Lunes 21 de abril de 2014
NO OLVIDAMOS: el 20 de abril de 1999
inició la huelga estudiantil en la UNAM contra los intentos de privatizar la
educación. Esa es la raíz de nuestra historia: pocos días después nace la Ké
Huelga Radio en la Facultad de Ingeniería. Hoy saludamos a la
generación del CGH que supo caminar unida y echar atrás los planes del Banco
Mundial y el gobierno de Zedillo. ¡SOLO LA LUCHA PAGA! Hoy con el país en
guerra, la memoria de esa huelga plebeya anima miles de experiencias que en
Ciudad Monstruo y en muchos otros lugares combaten al capital y sus sirvientes.
15 años del inicio de la huelga del CGH y aquí estamos!
Para celebrarlo como se
debe les compartimos el 2° Manifiesto a
la Nación del CGH, que marcó el inicio de la huelga.
2º Manifiesto a la Nación
Consejo General de Huelga
La Universidad Nacional Autónoma de
México se encuentra en un momento decisivo para su futuro. Enfrenta un grave
conflicto y nuevas responsabilidades. Enteramos a la Nación que el conflicto
universitario es resultado de una política que pretende eliminar el carácter
gratuito, público y nacional de nuestra máxima casa de estudios. Esta
iniciativa se concretó el 15 de marzo cuando el rector Dr. Francisco Barnés de
Castro y el Consejo Universitario aprobaron en condiciones de total
ilegitimidad e ilegalidad su propuesta de Reglamento
General de Pagos.
La intención del Rector no
es solucionar la crisis financiera de nuestra máxima casa de estudios. Al igual
que Carpizo y Sarukhán pretende eliminar la gratuidad de la educación pública
media superior y superior, imponiendo a la Universidad la lógica de una política
económica equivocada que ha fracasado en la gran mayoría de las naciones; la
cual tiende a la privatización de la educación y de los recursos naturales de
los países.
En un país inmerso en
severas crisis económicas y con un grave rezago educativo, es inaceptable que
la Universidad Nacional haya visto deteriorada su capacidad de funcionamiento,
no obstante la importancia social y cultural de su labor. Como consecuencia de
la disminución del presupuesto universitario, la docencia y la investigación han
sido duramente castigadas, limitando las tareas sustantivas de la UNAM. Frente
a ello, los universitarios exigimos mayores recursos a la educación media
superior y superior y el manejo transparente de los mismos.
El movimiento estudiantil
no sólo se opone al alza de cuotas, sino a las políticas aplicadas en los
últimos años, que en la UNAM han dado como resultado: la disminución del
salario de los académicos y trabajadores; la disminución del nivel académico;
una forma de gobierno que no representa a la comunidad; la restricción de la
libertad de cátedra; el desconocimiento de los acuerdos de incorporación con la
Preparatoria Popular Tacuba, restringiendo aún más el acceso a la educación
superior a miles de jóvenes; el control de los académicos y administrativos a
través de políticas de evaluación.
La respuesta del Rector ha
sido similar a la que se ha aplicado a los inconformes con las políticas del
Gobierno Federal, responden con la descalificación, las amenazas, represalias y
el desconocimiento. Un clima de represión generalizado que ha alcanzado a
universitarios como es el caso de los compañeros Ericka Zamora y Roberto
Espinoza. En la UNAM, este clima de represión ha quedado de manifiesto con la
aprobación del nuevo plan de seguridad el año pasado, la agresión física contra
estudiantes y el levantamiento de actas contra profesores, trabajadores y
estudiantes por su participación en el movimiento.
Frente al autoritarismo y
el clima de represión, el movimiento estudiantil recurre a la movilización y
para encontrar soluciones hemos estado dispuestos a un diálogo de cara a la
Nación, que dé solución a la crisis universitaria.
Un eventual pronunciamiento
de las autoridades ante nuestra propuesta de diálogo tendrá que cumplir con los
requisitos de ser público, directo y resolutivo, en un auditorio de la
Universidad, y con la representación que decida el movimiento. La respuesta a
esta exigencia tendrá que ser puesta a consideración en las asambleas de todas
las escuelas para ser aprobada. Por lo tanto, este diálogo no tiene fecha y su
realización no condiciona el estallido de la huelga a partir de los primeros
minutos del 20 de abril.
A lo largo de este
movimiento se ha construido un pliego petitorio que recoge las demandas
aprobadas en las asambleas de escuelas y facultades. El diálogo que reivindica
nuestro movimiento no puede tener otro objetivo que el de obtener su solución.
El movimiento estudiantil
inicia un nuevo proceso en el desarrollo de la defensa de sus derechos, el
próximo 20 de abril estallaremos una huelga universitaria. El movimiento ha
agotado diversas formas de lucha sin obtener respuesta. Tres marchas
multitudinarias, dos paros, dos citas a diálogo público con el rector, un
diálogo nacional por la educación superior, innumerables mesas redondas por
escuela, y 100 mil voces expresadas en la reciente Consulta General Universitaria,
que representan para el Rector opiniones y acciones ¨sucias, amañadas e inducidas¨.
Ante la descalificación,
nuestra huelga será una demostración del rechazo mayoritario de los
universitarios al alza de cuotas y un ejercicio abierto de diálogo con toda la
sociedad.
La Huelga General Universitaria
será levantada cuando el movimiento considere que están resultas sus demandas;
comenzará a las cero horas del martes 20 de abril con el siguiente Pliego
Petitorio:
1.
Abrogación del Reglamento
General de Pagos incluyendo la eliminación de todos los cobros ilegales.
2.
Derogación de las reformas
impuestas por el Consejo Universitario el 9 de junio de 1997. Esto significa
recuperar el pase automático, eliminar los nuevos límites de permanencia de los
estudiantes de la UNAM y respetar la elección de carrera dando prioridad al
bachillerato de la UNAM.
3.
Creación de un espacio de
diálogo y resolución sobre los problemas que enfrenta nuestra universidad.
4.
Retiro de cualquier tipo de
sanción en contra de estudiantes, maestros o trabajadores que participamos en
este movimiento. Y desmantelamiento del aparato de represión implementado por
el Rector Barnés de Castro.
5.
Recuperación de los días de
clase invertidos en el movimiento y extensión de las fechas de los trámites
administrativos.
6.
Rompimiento de la UNAM con
el CENEVAL (*)
Si
en el ánimo del Dr. Francisco Barnés de Castro hubiesen pesado más los
intereses de la comunidad universitaria que los del Banco Mundial, del Fondo
Monetario Internacional y de las políticas neoliberales del Gobierno Federal,
se hubiera evitado esta huelga, y hubiéramos podido encontrar juntos soluciones
a los problemas de la Universidad. Ahora corresponde a los universitarios
asumir aquello que ha rechazado el Rector: Defender la gratuidad de la
educación pública media superior y superior con un diálogo permanente con la
sociedad.
Nuestra
lucha se debe a la Sociedad y en ese sentido nuestro movimiento se crea y se
recrea en ella; su solidaridad nos hará crecer y fortalecernos. Convocamos a
todos los ciudadanos, a los movimientos y organizaciones sociales, a los padres
de familia, a los estudiantes de todo el país y de todos los niveles educativos
a que manifiesten su solidaridad de la forma que consideren conveniente.
Los
estudiantes que hoy iniciamos la Huelga General Universitaria somos garantes de
la Autonomía Universitaria, defendemos nuestro derecho a participar en la toma
de decisiones sobre el rumbo de nuestra institución y de luchar porque ésta
siga siendo un espacio al servicio de la sociedad, que se debe a la Nación y no
al gobierno en turno o a interés particular alguno.
Somos
garantes de la gratuidad de la educación,
de derecho de todos los jóvenes mexicanos a recibir educación pública y
gratuita como lo indica la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en su Artículo Tercero.
Somos
garantes de una de las conquistas más importantes de las luchas revolucionarias
de 1910, y de los movimientos estudiantiles de 1929, 1966, 1968, 1987 y 1992
que defendieron y refrendaron este derecho: LA GRATUIDAD DE LA EDUCACIÓN.
Somos
garantes de la libertad, del derecho que tenemos a manifestar nuestras
opiniones y a luchar y movilizarnos para defender aquello en lo que creemos.
¡NI UN PASO ATRÁS!
¡Venceremos!
CONSEJO GENERAL DE HUELGA-UNAM
20 de Abril de 1999
(*) Ya en el transcurso de la huelga
se incorporó el sexto punto: Rompimiento
de la UNAM con el CENEVAL, organismo privado que en función de intereses
empresariales “evalúa” a los
estudiantes y decide su destino laboral.
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