Por Eureka Guerrero
Fotos por Judith Gómez
Cherán, Michoacán. 14 de abril de 2014.- “Con piedras, palos y machetes, las mujeres
valientes de Cherán defendieron sus bosques que estaban siendo saqueados por el
crimen organizado. Recordamos este suceso con tristeza, 15 de abril de 2011”.
En conmemoración por el levantamiento de armas, por el YA
BASTA, por la organización y por la autonomía de los pueblos originarios,
nos encontrábamos en la explanada comunal del pueblo de Cherán, un ejemplo de
resistencia y un espejo de las injusticias que el Estado ejerce contra los y
las de abajo, los y las que luchan. Recordando un año más. La tristeza y la
celebración. Comenzó con un historial breve de los sucesos ocurridos hace ya
tres años. Recordando El Calvario, la iglesia, que fue usada como cárcel
durante siete días; donde cinco compañeros fueron golpeados. Y a los compañeros
desaparecidos, a los caídos. A los que murieron defendiendo el territorio. Ahí
estaban sus esposas.
Se escucha una voz desde la mesa, el micrófono lo tiene una mujer llena
de fuerza: “Aquí estamos las esposas de
los caídos, de los desaparecidos.
“No podemos olvidar,
somos testigos: El pueblo se levantó en protesta pidiendo justicia. ¿Qué han
hecho de nuestros bosques? ¿Quiénes son? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué ocultan, por
qué mienten? ¿Quiénes son? ¡¡¿Quiénes son los responsables, los asesinos?!!
¿Hasta cuándo? Mes tras mes reuniéndonos con los y las de arriba y nada, no
pasaba nada, no había respuesta.
La organización y el
diálogo en las fogatas fue lo que nos unió. ¡Basta de control y de víctimas!
Eso sentíamos. Mataron nuestros árboles, pero dejaron nuestra raíz que
volverá a florecer. El testimonio más grande aquí está: viudas. Las esposas
aquí están”. Decía una compañera, con voz fuerte y sus pies firmes.
Ellas, todas ellas, pedían una sola cosa: ¡Justicia! ¿Dónde están? Vivos o muertos, ¡los queremos ver!
“Estamos hartas de la
colección de mentiras y de promesas que no se han cumplido”.
¿Qué vale una vida? ¿Qué vale un ser humano? Un padre, un hijo, un
esposo. Ellas lo viven, ellas lo están sintiendo. Basta de la apatía a la
realidad, basta de ignorar los hechos. ¡Basta
ya de la tala clandestina de nuestros bosques! ¡Basta a la injusticia, basta de
impunidad, basta ya! Cherán, es un
corazón donde vive el pulmón del pueblo p’uréhpecha.
21 muertos, 4 desaparecidos.
Todo por el bosque…
Un 15 de abril, a las cinco de la mañana, dijeron las mujeres de Cherán:
¡YA
BASTA! ¡Ya no queremos muertes a domicilio!
“No estamos haciendo una
historia o un cuento, estamos recordando”. Ese 15 de abril se
unieron todos y todas y todas: los palos, los machetes y el cuete que siempre
les ha dado fuerza. El fuego les unió en las barricadas de las 200 fogatas que
defendieron su territorio. “No se puede
olvidar algo que duele tanto. Estoy aquí, estamos aquí, porque nos dolieron”.
Los talamontes, el crimen organizado, el narcotráfico y nuestro corrupto
gobierno. Todo lo que costó, cuántas vidas. Todo para que ya no existieran esos
“monstruos de la naturaleza”, para
que dejaran de estar en llamas sus bosques.
Se levanta una mujer. Se levanta al escuchar el nombre de su esposo. Lo
mataron los y las poderosos y poderosas. “¡No
somos tontos ni tontas, como ellos y ellas nos llaman! ¡Los seguimos
recordando! ¡Un mártir no muere en vano, pase lo que pase lxs recordaremos! Una
vida de lucha, persiste. ¡Los y las de arriba se mueren porque Cherán caiga en
sus garras! Necesitamos ser firmes, compañeros y compañeras, ante la solución
que hemos encontrado de autogobernarnos por los usos y costumbres p’uréhpechas.
Estamos plenamente seguros y seguras. Fuertes, decididos y decididas. Juntos y
juntas.
“No dejaremos jamás que
hagan de las suyas. Estamos creando consciencia, somos una consciencia
colectiva.
“Veintiún muertos y
cuatro desaparecidos, ¿se les hace poco?”
La voz fuerte de las mujeres, la fuerza roja, la fuerza de la luna, la
fuerza de su unión. Un canto de enojo de nueve lunas, frente al pueblo en pie
de lucha, pidiendo que no se olvide, lo que ellas recuerdan todos los días.
Dejaba muy claro que su posición ante los partidos políticos, los y las
poderosos y poderosas, y sus proyectos y mentiras estaban fuera del
auto-gobierno que el pueblo de Cherán ha logrado hasta hoy día. Los y las
compañeros y compañeras valoran su dignidad. Que perdure para siempre el
ejemplo vivo de Cherán en el mundo, ya que han sabido defender su lucha. No con
armas se pelea solamente, con el pensamiento y el corazón también se batalla.
¡SIGAMOS EN ESTE AFÁN DE LUCHA!
¡POR LA VIDA! ¡POR CHERÁN!
¡El dolor no ha muerto, la lucha sigue!
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