los municipios zapatistas tzotziles de los Altos de
Chiapas). El Bosque está muy cercano a Simojovel, desde donde el párroco Joel
Padrón ha jugado un importante papel en la organización de los pueblos
indígenas de Los Altos de Chiapas. El Bosque, Chavajebal, San Juan de la
Libertad y Unión Progreso son un conjunto de comunidades donde conviven bases
de apoyo zapatistas, bases eclesiales de la diócesis de San Cristóbal y
comunidades controladas por el PRI y el PRD.
Alberto Patishtán es originario de El
Bosque, su familia forma parte de las comunidades eclesiales adheridas a la
vertiente católica conocida como Teología de la Liberación o Iglesia
Preferencial por los Pobres, como la denominó el obispo Samuel Ruiz. Esta
corriente de la iglesia católica no propugna la resignación ni el conformismo,
al contrario, promueve la organización para luchar en la tierra por la
libertad, la justicia, la dignidad y el respeto a los derechos de los pueblos.
Con esta forma de pensar y actuar se
educó Alberto Patishtán, por eso la organización que se formó en su pueblo se
llama Pueblo Creyente de El Bosque. Igual que Las Abejas de Acteal son
pacifistas y desde el levantamiento zapatista son solidarios con las bases de
apoyo zapatistas.
Todos recordamos la masacre del 22 de
diciembre de 1997 en Acteal (también comunidad tzotzil de los Altos de
Chiapas). Meses después de esa brutal masacre, el gobierno federal desencadenó
una campaña policíaco-militar que pretendía desmantelar los Municipios
Autónomos Rebeldes Zapatistas. Esta campaña se desarrolló entre abril y junio
de 1998. Fueron tomados militarmente los municipios Autónomos de Amparo
Aguatinta, Taniperla, Nicolás Ruiz, San Andrés y finalmente El Bosque, el 10 de
junio de 1998. En todos los casos, ante la presencia militar, las bases
zapatistas evitaron el choque con el ejército y se replegaron a las montañas,
bajo la idea de que la autonomía es el pueblo, no las casas donde funcionaban
los municipios autónomos. ‘Pueden
destruir, quemar, desaparecer las casas que fueron sede de los municipios
autónomos, pero no pueden destruir la autonomía; la autonomía sigue donde está
el pueblo, si el pueblo se mueve a las montañas, ahí está la autonomía…’ Ese fue el razonamiento zapatista en esos
cruentos desalojos. Sin embargo en El Bosque ocurrieron hechos sangrientos que
obligaron al gobierno a suspender los operativos con los que atacaba a los
municipios autónomos. En El Bosque el ejército secuestró vivos a ocho
campesinos. Este hecho fue documentado y denunciado a nivel nacional e
internacional. Esta denuncia y la exigencia de regresar a los que habían sido
secuestrados por el ejército federal, obligaron a que días después, el gobierno
entregara en El Bosque a los secuestrados, pero los entregó en ataúdes,
semicalcinados y en avanzado estado de putrefacción. ¡Habían sido torturados
hasta provocarles la muerte! Se disponían a incinerar los cadáveres, cuando la
presión de las movilizaciones nacionales e internacionales los obligó a
entregar los cuerpos de los compañeros.
Dos años después de estos hechos en El
Bosque, ocurre la emboscada a policías por la que culpan a nuestro compañero
Alberto Patishtán.
No hay que omitir que el profesor Alberto Patishtán, en
el ejercicio de su profesión, fue militante de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación, de fines de los años 80’s hasta el levantamiento
zapatista. A partir de 1994, la participación de Alberto, más que en la lucha
magisterial, se abocó a la organización de su pueblo.
La
lucha por la verdad y la justicia desde la prisión
Alberto Patishtán Gómez cumplió el 19 de
junio de 2013, 13 años de estar en la cárcel injustamente, sin haber cometido
ningún delito. En agosto de este año la SCJN se negó a reconocer su presunción
de inocencia. El día 12 de septiembre el
Tribunal Colegiado de la Suprema Corte de Justicia con sede en Tuxtla
Gutiérrez, declaró infundado el
reconocimiento de inocencia para Alberto Patishtán, con lo que ratifica la
condena a 60 años de prisión.
Con esto se han agotado los recursos
legales para obtener su libertad. Sólo le quedaría “pedir indulto” al presidente de la república, pero no lo va a
hacer. Dice Patishtán que no tiene por qué pedir perdón por un delito que no
cometió. Otro recurso sería que el Estado emitiera una ley de amnistía, lo cual
seguramente tampoco ocurrirá.
Su defensa ahora está llevando el caso
a la Corte Internacional de Derechos Humanos, esa es la última instancia que
queda en el terreno legal para luchar por su libertad. Pero sabemos que el
Estado mexicano no acata las resoluciones de los organismos internacionales.
En realidad la única posibilidad que
hay para arrancar de la prisión a Patishtán es la movilización popular. Así lo
ha entendido él siempre. Patishtán, como preso político, siempre ha asumido la
prisión como un frente de batalla. Ahí se ha organizado con los injustamente
presos, con los que por ser indígenas y pobres padecen cárcel acusados, como él
mismo, de delitos que no cometieron. Como profesor, Alberto ha utilizado el
ejercicio de su profesión para alfabetizarlos, para enseñarles a leer, escribir
y a defender sus derechos. Ha llevado a cabo diversas huelgas de hambre, por su
libertad y por la libertad de todos los injustamente presos:
Una de ellas inició el 25 de febrero de 2008, duró 41
días, con ella todos obtuvieron su libertad, menos el profesor Alberto, fue
trasladado del penal de Cintalapa al penal de El Amate. Ahí formó la
organización de presos políticos La Voz del Amate.
El 29 de septiembre de 2011, el profesor Patishtán y los
Solidarios de La Voz del Amate, iniciaron otra huelga de hambre indefinida,
otros mediante ayuno y oración. Después de 21 días de huelga, el profesor fue
trasladado al CEFERESO N° 8 Nor-Poniente con sede en Guasave en el estado de
Sinaloa. La huelga de hambre consiguió la libertad de la mayor parte de los
presos políticos.
El 2 de julio de 2013, se llevan a cabo movilizaciones en
el marco de la jornada nacional e internacional por la libertad del profesor
Alberto Patishtán. Esta movilización nacional e internacional se acompañó desde
el penal con ayuno y oración. Estas acciones rinden fruto, pues se logra que la
mayor parte de los presos de La Voz del Amate y Solidarios de la Voz del Amate
recuperen su libertad, no así el profesor Patishtán.
Patishtán está sentenciado a 60 años de prisión, está
acusado de haber encabezado una emboscada en la que 7 policías fueron
asesinados. Se ha demostrado que cuando dicha emboscada ocurría, Patishtán se
encontraba muy lejos de ahí, en Simojovel, en una reunión con compañeros de su
pueblo, donde elaboraban una denuncia por la corrupción de las autoridades
municipales priístas de El Bosque.
No obstante, estas pruebas nunca han sido tomadas en
cuenta por los jueces. Con la sola acusación del hijo del presidente municipal,
quien también resultó herido en la emboscada referida y que afirma haber
identificado al profesor Alberto como quien supuestamente dirigía la emboscada
(pese a que él mismo afirma que estaba encapuchado). ¡Vaya supervista! Herido,
inconsciente, echado bocabajo en la cabina de la camioneta que conducía ¡y aun
así logró identificar a un encapuchado como Alberto Patishtán!
Es claro que a Patishtán le achacan ese crimen como una
venganza política del entonces presidente municipal de El Bosque, pues
Patishtán era quien más lo cuestionaba y denunciaba su corrupción. Patishtán
encabezaba las protestas del pueblo organizado de El Bosque.
Por eso sigue preso. Es una persona consciente, en toda
la extensión de la palabra. Por eso ni los jueces de Chiapas, ni la Suprema
Corte de Injusticia, ni ningún órgano del llamado poder judicial en México ha
querido reconocer su inocencia.
Por eso nosotros y nosotras, de abajo, de izquierda no le
pedimos al Estado mexicano que lo libere, ni él está dispuesto a pedir “indulto” ni “amnistía”. Nosotros desde nuestra aparente “libertad”, él desde prisión, seguiremos luchando por la verdad, la
justicia y la libertad en las calles, en los foros (como éste), en campañas
solidarias nacionales e internacionales, no para “pedir” libertad para Alberto Patishtán, sino para acabar con lo
que hace posible la prisión política, contra el sistema que criminaliza la
protesta social. Sí, nuestra lucha es contra el capitalismo, contra ese sistema
de muerte que encarcela, tortura o asesina a los que luchan, contra el sistema
que impone sus llamadas reformas estructurales y destruye nuestros derechos
ganados en décadas de lucha. Para acabar con las prisiones hay que acabar con
el sistema capitalista.
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ES CUANTO:. PROFR. Y LIC. JOSÉ DE JESÚS HERMÁNDEZ ONOFRE. (33 AÑOS DE SERVICIO A DOBLE TURNO) EN PIÉ Y A LA ORDEN. 29 DE SEPTIEMBRE DEL 2013