Reunimos aquí dos
escritos que han circulado en internet acerca de la legítima o no participación
de colectivos anarquistas en la Sexta.
Nosotros, el colectivo
Azcapotzalco, responsables de este blog, como adherentes a la Sexta, nos
limitamos a publicarlos para que estén disponibles estos materiales a l@s
lector@s interesad@s en conocerlos y eventualmente emitir su propia opinión o
abrir un debate en torno al tema.
LAS MALIGNAS CARCAJADAS DE UNOS ESPÍRITUS MUY
LIBRES o ¡No nos defiendas compadre
que la Anarquía sabe defenderse sola!
Respuesta a Malas y no tan malas noticias
(Carta abierta al subcomediante
Marcos. Pronunciamiento conjunto)
“…Un hombre aquejado de gangrena no está dispuesto a discutir las causas
de su mal, ni a oponerse al autoritarismo de la amputación…”
Encyclopédie des Nuisances, No. 13, julio 1988
A todxs lxs anarquistas de praxis
A lxs incendiarixs y refractarixs afines
A lxs jóvenes antiautoritarixs
A lxs que enfrentan el Poder en todas sus
manifestaciones
A los oídos receptivos y a las mentes indomables
¡Salud!
A lo largo del pasado mes de octubre, leímos y escuchamos todas las
afrentas y descalificaciones habidas y por haber contra el anarquismo, incluso
de boca de presuntos “anarquistas”.
Algunos de estos santurrones y patriarcas libertarios, alzaban su voz para
increparnos y nos señalaban con el dedo fétido (ocupado en profundas
necesidades) con el afán de acusarnos de todo lo acusable. Llegaron a exigirse “credenciales” y no escaseó quien fue
aún más lejos y se entregó a la “encomiable
labor” de bendecir y santificar el ideal anárquico a través de una grotesca
“campaña” consagrada a esclarecer a
las “masas” e ilustrarlas sobre las
bondades del “anarquismo bueno” en
detrimento de ese pútrido anarquismo de praxis que se empeña, contra viento y
marea, en soltar la rienda a sus instintos dándole vida a la destrucción
creadora; enfrentando con uñas y dientes al Poder en toda la extensión de la
palabra; cargando de proyección al ideal ácrata, fundamentando en tiempo
presente nuestra teoría y nuestra práctica y erigiéndose como protagonista
indiscutible de la historicidad de la que forma parte.
Tampoco faltó por esos días el grito a todo
pulmón de “ataja al anarquista”, contra el chavo chemo que le arrebataba la laptop a la salida de la
estación del metro Hidalgo al académico progre que corrió chillando al
MP a denunciar el hecho y amenazó con hacerla de tos hasta en la Corte
Interamericana si le dilatan la averiguación. Ya ni mencionar esa caterva de
ilustres intelectuales “solidarios”
que aseveran desde sus elevados púlpitos (siempre a la izquierda del Capital)
que quienes enfrentamos con violencia la hiperviolencia sistémica no
somos anarquistas y nos rotulan de “malhechores”,
“provocadores”, “halcones”, “porros”, “vándalos”, “reserva de violencia programable”, “policías infiltrados” y “mercenarios
a sueldo”. Tal fue el caso de la decrépita escribana Elena Poniatowska que,
con tal de ahorrarse el esfuerzo neuronal, concluyó en sus desatinados
comentarios (junto a Aurelio Fernández) que lxs únicxs anarquistas buenxs son
lxs que están muertxs; enumerando una abreviada lista de compañerxs
caídos que, lógica y consecuentemente, también recurrieron en su tiempo a la
violencia anárquica –quien dude lo anterior sólo tiene que leer los textos y
revisar la ardua biografía de Ricardo Flores Magón; Praxedis G. Guerrero;
Enrico Malatesta; Buenaventura Durruti y demás compañeros mencionados. O,
recurrir a sus prontuarios policiacos donde encontrarán un nutrido inventario
de “delitos” cometidos por nuestros
precursores. También podrían zambullirse en los periódicos de época donde
seguramente hallarán similares agravios en contra de lxs anarquistas de
entonces, escritos por otros escribanos de esos que hoy nadie recuerda ni su
nombre.
Desde luego, toda esta histeria colectiva
antianarquista ha sido bien alimentada y alentada desde la izquierda. Tanto la
socialdemocracia armada como la electorera ha puesto el alarido en el cielo al
ver anonadados el incremento de la contestación anárquica y la reapropiación de
las calles como lugar de lucha –Esas mismas calles que habían sido usurpadas y
acaparadas (durante décadas) por la simulación opositora, por la protesta
baladí, por la manifestación estéril y la inútil formulita “marcha-mitin-plantón”, siempre manipulada por los partidos
políticos electoreros (o partidos de vanguardia en vías de volverse
electoreros) y las organizaciones clientelares (¡perdón! quisimos decir sociales),
con sus acostumbrados “pases de lista”,
sus reiteradas consignas vacías y su “comisión
negociadora”.
Todxs los lidercillos de la izquierda se han
quedado atónitos al verificar el ensanchamiento de la insurrección anarquista,
al comprobar la contundencia de la confrontación ácrata, al presenciar la
extensión de la revuelta cotidiana contra todo lo existe y, sobre todo, al
confirmar que nuestra lucha no es recuperable; al quedar convencidos que esa
inmensa marea de jóvenes iconoclastas que enfrentan cara a cara a los cuerpos
represivos en la lucha callejera, junto a esos grupos de afinidad que se
multiplican en la oscuridad cómplice haciendo tronar la pólvora e iluminando la
noche con el fuego liberador, no se embelesan con sus cantos de sirena porque no
respetan líderes, mandos ni mesías, porque no se inclinan ante iluminados,
porque no se tragan sus discursos demagógicos ni sus promesas a futuro, porque
no se suman a sus “programas de lucha”
ni a sus “proyectos transformadores”.
Es por eso que se siembra la sospecha, se cultiva la duda y se ceba la bazofia
conspiranoica. Si no son recuperables ni manipulables ni gobernables ni sumisos
ni obedientes, entonces no sirven. No son útiles para la causa, no son
funcionales al Poder (ni para quienes lo detentan ahora ni para quienes aspiran
a detentarlo mañana), no son lacayos de la Patria, no son clientes potenciales,
no son títeres de la Revolución: ¡Son
halcones! ¡Infiltradxs! ¡Mercenarixs! ¡Tontxs útiles!... (Incluso, las “buenas conciencias” han especulado con
el nacimiento de un nuevo Alebrije que han bautizado con el paradójico nombre
de “anarco-fascismo”).
Curiosa y oportunamente, hace unos días apareció
en medio de toda esa verborrea antianarquista (vertida deliberadamente en los
medios masivos de alienación y financiada por partidos políticos de derecha e
izquierda), el comunicado más reciente del subcomediante
Marcos. Después de un resumido balance financiero que no augura una
remuneración exitosa a la llamada “escuelita
zapatista”; la vedette enmascarada
hace gala de ir contracorriente en defensa del anarquismo (¡¿?!) y nos dedica
siete párrafos intitulados CASOS ESPECIALES: L@s anarquistas. Desde
luego, para esto se las ingenia, como ya es costumbre, y comienza acomodando
las palabras y acotando su discurso a un sector particular: “Para quienes
militan y se reivindican como de la “A”, bandera sin nación ni fronteras, y que
son parte de la SEXTA, pero que en verdad militen y no sea una moda de vestir o
de calendario” (Lo que delimita y reduce aún más a ese “particular” sector). Y les solita un “pedido especial”. Les invita, después de cumplir con su registro
en la referida “escuelita” (y cubrir
los $380.00 por adelantado), a escribir UNA cuartilla respondiendo “las
críticas y acusaciones que se les han hecho en los medios de paga” y les
asegura que los textos recopilados serán publicados en su página electrónica (enlacezapatista.ezln.org.mx) y en una revista
neozapatista de próxima aparición.
Pero, como recalca, ese pedimento no es para
nosotrxs sino para lxs que se dicen anarquistas y suscriben la Sexta (o sea,
que ese boleto no es nuestro). A nosotrxs lo que nos viene a cuento es la
alusión que hace este plumífero guerrillero del amplio y a veces difuso
espectro ácrata; es decir, de “l@s
Anarquistas”. Y por eso respondemos. De más está comentar que, como
Anarquistas, nosotrxs sentimos un profundo desprecio por las jerarquías
militares y que lo único que nos provocan los profesionales armados es
repulsión. Asimismo, está de más precisar lo que significan para nosotrxs, lxs
Anarquistas, lxs líderes y las vanguardias políticas. Sin embargo, vale dejarlo
por escrito para que no se confunda esta declaración con un intercambio de
opiniones o un intento de diálogo (ni con el infrascrito ni con lxs que se
dicen anarquistas y están adheridos a la Sexta ni con el tal Wilhelm Tell de
Búrglen (o de Tlalnepantla), que también se dice anarquista y se
enorgullece de su moño tricolor, de su grado de capitán y de bolearle los Florsheim
al Peje, mientras evoca al Frente Popular a la vieja usanza stalinista).
Sobra aclarar que no aspiramos a ser publicados
en sus medios. Estamos conscientes que no existen medios “neutrales” y que todos, sin excepción, responden a los
lineamientos políticos de sus editores y/o patrocinadores. Tampoco pretendemos
delimitar nuestro pronunciamiento conjunto al estrecho espacio que nos ofrece
una cuartilla; mucho menos reducirlo al cabal cumplimiento de sus “peticiones”, así que escribiremos lo
que estimemos necesario para dejar sentada nuestra posición, como Anarquistas,
sin limitarnos a las formas.
Habría que empezar por comentar que esxs que se
dicen anarquistas y son parte de la Sexta, no se vieron durante los
enfrentamientos con las fuerzas represivas ni participaron en los sabotajes y
los ataques a la sagrada propiedad; mucho menos, estuvieron implicadxs en las
expropiaciones masivas (ni el 1 de diciembre ni el 1 de septiembre ni el pasado
2 de octubre). Lxs pocxs que se dicen anarquistas y son parte de la Sexta que
advertimos en medio de las recientes luchas callejeras, se mantuvieron un tanto
alejadxs de las acciones; algunxs videando la confrontación para sus
ciber-noticiarios alternativos; otrxs grabando entrevistas para las radios de
contrainformación vía Internet (con el estruendo de los petardos y la gritería
de fondo para impregnarle cierto dramatismo al documento con la
ambientación propicia) o; tomando fotografías para sus múltiples páginas
webs, blogs y foros virtuales. También vimos a otrxs, muy otrxs, que
diciéndose anarquistas y siendo parte de la Sexta, murmuraban a la distancia
los mismos oprobios que más tarde repitieran sus colegas de izquierda (“provocadores”, “porros”, “halcones”, “infiltrados”…) o brindaban
circunspectos entrevistas a los medios impresos y/o electrónicos (de paga, of
course), aseverando que “no, no y no” eran anarquistas quienes daban
batalla a los uniformados y destrozaban los cristales de tiendas, bancos
y multinacionales. Hubo uno que llegó a afirmar (y hasta a posar para la
foto) que la mejor prueba de que lxs enardecidxs encapuchadxs no éramos
anarquistas fue el ataque despiadado contra el Hemiciclo a Juárez en la Alameda
central, olvidando que el benemérito
Bomberito, durante su prolongado mandato, fue un feroz asesino de
anarquistas que ordenó el fusilamiento de Julio Chávez López y medio centenar
de compañerxs. Y bueno, desde luego que no todxs lxs enardecidxs luchadores
eran Anarquistas; bastó con el primer molotov que surcó los aires, con la
explosión de los petardos, con el zumbido de unas pocas rocas que se
estrellaron contra los escudos y los cascos de los uniformados, para que se
propagara el contagio y se extendiera la lucha antisistémica. Esa fue la tarea
de la Coordinadora de las Sombras y el quehacer del Bloque Negro:
provocar la chispa que incendiara la pradera.
Después de haber expresado todo lo anterior,
consideramos necesario escudriñar minuciosamente lo que realmente esconde esta
nueva misiva del payaso embozado tras el mítico pasamontañas. Una vez más, nos
enfrentamos a un comunicado elaborado para consumo externo (o sea, para
digerirse y disfrutarse fuera de las comunidades). Diseñado, elaborado y bien
sazonado, para el gusto de las mayorías y para la satisfacción y el deleite de
amplísimos paladares. Sin dudas, responde al agrado y la complacencia de lxs
consumidores foráneos. Sobre todo, para aquellxs que se ubican en otras pero
muy otras geografías –aún más lejanas– y les maravillan los platillos exóticos
cuidadosamente decorados y servidos en vajilla “autóctona” –es muy recomendado acompañarlos de abundante kalimocho (porque eso de exportar el pox
está medio cabrón con todas las restricciones aduanales para las bebidas
espirituosas sino ya se hubieran montado sus changarritos en varias ciudades
europeas y tendrían Pocherías Zapatistas
en Atenas, Barcelona, Berlín, Hamburgo, París, Praga, Madrid, Milano y Roma;
claro está, en las comunidades controladas por el EZLN continuaría prohibida su
ingesta…bueno, como quien dice prohibida, prohibida, prohibida: no; siempre hay
quienes están exentos de las prohibiciones, es lo tangible de esa ambigüedad
del “mandar obedeciendo” y lo real
maravilloso de ser mando desde la horizontalidad discursiva).
Una vez más, identificamos en su jovial y
desenfadada escritura una artimaña bien montada para escena con el único
objetivo de atraer la atención y volver a ser “noticia”. Una vez más, nos percatamos que se aspira distraer y
confundir. Una vez más, vemos como se recurre al marketing revolucionario y se delinea una nueva estrategia en
búsqueda de adeptxs con la misma desfachatez que el resto de la clase política
(es muy probable que este bufón de rostro
cubierto se ilusione con la posibilidad de jalar agua para su molino
recurriendo al trillado argumento de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”;
sin embargo, comete un garrafal equívoco. A nosotrxs, lxs Anarquistas, las
máximas maquiavélicas nos resbalan porque la historia nos ha enseñado –en
múltiples y repetidas ocasiones– que lo que resulta funcional al Príncipe suele ser adverso a nuestros
principios o sea, que el enemigo de nuestro enemigo también puede ser nuestro
enemigo). Una vez más, percibimos como se intenta imponer “línea” dotando de patente de corso a esa bochornosa legión de
incautxs, despistadxs, confundidxs, arribistas y oportunistas que se dicen
anarquistas y son parte de la Sexta (Atención: Nosotrxs no pretendemos otorgar
credenciales ni desempolvar el enmohecido anarcómetro
para emitir certificados de autenticidad anárquica, simple y sencillamente, nos
referimos de esta forma a quienes se dicen anarquistas y son parte de la Sexta
porque cualquiera que tenga una somera idea de lo que es ser Anarquista no
puede refrendar ese programa
populista-socialdemócrata de pretendida redacción indígena que, entre otras
perlas, aclara que el EZLN no considera que la política no sirve sino “que
ESA política no sirve. Y no sirve porque no toma en cuenta al pueblo, no lo
escucha, no le hace caso…” Y aspira a concretar una “CAMPAÑA NACIONAL
para la construcción de otra forma de hacer política, de un programa de lucha
nacional y de izquierda, y una nueva Constitución”).
Como Anarquistas consecuentes, rechazamos
enérgicamente todas las formas de autoritarismo, demostrando con actos nuestra
voluntad iconoclasta, nuestra vocación insumisa y nuestra condición negadora del
Poder –por muy comunitario o diminuto que sea el coto de Poder. Nos queda claro
que sigue estando pendiente un profundo debate (entre Anarquistas) que nos
permita superar estas lamentables ambigüedades e ignominiosas contradicciones
que impiden el pleno desarrollo de la lucha anárquica en nuestros días.
Evidentemente, habrá que superar estas “ambigüedades”
y esas “contradicciones” no sólo de
palabra sino en la praxis cotidiana que es la única manera de hacer
posible, aquí y ahora, la Anarquía.
La opresión histórica más atroz y efectiva
–esa que en resumidas cuentas es la madre de todas las opresiones– radica en la
perseverante apatía de las mayorías, en el persistente conformismo, en el
inagotable servilismo voluntario, en la ceguera permanente de la masa. Sin
apatía, sin conformismo, sin esxs ciegxs que se niegan a ver, sin servidumbre
voluntaria, el Poder se desmorona; porque sólo habrá gobernantes mientras
existan gobernadxs (que se le llame “mal
gobierno” o “buen gobierno” es
únicamente una cuestión semántica o, definitivamente, un argumento demagógico).
Ni un milímetro atrás: ¡9 milímetros en las
cabezas del Poder!
¡Qué la lucha anárquica se extienda a todos los
rincones!
¡Viva el fuego liberador y la pólvora vindicadora!
¡Contra el sistema de dominación!
¡Luchemos contra toda esperanza!
¡Qué nadie recupere nuestra lucha!
¡Por la coordinación internacional anarquista!
¡Por la demolición de las prisiones!
¡Por la Liberación Total!
¡Por la Anarquía!
¡Viva el fuego liberador y la pólvora vindicadora!
¡Contra el sistema de dominación!
¡Luchemos contra toda esperanza!
¡Qué nadie recupere nuestra lucha!
¡Por la coordinación internacional anarquista!
¡Por la demolición de las prisiones!
¡Por la Liberación Total!
¡Por la Anarquía!
Toda nuestra solidaridad con el compañero Mario González, con nuestro
hermano Gabriel Pombo da Silva, con nuestrxs afines de la Conspiración de las
Células de Fuego de Grecia, con nuestro compañero Hans Niemeyer, con el compa
Marco Camenisch, con el compañero Henri Zegarrundo (en arresto domiciliario),
con nuestrxs entrañables cómplices Mona y Francisco (secuestradxs en las
primeras horas del día de hoy por las fuerzas represoras en el Estado español)
y con todxs lxs anarquistas presxs alrededor del mundo.
México, a 13 de noviembre de 2013
Acción Anarquista Anónima (AAA).
Células Autónomas de Revolución Inmediata
“Praxedis G. Guerrero” (CARI-PGG).
Conspiración de las Células de Fuego/Federación
Anarquista Informal (CCF-FAI)
Célula Insurreccional “Mariano Sánchez Añón”
(CI-MSA).
PD (De reiteraciones y aguaceros sobre lo mojado): Sólo cabría destacar
que estamos totalmente conscientes de que no hemos dicho nada que no se haya
pronunciado antes –con mucho más énfasis y mucho mejor articulado.
No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que desde estas geografías (y
otras remotas regiones), criticamos y confrontamos la farsa neo-zapatista. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs
Anarquistas que señalamos el rol
embaucador de esta pintoresca representación escénica. No somos lxs primerxs
ni lxs únicxs Anarquistas que advertimos la evidente labor recuperadora
de este espectáculo pirotécnico.
No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que avisamos en este sainete
vernáculo, todo el tufo autoritario y las aspiraciones despóticas del
maquillado y bien camuflado leninismo posmoderno.
PD2 (De “infiltrados”, “halcones”, “mercenarios a sueldo” y “policías
de civil”): Lo que también es innegable es la presencia, durante las
últimas luchas callejeras, de grupos de choque conformados por madrinas,
mercenarixs a sueldo y golpeadores voluntarios (lxs vimos, lxs confrontamos y
lxs identificamos) al servicio del Gobierno del Distrito Federal, que se
infiltran en el momento de la trifulca –encapuchadxs o a cara descubierta– para
desplegar un marcaje personal contra determinadxs compañerxs, llegando incluso
a agredirles para facilitar su detención e inmediato traslado, ya sea a bordo
de las julias o de falsas ambulancias. En realidad, esta táctica no tiene nada
de innovador y es bastante recurrente en los gobiernos de izquierda
latinoamericanos (incluyendo los gobiernos priístas, que no se nos olvida que
siempre se han reivindicado de izquierda); la única novedad es el empleo
recurrente de esta metodología fascista por parte del Jefe de Gobierno Miguel
Ángel Mancera. Y, decimos que lxs identificamos, como seguramente también lxs
identificó el subcomediante Marcos, ya que se trata de viejxs compañerxs de
viaje que hasta le dieron posada cuando estuvieron de visita por la Ciudad de
México lxs 1101 habitantes de la zona controlada por el EZLN, en aquellos
entonces se asumían maoístas e integraban un Frente, después han sido
perredistas, petistas y muy probablemente (dependiendo de las diputaciones que
les prometan a sus líderes) terminen de clientes de MORENA. ¡Ahhh, qué terrible
es tener buena memoria!
Respuesta a “Las malignas carcajadas de unos espíritus muy libres”
o ¡Que no hay peor esclavitud que la
de quien se cree libre sin serlo!
Escrito por Appostol (colectivo Azamblea del Pueblo)
Jueves, 21 Noviembre
2013
rquicos) rechazan toda idea de asociación, desean la lucha entre los hombres, el dominio del más fuerte – ha habido quien en nombre del individualismo sostuvo estas ideas y otras peores aún, pero a tales individualistas no se les puede llamar anarquistas –, y esto los excluiría no sólo del anarquismo sino también de la humanidad”.
Malatesta. Pensiero e Volontà, 19 de julio de 1924
Las siguientes líneas constituyen la palabra de nuestro colectivo Azamblea del Pueblo, el cual
precisamente se afirma y reconoce anarquista, al mismo tiempo que se vindica
como de la SEXTA: dicha palabra la fundamos en que consideramos propio del
anarquismo el no rehuir ninguna cuestión y mucho menos, si se trata de un
ataque sin fundamento (e inclusive en el caso de que lo tuviera) contra
compañeroas de resistencia, como nos merecen ser llamadas todas y todos loas
zapatistas, adherentoas de la SEXTA, anarquistas del mundo y cualquier otra
organización e individualidad que se levante contra este sistema
patriarcal-burocrático-eurocéntrico-capitalista.
1.- Para empezar, debemos aclarar que
en tanto vindicamos el insurreccionalismo como método de lucha legítima de los
Pueblos y específicamente, de muchas colectividades anarquistas, no pretendemos
entrar aquí en una discusión sobre el porqué, cómo y para qué de dicha práctica
(la que ciertamente cabría dar en algún momento cercano), sino que, únicamente,
nos referiremos a esta malograda oda a lo que consideramos una “visión positivista de la revuelta” y
que en este caso, alimenta la prédica que se ha diseminado en internet bajo el
título de “Respuesta a ‘Malas y no tan
malas noticias’. Carta abierta al subcomediante Marcos”. No está de más
señalar, que debido al evidente tono individualista de dicho homilía, hemos de
atribuirle su autoría al personaje que aquí bautizamos como el “Comandante Petardo”.
2.-
Sobre el concepto de praxis que
utiliza el Comandante Petardo, vale
la pena señalar que hasta donde sabemos, no es posible equipararlo con el de
práctica, es decir, dar “rienda a sus
instintos” (¿naturales? preguntamos nosotroas), sino que todo lo contrario,
la praxis en el sentido anarquista refiere a la necesaria coherencia entre los
principios anarquistas (que se dice defender) y las prácticas
individuo-colectivas en el diario vivir. En este espectro de prácticas se
incluyen por supuesto las acciones insurreccionales como expresión del
principio de legítima defensa de los Pueblos, pero estas no son las únicas ni
pueden ser coherentes con todos los momentos (si es que de lo que se trata
realmente es de conspirar). Resulta entonces, que por acá consideramos la
organización como inseparable de la praxis, pero sobre todo, lo que esta
organización (en tanto, formación individuo-colectiva) representa como espacio
de discusión y decisión autónoma. En ese sentido, no podemos aceptar que se
diga que la única práctica anarquista válida es la de enfrentarse físicamente
con los mecanismos represivos. Creemos que es digno que el Pueblo se defienda,
pero la memoria, la historia de los Pueblos, nos cuenta y dice, que solo la organización
ha resistido y que han vivido la utopía quienes se han preocupado por hacerla.
(Comandante, ahora no nos vaya a
salir con el cuento de que venimos a darle “hablar
mucha paja”, que hemos dicho que es nuestra forma de ver las cosas y en
todo caso, fue usted quien desempolvó el “enmohecido
anarcómetro”).
3.- Respecto del concepto de
historicidad que maneja el petardista,
nosotras creemos que la historia todavía está por escribirse, la de abajo, en
la memoria de los pueblos. En ese sentido, es claro que el susodicho teórico de la barricada (¿llegará a
eso?), pretende suscribirse al historicismo, aquella práctica según la cual, la
historia consiste en un relato elaborado al mero día siguiente (un informe
oficial), lineal y que para aparentar un análisis profundo superpone datos, por
aquí y por allá, que no tienen ni fondo ni reverso. Anula así, el Comandante Petardo, cualquier relación
con el pasado, el presente y el futuro (tal como acostumbran los medios de
incomunicación y manipulación social) y regurgita la interpretación verdadera
de lo sucedido. Gracias a este historicismo que se afirma versión oficial de
los hechos (típica de las secciones de sucesos, en que los malos y malas son
siempre las de abajo), el Comandante P.
se apropia de la acción de quienes se han sostenido en resistencia a lo largo
de la historia de los pueblos, incluidoas loas compañeroas anarquistas
insurreccionalistas, lo cual constituye una afrenta contra las y los compAz que
luchan sin pretender figurar ante la siempre apetecida “opinión pública”.
4.- Adherirnos a la SEXTA ni nos hace
zapatistas ni nos quita lo anarquistas. El Comandante
Petardo se apropia de la palabra de todas y todos loas insurreccionalistas
del Planeta, de todos los calendarios y de todas las geografías. Nosotroas,
como anarquistas, consideramos al igual que los “neo-zapatistas”, que en este mundo caben muchos otros mundos y que
por consiguiente, cada quien hace su resistencia según sus formas. Pero claro,
con principios construidos de manera colectiva, porque consideramos que estos
principios son la herencia para un mundo mejor. No decimos que en el ezetaelene está la salvación del mundo
ante el sistema patriarcal-burocrático-eurocéntrico-capitalista, tampoco que
loas compas zapatonas son anarquistas, sino que son compas con quienes podemos
avanzar en la construcción de un mundo nuevo (esto lo pueden decir elloas por
su propia palabra). Quien haya dedicado tiempo a leer la SEXTA entenderá que
los y las compas no hacen un reclutamiento,
ni cooptaciones, sólo nos cuentan lo
que ha sido su lucha, para que nos encontremos en las distintas similitudes que
tenemos loas de abajo, pero nunca por imposición. No hemos visto esa máquina
llamada EZLN que describe el Comandante
Petardo y que se dedica a masacrar para que le obedezcan ni para imponer
esa OTRA política. Por cierto, ¿Sabe señor
Petardo, que el EZLN dio su palabra a los pueblos de México y el mundo,
sobre la lucha armada? Todavía estamos esperando que el gobierno de México
entregue las armas ¿Sabe señor Petardo,
que el EZLN no decide nada en la política de los pueblos zapatistas? ¿Sabe
señor Petardo que loas zapatistas en su Escuelita nos enseñan con el ejemplo,
con la palabra, pero nunca con la violencia? ¿Sabe señor Petardo qué es un ejército del Estado y qué es el Pueblo?
Puede buscar en “yotuve” esa temible
fuerza aérea del EZLN y verá lo que son capaces de hacer los pueblos dignos y
rebeldes.
5.- ¿“Violencia generada por una hiperviolencia”?. Pero es que solamente
existe la violencia de Estado o legitimada por éste, de ahí que su
característica fundamental sea el monopolio de la represión, y que lo digan las
y los compañeroas insurreccionalistas que de ello tiene conocimiento de causa,
ni qué decir de las compañeroas zapatistas. El Pueblo, Comandante Petardo, tiene por lema “ninguna agresión sin respuesta, frente a la represión, legítima
defensa…”. Se suma usted así al discurso mediático que embauca a la
población poniendo del lado de las y los anarquistas la violencia. Esa, decimos
nosotroas, está del lado del Estado y la partidocracia, la violencia siempre
viene desde arriba, de ahí deviene el fundamento de la revuelta, la rebelión y
la revolución social: “Para nosotros el
oprimido se encuentra siempre en estado de legítima defensa y tiene siempre el
pleno derecho a rebelarse” Malatesta «Fede»
28 de octubre de 1923 (que según el decir del petardista, es su teórico de cabecera). Lo único “hiper”
que localizamos, fue subutilización de lenguaje, la exaltación del discurso
mediático y el ego del petardista.
6.- Esta visión positivista de la
revuelta, que utiliza y exalta el Comandante
Petardo, encasilla el anarquismo en una lucha entre las y los insurreccionalistas
y la difusión mediática del plataformismo. A cada cosa por su nombre Petardo, que eso de andar señalando “anarquistas que no lo son”, solo sirve
para alimentar el argumento de que el
movimiento anarquista se encuentra infiltrado; para levantar acusaciones
infundadas, dado que para usted el anarquismo se identifica con cócteles y
hasta ahí; o para esquivar la obligación de denunciar el resurgimiento del
plataformismo (motivado por el aparato burocrático y los medios de manipulación
masiva).
7.- Nos llama la atención el uso y
abuso que hace el Comandante Petardo
de términos como “incremento”, “ensanchamiento” y “extensión” - del anarquismo. De nuevo, señalamos que el Comandante (de seguro es lo que quisiera
ser) recurre a conceptos propios de la racionalidad instrumental, capitalista,
más que al contenido de la razón sustancial que reivindica el ideal anarquista.
De la misma forma, lo único que se nos viene a la mente cuando Petardo asimila la palabra de las y los
compañeroas zapatistas con el “consumo
externo”, es que seguramente el señor
Petardo enmarca y cuelga en la pared los escritos que le resultan
atractivos (es decir, únicamente los suyos). ¿Dónde quedó el internacionalismo
y el apoyo mutuo del Comandante? Será
que el experimentado pirólogo
considera que mencionar a compañeroas perseguidas por el Estado es suficiente
para declararse internacionalista. La prédica del Comandante San Petardo de los Libres
de Espíritu, no es más que una oda, ni siquiera al insurreccionalismo, sino
a un espontaneísmo positivizante de la revuelta (de la rebelión y la revolución
está muy lejos, mucho, de serlo).
8.- La inutilidad de los hechos
sociales y políticos contemporáneos no nos corresponde juzgarla a nosotroas,
sino a quienes posteriormente sean los y las responsables de construir la
historia de las y los de abajo, de la memoria. Sale aquí de nuevo a flote el
ego del Comandante Petardo, quien
escribe y da lectura de su particular versión de la historia: “la manifestación estéril y la inútil
formulita ‘marcha-mitin-plantón’…”. En todo caso, siendo así, esa
inutilidad no es de siempre, ni para siempre y exigió muchas y muchas y muchas
marchas-mitines-plantones para alcanzarse. Otra cosa por cierto, es que algunos
colectivos renunciemos (en determinado contexto) a este tipo de
manifestaciones, es decir, que no participemos de dichos espacios, lo cual no
significa que podamos reconocer en estos una expresión del descontento, igual
que sucede con las revueltas espontáneas y con aquellas que no lo son tanto.
Como dicen por estas geografías: Comandante
“para hablar y comer pescado hay que
tener mucho cuidado”.
9.- Es falso que los lidercillos de izquierda estén atónitos, al menos eso
es lo que nosotras leemos, porque no podemos negar que estamos ante una
escalada en la persecución contra el anarquismo en general, en especial del
insurreccionalismo, llevada adelante por el aparato de Estado, pero legitimada
finalmente por esa clase media que postula como de izquierda (izquierda=indignados porque la pobreza los está tocando),
al tiempo que se da un fortalecimiento y difusión mediática del plataformismo
como el único “anarquismo” que tiene
cabida en el orden actual de las cosas (de nuevo, cuyos miembros -los de la
plataforma- todos, toditos, se reivindican como de izquierda y clase media).
10.- De
la revuelta a la rebelión y de esta a la revolución social hay más de un paso Petardo, que es precisamente ese camino
el que no consideramos, al menos en este colectivo, se pueda llevar adelante
únicamente con acciones simbólicas que demuestren la insumisión: con el mero
cóctel pues. Desde nuestro punto de vista, la construcción de espacios de
resistencia es igualmente indispensable: la destrucción del sistema actual de
dominación se pretende con el objetivo de colocar en su lugar un mundo nuevo, o
como dicen las zapatistas, muchos otros mundos: o es que solamente se trata de
colaborar con la destrucción llevada adelante por el sistema
patriarcal-burocrático-eurocéntrico-capitalista. Destruir para construir, para
colocar otra cosa en su lugar, ambos factores llevados adelante de forma
paralela y complementaria. Todavía no conocemos de ningún Pueblo que haya
sobrevivido solamente con cócteles.
11.- La afinidad no surge por generación
espontánea y menos por osmosis, la organización de loas de abajo es
característica del anarquismo. Las relaciones sociales no se dan por azar del
destino, son construcciones que van de la imaginación a la memoria y de esta a
la práctica y de regreso. El pretendido argumento de que es posible un supuesto
anarquismo sin organización, a base de hiperindividualismo, es sólo una
tergiversación de la consigna “fuerte en
la soledad solidari@ en el grupo”. La reivindicación colectiva que cierra
el sermón del Comandante Petardo
(arremolinaos a mi alrededor que yo os guiaré hacia la libertad), la
vindicación de los actos de sabotaje y la misma clandestinidad, evidencian el
sinsentido de un supuesto anarquismo individualista. Hasta el hiperego del petardista tiene la necesidad de
reivindicarse en los y las otroas.
12.- Sobre qué es la política, podemos
decir que de la misma forma en que hoy desde el anarquismo recuperamos
conceptos como el de “orden”
(haciendo la aclaración sobre que la situación actual, sólo puede ser
catalogada como de “desorden establecido”),
nos oponemos en calificar los espacios dominados por la partidocracia como
políticos. La anarquía se quiere y asume como política, asume la lucha de los
Pueblos como único espacio realmente político, pero justamente, se trata de una
muy muy OTRA política respecto de la que se impulsa desde el Estado y el
Capital. Se trata de una política, como dicen loas compas zapatas, de la gente
de abajo, es decir nos oponemos al “valeverguismo”
y vanguardismo, por eso apoyamos la organización autónoma de los pueblos, es decir,
cuando estos hacen lo más digno, tomar sus propias decisiones.
13.- El susodicho Comandante afirma
emitir su magno discurso desde el anarquismo, pero utiliza términos
patriarcales como “vedette” y “plumífero”, en tono pretendidamente
jocoso: al parecer, el comediante no
es otro que Petardo (razón por la cual pretende ver comediantes por todos
lados), pues al igual que tiene su propia versión de la historia y del
anarquismo, considera que el anarquismo es cosa
de machos, pero bien machos claro, porque de lo que se trata es de poder patear la mayor cantidad de culos policiales
por hora (se trata de eficiencia liberadora y mucha testosterona, afirma el Comandante).
14.- ¿Las zapatistas acotan su discurso
a sectores particulares?: “Llamamos a
todos y a todas a no soñar, sino a algo más simple y definitivo. Los llamamos a
despertar”. Si el Comandante Petardo
no se siente aludido por la invitación de las y los compañeroas zapatistas, y
este, es uno de los puntos más contradictorios de su sermón, ¿a que viene la
sarta de insultos y calumnias que desembucha contra zapatistas, anarquistas en
la SEXTA, y público en general? Será que el petarquista
considera que es impropio de las y los anarquistas participar de la SEXTA, o
que por el contrario, con este llamado, siente afectada su autodeclarada “hegemonía” sobre el movimiento
insurreccionalista.
15.- El Comandante Petardo no es más que un autoritario, que por moda, viene a declararse y apropiarse de la lucha insurreccionalista (en su perpetuo historicismo, lanzar una molotov le ha convertido en mártir, teórico y patriarca de la lucha anarquista). En ese tanto, al final de su “oda a la cerilla”, cierra la posibilidad de respuesta, principio fundamental del anarquismo, la crítica y el debate. Así mismo, este nunca bien ponderado líder incendiario, critica la vanguardia para pasar inmediatamente a autodefinirse como “la chispa que incendiará la pradera”. Nos queda la duda de si, ¿el Comandante Petardo, sería capaz de explicarnos el momento actual de la humanidad sin recurrir a todos y cada uno de los momentos previos en esta larga resistencia de 500 años?
15.- El Comandante Petardo no es más que un autoritario, que por moda, viene a declararse y apropiarse de la lucha insurreccionalista (en su perpetuo historicismo, lanzar una molotov le ha convertido en mártir, teórico y patriarca de la lucha anarquista). En ese tanto, al final de su “oda a la cerilla”, cierra la posibilidad de respuesta, principio fundamental del anarquismo, la crítica y el debate. Así mismo, este nunca bien ponderado líder incendiario, critica la vanguardia para pasar inmediatamente a autodefinirse como “la chispa que incendiará la pradera”. Nos queda la duda de si, ¿el Comandante Petardo, sería capaz de explicarnos el momento actual de la humanidad sin recurrir a todos y cada uno de los momentos previos en esta larga resistencia de 500 años?
16.- El Comandante Petardo se salta con garrocha el problema fundamental
del origen de la ley, cayendo en el sinsentido de querer afirmar una sociedad
sin principios, en la cual cualquier actuar individualista es legítimo per se. Nosotras entendemos que de lo
que se trata es de cuestionar los contenidos y procesos que nos llevan a
afirmar un principio de vida como legítimo, sea cual sea, si no entonces, ¿de
qué se trata nuestra lucha?, según el razonamiento del susodicho Libertador, entonces ¿todas las
prácticas que en su “vida privada”
desarrollan las capitalistas son legítimas? Hace falta vivir la disolución
social que genera la forma de consumo y drogas del capitalismo, para darse
cuenta de que estas no pueden considerarse aceptables en la resistencia, es
decir para aquellas y aquellos que pretendan colaborar con el surgimiento de un
mundo nuevo. Sale aquí a la luz la inaceptable tesis hiperindividualista de que
“no estoy haciendo daño a nadie”.
17.- El problema de la “máxima maquiavélica” según la cual “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”,
no se supera en afirmar que “el enemigo
de nuestro enemigo también puede ser nuestro enemigo”, porque aquí no se
trata de discutir un supuesto triunfo militar, aquí todos y todas perdemos,
como bien señalan las y los zapatistas. De lo que se trata, pensamos nosotroas,
es de conocer quienes están por la autonomía de los Pueblos y quienes por su
dominación: en eso consiste la afinidad, no en poder decir, “pues fijate que ese fulano me cae muy bien”.
Hablamos aquí de identificar la responsabilidad y coherencia con la utopía.
18.- Asume el camarada Petardo la tesis de que la apatía de la “masa” es la culpable de todos los
males, muy en línea de los preclaros miembros de cualquier vanguardia,
extrañamente, para decirse anarquista. Evidentemente, forman parte de este
lumpen todos y todas las compañeroas que nos vindicamos de la SEXTA, y
cualquier otro y otra que no reconozca en la figura del Comandante el camino
hacia la libertad en medio de la dominación (vengan a mí y serán libres). A cada cual según su responsabilidad y
sus posibilidades, decimos nosotroas. Por supuesto, es caso aparte el del
preclaro Comandante Petardo, ya que
el susodicho líder de las hordas anarquistas, habiendo superado la aborrecible
mortalidad y gracias al fuego purificador, ha logrado transmutarse en un “espíritu muy libre”. Levita pues el
fulano este y se ríe de nosotroas, las de abajo.
19.- A la hora de llegar a la PD, el
hiperego ventilado en esta prédica
incendiaria es ya insoportable. La caterva de juicios de valor que hace el Comandante Petardo y que trata de hacer
pasar por la versión oficial del
anarquismo insurreccionalista, adquiere tonos cercanos a la xenofobia:
¿Pintoresca la “representación escénica”
de la masacre y resistencia que durante 521 han llevado adelante los Pueblos de
América Latina y el mundo?
Exigimos se retiren de inmediato los
cargos interpuestos contra los compañeroas secuestrados por el Estado, puesto
que el derecho a la protesta y de libertad ideológica no debe ser
criminalizado.
Exigimos el cese inmediato del ataque contra las comunidad zapatistas en resistencia.
Exigimos el fin de los montajes policiales, los cuales solo buscan legitimar la represión contra el Pueblo e infundir el temor y señalamiento generalizado entre la población.
Exigimos el fin de la persecución política contra la población que se manifiesta por sus derechos.
Exigimos el cese inmediato del proyecto de criminalización internacional de los movimientos sociales.
Exigimos el cese inmediato del ataque contra las comunidad zapatistas en resistencia.
Exigimos el fin de los montajes policiales, los cuales solo buscan legitimar la represión contra el Pueblo e infundir el temor y señalamiento generalizado entre la población.
Exigimos el fin de la persecución política contra la población que se manifiesta por sus derechos.
Exigimos el cese inmediato del proyecto de criminalización internacional de los movimientos sociales.
Arriba las y los que luchan.
Arriba el Pueblo organizado.
Techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, independencia, democracia, libertad, justicia y paz. Estas fueron nuestras demandas en la larga noche de los 500 años. Estas son, hoy, nuestras exigencias.
Rezistencia y Autonomía.
¡No pasarán!
Arriba el Pueblo organizado.
Techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, independencia, democracia, libertad, justicia y paz. Estas fueron nuestras demandas en la larga noche de los 500 años. Estas son, hoy, nuestras exigencias.
Rezistencia y Autonomía.
¡No pasarán!
Hermanos y hermanas, Saludos.
Azamblea del Pueblo
San José, Costa Rica, Centroamérica,
Planeta Tierra.
Año 521 de la resistencia.
Año 521 de la resistencia.
ps. La verdad es que para llamarse
anarquista, el Comandante Petardo
escribe como todo un orgulloso hijo del sistema.
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