Publicado el 23/01/2014
Autor: Rafael Camacho
Las piedras alineadas
sobre el asfalto reducen el camino a un solo carril. A un costado, decenas de
costales rellenos con arena se amontonan asimétricamente formando una
barricada, todo indica que es parte de un puesto de control. Es el crucero de
Cuatro Caminos, a 1 km de Nueva Italia, hasta el momento, la ciudad más grande
del estado de Michoacán que ha sido liberada del control de los Caballeros Templarios por parte de los grupos de autodefensa.
Detenemos el
vehículo unos metros antes de la barricada y notamos que no hay miembros de los
grupos de autodefensa a la vista. Los negocios colindantes al puesto de control
están todos abiertos y ofrecen diversos alimentos y servicios. De primera
impresión, la vida se desarrolla de forma cotidiana y hasta pareciera que la
barricada de costales es parte integral de la escena. Del paisaje en una zona
en conflicto.
Al reiniciar
el viaje con dirección hacia Apatzingán, territorio templario sitiado por las
autodefensas, se aprecia la fuerte presencia policiaca en la zona. Los
vehículos de la Policía Federal y decenas de efectivos fuertemente armados
mantienen posiciones en diversos puntos del crucero. Algunos platican entre
ellos, otros miran sus teléfonos celulares o compran cosas en las tiendas y
negocios aledaños, no se ven alertas sino un tanto aburridos. Aquí el tiempo
parece pasar más lento.
Avanzamos con
rumbo a Apatzingán por un camino que en los últimos años –y días– ha sido
testigo de un sinnúmero de balaceras, levantones, asesinatos, incendios de
vehículos y toda clase de atrocidades, aunque a simple vista pareciera que aquí
no ha pasado nada, basta con agudizar un poco la mirada para apreciar algunos
restos de los últimos eventos que han asolado este camino.
Dejamos atrás
la entrada a Antúnez, en donde hace apenas unos días, efectivos militares que
pretendían desarmar a un grupo de autodefensas, asesinaron a civiles que se
oponían al desarme, lo que provocó movilizaciones y protestas ciudadanas en
varias de las ciudades liberadas por los autodefensas.
Unos
kilómetros más adelante, se encuentra la desviación hacia Parácuaro, donde apenas 12 horas antes de nuestro paso hubo un enfrentamiento entre
grupos de autodefensas y miembros de los Caballeros Templarios que se prolongó
por lo menos 4 horas y en el que se presume participaron algunos líderes del
cártel Templario quienes, según fuentes de las autodefensas, huyeron por las
montañas aledañas.
La entrada de
Apatzingán se acerca, y aunque nadie lo comenta, se hace notorio que todos nos
encontramos más alertas, la idea es pasar de largo y detenernos únicamente en
los semáforos en rojo. Nadie tiene ánimo ni necesidad de hacer escala en esa
ciudad, llena de narcos y sitiada por los grupos de autodefensa.
Es un día
soleado en Apatzingán, la presencia de policías y militares es abrumadora; los
halcones, un poco más disimulados, también se hacen sentir. No hemos avanzado
ni dos calles cuando llegamos a una glorieta donde giramos a la derecha pero un
convoy militar cierra la calle y obliga a todos los vehículos a retroceder.
Preguntamos a un taxista que se encuentra estacionado si sabe qué es lo que
sucede y nos responde que no, que mejor le preguntemos a los militares.
Tomamos una
ruta alterna que nos permite saltar el bloqueo militar, vamos platicando el
hecho de que a pesar de la inminente toma de la ciudad por parte de los
autodefensas y de los enfrentamientos a menos de 20 kilómetros que tuvieron
lugar la noche anterior, los periódicos locales solo hablan de la volcadura de
un camión.
Ya hemos
cruzado más de la mitad de la ciudad y algo llama nuestra atención: en una
esquina, al menos 20 camionetas de lujo están estacionadas en formación, listas
para salir en convoy, no se ve nadie dentro ni fuera de ellas pero es evidente
que sus dueños u ocupantes están cerca.
Salimos de
Apatzingán y llegamos hasta San José de los Plátanos, donde se encuentra un
gran retén de grupos de autodefensa, hemos dejado atrás el bastión templario y
estamos entrando nuevamente en zona ‘liberada’.
Nos sentimos un poco más aliviados… esta vez sí lo externamos.
Hemos
avanzado 41 kilómetros desde el crucero de Cuatro Caminos hasta el retén de San
José de los Plátanos. 41 kilómetros donde se respira un aire espeso, 41
kilómetros de policías federales, militares y Caballeros Templarios, 41
kilómetros donde el sentimiento es de una tensa y frágil calma.
Referencias:
Redacción AN. “Michoacán:
Autodefensas avanzan con la toma de Nueva Italia este domingo”. Aristegui Noticias (12 de enero de 2014).
Notimex y MVS Noticias. “Pese a evidencias, Segob insiste en que no hubo enfrentamientos en
Parácuaro”. Animal Político (22 de
enero de 2014).
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