Edgar Romero / AVN
abril 27, 2014
Publicado por Guerrilla Comunicacional México
Hace 77 años, un lunes, día en que los ciudadanos de Guernica, España,
como de costumbre dedican a hacer compras en los mercados de calle instalados
en la localidad, el alboroto del mercadeo fue minimizado por un estruendo mucho
mayor: la ciudad era bombardeada.
Guernica es una villa localizada en la comarca
de Busturialdea, provincia de Vizcaya, en el País Vasco.
En medio de la guerra civil española, durante el
gobierno de facto del dictador Francisco Franco, el 26 de abril de 1937
Guernica fue sometida a una brutal masacre perpetrada por la Legión Cóndor de
la Alemania nazi, con apoyo de la Aviación Legionaria italiana. También
participó la aviación nacional española con sus anticuados aparatos; esta
actuación, que fue documentada posteriormente, fue negada hasta la saciedad por
el franquismo.
A las 4:30 de la tarde de ese día comenzó el
bombardeo en esta villa. La iglesia de Santa María tocó tres veces la campana,
avisando a la población del peligro que acechaba. El primer avión, después de
dar unas vueltas sobre la localidad, soltó tres bombas explosivas.
El bombardeo se extendió por tres horas y media,
tiempo en el que se lanzaron entre 31 a 41 toneladas de bombas, una buena parte
de ellas incendiarias, a consecuencia de lo cual el centro urbano de Guernica
fue completamente arrasado. El saldo fue de 721 edificaciones destruidas; 1.654
muertos y 889 heridos. Aunque la cifra de víctimas mortales fue reducido a 126,
según investigaciones posteriores.
Manipulación de la
dictadura
Los partes de guerra de la Legión Cóndor establecían como objetivo de
ataque el puente situado en el barrio de Rentería, lugar de paso del ejército
vasco en retirada; así como la zona industrial donde se encontraban las
fábricas de armas de la villa.
No obstante, ese puente y las fábricas quedaron
intactas tras el ataque. Lo que sí quedó destruido fue el casco central de la
villa.
En 2012, el actual alcalde de Guernica, José
María Gorroño, criticó las “muchas
mentiras” que sobre el bombardeo fueron vertidas durante la dictadura de
Franco.
Señaló que el régimen franquista manipuló, con
ayuda de los medios de comunicación, para hacer creer a la opinión pública que “los propios vascos habían bombardeado”
esta villa.
La explicación de Franco tras el bombardeo fue
que “los rojos destruyeron Guernica
premeditadamente y con fines de propaganda”. Esa versión se mantuvo durante
los siguientes años.
La propaganda franquista difundió una foto de
una iglesia destruida junto a unos bidones de gasolina, afirmando que fueron
los mismos vascos quienes incendiaron y dinamitaron la ciudad.
Gorroño pidió en 2012 al Gobierno de España que
se reconozca que Franco ordenó el bombardeo.
“Yo espero que el Gobierno central se digne a decir: ‘sí, señores,
Guernica fue bombardeada a las órdenes de Franco”, citó el portal informativo español Público.
Gorroño explicó que este bombardeo aéreo fue
perpetrado sobre Guernica porque la villa “es
un símbolo de libertades y representa a una de las democracias más antiguas de
Europa”. Fue un ataque contra la resistencia vasca, que se oponía al
fascismo internacional y a la dictadura de Franco.
Picasso y Guernica
Uno de los símbolos más relevantes de este bombardeo fue el cuadro
pintado por Pablo Picasso.
Este pintor eligió el bombardeo para la obra que
el gobierno de facto le encargó para la exposición internacional de París en
1937.
Este cuadro, que actualmente se encuentra en el
Museo Reina Sofía de Madrid, convirtió el bombardeo en un ícono. La pintura es
ahora un símbolo de paz, libertad y derechos humanos a nivel mundial.
Comentarios