por Sergio Ferrer
Viernes, 31 de enero de 2014
Incertidumbre en San
Marcos, no hay dictamen de reubicación ni atención del gobierno. Prepara
Consejo Regional de Damnificados “Peregrinación
del Hambre”.
En San Marcos, las lluvias de
septiembre destruyeron casas, causaron grietas y arrasaron con milpas, huertas
y animales. A más de cuatro meses no tienen un dictamen oficial de reubicación
que entregaría personal del Centro Nacional para la Prevención de Desastres
(Cenapred) que acudió hace meses al poblado.
En esta comunidad na savi perteneciente al Ejido de Zitlaltepec, las
familias prevén que para marzo se acabará el maíz, en cuanto a su pueblo
manifestaron que tienen miedo de lo que pasará con este cuando llueva, tampoco
quieren pasar más por el camino donde un deslave mató a cuatro habitantes.
Existe un estudio independiente de la situación de San Marcos; la
arquitecta Ligia Elemy García Villajuana y el ingeniero Arnulfo Silva Adaya
ante el llamado del Consejo Regional de Damnificados de la Montaña publicado
por Desinformémonos en octubre, acudieron a San Marcos y realizaron el
Informe sobre condiciones físicas del asentamiento, vivienda y contexto natural
de la comunidad de San Marcos después del paso de la tormenta tropical
Manuel, en noviembre.
El 4 de febrero cientos de indígenas de las poblaciones afectadas desde
septiembre, agrupados en el Consejo Regional de Damnificados de la Montaña,
marcharán en la “Peregrinación del
Hambre” en la ciudad de Tlapa de Comonfort, para reclamar contra el olvido
del gobierno.
Dentro de los resultados que arrojó se indica que los pobladores no han
sido dotados de elementos técnicos que los orienten respecto a la reubicación
de 110 familias. Hay 17 viviendas que son las más afectadas y otras más que
están en situación de riesgo porque se ubican en un cerro que ya tuvo un
deslave parcial.
Los especialistas en mecánica de suelos y procesos arquitectónicos
urbanos comunitarios plantean en el estudio que hay deficiencias en el abasto
de agua cuyo suministro a través de mangueras al descubierto presentan fugas
que provocan deslaves, socavones, el drenaje es inexistente por lo
que drenan el agua sucia a las laderas, en cuanto al suministro de energía este
es esporádico.
Según estudios oficiales, la Montaña es una región de potencial de
riesgo dentro del sistema de laderas con riesgo geológico. En el caso de San
Marcos, los investigadores determinaron que existe alto riesgo de
deslizamiento de grandes dimensiones en el costado norte donde ocurrió el
deslave más grande.
“Se oyó como un trueno y luego explotó el cerro”, relató una mujer sobre el
desgajamiento del cerro que provocó una larga fisura que atraviesa de oriente a
poniente y coloca en alto riesgo a viviendas ubicadas en la ladera del
costado poniente.
Los especialistas encontraron que hubo fuertes deslizamientos
principalmente en la parte poniente del pueblo derivado entre otras cosas por
el manejo desordenado del agua o la deforestación.
García y Silva, refieren que hace falta una investigación y análisis
previos de los planteamientos del gobierno federal estatal y municipal para que
los pobladores puedan tomar una decisión de la reubicación total o parcial ya
que dependerá de conocer el diagnóstico, proyección propuesta y financiamiento
previstos por la autoridad.
En una reunión convocada por el comisario municipal Salvador Evaristo
Vargas, un grupo de hombres hablaron con un representante del Centro de
Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan sobre la desatención de las
autoridades municipal, estatal y federal.
Durante el paso de los meteoros Ingrid y Manuel por San Marcos cuatro
personas murieron, un bebé, una niña de cuatro años, un adolescente y un hombre
de 54 años que dejó seis hijos huérfanos. Además, los primeros días de
noviembre un ventarrón terminó de llevarse más huertos, láminas.
Las autoridades no han acudido o les han dado respuestas negativas, como
cuando el alcalde solo les dijo a los pobladores que se quitaran de donde
vivían porque no se haría responsable pero sin indicarles a qué lugar debían
acudir o involucrarse en buscar algún terreno o mostrar el dictamen.
En la entrada de la comunidad perteneciente al Ejido de Zitlaltepec hay
casas destruidas, el cerro Yukú Ma' Ñú (cerro de en medio) esta derrumbado y
hay toneladas de lodo al lado del camino que tiene restos de animales, plantas
y casas. Esta situación persiste también en otros poblados de la Montaña que
resultaron afectados.
Hipólito Herrera principal del pueblo recordó que esta comunidad tiene
más de dos décadas de haberse fundado y advirtió, “no alcanzará el maíz como para marzo se acabará esta vez solo sacamos
cinco costales se destruyó lo demás, vecinos perdieron vacas, chivos, había un
corral en el cerro que se desgajó, también café perdimos que es con lo que
también sacamos algo de dinero para comer”.
Existe una leyenda que cuentan los habitantes
sobre la existencia de serpientes que habitan en la tierra, la madre ya salió
pero aún está sus hijos porque en las noches aún se escucha ruidos como
truenos, relata una mujer de la población.
El principal Feliciano Agustín Evaristo reclamó a la Sedesol federal
atender la posible reubicación de sus viviendas y pidió al gobierno luz, agua
potable, drenaje, comunicación, “los
alcaldes pasan y no hay mejoras en el pueblo” reprochó.
Agustín Evaristo cuestionó que Peña Nieto acudió a Cochoapa a entregar
casas a personas que no habían sido afectadas, respira, dice que la gente tiene
miedo por las grietas que hay alrededor del pueblo pero reviró el tema y
anunció que los habitantes están promoviendo la reactivación de la banda de
viento porque no quieren que el pueblo muera, con sus recursos le están pagando
al maestro para que les enseñe.
El comisario municipal mostró al reportero diversos oficios entre éstos
uno fechado el 21 de septiembre, dirigido al gobernador Ángel Aguirre
Rivero en el cual le solicitan 118 viviendas y apoyo para saber si su pueblo
corría riesgo.
Hay otro en el cual autoridades municipales como el síndico Guillermo
Evaristo Herrera y el comisariado ejidal y representantes de las comunidades
informan que un cerro tiene peligro de derrumbarse por lo cual acordaron que
los habitantes acudan al lugar conocido como la Plazuela teniendo que pagar a
quienes trabajaron esas parcelas una pequeña indemnización.
La salud de la población está en malas condiciones según el estudio, el
clima es contrastante y hay ejercicios de ecología como estufas Lorena que han
provocado quemaduras a las personas al estar mal instaladas.
Construcción de casas sin dictamen y con
material de mala calidad en Malinaltepec
El comisario municipal de
Tepeyac Isidro Bruno Ortiz demandó a la federación entregar el dictamen que
daría Cenapred para que en base a este documento técnico se efectúe la
reubicación y se ejecute la construcción de las viviendas de los damnificados.
Actualmente en las comunidades del municipio de Malinaltepec, Tepeyac y
Unión de la Peras, se están construyendo viviendas pero sin que haya sido
mostrado el dictamen de reubicación, “llegaron
y nos dijeron los promotores de Sedesol que o lo tomas o lo dejas, por lo que
recibimos el material para unas casas que consideramos provisionales”,
señaló un habitante me´phaa.
Acusaron que además de no tener certeza del terreno en el que se
construyen las casas, estas están construyéndose con material de mala calidad,
block que se deshace y láminas de tercera.
Al acudir el reportero al Centro Coordinador de la Comisión para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), no se encontró algún enlace con
Sedatu -cuyas siglas aparecen en las oficinas de la Procuraduría Agraria
ubicadas en instalaciones de la CDI- pero “aquí
no hay nada de Sedatu eso es en Chilpancingo”, refirió una secretaria.
Sedatu, responsables de los trabajos de reconstrucción para los
damnificados de la Montaña no cuenta con oficinas provisionales en Tlapa, “Mirna una de las encargadas llegó porque
venía Nubia la titular de la Comisión pero ayer mismo se fue cuando se supo que
canceló”, comentó un trabajador.
Hubo quejas de otros habitantes de la Montaña que acusaron por una parte
que en pueblos como Santa Cruz y Guadalupe en Atlamajalcingo del Monte, se
repartieron casas a algunas a personas que no fueron damnificadas
mientras que hubo indígenas que no fueron atendidos.
En Quatzoquitengo, el secretario general del ayuntamiento de
Malinaltepec les indicó a damnificados que pagaran 3 mil 500 pesos como
recuperación por sus casas.
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