Dentro del municipio de
Jilotlán de los Dolores, Jalisco, en las comunidades de Rancho Nuevo y Las
Lomas, los miembros de las autodefensas han decidido seguir con las armas. En
materia de seguridad, servicios y recursos económicos para impulsar el trabajo
del campo, estas comunidades han vivido durante mucho tiempo olvidados por el
gobierno del estado. Era el crimen organizado quien dictaba sus propias leyes,
primero con La Familia Michoacana y después con Los Caballeros Templarios.
Las comunidades ubicadas
al sureste de Jalisco afrontaron el problema, la gente tuvo el valor, tomó las
armas y logró levantarse en contra del cartel de Los Caballeros Templarios.
Habían unido fuerzas con autodefensas de Michoacán de los municipios de La
Ruana, Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec y Coalcomán. Sin embargo, tras la
legalización de los autodefensas michoacanos, quienes tomaron la figura de
Fuerza Rural, los autodefensas jaliscienses se encuentran preocupados por haber
sido excluidos de este nuevo cuerpo de seguridad y sienten un debilitamiento al
no contar con el apoyo de la Fuerza Rural, la cual no puede intervenir más allá
de las fronteras del estado michoacano.
Las personas viven con el temor de ser atacadas por los templarios
refugiados en el municipio vecino de Santa María del Oro. Y si bien, dentro de
las localidades, se cuenta con el apoyo de algunos elementos de la policía
estatal, ellos dicen que no les garantizan la seguridad para sus familias.
Algunas de éstas ya han sufrido la pérdida de algún miembro; otros pobladores
fueron heridos de gravedad durante el levantamiento. Por lo anterior consideran
que tienen que continuar protegiendo a sus familias y comunidades. Ellos han
hecho un llamado a las autoridades de Jalisco, y advierten que de no voltear a
ver la situación en la que viven, seguirán combatiendo y patrullando dentro de
sus territorios, independientemente de que se encuentre cualquier otro cuerpo
de seguridad.
Autodefensas Jalisco
Publicado el 08/07/2014
Agencia SubVersiones
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