III ENCUENTRO PENINSULAR
CONGRESO NACIONAL INDIGENA
CONGRESO NACIONAL INDIGENA
DECLARACIÓN:
Nosotros y nosotras, indígenas Mayas y no indígenas nos reunimos hoy en la
histórica Ciudad maya de Kisteil, tierra de rebeldía donde Jacinto Can Ek
gritó el ¡YA BASTA! en el año de
1761, tierra en donde el poder de ese entonces quiso desaparecer del mapa la
dignidad de este pueblo y que a 253 años no ha podido lograrlo; se dijo en
aquel entonces que los blancos hicieron que estas tierras fueran extranjeras
para el indio, hicieron que el indio comprara con su sangre el aire que
respira; después de más de 2 siglos de que Can Ek lo dijera en este lugar, hoy
venimos a denunciar que la situación de nuestros pueblos no ha cambiado y
que seguimos en lucha por la defensa de lo que históricamente nos pertenece.
Venimos a compartir nuestra palabra,
nuestro pensamiento, nuestros dolores, nuestros sueños, nuestra lucha y a
juntar nuestra rebeldía desde los 3 Estados de la Península, venimos de las
comunidades Xpujil, Hopelchén, Dzitbalché, Candelaria, Tinum, Tenabo de
Campeche; Chacsinkín, Merida, Sanahcat, Chablekal, Ticul , Canicab, Izamal y
Maní de Yucatán; Jerusalén, Buena Fe, Blanca Flor, Buena Esperanza en Quintana
Roo.
Bajo la sombra del árbol de Pich,
recordamos y reafirmamos nuestro compromiso con los 7 principios del Congreso
Nacional Indígena, que nos marcan el paso y el camino por la defensa
de nuestros derechos y de nuestra autonomía como pueblos, estos
principios son nuestra guía: SERVIR Y NO SERVIRSE; CONSTRUIR Y NO
DESTRUIR; OBEDECER Y NO MANDAR; PROPONER Y NO IMPONER; CONVENCER Y NO VENCER;
BAJAR Y NO SUBIR; ENLAZAR Y NO AISLAR, recordamos que la lucha por nuestra
autonomía como pueblos lo seguiremos haciendo tomando como referencia los
Acuerdos de San Andrés Sakamchén de los Pobres, firmados en el año de 1996,
desde ese entonces el mal gobierno no cumplió con el compromiso adquirido con
los pueblos indígenas de México, y que si seguimos luchando y organizando es
para que se cumplan estos acuerdos y sean reconocidos plenamente en la
Constitución de nuestro país y no un engaño como el artículo 2°, que nos reduce
a sujetos de interés público y no de derecho público, como lo pactado en San
Andrés; mientras tanto, seguiremos en este camino de autonomía con o sin reconocimiento
legal.
Como Congreso Nacional Indígena
seguiremos denunciando las agresiones que sufre nuestra madre tierra por parte
de las empresas transnacionales respaldadas por las leyes y el gobierno,
seguiremos denunciando la represión en contra de los que luchamos por mejores
condiciones de vida, seguiremos denunciando el despojo de los recursos
naturales que históricamente nos ha pertenecido y que hoy son convertidos en
productos, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción y vivencia de la
autonomía en los hechos, la autonomía de la salud, de la educación, de la
producción de la tierra para autogobernarnos y decidir la forma que queremos
vivir como pueblos, fuera de los partidos políticos que solo nos dividen
e imponen las decisiones de arriba abajo y es esta forma que históricamente el
gobierno ha utilizado para controlarnos y hacernos callar, es contra esto que
nuestro abuelo Can Ek levantó la voz hace 253 años.
Para alcanzar nuestra autonomía
necesitamos organizarnos como pueblo y aprender de las luchas de otros pueblos,
recuperar nuestra lengua materna que heredamos de nuestros abuelos y
abuelas, producir nuestros alimentos, mantenernos unidos como pueblos, no
dejar que los partidos políticos decidan nuestra forma de vida y nos dividan,
defender la tierra y el territorio para evitar el despojo de lo que aún nos
queda, defender nuestras semillas nativas que son herencia de los abuelos
y abuelas para evitar la entrada de los transgénicos contaminantes que matan la
tierra y a nosotros, recuperar nuestra identidad como pueblo maya, recuperar y
valorar la autosuficiencia, ser congruentes en nuestro caminar con el Congreso
Nacional Indígena para decirle ¡NO! al
mal gobierno que trae programas de asistencia y no reconocimiento de derechos.
Como Congreso Nacional Indígena
región Península de Yucatán repudiamos las agresiones en contra de nuestros
hermanos de las comunidades zapatistas pertenecientes al caracol de Morelia, en
Chiapas; denunciamos que esta es la estrategia que el mal gobierno ha utilizado
permanentemente para intentar desaparecer la organización y la digna lucha de
nuestros hermanos Zapatistas.
Hoy nuestro corazón Maya celebra que
nos volvamos a encontrar en estas dignas tierras de lucha y resistencia de
nuestro abuelo Jacinto Can Ek, celebramos que nuestro pensamiento y nuestra
palabra se caminen juntos para continuar con la construcción de la autonomía y
ratificamos que seguiremos luchando por el pleno reconocimiento Constitucional
de los Acuerdos de San Andrés Sakamchén de los Pobres.
Desde Kisteil, Yucatán decimos:
¡NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN
NOSOTROS!
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