El sábado 22 de febrero, alrededor de 50 mil personas marcharon en Nantes,
para protestar contra la construcción de un aeropuerto internacional en el
municipio o comuna vecina de
Notre-Dame-des-Landes y afirmar su solidaridad con l@s habitantes de la zona,
que llevan décadas resistiendo al proyecto. Los manifestantes provenientes de
todo el país, fueron recibidos por más de 1,500 elementos policiacos, tanto
municipales como miembros de la policía antimotines. Los enfrentamientos no
demoraron. La represión policiaca, que incluyó el uso de balas de goma, gases
lacrimógenos y tanquetas de agua, no logró impedir que miles de personas
siguieran presentes en la calles de la ciudad hasta la noche, dejando un saldo
de varios heridos y detenidos. Los organizadores denuncian la situación.
Hace cuatro décadas, políticos y
empresarios empezaron a promover la construcción de un aeropuerto en
Notre-Dame-des-Landes, cerca de Nantes, al oeste de Francia. ¿Cuál es el plan?
Construir —sobre una zona húmeda que cuenta con tierras fértiles para el
cultivo y varias especies protegidas de flora y fauna— el “Rotterdam aéreo” de Europa, con grandes promesas de “desarrollo” para la región.
Desde la publicación del proyecto,
los habitantes no han dejado de oponerse y de retrasar los planes del gobierno.
Aunado a esto, las crisis provocadas por los choques petroleros de 1973 y 1976,
hicieron que el aeropuerto casi cayera en el olvido hasta inicios del nuevo
milenio, cuando el entonces alcalde de Nantes y actual secretario de gobierno,
Jean-Marc Ayrault del Partido Socialista (PS), optó por echar a volar sus
sueños: expulsar a cientos de campesinos en una zona que abarca cerca de 2,000
hectáreas de tierras agrícolas y diseñar una gran megalópolis
Rennes-Nantes-Saint Nazaire, para atraer nuevos inversionistas y fomentar la
actividad económica en la región. Para poder competir en la Europa capitalista,
también se pensaron infraestructuras complementarias al aeropuerto tales como
carreteras, líneas de transporte público, hoteles, grandes centros comerciales,
centros de negocios y otros artilugios modernos. El 10 de febrero de 2008 se
publicó un Decreto de Utilidad en el
Diario Oficial apoyado por varios grupos políticos, dando inicio a una de las
batallas más significativas del bloque anti-capitalista europeo.
Para evitar que comenzaran las obras, desde el 2009, decenas de personas se
instalaron en la zona amenazada. Mofándose de la tradicional burocracia
francesa que adopta sigla para definir el uso de suelos y el destino de amplios
territorios, los opositores re-bautizaron el lugar con las siglas ZAD, que
significan “Zona Defendida” (zone à défendre). En coordinación
con los habitantes, empezaron a ocupar las casas previamente expropiadas y
vaciadas por el Estado. Muy pronto, la transnacional Vinci encargada del
proyecto, denunció tanto a los ocupantes como a los vecinos expropiados. En
octubre del 2012, más de mil policías antidisturbios invadieron el área en un
operativo que duró varias semanas, con una fuerte represión y un saldo de
varios presos y heridos. A pesar de todo, la gente de la ZAD, así como los
campesinos y la Asociación Ciudadana Intermunicipal de las poblaciones
afectadas por el proyecto de aeropuerto de Notre Dame des Landes (ACIPA)
comunicaron que el Estado no conseguiría dividirlos y demostraron su unión en
la manifestación de “Re-ocupación de la
ZAD” del 17 de noviembre de 2012, en la cual se juntaron alrededor de 40
mil personas. Poco a poco, la presión policial fue disminuyendo y la amenaza
constante de desalojo cesó.
Sin
embargo el proyecto sigue vigente. Estos últimos años, la empresa Biotope ha
sido pagada por Vinci para identificar a todas las especies animales y
vegetales amenazadas de la zona y tomar “medidas
de compensación”: se trata de desplazarlas a otras áreas cercanas para
poder empezar la construcción del aeropuerto. Con eso, la constructora pretende
llevar a cabo su proyecto “protegiendo”
a la naturaleza. Estas medidas son obligatorias para que las obras sean
aceptadas por las autoridades y tendrían que realizarse antes del 31 de marzo
para respetar al ciclo biológico de las especies. Sin su cumplimiento, el
proyecto tendría que ser postergado hasta el 2015.
En
este contexto, y para impedir que se llevaran a cabo estos trabajos, fue
convocada la marcha en Nantes este sábado 22 de febrero. Decenas de miles de
personas de distintas partes del país llegaron a la ciudad para demostrar su
apoyo y solidaridad con la resistencia local, pero también su rechazo hacia un
proyecto inútil y dañoso para el medio ambiente que, como muchos otros
alrededor del planeta, amenaza con destruir todo un mundo, sus habitantes, su
modo de vida y su territorio, promoviendo un “desarrollo” que seguramente
produciría muchos beneficios para sus promotores pero ninguno para la
población. De hecho, actos de solidaridad con el movimiento italiano “NO TAV”,
en contra de la construcción de una línea de tren entre las ciudades de Torino
(Italia) y Lyon (Francia), también fueron llevadas a cabo durante la marcha.
La
movilización empezó poco después del mediodía, con alegría y música, pero
cambió de tono muy rápidamente. Unos días antes, las autoridades habían decidido
prohibir a los manifestantes marchar en el centro de la ciudad. Más de 1,500
elementos policiacos, tanto municipales como miembros de la policía antimotines
y de la policía militar les esperaban para bloquearles el paso, mientras un
helicóptero sobrevolaba rondándolos. Fue una movilización de las fuerzas del
orden nunca antes vista en esta ciudad, digna de una contra-cumbre
internacional. Mientras una parte del contingente tomó una ruta alternativa,
otra intentó pasar por el trayecto previsto, enfrentándose a una represión
violenta por parte de la policía, quienes dispararon balas de goma, gases
lacrimógenos, granadas ensordecedoras y tanquetas de agua. A las 21:30hrs del
mismo día, 14 personas estaban detenidas y muchas heridas (entre ellas ocho
policías, únicos casos presentados en los periódicos).
Las
autoridades, apoyadas por los medios comerciales, empezaron a condenar los “actos de violencia” que habían ocurrido
durante la marcha. Sin embargo, no hicieron ninguna alusión al dispositivo
represivo que desplegaron. “Los colegas
lograron, gracias a su profesionalismo, impedir que la ciudad se convirtiera en
un lugar de pillaje y evitaron que hubiera heridos entre la población”
declaraba un representante de la policía, entrevistado por el diario local. Para
Manuel Valls, secretario de gobierno, “la
ultra-izquierda violenta y los grupos extremistas tales como los Black Blocs
son la raíz de las derivas”.
Y todos
hablan de lo mismo: lamentan el hecho de que varios edificios y instalaciones
públicas, tales como algunos de transporte público o basura, hayan sido
destruidos. La versión oficial es clara: mientras miles de personas estaban
marchando pacíficamente, unos “vándalos”
transformaron la movilización en una “guerrilla
urbana”, y la policía llegó para detenerles y proteger a los ciudadanos. La
realidad, que podía ser observada en la marcha, fue otra. Si bien –y desde el
principio– varios edificios e infraestructuras fueron atacados, éstos habían
sido elegidos: los principales lugares afectados fueron un local de la
constructora Vinci, bancos y una estación de policía. Además, los policías
estaban presentes pero no intervenían. Los grandes enfrentamientos empezaron en
el lugar donde estaba bloqueado el paso hacia el centro de la ciudad: enojados
por la situación, grupos de personas se enfrentaron a los policías presentes
gritando que por ahí tenían que pasar. Empezaron a caer los gases y demás
explosivos sobre los contingentes. A pesar de la violencia, la
movilización no cesó. Desde las 15:00hrs hasta la noche, miles de personas se
quedaron en la “zona de enfrentamientos”.
La mayoría no participaba, pero estaban presentes.
Esa
misma noche, el alcalde de Nantes anunció que iba a denunciar a los
organizadores por ser responsables de los hechos. En respuesta, ellos
publicaron un comunicado común declarando el éxito de la movilización, condenando
la represión por parte de las fuerzas policiales hacia los manifestantes y
ratificando su firme oposición al proyecto.
Comunicado
de los organizadores de la marcha anti-aeropuerto del 22 de febrero
La
marcha de hoy se caracterizó por una movilización nunca antes vista.
Fueron contabilizados 520 tractores, que venían de todas las regiones
fronterizas, dos veces más que el 24 de marzo del 2012 en Nantes. Esto
simboliza una implicación masiva del mundo campesino. Los tractores, atentos,
están listos para intervenir en la ZAD.
Había 63 autobuses, que venían de todas las regiones de
Francia, dos veces más que el día de la cadena humana. Es la señal de una
movilización nacional y de la conexión entre Notre Dame des Landes y otras
luchas en contra de los grandes proyectos inútiles e impuestos.
Acudieron entre 50 y 60 mil personas, aún más que durante la marcha de
re-ocupación del 17 de noviembre del 2012. Se trata de la movilización más
grande del movimiento.
El desfile ha sido festivo, creativo y determinado con su batucadas,
salamandras, tritones gigantes, máscaras de animales simbolizando al rechazo a
la destrucción de las especies protegidas y de las dichas medidas de
compensación. Mítines y animaciones se organizaron hasta las 18:00hrs en el Square
Daviais.
Las autoridades habían decidido poner a Nantes en un estado de sitio e
impedirnos ser visibles en el centro de la ciudad. Es la primera vez que está
prohibido para una marcha pasar por el “cours
des 50 otages”. Una parte del contingente pasó por la Isla Beaulieu. Otra
intentó pasar por el trayecto inicialmente previsto y se enfrentó a una
represión policiaca violenta con balas de goma, gases lacrimógenos y
granadas ensordecedoras. Eso no impidió a l@s manifestantes quedarse en
masa en la ciudad de Nantes hasta el final.
Existen distintas formas de expresarse en este movimiento, pero el gobierno
se hace el sordo ante las réplicas anti-aeropuerto, no hay que sorprenderse de
que una cierta rabia se exprese. ¿Qué podría pasar en caso de una nueva
intervención en la ZAD?
Esta jornada ha sido un éxito y los distintos componentes de la lucha se
encuentran unidos en el terreno. La oposición no ha dejado de crecer desde hace
30 años. ¡El gobierno no tiene otra opción que la de abandonar el proyecto de aeropuerto!
Después de este día, podemos quedarnos con una certeza: el movimiento no se
ha acabado, la rabia y la solidaridad continúan. Respecto a las personas que
han sido detenidas, la gente y la Comisión Legal de la ZAD están pendientes, al
igual que para las demás personas que han tenido problemas judiciales desde el
inicio del movimiento.
FRANCIA - Marcha de más de 50,000 personas reprimida en Nantes
Video de Agencia SubVersiones
El 22
de febrero del 2014, más de 50,000 personas marcharon en Nantes, Francia, en
contra de un proyecto de aeropuerto. La movilización fue brutalmente reprimida
por unos 1 500 elementos de policía, tanto de la policía nacional como de la
policía antimotines y de la policía militar, con gases lacrimógenos, granadas
ensordecedoras, tanquetas de agua y balas de goma. Varias personas salieron
gravemente heridas, 14 fueron detenidas.
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